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Trabajar como cajero en un supermercado u otro tipo de tienda es una excelente oportunidad para desarrollar tus habilidades de atención al cliente y experiencia laboral, ¡en especial si se trata de tu primer empleo! Es posible que recibas una formación básica, pero te preguntes cómo avanzar desde el primer día hasta convertirte en un cajero profesional que puede ocuparse de una fila en unos pocos minutos y alegrarles el día a todos. No hace falta decir que debes presentarte siempre a tiempo, pero existen algunos otros consejos que puedes seguir para ser un cajero por encima de la media.

Método 1
Método 1 de 3:

Brindar un buen servicio de atención al cliente

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  1. Si has tenido un mal día, deja los problemas en casa y haz un esfuerzo por ser educado durante tu turno, incluso con los clientes más miserables. Sonríe y saluda a cada cliente nuevo que veas mientras escaneas sus productos. No es necesario que seas un pusilánime, pero es más probable que los clientes se sientan felices y satisfechos si eres lento, pero te muestras de buen humor que si escaneas los productos rápido pero eres irritable o grosero. Por supuesto, ¡asegúrate de que la fila se siga moviendo y procura que no te descubran teniendo una conversación con un cliente! [1]
    • Si no puedes estar animado de manera genuina, haz un esfuerzo por fingir. Oblígate a sonreír, hacer contacto visual y tratar a los clientes con cortesía.
  2. Escucha su respuesta con atención y haz contacto visual mientras hable. Mientras se marche de la tienda, se sentirá reconocido y posiblemente regrese a hacer compras más adelante. Además, procura cambiar el saludo para no decirles lo mismo a todos los clientes. Si suenas poco sincero o reservado, los clientes no sentirán que en verdad te importa cómo se sienten. [2]
    • Por ejemplo, imagina que le preguntas a un cliente: “¿Cómo ha sido el fin de semana? ¿Has hecho algo divertido?”. Al cliente siguiente, puedes preguntarle: “¡Qué clima intenso! ¿Has estado al aire libre con esta temperatura?”. Demuestra que escuchas sus respuestas al asentir con la cabeza o sonreír, dependiendo del contexto.
  3. La mayoría de las tiendas tiene un protocolo para pedir refuerzos cuando las filas son muy largas. En esta situación, o si observas que algunas personas tienen su carro de compras muy lleno, pide refuerzos y no te apresures por ocuparte de todo solo. Usa el sistema de altoparlante para pedirle asistencia a otro cajero.
    • Por ejemplo, puedes decir: “Se requiere la asistencia de un cajero. ¿Alguien puede abrir el pasillo 12?”.
    • Si la tienda tiene una sola fila para todos los clientes, es posible que tengas que solicitar ayuda y pedirles a tus compañeros que abran más cajas registradoras. Sin embargo, para recurrir a esta opción, tendrás que esperar a que la fila tenga entre 10 y 12 clientes, en especial si ya hay muchas cajas registradoras abiertas.
  4. Si los cajeros se encuentran hablando en algún sector de la tienda o mientras atienden a los clientes, estos últimos podrían incomodarse y sentir que les faltas el respeto. Recuerda que tu trabajo es atenderlos, y al igual que otras personas no conversan constantemente en el trabajo, tampoco debes hacerlo. Aprende a iniciar y terminar las conversaciones cuando sea apropiado. [3]
    • De todas formas, no hay nada de malo en hablar con tus compañeros si no hay clientes en la fila o durante las pausas. Procura que las conversaciones sean profesionales y evita usar un vocabulario grosero para que los clientes no te escuchen.
    • También debes evitar quejarte de los clientes mientras te encuentras dentro o cerca de la tienda.

    Prcura que la conversación sea de asuntos netamente laborales este no es lugar para contar sobre tu vida privada ¡ni mucho menos para chismes!

