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El termostato de una secadora constituye un componente importante, ya que es responsable de regular la temperatura de la unidad. Si alguna vez sacaste la ropa de la secadora solo para descubrir que seguía húmeda o notaste que la unidad no se apaga después de terminar un ciclo, entonces es probable que el termostato sea el problema. Muchas secadoras cuentan con un par de termostatos a los que se puede acceder por debajo de la cubierta posterior. Utiliza un multímetro para probarlos y verificar si están funcionando correctamente. Si el termostato no funciona bien, es sencillo reemplazarlo para que la secadora vuelva a funcionar a su máxima capacidad.

Método 1
Método 1 de 3:

Extraer el termostato

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  1. Una forma sencilla de desactivar la electricidad es desenchufar el cable de alimentación del tomacorriente. También puedes dirigirte a la caja de fusibles o el disyuntor . Busca una caja metálica oculta en una sección alejada de la casa (por ejemplo, el sótano, el garaje o el armario de un pasillo). Gira el interruptor que transmite la electricidad a la habitación que contiene el dispositivo para desconectar la alimentación. [1]
    • Para eliminar por completo el riesgo de una descarga eléctrica, debes desconectar la electricidad de la habitación y desenchufar la secadora.
    • Por lo general, los interruptores o los fusibles del disyuntor están etiquetados. Si el tuyo no lo está, puedes girarlos todos hasta que encuentres el que controla la electricidad de la habitación o utilizar el interruptor principal que controla la electricidad en toda la casa.
  2. El termostato y los elementos calefactores se calientan demasiado, así que evita tocarlos si sientes que la secadora emite calor. Deja que la secadora se enfríe durante al menos 30 minutos después de su último uso antes de comenzar a desarmarla. Si la abres y aún detectas calor, debes esperar más tiempo para que se enfríe. Asegúrate de que puedas probar el termostato cuando se encuentre a temperatura ambiente. [2]
    • Por lo general, las secadoras se enfrían solas. Si algo se rompe, la secadora puede permanecer caliente y requerir que desconectes la electricidad para que se enfríe.
    • Ten en cuenta que es probable que la secadora no se caliente si el termostato está averiado. Otras veces, el calor excesivo es indicio de un termostato o un elemento calefactor descargado.
  3. Separa la secadora de la pared y ubica el panel de acceso posterior. La secadora promedio cuenta con un panel posterior grande asegurado al resto del armazón por una serie de tornillos alrededor de sus bordes. Utiliza un destornillador Phillips para aflojar los tornillos haciéndolos girar hacia la izquierda. Además, revisa debajo del panel superior para verificar si existen tornillos ocultos. [3]
    • Es probable que te resulte difícil extraer el panel posterior en algunos modelos. La forma exacta de separar el panel varía de una secadora a otra, por lo que debes consultar el manual del propietario si estás confundido.
    • Si no logras abrir la secadora a través del panel posterior, puedes buscar tornillos a lo largo de la parte superior y los costados. La secadora también puede presentar pestillos con muelle debajo del panel superior que puedes desenganchar con una espátula.
  4. El termostato es una pieza pequeña y ovalada de aproximadamente 4 cm (1,5 pulgadas) de longitud. Por lo general, es negro y cuenta con 2 cables unidos a sus extremos. Revisa el ventilador centrífugo de plástico ubicado en la esquina inferior de la secadora. Si no encuentras el termostato en ese lugar, debes observar alrededor de la abertura del conducto de ventilación en el centro. [4]
    • Ten en cuenta que las secadoras modernas presentan múltiples configuraciones de calor, por lo que suelen contar con múltiples termostatos. Uno sirve para controlar el elemento calefactor y el otro para evitar que se sobrecaliente. Debes revisar de manera minuciosa para encontrar ambos.
  5. El termostato presentará un par de cables eléctricos que lo conectarán al elemento calefactor. Para desconectarlos, debes tomar las terminales de plástico que los sujetan al termostato y jalarlas hacia ti. Ten cuidado de no jalar los cables, ya que podrías dañarlos. [5]
    • Dado que la mayoría de las secadoras cuentan con múltiples termostatos, debes extraerlos y probarlos uno a la vez. De esta manera, lograrás determinar cuál funciona y reemplazarlo sin confundirte.
    • Etiqueta cada cable para que sepas dónde se conecta cuando estés listo para volver a enchufarlos. Puedes utilizar tu teléfono para tomar una foto de la disposición.
    • Si presentas dificultades para extraer los cables, trata de utilizar un alicate de puntas finas. Sujeta suavemente las terminales y no los propios cables.
  6. Algunos termostatos se ubican dentro de una ranura sobre el respaldo de la secadora y son fáciles de extraer. Muchos otros se mantienen en su sitio (por lo general, con un par de tornillos hexagonales). Utiliza una llave hexagonal para girar los tornillos hacia la izquierda hasta que se salgan y puedas levantar el termostato de la secadora. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Utilizar un multímetro para probar el termostato

