Descargar el PDF Descargar el PDF

La mayoría de las amistades enfrentarán problemas en algún punto u otro. Asimismo, pueden y se recuperan de las peleas. No obstante, si bien algunos problemas son perdonables y sirven incluso para fortalecer la amistad, otras pueden ser motivos de ruptura que pueden hacer que sientas necesidad terminar con su relación. Tómate un tiempo para pensar en la pelea y su amistad y así determinar si se pueden superar los problemas. Es posible que quieras terminar con su amistad para bien o elijas tomarte un descanso o distanciarte de esa persona.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Pensar en la pelea y su amistad

Descargar el PDF
  1. ¿Por qué pelearon? A veces, los amigos no están de acuerdo y necesitan aclarar las cosas, así como cuando las parejas discuten. Pelear no siempre es malo. Puedes expresar tus sentimientos y resolver los malentendidos. Sin embargo, es posible que una pelea sea a veces más grande que un simple desacuerdo y cause que reevalúes su amistad. [1]
    • Conoce tus límites. Es posible que haya algunos comportamientos que consideres imperdonables. Por ejemplo, quizás no puedas tolerar la traición, los chismes o un engaño. Si su pelea cruzó una de estas líneas, quizás necesitas terminar con su amistad. [2]
    • Los amigos pelean por diferentes valores a veces. Si este es el caso, tal vez quieras determinar si tener diferentes creencias es un motivo de ruptura. Por ejemplo, si no comparten la misma visión política, ¿es algo que puedes superar? Quizás podrían acordar no hablar sobre política o compartir sus puntos de vista sin discutir y acordando detenerse si se vuelve algo hostil.
  2. Es posible que algunos amigos sean solo más conflictivos, por lo que pelear el uno con el otro es común. Tal vez uno o ambos tienen ciertas actitudes que siempre causan discusiones. También es posible que hayas notado patrones de una pelea en su relación, particularmente si han sido amigos desde hace un tiempo.
    • Ten en cuenta sus personalidades. Quizás solo sean dos personas a las que les gusta discutir (con todos o entre ustedes) mucho. Mientras funcione para ambos, es probable que no sea necesario acabar con su amistad. No obstante, si sientes que pelean demasiado, quizás quieras considerar hablar con esa persona respecto a discutir menos.
    • Es probable que ambos siempre estén peleando por los malos hábitos de alguno de ustedes, como por ejemplo llegar constantemente tarde para encontrarse. Si es el caso, es posible que lo mejor sea abordar el comportamiento en vez de terminar con su amistad. [3]
    • Por ejemplo, quizás has notado que tú y tu amigo no discuten por mucho tiempo sobre algo y que luego explotan sin motivo alguno, tras lo cual no se hablan por semanas. Es posible que quieras hablar con tu amigo respecto a ser más abiertos a compartir cuando no estén de acuerdo en cierto momento en vez de dejar que el resentimiento se acumule.
  3. ¿Tu amigo muestra el patrón de pelear con otros amigos con frecuencia? ¿Él provoca las peleas o termina con varias de sus amistades? Si parece ser un patrón, quizás quieras dar pasos para terminar con su amistad. Es probable que haya drama de nuevo en el futuro.
    • Si tu amigo es el tipo de persona que siempre inicia dramas y hace que sientas que debes ser cauteloso a su alrededor y miedo de decir algo erróneo, probablemente sea mejor que te distancies de él.
  4. ¿Cómo te sientes cuando estás con tu amigo? ¿Te anima, te hace sentir bien sobre ti mismo, te escucha y te apoya? ¿O sientes que su amistad no es verdadera o que te alivia siempre dejar de estar con él tras haber pasado un momento juntos? Si te sientes más exhausto que satisfecho con su amistad, es posible que sea tiempo de dejar las cosas atrás. [4]
    • Quizás tengas síntomas de estrés físico o emocional cada vez que estás cerca de tu amigo. Por ejemplo, ¿sientes un nudo en el estómago o una opresión en el pecho cuando estás junto a él? ¿Te sientes ansioso, irritable o competitivo en su presencia? Si es así, es posible que no sea la amistad más saludable para ti y desees separarte. [5]
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 3:

Hablar al respecto

Descargar el PDF
  1. Elige a una persona en quien confíes y que no cotillee sobre su conversación con tu círculo de amigos. Sé tan objetivo como puedas cuando expliques las circunstancias y pídele una opinión imparcial. [6]
    • Hablar sobre tu problema con un familiar, amigo, terapeuta o un miembro del clero puede ayudarte a tomar una buena decisión respecto a cómo manejar mejor la situación.
    • Si tu amigo se entera de que has estado hablando de él a sus espaldas (incluso si no ha sido una conversación negativa), es posible que ya no estés en la posición de terminar con su relación. Para este punto, tú y tu amigo habrán tenido ya una pelea lo suficientemente mala como para que consideres si su amistad puede sobrevivir o no. No compliques las cosas hablando al respecto con alguien que ambos conocen. Habla con alguien que no esté dentro de su mismo círculo de amigos.
  2. Pregúntale a un amigo, familiar o incluso al amigo con quien peleaste (si aún se hablan) sobre cómo contribuiste a la pelea. Tal vez esa persona puede ayudarte a descubrir qué aspecto de tu personalidad está contribuyendo al problema en su amistad. [7] Asegúrate de pensar en el comentario que la persona te da y en por qué lo hace.
    • Si crees que la pelea fue más acerca de tus propios problemas que tu amigo, habla con él al respecto. Podrías decirle “Creo que parte de por qué nuestra pelea resultó tan mal fue porque he estado lidiando con mucho estrés últimamente. Descargué mi frustración en ti y lo lamento” o “He abandonado a mis amigos en el pasado luego de pelear con ellos. Creo que es un patrón que tengo”.
    • Si sus conversaciones revelan patrones en tu comportamiento que te causan problemas, busca la ayuda de un profesional. Por ejemplo, si tus amigos y familiares te dicen que tienes un temperamento voluble, puedes buscar ayuda. Considera hablar con un consejero sobre tus problemas.
    • Ten en mente que es esencial tener buenas habilidades de comunicación para tener relaciones saludables. Esfuérzate por desarrollar tus habilidades de comunicación y lenguaje corporal para expresarte de forma más efectiva con tus amigos, familiares y colegas.
  3. Si tú y tu amigo continúan hablando, podrías hablar sobre la pelea, descubrir qué ocurrió mal e intentar llegar a un acuerdo con él. Asegúrate de hacerlo cuando estén calmados y puedan mantener sus emociones bajo control. Es posible que sea bueno esperar un par de días para superar las emociones intensas.
    • Encuentra un momento y lugar para hablar en privado. Podrías decirle “Creo que necesitamos hablar sobre lo que pasó. ¿Podríamos reunirnos esta tarde?”.
    • No esperes que sea una conversación programada. Ten la mente abierta respecto a lo que tu amigo tenga para decir y escucha su punto de vista. Recuerda que no quieres continuar con la pelea, sino descubrir si vale la pena salvar su amistad. [8]
    • Si tu amigo comienza a discutir, podrías decirle “No quiero discutir. Solo quiero descubrir qué ocurre entre ambos. Si no podemos hacerlo sin enojarnos, entonces quizás debamos tomarnos un descanso”. Podrías decidir continuar después con otra conversación o distanciarte de esa persona.
    • Llegar a un acuerdo puede ser una situación en la que ambos ganen. Para encontrar un punto intermedio y llegar a un acuerdo, intenta preguntar cosas como “¿Debo tener la última palabra en esto y estar en lo correcto?”, “¿En qué tengo razón?”, “¿Esto es valioso para la otra persona?”, “¿Está bien que tenga sus propias opiniones sobre un asunto en particular?”, “¿Mi conflicto con esa persona o el problema es más importante que nuestra amistad?” o “¿Vale la pena pasar mucho tiempo y gastar tanta energía discutiendo o usaríamos mejor nuestro tiempo interactuando de forma más positiva?”.
  4. Tú y tu amigo podrían conversar sobre lo que cada uno ve como un conflicto en su relación y descubrir cómo ambos pueden ayudar a resolver el problema. Asegúrate de que los dos tengan la mente abierta y escuchen lo que la otra persona tenga que decir.
    • Nombra el problema y sugiere cómo arreglarlo. Por ejemplo, quizás tu amigo no es bueno devolviendo los mensajes de texto o las llamadas. Si es así, podrías decirle “No tienes que responder cada mensaje que te envío. Sin embargo, me siento lastimado cuando no te comunicas conmigo, sobre todo cuando necesito hablar con alguien. ¿Crees que puedas hacer un mejor trabajo respondiéndome?”.
    • Escucha sus preocupaciones. Reconoce su punto de vista. Por ejemplo, podrías decirle “Puedo entender que hayas pensado que te estaba ignorando mientras hablaba con Juan. Lamento haberte lastimado. Lo que en verdad hacía era...”.
    Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 3:

Poner en marcha tu decisión

Descargar el PDF
  1. No tomes ninguna decisión por enojo. Asegúrate de poder separar tus emociones antes de llegar a una decisión respecto a lo que te gustaría hacer después.
    • Podrías hacer una lista de todas las razones por las que te gustaría rectificar las cosas con tu amigo. Luego, haz otra lista de las cosas por las que te gustaría terminar con su amistad. Revisa ambas listas una junto a la otra para ayudarte a tomar una decisión.
    • También podrías tomarte un tiempo para escribir en un diario sobre tus sentimientos. Escribir te ayudará a aclarar lo que sientes y a tomar una decisión. [9]
    • Imagina tu vida sin esa persona. Piensa en cómo terminar su amistad afectaría tu vida, ya sea para bien y para mal. Quizás pierdas algunos amigos en común, tal vez los sigas viendo con frecuencia y te sientas incómodo en su presencia o quizás te sientas aliviado de ya no tener que lidiar con esa persona. [10]
  2. En vez de terminar con su amistad, podrías decidir distanciarte de esa persona. No tienes que tener “todo o nada” en su relación. No tienes que conversar necesariamente para distanciarte un poco de tu amigo. Puede pasar de forma natural. [11]
    • Por ejemplo, podrías decidir seguir siendo amigable con esa persona en el trabajo o la escuela, pero dejar de salir con ella a otros lugares.
    • Podrías decidir dejar de enviarle mensajes o llamarle con tanta frecuencia.
    • Podrías pasar tiempo saliendo con otros amigos, sobre todo aquellos en un círculo social diferente.
    • También podrías hacer nuevos amigos al tener nuevos pasatiempos o realizar nuevas actividades.
  3. En vez de decidir romper con su amistad, podrías sugerirle a tu amigo que ambos se tomen un descanso el uno del otro por un tiempo. Podrían acordar cuánto tiempo estarán distanciados. Puedes volver a evaluar tu decisión en un par de semanas o meses. [12]
    • Podrías decirle “Quizás lo mejor sea que nos mantengamos distanciados por un tiempo. Estuvimos muy molestos y es probable que aún haya resentimientos. ¿Por qué no nos calmamos y volvemos a hablar en un par de meses?”.
    • Concuerden hablar de nuevo luego de que el tiempo haya pasado. Podrán entonces saber si lo que sienten el uno por el otro ha cambiado. Si no es así, es posible que sea tiempo de terminar con su amistad.
  4. Si decides terminar con su amistad , sé respetuoso y habla con tu amigo al respecto. No lo evites ni lo ignores. Probablemente sea una conversación incómoda, pero hablarle sobre tu decisión es lo más responsable que debes hacer. [13]
    • Acepta sus sentimientos. Podrías decirle “Sé que es posible que te moleste oírlo, pero he estado pensando después de la pelea que tuvimos y me di cuenta de que no quiero que sigamos siendo amigos”.
    • Discúlpate por tu papel en la pelea, incluso si has tomado la decisión de terminar con su amistad. Eso le demostrará que aceptas ser responsable de tu comportamiento. Asimismo, puede ayudar a que las cosas sean más fáciles en el futuro si ambos deben interactuar.
  5. Toma el mejor camino sin importar qué. No digas cosas malas sobre esa persona ni escuches nada malo sobre ella. Decir cosas malas o fomentar los chismes malos solo hará que eso siga.
    • Podrías decir “Hemos tenido nuestras diferencias, así que lo hemos dejado atrás. No quiero hablar al respecto ahora”.
  6. Acabar con una amistad puede ser doloroso incluso si fue tiempo de terminarla. Sé amable contigo mismo y permítete lamentarte por la situación.
    • Expresa tus emociones. Perder a alguien puede hacerte sentir triste, agotado, desconectado, exhausto, enojado, ansioso, culpable y más. Deja que tus sentimientos fluyan sin juzgarte. Reprimirlos no te ayudará a seguir adelante. [14]
    • Pon en práctica el autocuidado. Cuidar de ti mismo es algo que puede ayudar a mejorar tu salud física, mental, emocional y espiritual. El autocuidado es diferente para cada persona, así que tómate un tiempo para pensar en las cosas que disfrutas y que pueden ayudarte a sentirte mejor. Por ejemplo, tal vez quieras estar en la naturaleza, ejercitarte, cantar o tomar un café con un amigo. [15]
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 48 513 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio