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Preparar deliciosos frijoles negros desde cero en casa empieza con un buen remojo largo. A medida que los frijoles absorben el agua, se suavizan poco a poco, lo cual hará que se cocinen más rápido y que obtengan la textura suave perfecta. Todo lo que necesitas para tener los frijoles secos listos para la estufa es una olla grande, unas cuantas tazas de agua y un poco de paciencia.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Seleccionar y dividir los frijoles en porciones

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  1. Los frijoles negros crudos se cosechan de la tierra. Por tal motivo, es común encontrar piedritas entre los granos. Para asegurarte de que su consumo sea seguro, espárcelos en una bandeja para hornear y selecciónalos a mano, mientras quitas las piedritas que encuentres. ¡No querrás romperte un diente por accidente! [1]
    • La mayoría de las piedras son de color gris claro, cosa que ayuda a distinguirlas fácilmente de los granos oscuros.
  2. Te recomendamos darles una enjuagada rápida antes de remojarlos, especialmente si se ven sucios. Una enjuagada preliminar limpiará los frijoles y empezará a deshacer los almidones cerosos que cubren el exterior de los frijoles y hace que demoren más en cocinar. [2]
    • Revuelve los frijoles desde el fondo con la mano mientras los enjuagas para asegurarte de que el agua se distribuya parejo.
    • Un remojo largo puede reemplazar la enjuagada preliminar si tienes pensado cocinarlos de inmediato.
  3. El envase que elijas debe tener el espacio suficiente para los frijoles que vas a remojar además del agua que vas a agregar después. En la mayoría de los casos, un tazón, cacerola u olla tendrán el volumen que necesitas. [3]
    • Mide los frijoles en porciones de 1 taza. Así te será más fácil calcular las demás medidas. Una porción estándar de frijoles negros es de ½ taza (75 g).
    • Salvo que tengas pensado hacer grandes cantidades a granel, remoja todos los frijoles en una sola tanda. Dividirlos en varias tandas puede añadir horas al tiempo de preparación.
  4. Vierte 1 cucharada (15) de vinagre blanco destilado o jugo de limón por cada taza de frijoles secos. El ácido suave ayudará a suavizar los frijoles antes de echarlos al agua, además hará que el agua hierva parejo. [4]
    • Un poco de acidez también evitará que los frijoles se ablanden demasiado o se desintegren por completo si se pasan de cocción.
    • El jugo de limón recién exprimido es preferible, ya que no contiene ningún aditivo, pero el jugo de limón embotellado también puede usarse.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Añadir agua a los frijoles

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  1. Llena el envase con agua fría hasta que los frijoles estén completamente sumergidos. Debe haber unos 7 cm (3 pulgadas) de agua sobre la capa superior. A partir de allí, puedes decidir si prefieres hacer un remojo con agua caliente o con agua fría. [5]
    • La regla general es usar de unas 2 a 5 tazas (500 ml a 1 litro) de agua por cada taza de frijoles secos para remojar. La cantidad exacta que eches dependerá de la cantidad de frijoles que vas a preparar y de su tamaño.
    • Los frijoles se expandirán mientras se remojan, por eso es importante que los pongas en un envase que tenga un poco de espacio extra y que uses bastante agua para mantenerlos cubiertos. [6]
  2. Si los frijoles están en una olla, enciende la estufa y pon la olla a calentar. Si vas a usar un tazón, primero puedes hervir agua en un hervidor y luego verterla sobre los frijoles secos. Los frijoles negros necesitan generalmente un remojo en caliente de 1 a 4 horas. [7]
    • Las porciones más pequeñas (entre 2 y 4 tazas, o 300 a 600 g) no precisan de mucho tiempo, mientras que una tanda grande necesita más tiempo de remojo para suavizarse por completo.
    • Un buen remojo deshará los almidones presentes alrededor de las cáscaras de los frijoles, cosa que los suavizará de manera efectiva. [8]
  3. Si quieres un método menos trabajoso, sumerge los frijoles en agua a temperatura ambiente, luego busca algo en qué ocuparte por las siguientes 6 a 8 horas. ¡Es así de fácil! Pon un temporizador para recordarte cuándo escurrir los frijoles cuando terminen de remojar. [9]
    • Refrigera los frijoles mientras remojan si no hay espacio en tu cocina. [10]
    • El remojo en agua fría es conveniente para preparar frijoles negros si quieres disfrutarlos al final de un día ajetreado. Solo ponlas en agua antes de ir al trabajo o la escuela.
  4. Quita los frijoles del tazón u olla y échalos a un colador. Lávalos con agua de grifo, sacudiendo el colador de vez en cuando para separar los granos. Cuando termines, estarán listos para cocinar y añadirlos a tus recetas favoritas o para guardarlos para después. [11]
    • Enjuagar los frijoles después del remojo no es estrictamente necesario, pero ayudará a eliminar parte de los almidones que causan gases y dificultan su digestión.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cocinar y almacenar frijoles negros

