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Las reacciones alérgicas a los gatos y a otras mascotas pueden variar en intensidad y de persona en persona. Ya sea que tengas un gato, que planees tener uno o que simplemente quieras visitar a amigos o a familiares que tengan gatos con tu hijo por primera vez, es importante que sepas si este último es alérgico. Identificar los síntomas de la alergia en un niño puede ser difícil algunas veces, pero mantenerte atento a su reacción ante un animal nuevo es esencial para mantener a tu familia saludable y feliz. Aunque tu hijo tenga una alergia, hay medidas que puedes tomar para no tener que deshacerte de un gato.

Método 1
Método 1 de 3:

Hacerle pruebas para detectar alergias

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  1. Ve a la casa de un amigo o de un familiar que tenga un gato y deja que el niño interaccione con el animal. De esta manera, puedes observar si presenta signos de una alergia a los gatos.
    • Toma en cuenta que las alergias a los gatos pueden surgir del contacto con la piel, el pelaje, la caspa, la saliva y la orina del animal. [1]
    • Es importante señalar que no debes tratar de exponer a tu hijo a los gatos o a cualquier animal sin saber si tiene o no una alergia en el caso de que sufra de asma. Los síntomas alérgicos simples pueden provocar episodios de asma potencialmente letales. [2]
  2. Si muestra cualquiera de los siguientes síntomas, puede ser alérgico a los gatos: [3]
    • tos excesiva, sibilancias o estornudos
    • ronchas o una erupción en el pecho y en la cara
    • ojos rojos o con comezón
    • enrojecimiento de una parte de la piel (en la que el gato lo haya arañado, mordido o lamido)
  3. Si el niño se queja de cualquiera de los siguientes síntomas mientras está expuesto al gato, es posible que tenga una alergia: [4]
    • comezón en los ojos
    • congestión, comezón o secreción nasal
    • comezón en la piel o ronchas (en el lugar en donde el gato haya tocado al niño)
  4. Si notas cualquiera de los síntomas anteriores en tu hijo, es importante que lo alejes del contacto con el gato hasta que hayas diseñado un plan para disminuir o eliminar los síntomas de la alergia.
  5. La evidencia observacional y anecdótica puede ser suficiente para determinar una alergia a los gatos en un niño. Sin embargo, tendrás que visitar al médico y someterlo a una prueba de alergias. No obstante, toma en cuenta que estas pruebas no siempre son precisas, así que si el resultado de la prueba de tu hijo es negativo, de todas formas debes observar si presenta signos de alergias cuando está expuesto a un gato. [5]
  6. La mayoría de las reacciones alérgicas se limitan al enrojecimiento, a la comezón, a las ronchas y a la congestión nasal, pero los signos de las reacciones alérgicas más graves pueden aparecer al exponer a tu hijo a un gato. Puede experimentar hinchazón en la garganta en una reacción alérgica grave, lo cual puede conducir a la obstrucción de las vías respiratorias. Si eso sucede, lleva a tu hijo con un profesional médico inmediatamente y no lo expongas a ningún otro gato en el futuro. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Controlar los síntomas de alergia a los gatos con medicamentos

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  1. Si los síntomas de la alergia de tu hijo son leves, probablemente puedas controlarlos con medicamentos de venta libre y una higiene adecuada en la casa. Si los síntomas son graves, como la aparición de ronchas en todo el cuerpo, o la hinchazón de la garganta o de otras vías respiratorias, tendrás que asegurarte de que tu hijo ya no esté expuesto a los gatos.
    • Si ya tienes un gato y has descubierto que tu hijo es gravemente alérgico, lo más probable es que debas deshacerte del gato.
  2. Los antihistamínicos están diseñados para reducir la producción de una sustancia química del sistema inmunitario que es responsable de causar los síntomas asociados a las alergias. También ayudan a aliviar la comezón, los estornudos y la congestión nasal. Puedes comprar estos medicamentos con o sin prescripción. [7]
    • Los antihistamínicos vienen en pastillas, espráis nasales o jarabes, los cuales están específicamente diseñados para niños. [8]
    • Nunca des medicamentos para las alergias de venta libre o prescritos a niños de dos años o menos, a menos que un médico o un profesional de la salud te lo indique. [9]
  3. Los descongestionantes funcionan reduciendo los tejidos hinchados de las fosas nasales, haciendo que sea más fácil respirar por la nariz. [10]
    • Algunas pastillas para las alergias de venta libre combinan un antihistamínico con un descongestionante.
    • Nunca des medicamentos para las alergias de venta libre o prescritos a niños de dos años o menos, a menos que un médico o un profesional de la salud te lo indique. [11]
  4. Estas vacunas, que generalmente administra una o dos veces a la semana un alergólogo, pueden ayudar a tu hijo a superar los síntomas de las alergias que no se puedan controlar con los antihistamínicos o con los descongestionantes. Las vacunas contra las alergias "entrenan" al sistema inmunitario haciéndolo insensible a alérgenos específicos. Por lo general, esto se llama inmunoterapia. Las vacunas iniciales te exponen a una dosis muy pequeña del alérgeno, en este caso, la proteína del gato que causa la reacción alérgica. La dosis se “aumenta de forma gradual generalmente durante un periodo de tres a seis meses y se necesitan vacunas de mantenimiento cada cuatro semanas durante tres a cinco años”. [12]
    • Además, asegúrate de consultar con un médico o con un alergólogo acerca de las restricciones de edad y dosis que puedan aplicarse a tu hijo. [13]
  5. Además de continuar con un régimen de medicamentos para las alergias, es importante seguir los pasos que se indican a continuación, en "Controlar las alergias a los gatos con medidas preventivas", para asegurarte de minimizar los síntomas de la alergia de tu hijo a los gatos. [14]
  6. Una vez que hayas averiguado la dosis apropiada y el tipo de medicamento para tu hijo, monitorea su efectividad con el tiempo. Las personas tienen la tendencia a desarrollar inmunidad a los ingredientes activos de los medicamentos para las alergias, lo cual finalmente minimiza su efectividad. Si ves que esto le ocurre a tu hijo, es probable que debas cambiar la dosis o el tipo de medicamento para la alergia que toma. [15]
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Método 3
Método 3 de 3:

Controlar las alergias a los gatos con medidas preventivas

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  1. Por muy obvio que parezca, eliminar la exposición o limitar la cantidad de tiempo que tu hijo está expuesto a los gatos mejorará drásticamente los síntomas de la alergia. [16]
  2. Si vas a visitar a alguien que tenga un gato, adviértele acerca de las alergias de tu hijo. Pídele que mantenga al gato afuera de la sala en la que tu hijo estará desde el comienzo hasta el final de tu visita. [17]
  3. Si llevas a tu hijo a una casa en la que sabes que hay gatos, dale un medicamento para las alergias algunas horas antes de la exposición. Esta medida puede minimizar su reacción y no tendrá que esperar incómodamente a que el medicamento haga efecto si lo toma cuando ya está expuesto al gato.
  4. Mantén a tu gato fuera de los dormitorios, de los juegos, del sofá y, en general, lejos de cualquier área en la que tu hijo pase mucho tiempo. Si tienes un sótano terminado en el que tu hijo no entre con frecuencia, mantener al gato aislado ahí puede ser una solución viable. [18]
  5. Reducir la cantidad de alérgenos en el aire de tu casa puede contribuir mucho a aliviar los síntomas de la alergia de tu hijo. Los equipos de aire acondicionado con filtros de control de alérgenos, como los filtros de aire de alta eficiencia, reducen exitosamente la cantidad de alérgenos que se transmiten por el aire en tu hogar. [19]
  6. El pelaje y la piel del gato se pueden acumular en los sofás, en la alfombra, en las cortinas y, en general, en cualquier otro lugar al que vaya el gato. Compra una buena aspiradora y úsala con frecuencia. Además, usa a menudo champú para alfombras, espráis desinfectantes y toallas antibacterianas en las superficies de tu casa para eliminar cualquier alérgeno innecesario que deje el gato. [20]
    • Los gatos tienen la tendencia natural de meterse dentro, debajo y encima de todo lo que hay en tu casa. Así que asegúrate de prestar atención a las áreas a las que normalmente no creerías de alto tráfico, como detrás del sofá o debajo de la cama.
  7. Bañar al gato regularmente puede ayudar a reducir la cantidad de caspa y el exceso de pelaje que deja alrededor de la casa. Por tanto, bañarlo es otra medida efectiva para combatir las alergias de tu hijo. [21]
    • Es importante recordar que a los gatos no les gusta los baños y que naturalmente no los necesitan con mucha frecuencia. Asegúrate de consultar con un veterinario acerca de cómo darle un baño seguramente, pues hacerlo muy seguido puede tener un efecto negativo en su salud física.
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Consejos

  • Trata de evitar ir a algún sitio en donde haya muchos gatos.
  • Las alergias tienen una relación familiar, así que si los padres sufren de alergias, hay una probabilidad muy alta de que el hijo también las tenga.
  • Si tu hijo desea realmente un gato, trata de comprarle un peluche u otra mascota. Pero asegúrate de que no tenga alergias también a estas alternativas.
  • Ten cuidado con la "tríada atópica", que está compuesta de alergias, de asma y de eczema. Si un niño tiene asma y eczema, existe una buena probabilidad de que sea más susceptible a tener alergias.
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Advertencias

  • Si tienes que deshacerte de tu gato, no lo dejes en las calles o en una jaula. Llévalo a un refugio en donde no lo maten.
  • Si piensas dárselo a un extraño, ten cuidado con las intenciones de esa persona. No todos son amantes de los gatos.
  • No debes darles antihistamínicos ni descongestionantes a niños de menos de dos años de edad.
  • Ten cuidado con los medicamentos . Habla con el médico antes de empezar a tomar alguno y pide que te recomiende uno bueno para tu hijo.
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