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Los incendios causan la muerte de miles de personas cada año; a otros, les cuesta todas sus posesiones preciadas y hasta sus recuerdos. Los pasos a continuación te ayudarán a evitar que tu hogar se vuelva parte de estas estadísticas.

Parte 1
Parte 1 de 7:

Revisa tu hogar

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  1. Es muy posible que tengas que contratar a un profesional que pueda examinar los cables eléctricos, las tuberías (especialmente las de gas), la calefacción y el aire acondicionado para asegurarse de que estén en perfecto estado. También puedes hacer algunas revisiones tú mismo.
  2. Utiliza sandalias de caucha y sujeta un palo de madera para evitar sufrir una descarga eléctrica. Quítate cualquier joya o accesorio de metal que puedas usar a fin de prevenir que conduzcan la electricidad. [1]
    • Busca tomacorrientes que no tengan una conexión adecuada a tierra. Muchos electrodomésticos modernos deben conectarse en un tomacorriente de tres polos (con una entrada que va a tierra), pero muchas personas utilizan un adaptador e incluso rompen la tercera pata para conectar el aparato en cualquier lado, lo que es muy peligroso. Lo mejor es contratar un electricista para realizar modificaciones en los circuitos eléctricos para que exista una conexión a tierra.
    • Busca cables que hayan sido dañados por insectos o roedores en el ático o en la cámara debajo de tu casa. Muchos cables, especialmente los más antiguos, están recubiertos con un material muy delicado que los insectos destruyen fácilmente. Sin embargo, incluso los cables no metálicos modernos (Romex) pueden ser destruidos por ardillas y ratones, que roen a través del material termoplástico aislante.
    • Busca disyuntores, cajas de fusibles o tableros de distribución que hayan sufrido de una sobrecarga eléctrica. Revisa si un interruptor o fusible tiene varios circuitos conectados al mismo. En general, cada fusible debe proteger un solo circuito. Sin embargo, mucha gente conecta varios cables en una sola terminal, especialmente en cajas demasiado pequeñas o viejas, lo que es peligroso.
    • Fíjate si las luces parpadean o sube la tensión de manera intermitente. Aunque esto generalmente ocurre debido a causas externas, si sucede demasiado frecuentemente, entonces lo más seguro es que haya una falla en la conexión o que el circuito haya sufrido de un corte.
    • Observa si los interruptores del disyuntor saltan o los fusibles se queman frecuentemente. Este es casi siempre un signo de que los circuitos están sobrecargados o existe una falla más seria en los cables de luz.
    • Revisa las conexiones de cada interruptor, especialmente si el tablero de distribución se encuentra afuera de la casa. Presta atención si hay signos de corrosión, daño térmico (hollín o residuos parecidos a cenizas cerca de las terminales), cables que no estén bien unidos con cinta aislante o conectores de torsión y aislantes dañados o desgastados.
    • Revisa el cable a tierra. Si el cableado a tierra en el edificio falla, puede causar incendios o ser un riesgo de descargas eléctricas. Busca tornillos abiertos, abrazaderas para cables y otros tipos de conectores que estén sueltos, además de examinarlos por signos de corrosión.
    • Fíjate si las conexiones eléctricas en tu hogar están hechas con cables que no son de cobre. Los cables de aluminio no son peligrosos en sí, especialmente si los instalan de manera correcta y están bien ajustados. Sin embargo, cuando se conecta un cable de aluminio a uno de cobre, ocurre una reacción electrolítica y aumenta la resistencia en la conexión, generando calor. Si colocas un compuesto antioxidante en las conexiones con cables de aluminio, reducirás el riesgo de que se produzca un corte en dichos cables.
  3. Debes buscar acoplamientos sueltos, válvulas con fugas, llamas piloto que no funcionan y objetos inflamables que estén inadecuadamente guardados cerca de estas instalaciones.
    • Revisa los conductos de ventilación en los calentadores de agua a gas, calderas y secadores de ropa.
    • Revisa los sistemas de arranque automático y las luces piloto en estos dispositivos, especialmente si notas que los protectores no fueron instalados adecuadamente. También verifica que no haya pelusas o tierra en los mismos.
    • Haz que un profesional revise las tuberías de gas, las válvulas y los reguladores si piensas que existe una fuga o hueles gas.
    • No enciendas nada si hueles a gas, ya que podrías provocar un incendio. Puedes apagar un interruptor con un palo de madera o de plástico.
    • Abre todas las ventanas y puertas para que el gas pueda salir de manera segura.
  4. Estos sistemas contienen motores eléctricos y dispositivos que hacen circular el aire, los cuales necesitan mantenimiento regular. Siempre contrata a un ingeniero de renombre para que arregle cualquier problema con tus productos eléctricos, sobre todo los sistemas de aire acondicionado. [2]
    • Limpia las bobinas internas del aire acondicionado y cambia los filtros regularmente. Así evitarás que el motor trabaje demasiado y ahorrarás electricidad. Si tienes un aire acondicionado de ventana, ¡ nunca uses alargadores eléctricos!
    • Lubrica las correas de transmisión (donde sea necesario), los rodamientos y otros equipos.
    • Haz que alguien limpie las bobinas y los quemadores al comenzar la temporada fría, debido a que es muy seguro que se hayan acumulado residuos en los mismos durante el verano.
    • Presta atención a los ruidos que hace el sistema durante su funcionamiento. Si escuchas chillidos, estruendos o sonidos extraños provenientes del calefactor, eso significa que existen partes sueltas en el sistema que se están trancando.
    • Si tienes una pinza amperimétrica, puedes revisar la cantidad de corriente (el amperaje) que pasa por los circuitos hacia las bobinas de la calefacción, para asegurarte de que esté en un nivel normal. Si el amperaje es demasiado alto, esto significa que hay un problema con la resistencia. Ya que la resistencia en un sistema eléctrico genera calor, puede causar un incendio si tiene fallas.
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Parte 2
Parte 2 de 7:

Revisar los aparatos eléctricos en tu hogar

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  1. [3]
    • Mantén tu cocina y horno limpios, especialmente si notas una acumulación de grasa.
    • Revisa las campanas de ventilación de tu cocina y limpia los filtros. Si tu cocina tiene un sistema de ventilación externo, asegúrate de que ni los insectos ni las aves hagan nidos o impidan la circulación de aire a través del mismo.
    • Revisa los cables de tus electrodomésticos. Verifica que a los enchufes no les falte la puesta a tierra y que los aislantes en los cables estén en buen estado. Reemplaza o repara los cables si presentan defectos.
    • Mantén limpio el filtro para pelusas y la rejilla de ventilación de tu secadora de ropa. Algunas secadoras tienen un sistema de ductos que a veces se atasca y es necesario destaparlo. Si tu secadora no funciona bien, será necesario que la hagas revisar. Cuando las pelusas se acumulan cerca del calentador de la secadora, pueden causar un incendio. Quédate cerca de la secadora cuando la uses. También instala un detector de humo y ten un extinguidor a mano. Si debes salir de la habitación por un momento, apaga la secadora. Después de todo, no vas a estar lejos por mucho tiempo y simplemente puedes encender la máquina apenas regreses.
  2. [4]
    • Mantén cualquier material inflamable (las cortinas, el sofá) a una distancia prudente (unos 90 cm aproximadamente) del calefactor portátil.
    • Coloca los calefactores lejos de las áreas donde la gente camina.
    • Como regla general, no es recomendable conectar los calefactores portátiles en alargadores eléctricos. Los calefactores pequeños son la excepción, pero es ideal que revises las instrucciones del fabricante antes de usar un alargador. Lo mejor es que simplemente evites utilizar alargadores.
    • Coloca los calefactores sobre superficies firmes. No debes ponerlos en mesas, sillas y otros objetos donde podrían volcarse. Reemplaza los calefactores antiguos por unos que se apaguen de manera automática al caerse.
    • No cubras las lámparas con tela para atenuarlas. Compra una bombilla de menor potencia o apaga la lámpara.
  3. Cuando un alargador se calienta demasiado, genera tanto calor como un calefactor eléctrico fuera de control.
  4. [5]
    • Revisa si la cámara de combustión de la chimenea tiene grietas, si el metal está dañado o si existen otros peligros.
    • Utiliza puertas de vidrio o una rejilla metálica para evitar que las chispas salgan de la chimenea.
    • Quema madera estacionada que esté completamente seca para evitar una acumulación de creosota en la chimenea. Toma en cuenta que ciertos tipos de madera, como la de cedro, chispean demasiado al quemarse y no debes usarlas en una chimenea abierta.
    • Retira las cenizas y la madera sin quemar cuando se hayan apagado las brasas en la cámara de combustión. Pon las cenizas en un balde de metal (no de plástico) y colócalo lejos de cualquier estructura.
    • Haz que alguien revise y limpie tu chimenea al menos una vez por año.
  5. [6]
    • Mantén la gasolina, diluyentes de pinturas y otros compuestos inflamables en envases que hayan sido aprobados por la UL (Underwriters Laboratories) y lejos de tu casa.
    • No guardes compuestos inflamables en un garaje o lavandería, especialmente si contienen aparatos que se encienden con una luz piloto. Ten cuidado y coloca estos líquidos al aire libre o en una construcción anexa.
  6. Muchas veces, mover muebles, caminar y otras actividades realizadas por las personas desgastan estos cables y representan un riesgo de incendio. La gente conecta luces de navidad en estos alargadores y los mantienen encendidos por mucho tiempo. Si piensas hacer lo mismo, asegúrate de usar un cable de buena calidad.
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Parte 3
Parte 3 de 7:

Seguridad en la cocina

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  1. Si necesitas salir por un minuto, apaga todas las hornillas que tengas encendidas. ¿Quieres ir a la despensa por una lata de salsa de tomate, revisar tu correo, ir al baño o contestar el teléfono en otra parte de la casa? Apaga todas las hornillas. Después de todo, solamente saldrás por un momento. Puedes volver a encenderlas cuando regreses. Así podrás prevenir la causa más frecuente de incendios en casa: dejar la comida cocinándose sin supervisión. [7]
    • Cuando cocines con aceite, ten una tapa o una bandeja para horno a mano. Si ves llamas, puedes extinguir el fuego con la tapa y apagar la cocina de inmediato para permitir que se enfríe. No muevas la bandeja ni uses agua. El agua, al sobrecalentarse, se volverá vapor y este puede causar quemaduras graves. Por otra parte, el aceite puede salpicarse y propagar las llamas.
  2. Come algún alimento ya preparado, como un sándwich y vete a dormir. Puedes preparar algo luego, cuando estés lúcido.
  3. Nunca cuelgues toallas donde puedan caerse sobre una llama o superficie caliente.
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Parte 4
Parte 4 de 7:

Ten mucho cuidado en tus actividades diarias

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  1. Si te quedas parado, es muy poco probable que caigas dormido mientras fumas. ¿Te sientes cansado? Apaga el cigarrillo en un cenicero o en un lavamanos húmedo y vete a dormir. No fumes en la cama; es muy posible que te duermas y dejes caer tu cigarrillo en el suelo. Así terminarás incendiando la alfombra. ¿Vas a limpiar tu cenicero? Coloca las cenizas en el lavaplatos y mójalas, para después recogerlas con una pala pequeña y botarlas en el basurero afuera de tu casa. [8]
  2. Evita hacerlo a menos que sea completamente necesario. Seca la ropa con radiadores o en el exterior de ser posible.
  3. Protege la llama con una jaula de alambre para evitar que algo caiga en la llama o la mueva, además de que ayuda a que los niños y mascotas no se acerquen a la misma. Apaga el fuego si necesitas salir del cuarto, incluso si es por un momento. Puedes volverlo a encender cuando regreses. [9]
  4. Los que son de verdad se queman muy fácilmente cuando están viejos y secos. Además, las luces de mala calidad pueden causar incendios cuando las colocas en este tipo de árboles. Busca un video donde muestren un árbol de Navidad en llamas. Verás cuán rápido puede destruir una habitación y hasta una casa.
  5. Después de usar fósforos, colócalos en agua para extinguir cualquier llama escondida que pueda causar un incendio en tu cesto de basura. [10]
  6. Desconéctalos cada vez que no los uses.
  7. No los dejes conectados al enchufe o simplemente los apagues; desenchúfalos.
  8. Por más que bloqueen el sonido de tus hijos y los sistemas de alarma, cerrar las puertas tanto en interiores como exteriores ayudará a evitar el movimiento del humo y el calor en caso de que se produzca un incendio, y garantizará que tu habitación no se prenda fuego. La puerta recibe todo el daño térmico en el lado opuesto. Recuerda: “cierra la puerta antes de ir a dormir”.
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Parte 5
Parte 5 de 7:

Seguridad al aire libre

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  1. Al fermentarse, este césped genera calor y puede prenderse fuego. Por ejemplo, un granero puede incendiarse debido a que las pacas de heno se prenden fuego con el sol; lo mismo puede ocurrir en un hogar cuando hay césped amontonado. [11]
  2. Estas son inflamables. Coloca una almohadilla no inflamable debajo de tu parrilla y siempre ten un extinguidor a mano. Quédate cerca de la parrilla mientras cocines. Apaga el gas si debes ir a otro lado, incluso si es por un momento. Después de todo, puedes encender la parrilla de nuevo cuando vuelvas. [12]
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Parte 6
Parte 6 de 7:

Seguridad de tus mascotas

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  1. Hazlo cuando no estés en casa o estés durmiendo, para evitar que muerdan los cables eléctricos. Así también evitarás que se orinen sobre tus electrodomésticos y causen un cortocircuito.
  2. Coloca tus gatos nuevos en una habitación segura y pequeña donde no tenga lugares dónde esconderse (como el motor de tu refrigerador) y dónde no hayan cables. Utiliza la habitación segura hasta que el gato ya no tenga miedo y deje de esconderse. Dales pasto de trigo o avena comestible para evitar que mastiquen los cables de electricidad.
    • Pon a tus conejos, chinchillas y otras mascotas en su jaula cuando no puedas vigilarlas, para evitar que mastiquen los cables de electricidad, porque podrían sufrir una descarga eléctrica o causar un incendio.
    • Libéralas en caso de un incidente no previsto.
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Parte 7
Parte 7 de 7:

Instalar dispositivos para prevenir incendios e instruye a tus hijos sobre el tema

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  1. Las propiedades de alquiler en muchos países deben contar con detectores de humo. Si los tienes en casa, mantenlos en buen estado y, de no tenerlos, consigue algunos o pídele al arrendador que los instale. [13]
  2. La cantidad de dinero que ahorrarás al evitar el daño a tus electrodomésticos compensará lo que invertiste en este sistema.
  3. Así podrás apagar un incendio cuando estés fuera de casa.
  4. Los niños causan incendios muy frecuentemente y también son las víctimas de los mismos. Por esta razón, no debes permitir que jueguen con fósforos o encendedores. Consigue una caja que puedas cerrar con llave y coloca tus fósforos y encendedores allí. [14]
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Consejos

  • No bloquees las puertas y ventanas que podrías usar para escapar de un incendio.
  • Si sientes olores extraños o notas que hay un problema con la electricidad, no dudes en llamar a un profesional para revisar tu casa.
  • Revisa la alarma de incendios para asegurarte de que funciona correctamente.
  • Si tu ropa se prende fuego, ¡tírate al suelo y rueda! Si empiezas a correr, lo único que causarás es alimentar las llamas y empeorar la situación.
  • Instala una alarma para incendios, un detector de humo y un detector de monóxido de carbono. Miles de vidas han sido salvadas gracias a estos dispositivos que no son caros.
  • Ensénales a tus hijos a evacuar el hogar si ocurre un incendio. Hagan un simulacro de incendios con toda la familia y establezcan un punto de reunión afuera de la casa (un árbol en el jardín, el buzón o la puerta de entrada. Así sabrán que todos están a salvo afuera. Nunca entren de vuelta a la casa si está en llamas.
  • Nunca guardes trapos húmedos, especialmente si contienen aceite, alcoholes, diluyentes de pintura o aceite de linaza. En ciertos casos, estos materiales pueden prenderse fuego espontáneamente (sin una fuente de calor).
  • Pon un extinguidor en tu cocina y otro cerca de tu parrilla.
  • Los muebles hechos de materiales naturales arden con mayor lentitud y no liberan gases tóxicos al quemarse.
  • Mira videos educativos sobre los incendios con tus hijos mayores. En este tipo de videos, el humo se vuelve negro muy rápidamente, a diferencia de en las películas. No tendrás mucho tiempo para escapar si se produce un incendio.
  • Asegúrate de apagar todos tus electrodomésticos antes de irte a dormir.
  • Revisa cualquier rastro de fuego en los vidrios de tu casa, especialmente en la puerta principal. Este tipo de vidrio está relacionado con un riesgo de incendio.
  • Recuéstate si no puedes escapar de las instalaciones, ya que el humo y el fuego tienden a ascender y provocar daños.
  • Si es posible, remoja una toalla o cualquier paño en agua para cubrirte la nariz , lo cual ayudaría increíblemente para evitar asfixia y la inhalación de humo que puedan provocar sofocación y problemas pulmonares.
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Advertencias

  • Si ocurre un incendio, sal de tu casa lo más antes posible, asegurándote de alertar a los demás ocupantes para que también salgan.
  • En muchos países, está prohibido fumar dentro de cualquier edificio. Esta ley existe para reducir el riesgo de incendios.
  • Nunca quemes escombros o permitas que estos se acumulen cerca de tu hogar.
  • No uses agua para apagar un incendio causado por electricidad o aceites. En el primer caso, el agua es un buen conductor de la electricidad y terminarás electrocutado. En el otro caso, el aceite calienta el agua, la cual se convierte en vapor y esparcirá el aceite en llamas aún más.
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