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Ya sea que vayas a cultivar plantas de madreselva, clemátide o uva, es importante que podes las enredaderas con regularidad. Podar permite que el aire y la luz llegue al interior de estas plantas, proporcionándoles la luz solar, flujo de aire y nutrición que necesitan para desarrollarse. Si las mantienes debidamente podadas, la masa y el peso de las enredaderas disminuirá, de modo que no dañarán la estructura que vayan a trepar. Debido a que este proceso fomenta el nuevo crecimiento, deberás encontrar un equilibrio adecuado entre fomentar su crecimiento, y mantener el tamaño y forma de las enredaderas.

Método 1
Método 1 de 2:

Cuidar las plantas trepadoras

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  1. Las enredaderas de floración tardía incluyen plantas como madreselva y trompeta que florecen a finales de verano y otoño. Debes podar estos tipos de enredadera a finales de invierno o principios de primavera para darles tiempo de producir nuevos brotes y flores para la siguiente temporada de crecimiento. [1]
  2. Poda las enredaderas que florecen en primavera y a principios de verano al final de la temporada de crecimiento, para prepararlas para su desarrollo el siguiente año. El jazmín, la glicina y la mayoría de las otras enredaderas resistentes entran en esta categoría.
    • Debes podar las enredaderas que florecen en etapa temprana, pero que producen frutas como kiwi y maracuyá, a principios de primavera, antes de su florecimiento para evitar perder la cosecha de frutas. [2]
  3. No tuerzas, arranques ni rompas los brotes. Hacerlo puede dañar las enredaderas y volverlas más susceptibles a alguna infección o enfermedad. Usa tijeras de jardinería para crear un corte limpio y rápido en los brotes y tallos. [3]
    • Corta los brotes para que estén al ras con el tallo principal (no dejes ningún tocón).
    • Corta el tallo a 2,5 cm (1 pulgada) por encima de una yema que esté orientada en la dirección en que quieras que crezca la enredadera.
    • Evita realizar cortes que puedan crear yemas orientadas hacia el interior o entrecruzadas, ya que esto podría reducir la cantidad de sol y flujo de aire que el centro recibe.
  4. Usa unas tijeras de jardinería para cortarlas por completo hasta llegar a la zona saludable. Si las dejas en la enredadera, podría conllevar a la presencia de una infestación de insectos, la propagación de la infección y enfermedad y la limitación del crecimiento de la planta. [4]
  5. Corta los tallos que no estén creciendo en la dirección en que te gustaría que lo hagan. Presta mucha atención a los tallos que crezcan lejos del apoyo. [5]
  6. Los tallos enredados restringen el flujo de la luz y el aire, y pueden impedir que la planta crezca. Si los dejas por demasiado tiempo, las enredaderas también pueden empezar a asfixiar otras plantas y enredarse en otras estructuras. [6]
    • Si es difícil saber dónde cortar o qué retirar, no hay problema si realizas cortes al azar. Espera hasta que los tallos mueran y luego sácalos. [7]
  7. Si te es extremadamente difícil arreglar una enredadera, es mejor que inicies de cero y vuelvas a entrenarla durante la siguiente temporada. [8] Poda la enredadera al nivel del suelo a finales de invierno o principios de primavera para fomentar un nuevo crecimiento saludable y manejable.
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Método 2
Método 2 de 2:

Entrenar y podar las vides

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  1. Es menos probable que ocurra una infección por daño causado por la poda mientras la enredadera se encuentra en un periodo de dormancia debido a que tendrá más tiempo para recuperarse antes de la siguiente temporada de crecimiento. Podar mientras se encuentra en este periodo también hará que sea más fácil ver sin tener hojas en el camino.
    • Para reducir aún más el riesgo de una infección, esteriliza las tijeras de jardinería después de trabajar en cada enredadera con alcohol isopropílico. [9]
  2. Selecciona el tallo más fuerte y corta todos los demás de modo que el tronco principal quede liso. [10]
    • Corta el tallo que has seleccionado para guardar hasta 1 o 2 yemas solamente.
    • Retira todos los tallos que empiecen a crecen durante la estación.
  3. Elige el tallo más fuerte de cada lado del tronco (se volverán bastones). Átalos de forma ligera al enrejado usando una cinta de jardinería de color verde. Coloca la cita lo suficientemente ajustada para sujetar la rama. Si la colocas demasiado ajustada, es posible que limite su crecimiento.
    • Corta todos los otros tallos de modo que quede al ras con el tronco principal.
  4. Es importante sacar los grupos de flores para dirigir la energía hacia los 2 tallos que has guardado debido a que las vides no producirán frutas aún.
    • Retira los racimos tan pronto como los veas, de preferencia antes de que florezcan.
  5. Debe haber solamente 1 tallo cada 15 o 20 cm (6 u 8 pulgadas), o 7 o 10 yemas aproximadamente en cada bastón. Retira todos los demás tallos del bastón y las raíces que estén creciendo a partir del tronco principal o del sistema de raíces en el suelo.
  6. Corta los tallos a un ángulo de 45 grados con unas tijeras de jardinería, al menos 2,5 cm (1 pulgada) por encima de una yema. Estos tallos que podes serán los que producirán frutas en los años siguientes.
  7. Revisa si hay lesiones, sabia, hongos, hojas descoloridas y frutas que no hayan madurado. Corta de forma rápida estas secciones en un clima seco con unas tijeras de jardinería. Si debes realizar un gran corte en un clima húmedo, deja un tocó de 7,5 o 10 cm (3 o 4 pulgadas) de largo que puedas podar cuando esté seco.
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Consejos

  • No es necesario podar demasiado la mayoría de las plantas trepadoras. Suele ser suficiente con una poda al inicio o fin de temporada (dependiendo del tipo de planta) y con cortes ocasionales para controlar la dirección del crecimiento durante la misma.
  • Si tienes una glicina o madreselva en la puerta o valla, debes podar de forma regular ya que crecen más rápido.
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