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  1. Conecta los cables rojo y negro al multímetro que planeas utilizar. El multímetro viene con estos cables, que tienen puntas metálicas en un extremo y se conectan al termostato. El otro extremo de cada sensor se conecta a los puertos del multímetro. Conecta el cable negro al puerto etiquetado como “COM”. El cable rojo encaja en el puerto etiquetado como “VΩmA+” o algo similar. [7]
    • Si conectas los sensores en la ranura incorrecta, el multímetro emitirá un número negativo durante la prueba. Simplemente debes desconectar los cables y cambiarlos.
  2. Los multímetros prueban algunas cosas diferentes, así que asegúrate de que el dial se ubique en la correcta. Gira el dial hasta que apunte a la opción de resistencia marcada por el signo omega (“Ω”). Utiliza la configuración más baja, que suele marcarse como “200Ω” o “RX 1”. [8]
    • Junta las puntas del sensor para probar el multímetro. Si el multímetro está activo, pero la lectura se mantiene en cero, entonces está listo para que lo utilices sobre el termostato.
  3. Verifica primero la lectura del multímetro y fíjate en el número que aparece en la pantalla. Luego, sostén un sensor contra cada una de las terminales metálicas sobre los lados del termostato. Observa la pantalla para verificar cómo cambia a medida que el multímetro emite una pequeña corriente a través del termostato. Si detectas continuidad, emitirá un pitido y mostrará un “0”. [9]
    • El termostato tiene continuidad cuando el multímetro muestra un “0”, lo que significa que la electricidad puede fluir a través de este. Si la pantalla no cambia, el circuito eléctrico ya no está abierto ni puede conducir electricidad.
    • Si la pantalla permanece en 1 o muestra una revisión abierta (OL), entonces es probable que se trate de un termostato averiado. Trata de reemplazarlo por uno nuevo.
  4. Después de ubicar el segundo cerca del armazón o el conducto del ventilador centrífugo, también puedes extraerlo retirando los cables de conexión. Lo más probable es que luzca igual que el primer termostato, así que pruébalo de la misma manera. Si la pantalla del multímetro no cambia, debes reemplazar el termostato por uno nuevo.
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Método 3
Método 3 de 3:

Reparar o reemplazar un termostato

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  1. La corrosión podría evitar que el termostato funcione correctamente. Colócate un par de guantes de goma. Luego, despeja todo lo que puedas con el cepillo de alambre y mételo en una bolsa de basura. Si detectas restos de óxido, puedes mezclar cantidades iguales de bicarbonato de sodio y agua tibia en un recipiente. Sumerge un cepillo de dientes en la mezcla efervescente y utilízalo para eliminar la corrosión restante. [10]
    • El vinagre y el alcohol isopropílico también constituyen formas efectivas de eliminar la corrosión.
    • Solo necesitas lidiar con los conectores si lucen dañados. Revisa las terminales del termostato y los conectores de los cables para verificar si la corteza marrón o verde indican la presencia de corrosión.
  2. Si los conectores de los cables se encuentran significativamente dañados, es probable que no logren conducir la electricidad de manera adecuada. Escoge conectores que sean iguales a los que utiliza tu secadora. Después de presionar el mecanismo de desbloqueo sobre los conectores antiguos para liberar los cables, pega los extremos descubiertos del cable en los conectores nuevos. En general, es probable que tengas que utilizar unas pinzas de compresión, que son como una pequeña abrazadera que aplana los cables para garantizar que se conduzcan correctamente. [11]
    • Aunque los alicates y las pinzas pelacables se parecen a las pinzas de compresión, debes evitar su uso en cables. Utiliza las pinzas de compresión dos veces, una a cada lado del cable.
    • Para escoger el conector de reemplazo correcto, puedes llevar el antiguo contigo a una ferretería. Los conectores están clasificados por tamaño y el amperaje que conducen. Además, están codificados por colores según su tamaño.
  3. Planifica conseguir un reemplazo adecuado para garantizar que el termostato nuevo mantenga la secadora funcionando a su máxima capacidad. Una vez que tengas una pieza que se ajuste al modelo de secadora que tienes, debes atornillarla en la ranura del respaldo. Enchufa los cables, reinstala el panel posterior y luego realiza una prueba de funcionamiento de la secadora. [12]
    • Puedes solicitar un termostato nuevo a través de internet o en una ferretería. Intenta llevar la pieza antigua contigo si vas de compras en persona. Ponte en contacto con el fabricante o un taller de reemplazo de piezas si necesitas ayuda para conseguir un termostato nuevo.
    • Los termostatos son relativamente económicos. Muchos de ellos cuestan entre 10 y 30 dólares, por lo que vale la pena reemplazarlos primero antes de declarar averiada una secadora.
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Consejos

  • Para conseguir un resultado más preciso, puedes probar el termostato a temperatura ambiente. Esto no constituirá un problema si no utilizas la secadora y luego pruebas el termostato justo después de extraerlo.
  • Si las lecturas del termostato son normales, puedes resolver los problemas con el cronómetro, los fusibles térmicos, el motor y los elementos calefactores de la secadora. Todos estos elementos afectan la funcionalidad del termostato y puedes probarlos de la misma forma con un multímetro.
  • Si no logras detectar la fuente del problema, considera llamar a un profesional de mantenimiento para que revise la secadora. Es probable que este especialista logre localizar y reparar problemas difíciles a un costo menor que comprar una secadora de reemplazo.
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Advertencias

  • Puede ser peligroso trabajar con componentes eléctricos si no te tomas el tiempo de desconectar la electricidad. Siempre debes desenchufar la secadora o desconectar la energía para evitar una descarga eléctrica.
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Cosas que necesitarás

Extraer el termostato

  • un destornillador Phillips
  • un alicate de puntas finas (opcional)

Utilizar un multímetro para probar el termostato

  • un multímetro

Reparar o reemplazar un termostato

  • agua
  • bicarbonato de sodio
  • un recipiente para mezclar
  • un cepillo de alambre o un cepillo de dientes
  • conectores de cable de repuesto
  • un termostato de repuesto

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