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Los robles pueden ser los árboles más hermosos del vecindario, con su abundante follaje y sus enormes ramas, pero mantenerlos sanos y fuertes requiere algo de trabajo. Un roble descuidado cuyo crecimiento no se supervise puede debilitarse y ser propenso a contraer enfermedades, corriendo el riesgo de caer. Para mantener tus robles fuertes y sanos, tendrás que podarlos eliminando todas las ramas secas, enfermas y rebeldes que encuentres. Una vez que comprendas el proceso de poda paso a paso, mantener tus robles hermosos y sanos será una tarea fácil y divertida.

Método 1
Método 1 de 2:

Podar robles jóvenes

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  1. Al podar los robles durante el invierno, los cortes podrán cicatrizar a lo largo de la primavera, temporada en la que la recuperación es mucho más rápida. [1]
    • Cuando podes árboles recién plantados, corta solo las ramas secas o quebradas.
    • Pasados entre dos y tres años después de plantar un roble, podrás empezar a hacer podas ornamentales para darle forma.
    • Aprende cuáles son los hábitos de crecimiento de la variedad concreta de tus robles.
  2. Antes de podar, tendrás que sumergir la cizalla y la hoja de la sierra en una solución a base de nueve partes de agua por una de lejía. Después, enjuaga las herramientas y deja que se sequen al aire libre.
  3. Para conseguir que un roble crezca sano y dé una buena sombra, tendrás que elegir una rama dominante. Observa el árbol y fíjate en sus ramas más grandes. Probablemente haya dos o tres ramas grandes con tamaños parecidos entre sí. Con el tiempo, estas ramas se dividirán en múltiples guías y provocarán que el árbol se debilite conforme vaya creciendo.
    • Busca la rama que se encuentre en posición más vertical y centrada con respecto al tronco del árbol y elígela como guía. [2]
    • Corta las otras ramas que puedan convertirse en guías para reducir su tamaño y permitir que la rama dominante reciba más luz solar.
    • Mantén la guía larga.
  4. El cuello de una rama es el relieve que hay en su base, por donde se une al tronco. Si cortas una rama a la altura del cuello, dañarás el tronco del árbol, perjudicando ciertos tejidos necesarios para el crecimiento.
    • Acorta las ramas largas cortándolas a la altura de algún brote o de otras ramas laterales.
    • Haz los cortes siempre en ángulo para favorecer el crecimiento.
  5. Nunca elimines más de un tercio del follaje del árbol en una sola sesión. El árbol depende de la salud de su copa para producir alimento a partir de la luz solar y desarrollar raíces fuertes en la tierra. Esta medida de precaución es especialmente importante a la hora de podar árboles jóvenes. [3]
  6. Debes podar los árboles jóvenes una vez al año para permitir que sigan creciendo sanos. Asegúrate de que la guía sea siempre la rama más larga y de recortar cualquier otra rama que crezca más de la cuenta. Corta las ramas que impidan que el árbol crezca en condiciones, como por ejemplo: [4]
    • las ramas secas, enfermas o quebradas
    • las ramas que se crucen o choquen entre sí
    • las ramas que crezcan hacia dentro
    • las ramas que crezcan directamente sobre otras ramas
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Método 2
Método 2 de 2:

Cuidar robles maduros

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  1. Al cortar las ramas de un árbol maduro, se elimina mucho peso de la copa, lo cual puede alterar su forma notablemente. Por este motivo, es importante que pienses bien en qué ramas vas a cortar antes de hacerlo. Solo se deben cortar ramas de un árbol maduro si hay propósitos concretos para hacerlo, como pueden ser:
    • la eliminación de ramas secas, enfermas o quebradas
    • la eliminación de ramas para permitir que la luz solar o el aire lleguen mejor al follaje del árbol (teniendo mucho cuidado de hacerlo sin reducir notablemente la densidad de la copa)
  2. Si una rama grande se elimina de un solo corte, puede arrancar parte de la corteza del árbol al caer. Para podar bien un árbol, debes asegurarte de mantener la corteza sana.
    • Haz un corte por debajo de la rama, a una distancia de entre 30,5 cm (1 pie) y 61 cm (2 pies) por fuera del cuello o del punto en el que se une al tronco.
    • Haz un segundo corte por encima de la rama, unos centímetros más alejado del cuello que el corte inferior.
    • De esta forma, evitarás que la rama arranque parte de la corteza del tronco al caer.
    • Una vez que la rama cortada haya caído, podrás recortar la parte sobrante de entre 30,5 cm (1 pie) y 61 cm (2 pies) que has dejado al hacer el corte en ángulo a una distancia de entre 2,5 cm (1 pulgada) y 5 cm (2 pulgadas) del cuello.
  3. Una vez que hayas podado el roble, deja que los cortes cicatricen de forma natural al aire libre.
    • Poda el árbol con cuidado para no dañarlo en exceso, y asegúrate de proveerlo de abundante agua.
    • Los árboles sellan sus cortes de forma natural, así que no es necesario utilizar ningún sellador artificial, ya que este tipo de producto puede retener microorganismos dentro del tronco, perjudicando su salud.
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Consejos

  • Utilizar herramientas afiladas de alta calidad para podar es la mejor forma de asegurarte de que el árbol se recupere rápidamente de los cortes. Las herramientas viejas y desgastadas pueden dañar y arrancar fibras sanas de la rama.
  • Poda el árbol entre la mitad y el final del invierno (entre enero y marzo) para obtener un resultado óptimo.
  • Podar bien un árbol joven es la mejor forma de conseguir que se convierta en un roble sano y maduro que no requiera mucho mantenimiento.
  • Infórmate sobre la variedad específica a la que pertenezca tu roble y sobre las condiciones climáticas locales antes de empezar a podar. Acude a la biblioteca local, a un parque natural protegido o algún vivero para conseguir más información.
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Advertencias

  • A la hora de podar un roble maduro en casa, es mejor limitarse a cortar las ramas más pequeñas y bajas que requieran saneamiento. La poda de cualquier rama alta debe dejarse en manos de un profesional.
  • Lee los manuales de instrucciones de todas las herramientas de poda antes de utilizarlas para asegurarte de manejarlas correctamente y tomar las precauciones necesarias.
  • Ponte guantes protectores (preferiblemente de jardinería), gafas protectoras y mangas largas para podar tu roble.
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