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Cuando faltas a clases, generalmente te pierdes las tareas que dejan los profesores y esperan que las presentes luego. Después de leer este artículo ya no te preocuparás más por eso, ¡será pan comido!

Método 1
Método 1 de 2:

Ayuda general

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  1. Si sabes que vas a ausentarte por un largo tiempo, presenta tus libros y tus tareas con anticipación si es posible. De esta forma, no tendrás nada de qué preocuparte a tu regreso.
  2. Si no lo haces, luego te olvidarás de hacerlo. En caso tu escuela o clase tenga una página web en donde suben las tareas, revísala para ver de qué te has perdido. De ser posible, pídele a un amigo que apunte todas las tareas por ti.
  3. Habla con tu(s) profesor(es) acerca de las tareas que no has presentado, ya que algunas veces esperan que lo hagas y, otras (si se trata de una tarea pequeña, por ejemplo), no tendrás que hacerlo. Si tienes varios profesores, es mucho mejor que hables con cada uno de ellos, ya que todos tienen diferentes expectativas. Por ejemplo, algunos profesores te darán tantos días como los que te has ausentado para presentar tus tareas, pero otros no.
  4. Empieza por clasificar tu tarea, desde los trabajos más extensos hasta los más cortos. Si terminas los trabajos más extensos primero, quiere decir que tienes buenos hábitos de estudio, así que terminarás tu tarea en un abrir y cerrar de ojos. Pero ten en cuenta las fechas de entrega de cada trabajo. Es mejor terminar las tareas que son para el día siguiente, que las que son para la próxima semana.
  5. En vez de ir a casa y ver televisión o revisar tu Facebook, termina tu tarea primero. Haz un trato contigo mismo; por ejemplo, cada vez que termines un trabajo, tendrás derecho a 1 hora en la computadora. Esta forma de recompensarte te motivará a hacer tus tareas. Recuerda que, aunque los plazos de entrega para presentar todo sean muy apretados, debes dedicar todo tu tiempo y esfuerzo al hacer tus trabajos.
  6. Algunos profesores esperan que des unos exámenes o pruebas de recuperación, pues quieren que aprendas a ser responsable.
  7. Cada vez que termines un trabajo, asegúrate de presentarlo. Así, ya no tendrás hojas sueltas que llenen tu espacio de trabajo. Es lógico que si terminas un trabajo tengas que presentarlo, ¿no lo crees? Es mejor tener una nota baja a no tener ninguna nota.
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Método 2
Método 2 de 2:

Utiliza el método del listado

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    Acude a tu profesor(es) o revisa tu sílabo para ver qué material te falta. Si averiguas cuáles son los conceptos que te has perdido en clases, podrás decidir si necesitas establecer horarios para tutorías. Es importante que escojas a un tutor de inmediato, ya que pueden ser difíciles de encontrar. Si no lo haces, a lo mejor te demorarás más tiempo tratando de completar un trabajo que no entiendes.
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    Luego, pregúntale a tu profesor(es) acerca de los trabajos que te falta presentar. Cuando anotes los trabajos, asegúrate de ordenarlos por cursos. Si solo los apuntas en una lista muy larga, te sentirás atareado e incluso te desmotivará. Es mejor que apuntes los trabajos según las fechas de entrega de cada uno. De esta forma, te será más fácil avanzar en orden, al igual que los alumnos que sí asistieron a clases.
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    A continuación, pídele a alguien sus apuntes para copiarlos. Para esto, trata de elegir a alguien confiable. Una buena opción es un compañero que se encuentra motivado académicamente, presta atención a las clases y casi siempre va a la escuela. Si eliges una persona así, tendrás mayores posibilidades de conseguir notas más altas.
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    Copia los apuntes a mano. Si solo les sacas una copia, te será más difícil recordar los apuntes luego; por ejemplo, en un examen. Está comprobado que escribir ayuda a los alumnos a recordar información. Aunque parezca más trabajo, en realidad te ahorrará mucho tiempo.
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    Haz tu lista. Escribe tus tareas en una hoja. Divídelas de nuevo según el curso y apunta las fechas de entrega, para que sepas el orden de presentación de cada una. Dibuja una estrella en los trabajos más relevantes. Y aún más importante, no te olvides de apuntar los trabajos más sencillos en tu lista. Puedes terminar estos trabajos muy rápidamente así que, tan pronto lo hagas, táchalos de tu lista. Tachar las tareas que terminas puede funcionar como incentivo para que termines todo.
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    Presenta tus trabajos a medida que los vas terminando. Los profesores tienden a prolongar las fechas de entrega a aquellos alumnos que se esfuerzan mucho por ponerse al día.
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    Recompénsate cada vez que termines un trabajo. Date una mayor recompensa cada vez que termines los trabajos más extensos o difíciles. Esto te motivará a terminar los trabajos que requieren más esfuerzo.
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Consejos

  1. No trates de hacerlo todo en un solo día; si te cansas no te servirá de nada. Fíjate plazos de entrega y divide el trabajo que debes hacer de forma eficiente.
  2. Pídele ayuda a tus padres si es que tienes problemas para ponerte al día con los trabajos.
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Advertencias

  1. Así pienses que nunca vas a ponerte al día, ¡no te preocupes! Todos nos rendimos en algún momento, pero solo necesitas organizarte bien y pensar en lo feliz que estarás una vez que te hayas puesto al día y no tengas nada de qué preocuparte.
  2. Si tienes alguna tarea pero no la has hecho, asegúrate de que tus padres no lo sepan.
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