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  1. Pon los frijoles remojados en una olla honda y añade la cantidad necesaria de agua para sumergirlos. Hiérvelos 10 minutos, luego baja el fuego a medio bajo y sigue hirviéndolos a fuego lento hasta que estén listos. La cocción de una porción promedio de frijoles negros puede tomar como mínimo 45 minutos o como máximo 2 horas. [12]
    • Deja la tapa de la olla parcialmente abierta para que el calor de la cocción tenga una vía de escape.
    • Un frijol negro perfectamente cocido debe ser suave pero firme, y debe tener la cáscara intacta. Puedes abrir uno con el borde de una cuchara para ver si está listo, o mejor aún, para probar su sabor. [13]
  2. Los frijoles cocidos pueden echarse directamente en estofados, salsas, cazuelas y demás platillos salados. De lo contrario, tendrás que refrigerarlos un poco después de que se enfríen para mantener su frescura. Para obtener los mejores resultados, pon los frijoles cocidos en un recipiente de plástico u otro recipiente con tapa. [14]
    • Asegúrate de guardar los frijoles en sus propios jugos. Estos continuarán absorbiendo líquidos mientras están en reposo.
    • Procura usar los frijoles negros que sobren al cabo de 5 a 7 días. [15]
  3. Si no tienes pensado consumir los frijoles de inmediato, puedes ponerlos en el congelador. Enjuaga los frijoles cocidos una última vez para enfriarlos a temperatura ambiente, luego échalos a una bolsa para congelador con un embudo. Busca un lugar para los frijoles en el congelador donde no se golpeen ni se pierdan en el olvido. [16]
    • Si se congelan correctamente, los frijoles negros se conservan de 6 a 8 meses. [17]
    • Para consumir los frijoles congelados, sácalos del congelador y descongélalos a temperatura ambiente.
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Consejos

  • Comprar frijoles negros crudos y cocinarlos en casa es excelente para ahorrar. Una bolsa de 30 g de frijoles negros secos contienen 4 veces más frijoles que una lata promedio de 450 g (15 oz).
  • Los frijoles negros crudos retienen más los nutrientes naturales, lo cual los hace la adición perfecta para las recetas saludables.
  • Busca frijoles negros orgánicos frescos en tu mercado de productores o verdurería local.
  • Si quieres condimentar los frijoles con sal, espera a que estén listos. Echar sal demasiado temprano puede impedir que los frijoles crudos se suavicen.
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Advertencias

  • Las personas con problemas intestinales deben considerar la posibilidad de remojar y cocinar los frijoles de 30 minutos a 1 hora más. El tiempo adicional ayudará a disipar más de los almidones responsables de los gases, la hinchazón abdominal y otros efectos colaterales no deseados.
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Cosas que necesitarás

  • bolsa de frijoles negros crudos (30 g o 1 lb, o más)
  • tazón, cacerola u olla grandes
  • cocina a gas o eléctrica
  • agua
  • vinagre blanco destilado o jugo de limón
  • colador
  • envase con tapa
  • bolsas de congelador

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