  5. Por lo general, el cajero es el último empleado de la tienda con quien los clientes hablan. Esto significa que tienes una última oportunidad para sugerirles que compren algo más. Si sabes que hay algún producto que es muy bueno, informa que has recibido el primero de un producto nuevo o que crees que es el más interesante de la tienda y que han hecho una buena elección. También puedes decirles si existe algún descuento por la compra de varios artículos iguales. [4]
    • Por ejemplo, si el cliente compra galletas saladas, puedes decirle: “¡Tenemos un queso brie que sabe delicioso con esas galletas!”.
    • Es importante tener un muy buen conocimiento de los productos de la tienda para poder hacer recomendaciones. Por lo tanto, familiarízate con la mayoría de la mercadería durante los primeros meses de trabajo.
  6. Como cajero, sin dudas tendrás que lidiar con clientes que quieren devolver un producto si están insatisfechos o han tenido un mal día. Parte de tu trabajo es conservar la calma, resolver las quejas y utilizar frases amables. Por ejemplo, no está de más decir “Lo siento” o “Disculpe”. [5]
    • Si la situación se vuelve más tensa (por ejemplo, si un cliente se enoja cada vez más o hace una escena), busca la ayuda del supervisor, quien tendrá más herramientas para hablar con una persona que está muy molesta.
    • También puedes hacerle preguntas al cliente, en vez de decirle qué es lo que tiene que hacer. Por ejemplo, en vez de decirle a una persona enojada: “Acompáñeme al sector de devoluciones”, puedes preguntarle: “Por favor, ¿me acompañaría al sector de devoluciones?”.

    Un motivo muy frecuente para hacer molestar a un cliente es darle en la caja un precio distinto al que marcaba en el anaquel, especialmente si el quue marca la caja es mayor. Por ese motivo es de suma importancia actualizar los precios que marquen los anaqueles de modo que coincidan con los de la base de datos del sistema que va hacia las cajas.

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Método 2
Método 2 de 3:

Operar la caja registradora y manejar el dinero

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  1. Una de las tareas principales de los cajeros es marcar las compras de los clientes y aceptar los pagos. Sin importar si se trata de una caja registradora manual antigua o un sistema informático moderno, es importante que sepas lidiar con las tareas básicas que surgirán al menos una vez cada tres o cuatro clientes. Si el sistema informático es muy sofisticado, familiarízate con los distintos menús para no confundirte ante una pantalla desconocida. [6]
    • Acepta los cursos de formación, en el caso de que tu empleador los ofrezca. Es muy común que los empleados nuevos reciban una capacitación antes de empezar a trabajar o que uno con más experiencia los supervise para adquirir el conocimiento laboral.
  2. Si trabajas en un supermercado, tu empleador querrá que memorices el código de búsqueda de precio (PLU, por sus siglas en inglés) para no perder tiempo buscándolo cuando hay muchos clientes en la fila. Pregunta si tienen tarjetas didácticas para memorizar los números. Después del trabajo o cuando tengas tiempo libre durante el horario laboral, estúdialas para memorizar los números PLU. [7]
    • Dichos códigos están compuestos por cuatro o cinco dígitos asignados a diferentes artículos.
    • Si la tienda no cuenta con tarjetas didácticas que puedas utilizar, puedes hacerlas tú mismo .
  3. Si tu caja registradora cuenta con botones de acceso rápido para algunos montos de dinero, como $5, $10 o $20, adopta el hábito de usarlos. Durante los primeros días, revisa los aspectos básicos de manera constante cuando no estés ocupado y pídele a un empleado con más experiencia que te supervise para asegurarte de hacer todo bien. [8]
    • Las buenas prácticas en un comercio minorista incluyen decir en voz alta cuando recibes un billete grande (como de $50) para que tus compañeros te escuchen. Si hay una disputa y un cliente afirma que te ha dado más dinero, puedes utilizar esta práctica estándar para demostrar que es poco probable que haya sido así.
  4. Una vez que hayas escaneado todos los productos, pregúntale: “¿Cómo desea pagar hoy?”. Una persona que pague con efectivo tendrá que buscar cambio, mientras que alguien que pague con débito solo tendrá que ingresar su clave personal y esperar a que la transacción se complete con éxito. Este es un buen momento para hacer algo más que necesite, como embolsar sus compras. [9]
    • Dependiendo del sistema informático de la tienda, tendrás que escribir o teclear el método de pago del cliente.
  5. Siempre que no haya una fila larga, acostúmbrate a contar el vuelto del cliente, en vez de entregarle los billetes. [10] Esto te permitirá reducir los errores, dado que verificarás dos veces el monto del cambio que extraes de la caja registradora. Al entregar los billetes, puedes decir algo así como: “Aquí está su vuelto. 20, 10 y 73 centavos.”.
    • Si hay muchas personas en la fila, tendrás que trabajar rápido para poder atenderlos. Es posible que no tengas tiempo para contar el vuelto.
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Método 3
Método 3 de 3:

Aprender y respetar los protocolos de la tienda

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  1. Como cajero nuevo, es importante que comprendas las políticas de la tienda tan pronto como sea posible. Tendrás que conocer las ventas en curso y las próximas, como así también la política de devoluciones. Por ejemplo, consulta si la tienda permite que los clientes usen cupones vencidos o iguala los precios de la competencia. Comprender las políticas te permitirá proporcionarles información concreta a los clientes con rapidez. [11]
    • Los clientes no tendrán una buena impresión de ti o tu supervisor si les proporcionas información incorrecta con respecto al horario de la tienda o la devolución de un producto que no deberías tener.
  2. La mayoría de las tiendas tiene un código de vestimenta de algún tipo y espera que sus empleados lo respeten. Por lo general, los supermercados requieren que los trabajadores usen un delantal de la tienda o una camiseta, pero no son muy exigentes con respecto al resto del atuendo. Sin embargo, si trabajas en una tienda de una categoría elevada (por ejemplo, en venta de prendas en una tienda de marcas conocidas), es posible que tengas que usar un traje o vestido. [12]
    • Si tienes algún problema con el código de vestimenta (por ejemplo, consideras que el atuendo es inapropiado), habla con tu supervisor general y pregunta si puedes optar por otra alternativa.
  3. Por ejemplo, si solo vendes un certificado de regalo cada una o dos semanas, igualmente es una buena idea que conozcas la rutina de memoria. Además, comprende qué es lo que debes hacer si cometes un error o surge algún problema menor. Por ejemplo, conoce el protocolo si das mal un vuelto, pero has cerrado la caja registradora, si alguien solicita una devolución o la máquina de débito se estropea.
    • Por lo general, estas cosas no son parte de la formación básica de los empleados nuevos. En este caso, consulta con tu supervisor o con un cajero con más experiencia.
  4. Esta será tu fuente de información, en el caso de que ocurra algo poco frecuente. Es posible que no puedas memorizar todos los protocolos del libro, en especial aquellos aspectos que quizás nunca surjan al trabajar en la tienda. Sin embargo, es importante que sepas dónde se encuentra la guía de trabajo o el manual del usuario, en el caso de tener que lidiar con una situación aislada.
    • Lo recomendable es al menos hojear todo el libro para tener una vaga idea de su contenido y adónde acudir si, por ejemplo, se corta la luz y tienes que usar esa máquina vieja de tarjetas de débito para cobrar.
    • Por ejemplo, también es importante que sepas qué hacer si un animal salvaje entra en la tienda, si hay un tirador en las instalaciones o si hay una inundación.
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Consejos

  • Trabajar como cajero en una tienda minorista es una excelente oportunidad para conocer personas interesantes. Además de participar con muchos clientes por día, podrás conocer mucho más a tus compañeros de trabajo. [13]
  • ¡No tengas miedo de poner un tarro de propinas! La práctica de dar propinas varía de industria en industria, pero, en muchos casos, los clientes suelen darles propinas a los cajeros. Sin embargo, consulta antes con tu supervisor. [14]
  • Si no tienes mucha experiencia previa, trabajar como cajero es una muy buena oportunidad para ganar confianza. Tendrás que hablar e interactuar con muchas personas todos los días y serás una fuente de información para muchos clientes. [15]
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Advertencias

  • Ser cajero también es un oficio bastante riesgoso. Con frecuencia son víctimas de atracos a mano armada con el fin de robar el dinero. En ese caso mantén la calma, no opongas resistencia y entega el dinero que te pida el asaltante. No intentes forcejear con el mismo porque recuerda que está armado y podría dispararte. Luego del robo, ponte en contacto con la policía para informar sobre lo sucedido y si es posible pide al gerente que muestre los videos de cámara de seguridad como evidencia.
  • Un punto de vital importancia para ser un buen cajero es ser honesto. Ese dinero que estás manejando no te pertenece. Apoderarte de dinero ajeno se llama hurto y eso está penado por la ley.
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