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Si bien una pizza del día anterior definitivamente tiene cualidades positivas, recrear esa masa crujiente de la noche anterior puede parecer un esfuerzo inútil. Muchas personas creen que calentar una pizza en el microondas o en el horno produce una masa más dura; esto puede hacer que calentarla sea poco atractivo. Sin embargo, con un poco de astucia, ¡tu pizza puede quedar tan caliente y deliciosa como el día en que se hizo!

Método 1
Método 1 de 3:

Recalentarla en el microondas

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  1. Elige un plato que sea de cerámica o de vidrio. Asegúrate de que no tenga ningún adorno de metal o alguna decoración en el borde. El metal jamás se debe usar en un microondas debido a que puede ocasionar un incendio.
    • Si no tienes nada más, usa un plato de papel. Asegúrate de que no tenga ningún revestimiento de plástico en la superficie.
    • Nunca utilices recipientes de plástico. Cuando se calientan en el microondas, estos recipientes pueden liberar productos químicos peligrosos en los alimentos. [1]
  2. Coloca un papel toalla en el plato para ayudar a absorber el exceso de humedad. [2] Si tu pizza está realmente seca, es posible que desees saltarte este paso. Luego, divide la pizza en tajadas de modo que puedas meter al microondas 2 o 3 tajadas al mismo tiempo. Separa las tajadas de modo que no tengan contacto entre ellas para ayudar a que se calienten de manera uniforme.
    • Si tienes más de 2 o 3 tajadas de pizza, considera calentarlas en el microondas por tandas. Si calientas en el microondas varias tajadas a la vez, no se calentarán correctamente, y tendrás que comerlas frías y gomosas.
    • Si te gusta la masa bastante crujiente, reemplaza la toalla de papel por papel pergamino. [3]
  3. Elige una taza de cerámica con un mango. No uses otro tipo de vaso; el vidrio se puede romper en el microondas algunas veces y el plástico puede emitir sustancias químicas peligrosas. Llena el vaso cerca de 2/3 de agua fresca. El agua ayudará a esponjar la masa de la pizza y revitalizará la cubierta. [4]
    • Asegúrate de que el vaso de cerámica quepa en el microondas junto con el plato. Si no cabe de lado, coloca el plato en la parte superior del vaso.
    • Trata de usar una taza con un mango de manera que puedas retirarla de forma segura cuando termines de calentar la pizza en el microondas. Si no tienes una, espera que el vaso de cerámica se enfríe por completo antes de retirarlo.
  4. Calienta tu pizza en el microondas en intervalos de un minuto a media potencia hasta que la pizza esté tan caliente como te guste. [5] Al calentar la pizza lentamente, les das a los ingredientes más tiempo para alcanzar la misma temperatura. La cubierta, que generalmente se calienta más rápido que el resto de la pizza, no estará quemando cuando intentes comerla. De igual manera, el interior de la pizza tampoco estará frío.
    • Comprueba si la pizza está lo suficientemente caliente al colocar un dedo cerca de ella. Si tocas la pizza directamente, es probable que te quemes.
    • Si estás en un apuro y necesitas tu pizza de inmediato, caliéntala en el microondas en intervalos de 30 segundos a potencia normal. Sin embargo, es posible que la masa no esté tan suave.
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Método 2
Método 2 de 3:

Recalentarla en el horno

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  1. Algunos hornos utilizan un temporizador para hacerte hacer cuándo el horno está lo suficientemente caliente. Si el horno no tiene esta característica, es posible que tengas que configurar tu propio temporizador. Deja que el horno se precaliente durante 7 a 10 minutos para asegurarte de que esté lo suficientemente caliente. [6]
    • Siempre practica los buenos hábitos de cocina cuando uses el horno. Nunca lo abras mientras alguien más esté parado frente a él y mantén todos los materiales inflamables a una distancia prudente.
  2. Para tener una masa más crujiente, coloca la pizza en una bandeja de horno con papel de aluminio. [7] Si quieres una masa crujiente y suave en su interior, coloca la pizza directamente sobre la rejilla del horno. [8] Sin embargo, ten en cuenta que el queso se puede derretir y caer sobre el horno. Esto no lo dañará horno, ¡pero perderás lo bueno del queso extra!
    • Siempre usa guantes de cocina o una toalla de mano resistente al calor cuando coloques los alimentos en un horno. Si no lo haces, es posible que te quemes.
  3. Es posible que tu pizza te tome de 3 a 6 minutos en recalentarse. Cuando esté tan caliente como te gusta, sácala del horno. Si utilizaste una bandeja de horno con papel de aluminio, simplemente usa guantes de cocina o un paño de cocina grueso para retirar la bandeja del horno. Si colocaste la pizza directamente sobre la rejilla del horno, tendrás que ser más cuidadoso. Coloca el plato al nivel de la rejilla del horno y utiliza pinzas para deslizar la pizza. Ten cuidado de no quemarte.
    • No trates de levantar la pizza con las pinzas o correrás el riesgo de que todo el queso y la cubierta se caigan. Trata de empujar lentamente la pizza hacia el palto para que se enfríe.
    • Deja que tu pizza se enfríe durante un minuto o de lo contrario podrías quemarte la boca.
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Método 3
Método 3 de 3:

Probar con algo más

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  1. Si estás obsesionado con la masa crujiente, considera cocinar la pizza en una sartén. Pon a calentar una sartén de hierro fundido a fuego medio. Coloca una o dos rebanadas de pizza en el microondas usando las pinzas. Después de 30 segundos a 1 minuto, usa las pinzas para levantar la pizza y revisar la parte inferior. [9] Cocínala hasta que esté tan crujiente como te gusta.
    • No llenes la sartén. Si pones demasiadas tajadas de pizza en la sartén de una sola vez, la masa no estará crujiente de manera uniforme.
    • Si quieres un acabado crujiente, derrite la mitad de una cucharada de mantequilla en la sartén antes de calentar la pizza. Esto le añadirá un acabado mantecoso, crujiente y delicioso a la masa. [10]
  2. Si utilizas una waflera para recalentar tu pizza, puedes omitir el microondas y el horno por completo. Primero, reacomoda los ingredientes de la pizza. Deben estar en la parte superior izquierda de la tajada, cerca de los bordes. Luego, dobla la pizza. Lleva el punto inferior hasta la parte superior izquierda y presiona la pizza para hacer un pliegue. Finalmente, presiona tu pizza sobre una waflera precalentada y cocínala durante unos 5 minutos, comprobando continuamente su grado de cocción. [11]
    • Si tienes tajadas pequeñas de pizza o una waflera grande, no será necesario que dobles la pizza o reacomodes los ingredientes. En su lugar, junta dos tajadas como un sándwich y presiónalas en la waflera.
  3. Los ingredientes frescos como las hojas de albahaca y la mozzarella en rodajas son una excelente adición a cualquier pizza. Asimismo, considera añadir algunos ingredientes de las pizzas tradicionales, como las aceitunas, las anchoas y el pimiento en tiras. Por último, trata de hacer experimentos. Añade pollo en trocitos o carne para tacos encima de tu pizza para darle un sabor especial.
    • Si no quieres añadir nuevos ingredientes, considera usar una salsa de acompañamiento (como la ranchera) o un aderezo de queso azul para darle más sabor.
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Consejos

  • Guarda tu pizza adecuadamente. Pon papel toalla sobre un plato, coloca la pizza sobre el papel toalla y cubre todo con una envoltura de plástico. Trata de hacer un sello hermético. ¡Tu pizza del día anterior estará tan buena como si fuera fresca! [12]
  • Limpia cualquier residuo de queso calentado o salsa del microondas inmediatamente después de la sesión de cocina. ¡Será mucho más difícil limpiarlos una vez que se enfríen!
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Advertencias

  • Siempre ten cuidado cuando uses equipo de cocina.
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