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¿Quieres empezar a entrenar defensa propia? ¿Crees que unirte a un dojo es diferente que un campo de entrenamiento? Luego de leer este artículo, pensarás dos veces lo que hagas, incluyendo las artes marciales.

  1. Todo depende de lo que quieres. ¿Quieres aprender a un ritmo lento hasta adquirir los movimientos correctos? O, quieres avanzar rápido, entrenando como si estuvieras en una situación de combate y aprendiendo rápido a corregir errores. La elección depende de ti, de tu edad, tu condición física, etc.
  2. ¿Qué escuela? Hay muchos factores para evaluar en cuanto a escoger una escuela para entrenar. Busca en este sitio sobre "cómo escoger una escuela de artes marciales" para información. Esto es muy importante, pues el estilo y el maestro que escojas afectarán enormemente tu aprendizaje.
  3. No tienes que ejercitar de antemano, ya que las artes marciales no tienen que ver con fuerza. La resistencia es la clave. Aprenderás a pelear 1 contra 1 o 10 contra 1 eventualmente; así que mientras más rápido puedas moverte por un periodo largo de tiempo, tendrás mejor desempeño.
  4. El propósito original de las artes marciales era que las personas pudieran defenderse de múltiples atacantes, incluso hasta la muerte. Las cosas han cambiado mucho y hay mucha gente que malinterpreta el propósito de las artes marciales. El verdadero propósito es entrenar para mantenerse con vida contra gente que trata de matarte.
  5. Tu maestro es tu amigo, tu motivación y tu peor enemigo (si es bueno). Te exigirá más allá de las capacidades que creas tener, entrenándote para que nunca te rindas durante una pelea. Pídele ayuda, pero trata de resolver las cosas por tu cuenta antes. Entiende que no eres el único ahí, hay otros que están ahí por la misma razón, así que no retengas al instructor. Tampoco seas un solitario, o nunca aprenderás. Observa cómo trabaja el sensei y determina qué es lo que buscas antes de unirte a una escuela.
  6. No hay juegos aquí. No estás divirtiéndote, especialmente cuando tu sensei habla. Debes respetar tu dojo tanto como debes respetar a tus compañeros estudiantes. Siempre llega temprano a las lecciones.
  7. El propósito por el cual estás en el dojo puede no ser el mismo que el de las demás personas. Si hay niños, quieren ser “power rangers” o presumir sus movimientos con amigos. Si hay adultos, los más jóvenes son arrogantes y violentos. Solo los más viejos están ahí para aprender. Conocerás todo tipo de estudiantes. Si el sensei es bueno, despedirá rápidamente al que esté fuera de control y continuará con la lección. No prestará atención a quien busque presumir y no aprender.
  8. Con el tiempo, se te asignará un yuki. Aunque solo para la lección, esta persona es tu compañero de confianza. Deben mostrarse respeto mutuo, pues pelearás contra él. Esta es la persona con la que puedes practicar tus movimientos o entrenar, y él a su vez contigo. Dependiendo del estilo, aprende en qué ataques debes retener el poder para no herir a esta persona. Cuando practiques técnicas, hazlo despacio hasta que ganes el control adecuado. Ayuda a tu yuki a aprender en la medida que tú lo haces. Por otro lado, no sientas compasión de él. Cuando entrenes, hazlo violentamente pero con control. No seas muy cuidadoso con él, pero tampoco lo golpees muy duro. Brevemente: ataca rápido y agresivamente, pero con poder controlado. Estás ahí para aprender a derrotar personas como esta, no para jugar.
  9. Harás aeróbicos, sudarás, te cansarás y saldrás herido. Pero no te detengas. Si practicas correctamente, herirás a alguien o saldrás herido. No lo tomes como algo personal. Si estás entrenando y sales lastimado, respira un poco y no continúes con la furia que tendrás. Sentirás que debes moverte salvajemente y actuar agresivamente para mantener al yuki lejos, pero no hagas esto. El concepto detrás de las artes marciales es mantener la calma mientras permaneces con vida. Si no estás calmado, tu yuki se enojará o peor, tu sensei lo hará. Si lastimas a tu oponente, no te disculpes, simplemente no lo hagas nuevamente. Espera a que haga una señal y retomen el entrenamiento.
  10. Practica cada técnica que te han mostrado hasta que se convierta en una segunda naturaleza y algo más. Piensa más allá de lo que te muestran y pregunta a tu sensei sobre ello. Descubre qué más puede funcionar para esa situación. Despójate de cualquier cosa que te disguste. A menos que seas probado en ello, es siempre mejor mantener las ideas simples que pensar en los 21 pasos para desarmar a alguien.
  11. Piensa en tu dojo como un lugar sagrado. Cualquier agresión exterior, cualquier cosa que esté en tu mente, debes dejarla ir tan pronto como entres a tu dojo. Esto incluye cualquier pleito con algún compañero que pueda estar en esa lección. De otro modo, ¿cómo podrás concentrarte en lo que debe hacer?
  12. No hagas saber que estás aprendiendo artes marciales o qué color de cinturón tienes. La discrepancia funciona mejor para ti en una pelea real. Además, alguien podría buscar pelear contigo solo porque estás aprendiendo artes marciales. Piensa en tus nuevas habilidades como algo mediocre. No le contarías a todos lo que dibujaste la noche anterior o los sueños que tuviste, las artes marciales no son diferentes.
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Consejos

  • Las artes marciales no se trata exclusivamente de autodefensa. Por ejemplo, pueden cultivar la mente y el cuerpo en una forma que alcanza muchos aspectos de la vida, como cualquier buen arte lo haría.
  • Si saliste lastimado en una lección y piensas que estás mal herido, pídele a tu sensei que te revise o detén el entrenamiento. Pero si es algo menor, como una patada en la ingle, quedarse sin aire, ser golpeado en la cara o un golpe en las canillas, respira, aclara tu mente y continúa. Imagina cómo sería una pelea real, ¿la detendrías entonces? En el mejor de los casos, no.
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Advertencias

  • Siempre concéntrate en el control.
  • Siempre usa equipo apropiado para la situación.
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