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La flor del hibisco se reconoce fácilmente por su forma de trompeta y sus pétalos delicados, pudiendo alcanzar un tamaño de 30.5 cm (1 pie) de ancho; además, suele atraer mariposas y colibríes. Existen unas 200 especies de hibiscos, que varían en cuanto a su tamaño, su color y su resistencia al frío. Las flores pueden ser blancas, rojas, rosas, amarillas, azules, moradas o bicolor. Los hibiscos se pueden dejar crecer como arbustos corrientes o formando setos para decorar muros, cubrir vallas antiestéticas o para crear una atmósfera tropical junto a la piscina.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Preparar todo para plantar los hibiscos

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  1. Los hibiscos ofrecen una gran variedad de colores y de formas ligeramente distintas, pero a la hora de elegirlos, lo más importante no es su apariencia, sino averiguar qué especies pueden prosperar en tu entorno local. Hay dos tipos generales de arbustos de hibiscos: los tropicales y los robustos. Los hibiscos tropicales crecen mejor en zonas con clima cálido y una temperatura mínima por encima de los 10 ºC (50 ºF). Los hibiscos robustos son híbridos que han sido desarrollados para crecer en zonas frías con temperaturas que pueden llegar a producir heladas durante el invierno.
    • Los hibiscos tropicales producen más flores, pero estas suelen morir en tan solo 1 o 2 días. Los colores típicos de esta variedad son el rosa, el melocotón y el morado.
    • Los hibiscos robustos producen flores más duraderas, pero en menor cantidad, por lo que predominan las hojas. Las flores de esta variedad suelen ser rojas, blancas o rosas. [1]
  2. Como sucede con la mayoría de las plantas con flores, hay tres formas generales de cultivar los hibiscos: a partir de las semillas , trasplantando un hibisco desarrollado, o a partir de un esqueje. Plantar hibiscos a partir de las semillas puede ser divertido, ya que te permite crear una variedad totalmente nueva cruzando otras dos ya existentes. Por otra parte, este método requiere más trabajo que los demás y no garantiza un buen resultado. Si buscas una forma sencilla de obtener resultados inmediatos, lo mejor será que adquieras una maceta de hibiscos y los trasplantes en tu jardín.
    • Plantar los hibiscos a partir de un esqueje es la opción menos indicada si quieres asegurarte de conseguir un resultado satisfactorio, ya que requiere unas condiciones muy específicas. Si no tienes experiencia en temas de jardinería o es la primera vez que plantas hibiscos, será mejor que elijas otro método.
    • Tal vez no encuentres muchas variedades de hibiscos entre las que elegir si decides cultivarlos a partir de una planta desarrollada en su maceta ya que, normalmente, los viveros disponen solo de unas cuantas especies para trasplantar (vástagos o plantas totalmente desarrolladas). [2]
  3. Como amantes del calor que son, los hibiscos no deben ser plantados hasta que no haya finalizado la temporada de invierno. Espera a que la temperatura se encuentre entre los 15 y los 22 ºC (60-70 ºF) antes de plantarlos. Si la temperatura llega a caer por debajo de los 13 ºC (55 ºF), la planta parará de crecer. Si cae por debajo de los 7.2 ºC (45 ºF), la planta morirá. Las variedades de hibiscos robustos pueden llegar a soportar temperaturas más bajas, pero nunca está de más recordar que por lo general estas plantas necesitan calor para prosperar.
    • Llama a la extensión local de agricultura para pedir consejo específico acerca del momento idóneo para plantar hibiscos en tu zona. [3]
  4. Los hibiscos son plantas que adoran el sol; sin embargo, no soportan la luz solar directa en exceso sin llegar a quemarse. Elige una zona de tu jardín que quede expuesta al sol de forma directa durante 4-6 horas al día, y que el resto del tiempo esté iluminada de forma natural. Lo normal es que este punto se encuentre en la zona oeste o en la zona sur del jardín. Los hibiscos se pueden cultivar a la sombra de árboles más grandes siempre que sea necesario, pero ten en cuenta que debes dejar espacio para que crezcan sin problema, ya que pueden llegar a necesitar un área dos o tres veces más grande que en el momento de su plantación.
    • Algunos hibiscos han llegado a vivir durante más de 40 años, lo cual quiere decir el arbusto podría alcanzar un tamaño muy grande. Asegúrate de encontrar una zona permanente para plantar los hibiscos. [4]
    • Busca una zona con buen drenaje; el exceso de agua ahogaría los hibiscos. Por otra parte, debes evitar los terrenos arenosos.
  5. Los hibiscos requieren características muy específicas en lo que a la tierra se refiere, así que merece la pena dedicar algo de tiempo a modificar el suelo antes de plantarlos. Mide el pH del suelo de tu jardín; los hibiscos crecen mejor en tierra ácida, por lo que cualquier terreno con un nivel de pH superior al 6.5 deberá ser modificado para aumentar su acidez. Además, tendrás que añadir nutrientes y fertilizantes en abundancia a la tierra. Mezcla la tierra con composta varias semanas (o meses, si es posible) antes de plantar los hibiscos. También es conveniente añadir fertilizante bajo en fósforo y con alto contenido en potasio a la mezcla.
    • Si el pH de la tierra es demasiado básico, añade turba para equilibrarlo.
    • Los fertilizantes bajos en fósforo y con alto contenido en potasio incluyen una mezcla de 10-4-12, o de 9-3-13.
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Parte 2
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Plantar los hibiscos

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  1. Utiliza una pala para cavar los hoyos antes de plantar los hibiscos. Cada hoyo (para una sola planta o semilla de hibisco) debe tener la profundidad suficiente para que las raíces queden enterradas, y el doble o el triple del ancho que vayan a ocupar. La tierra suelta alrededor de la planta permitirá un drenaje adecuado, por lo que no debe apisonarse. Planta los hibiscos dejando una distancia mínima de 61-91 cm (2-3 pies) entre unos y otros.
  2. Con cuidado, coloca cada planta en su propio hoyo individual, asegurándote de no dañar el cepellón. Rellena el hoyo con tierra hasta alcanzar el nivel de la base del tallo. Si cubres el tallo con tierra, la planta podría marchitarse con el tiempo. Riega los hibiscos generosamente en cuanto los plantes para reducir el riesgo de trauma por trasplante.
  3. Intenta mantener los hibiscos húmedos sin que la tierra llegue a quedar empapada. Asegúrate de que la tierra esté siempre húmeda, ya que si se seca, la planta podría marchitarse o sufrir un golpe de calor. Durante el invierno, cuando la planta se encuentra inactiva, solo deberás regarla cuando la tierra esté muy seca.
  4. Puede ser conveniente añadir una capa de mantillo al suelo en el que plantes los hibiscos para evitar la aparición de malas hierbas y mantener la tierra húmeda. Elimina cualquier mala hierba que veas para que los hibiscos no tengan que competir con ellas por el espacio y los nutrientes. Los hibiscos tropicales tienden a tener problemas con las plagas de vez en cuando, más que las variedades robustas. Si ves manchas u hojas estropeadas en la planta, prueba a utilizar un insecticida orgánico para combatir enfermedades y plagas que puedan estar dañando el hibisco.
  5. Poda las plantas . Aunque podar los hibiscos pueda parecer contraproducente, en realidad favorecerá su crecimiento y la aparición de nuevos brotes y flores. Existen varios métodos para podar, pero básicamente todos consisten en cortar en ángulo las hojas justo por encima de su intersección con el tallo, lejos del centro del arbusto. De esta forma, la planta recibirá un estímulo para producir más ramas en los puntos de corte, hacia fuera y lejos del centro del arbusto.
    • Si alguna parte del hibisco muere, debes podarlo para sanear esa zona. De esta forma, eliminarás la parte antiestética y permitirás que aparezcan nuevos brotes a partir de los cortes.
    • Nunca cortes más de ⅔ de una rama de una vez, ya que podrías dañar el hibisco en lugar de favorecer su crecimiento. [5]
  6. Los hibiscos producen flores durante muchos meses, aunque cada flor dura solo unos cuantos días. Puedes dejar las flores en el arbusto o cortarlas para hacer té de hibisco o para cocinar.
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Consejos

  • Poda los hibiscos durante la primavera para promover el crecimiento de los nuevos brotes y el florecimiento. Elimina las partes dañadas o enfermas de la planta cuando sea necesario.
  • Puedes consultar en la internet qué plantas son más resistentes y crecen mejor en tu zona. Por ejemplo, si vives en EE.UU., encontrarás esta información en el mapa del Arboreto Nacional de los Estados Unidos: http://www.usna.usda.gov/Hardzone/ushzmap.html .
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Advertencias

  • No plantes hibiscos si no estás dispuesto a darle los cuidados que necesitan. Los pulgones, las moscas blancas, las cochinillas blancas, los ácaros, las orugas y los escarabajos japoneses pueden llegar a ser un gran problema. Estas plantas pueden ser propensas a oxidarse, a marchitarse y a contraer hongos, virus y plagas bacterianas.
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