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Cuando se trata de cubiertas para pizza, el pepperoni sin duda es un clásico. Pero cuando se te antoja una deliciosa pizza de pepperoni, no es necesario pedir una a domicilio. Si bien hacer una pizza de pepperoni casera requiere algo de tiempo, es lo suficientemente fácil incluso para los cocineros principiantes si tienes los ingredientes adecuados a la mano.

Ingredientes

Masa de pizza

  • 1/2 taza (120 ml) de agua tibia a 43 °C (110 °F)
  • 1 sobre de levadura instantánea
  • 1 1/4 tazas (300 ml) de agua a temperatura ambiente
  • 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva
  • 4 tazas (510 g) de harina panificable
  • 1 1/2 cucharaditas (8,5 g) de sal

Salsa de tomate

  • 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva
  • 2 dientes de ajo picados
  • 1 lata de 800 g (28 onzas) de tomates triturados

Cubiertas

  • 1 cucharada (15 ml) de aceite de oliva
  • 2 tazas (200 g) de queso mozzarella rallado
  • 1/4 de taza (25 g) de queso parmesano finamente rallado
  • 30 rodajas de pepperoni
  • 2 cucharadas (30 g) de hojas frescas de albahaca u orégano
  • 1 pizca de hojuelas de chile rojo triturado
Parte 1
Parte 1 de 4:

Hacer la masa

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  1. En un bol pequeño o taza medidora, vierte 1/2 taza (120 ml) de agua tibia y échale 1 sobre de levadura instantánea. Deja reposar la mezcla por 5 minutos o hasta que la levadura se disuelva y se expanda. [1]
    • El agua tibia debe estar más o menos a 43 °C (110 °F).
  2. Una vez que la levadura haya reposado por varios minutos, incorpora 1 1/4 tazas (300 ml) de agua a temperatura ambiente y 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva. Revuelve la mezcla hasta combinar bien todos los ingredientes. [2]
    • El agua a temperatura ambiente debe estar a 24 °C (75 °F).
  3. En un procesador de alimentos grande, combina 4 tazas (510 g) de harina panificable con 1 1/2 cucharaditas (8,5 g) de sal. Pulsa el aparato hasta que los ingredientes se mezclen por completo. [3]
    • Si no tienes un procesador de alimentos, también puedes usar una batidora fija con gancho de amasar.
  4. Una vez que la harina y la sal estén bien combinadas, agrega la mezcla de levadura y agua, menos 2 o 3 cucharadas (30 a 45 ml), al procesador de alimentos a través del tubo alimentador. Pulsa el aparato hasta que la masa forme una bola. [4]
    • Si la masa no forma una bola, incorpora la mezcla de levadura y agua que reservaste y vuelve a pulsar el aparato hasta formar una bola.
  5. Para asegurarte de que la masa quede lo suficientemente elástica para estirarla y convertirla en una pizza más adelante, sigue pulsándola hasta que esté del todo suave y homogénea. Esto debe tomarte unos 30 segundos. [5]
  6. Retira la masa del procesador de alimentos y colócala sobre una superficie ligeramente enharinada. Amasa la masa unas cuantas veces hasta obtener una bola suave y homogénea. [6]
    • Para evitar que la masa se pegue en las manos a medida que la amasas, frótate en la piel un poco de aceite de oliva u otro aceite de cocina antes de manipularla.
  7. Toma la bola de masa y colócala dentro de un bol grande previamente engrasado con aceite de oliva. Pon un pedazo de papel film sobre el bol y deja que la masa suba hasta duplicar su tamaño, lo que debe tardar de 1 a 2 horas. [7]
    • Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, pínchala con las manos para desinflarla.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Preparar la salsa

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  1. Mezcla 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva con 2 dientes de ajo picados en una cacerola pequeña. Calienta la mezcla a fuego medio hasta que el ajo empiece a chisporrotear, lo que debe tardar de 3 a 5 minutos. [8]
    • Puedes agregar la mitad de una cebolla pequeña cortada en dados para darle un sabor adicional a la salsa.
  2. Una vez que el ajo haya empezado a chisporrotear, agrega una lata de 800 g (28 onzas) de tomates triturados. Mezcla hasta que los ingredientes se combinen bien y luego deja que la salsa se caliente a fuego lento hasta espesarse, lo que debe tomarte 15 minutos. [9]
    • Revuelve la salsa de vez en cuando mientras está a fuego lento para asegurarte de que se cocine de forma homogénea y no queme el fondo de la cacerola.
    • Si deseas, puedes incorporar a la salsa orégano seco, albahaca seca, hojuelas de chile rojo triturado, sal y pimienta antes de dejarla a fuego lento. Echa las hierbas y sazona al gusto.
    • Dado que los tomates triturados por lo general vienen en latas más pequeñas, esta receta te permitirá obtener más salsa de la que necesitas para una sola pizza. Si solo vas a hacer una pizza, congela la salsa restante en un recipiente hermético para usarla la próxima vez.
  3. Una vez que la salsa haya espesado, retira la cacerola del fuego. Resérvala para dejar que enfríe la salsa; no querrás que esté caliente a la hora de empezar a armar la pizza. [10]
    • Si dispones de poco tiempo, no es necesario preparar la salsa para la pizza. En vez de eso, usa la salsa para pizza envasada o salsa para pasta a base de tomate que prefieras.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Armar la pizza

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  1. Una vez que la masa haya subido y que la hayas pinchado, colócala sobre una superficie ligeramente enharinada. Divídela por la mitad y forma una bola homogénea con cada mitad, usando las manos. Cubre la masa con un trapo húmedo y déjala relajarse por 10 a 30 minutos. [11]
    • Solo necesitas 1 bola de masa por pizza. Por lo tanto, si vas a hacer una sola pizza, envuelve la otra bola en papel film después de que se haya relajado, colócala en una bolsa para congelador y congélala para la próxima vez que hagas pizza. Déjala descongelarse a temperatura ambiente 2 o 3 horas antes de usarla.
  2. Una vez que la masa se haya relajado, usa las manos para aplanar la bola hasta darle la forma de un disco. Usa las yemas de los dedos para presionar y empujar la masa hacia afuera hasta terminar con un círculo de 30 a 33 cm (12 a 13 pulgadas). [12]
    • Puedes presionar el centro de la masa con las palmas de las manos para crear un borde más grueso alrededor y así obtener una corteza más gruesa.
  3. Pon el disco de masa en una pala para pizza o una bandeja para horno invertida, forrada con papel manteca. Usa una brocha de repostería para cubrir ligeramente la superficie de la masa con 1 cucharada (15 ml) de aceite de oliva. [13]
    • No es necesario agregar el aceite de oliva a la masa, pero esto le da sabor y ayuda a crear una corteza más dorada.
  4. Toma 3/4 de taza (180 ml) de la salsa que has preparado y espárcela sobre la masa, pero no la lleves hasta el borde. Deja un borde de 2 a 2,5 cm (3/4 a 1 pulgada) alrededor para la corteza. [14]
  5. Después de haber agregado una capa de salsa, cúbrela con 1/4 de taza (25 g) de queso parmesano finamente rallado y 2 tazas (200 g) de queso mozzarella rallado. Trata de esparcir el queso de la forma más homogénea posible a lo largo de la salsa. [15]
    • Si prefieres una pizza con más sabor a queso, siempre puedes agregar un poco más de mozzarella.
    • Si deseas, puedes sustituir el queso mozzarella con queso provolone rallado o hacer una combinación de ambos tipos.
  6. Toma 30 rodajas de pepperoni y ponlas de forma homogénea a lo largo de la capa de queso. El objetivo es tener la misma cantidad de pepperoni en cada una de las 8 rebanadas que cortarás cuando la pizza esté lista. [16]
    • Si bien colocar el pepperoni por encima del queso es la forma tradicional de hacer pizza de pepperoni, también puedes colocarlo directamente por encima de la capa de salsa de modo que quede por debajo del queso. Incluso puedes agregar el pepperoni sobre ambas capas si lo deseas.
    • Si te gusta el sabor del pepperoni, pero no lo grasienta que deja la pizza, toma un plato grande apto para microondas y fórralo con una toalla de papel. Coloca el pepperoni por encima y extiende otra toalla de papel por encima. Caliéntalo en el microondas por 30 a 45 segundos a alta potencia. El calor extraerá la grasa del pepperoni, mientras que la toalla de papel la absorbe. Luego, puedes colocarlo sobre la pizza sin preocuparte por que quede muy grasosa. [17]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Hornear la pizza

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  1. Para asegurarte de que el horno esté lo suficientemente caliente para crear una corteza deliciosa para la pizza, deja que se precaliente a 260 °C (500 °F) al menos por 30 minutos. Asegúrate de que la rejilla del horno esté ubicada en la posición más baja y coloca una piedra para pizza en ella. [18]
    • Si no dispones de una piedra para pizza, puedes sustituirla con una bandeja para horno redonda e invertida.
  2. Una vez que el horno y la piedra se hayan precalentado de forma adecuada, traslada la pizza terminada de la pala o bandeja para horno a la piedra. Deja que se hornee por 12 a 15 minutos o hasta que se doren el queso y la corteza. [19]
    • La piedra para pizza estará muy caliente al momento de deslizar la pizza sobre ella, así que ten cuidado de no quemarte. Usa manoplas para protegerte.
  3. Una vez que la pizza esté lista, retírala del horno y espolvorea por encima una pizca de hojuelas de chile rojo triturado mientras aún está caliente. Déjala enfriar por 10 minutos y luego usa un cortador de pizza para cortarla en 8 rebanadas. [20]
    • Si deseas decorar la pizza con albahaca fresca, espera hasta que esté un poco fría para que las hojas no se marchiten.
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Consejos

  • Si quieres ahorrar tiempo, puedes usar una masa de pizza preparada que venden en el supermercado.
  • Siéntete libre de agregar otras cubiertas a la pizza con pepperoni. Puedes combinarlo con otras cubiertas de carne (como salchicha cocida o albóndigas) o con verduras (como cebollas picadas, pimentones o champiñones). Echa a andar tu imaginación.
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Cosas que necesitarás

  • Bol pequeño
  • Procesador de alimentos
  • Bol grande
  • Cacerola pequeña
  • Cuchara de palo
  • Toalla de cocina
  • Pala para pizza
  • Brocha de repostería
  • Cuchara
  • Piedra para pizza
  • Cortador para pizza

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