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En los casos más extremos, puedes encontrarte en una situación en la que necesites sobrevivir con pocos o ningún recurso a la mano. Por cualquier razón, es posible que tengas un hacha a la mano. Esta herramienta no solo es capaz de ayudarte, sino que puede transformarse en el instrumento de supervivencia más importante con el que puedas contar. El siguiente artículo analizará con mayor detalle los porqués de su importancia. Nota: La temperatura resulta más importante que todo lo que se haya dicho previamente. Cuando se trate de temperaturas frías, conseguir fuego es prioritario. Esto, porque comúnmente encontrarás agua en la nieve; por lo que, de seguro, no habrá riesgo de que sufras de sed. Además, si te encuentras en un ambiente caluroso, tu cuerpo segregará grandes cantidades de agua, transformándola en tu recurso más preciado.

  1. Recuerda que eres tú el más valioso de todos tus recursos. Presta atención y observa todo lo que esté a tu alrededor. Lo único que puede fallarte es la falta de motivación. Tienes más oportunidades de sobrevivir si es que de veras lo crees. ¡Todo está en el poder de tu voluntad!
  2. Si no sabes dónde encontrarla, entonces ve camino abajo hasta que encuentres una fuente de agua limpia y en movimiento, un río movedizo y con bancas de arena es una fuente ideal de agua.
  3. Una vez que hayas encontrado un río, podrás comenzar a hacer una tradicional vara húmeda. Limpia la corteza de una rama de madera, sumérgela en el agua y golpéala contra un lado de una de las bancas de arena, esto hará que se impregne en toda tu vara. Continúa haciéndolo hasta que esté suficientemente áspera. Utiliza tu vara para lograr afilar tu hacha o cuchillo.
  4. Hazlo con una pequeña idea de cómo esperas que éste resulte, recuerda que mientras más grande sea, mayor viento logrará atrapar. Además, es importante que recuerdes que las estructuras más grandes demandarán mayor energía y esfuerzo físico en su construcción y mantenimiento. Mientras que los refugios más pequeños sueñen atrapar y conservar mejor el calor. Asegúrate de solucionar el problema del viento, considera también necesitarás drenar cualquier lluvia que caiga sobre tu refugio.
  5. Recuerda que comenzarás a perder energía si es que pasas dos días sin comer algo. Durante estos días, es importante encontrar una fuente segura de alimentos, ya tu cuerpo aún seguirá conservando grandes cantidades de energía. Más adelante explicaremos algunos útiles consejos para conseguirlo.
  6. Puedes usar el extremo achatado de tu hacha para cortar la madera de las coníferas. Las más grandes suelen tener ramas secas y extensas, ideales para hacer una fogata; recuerda también que las acículas de los pinos son ideales para arder en una fogata. Necesitarás de esta madera seca para obtener agua y alimentos seguros.
  7. Ten cuidado de no ensuciarte las manos con la resina, la savia es bastante pegajosa y puede ocasionarte ampollas en la piel. Además, recuerda que las éstas son importantes porque si hierves sus acículas conseguirás una perfecta bebida matutina que, aunque no es tan agradable como un jugo de naranja, contiene siete veces más de vitamina C, por lo que también podrá ayudarte a evitar escorbutos.
  8. Si utilizas correctamente las trampas y obstáculos, siempre conseguirás atrapar algo. Es importante colocar varias trampas y en distintos lugares, también es importante recordar quitarlas al retirarte.
  9. Si talas un fresno, puedes golpear el extremo achatado de tu hacha contra la madera blanca, marrón o negra que obtengas de éste. Entonces, deberás de aflojar algunas tiras largas que puedes arrancar y utilizar como tejas. Si las rompes mientras las estés arrancando, puedes solucionarlo usando un poco de resina para rellenar las grietas.
    • El fresno es considerado como un árbol sagrado por distintas tribus norteamericanas. Los nativos productores de cestas comúnmente ofrecen tabaco antes de talar un árbol, por lo que sería inteligente hacerlo también, o uno similar, según tus recursos. Al hacerlo, mostrarás respeto a la fuente de origen de este conocimiento y a las fuerzas que ayudan a tu supervivencia.
  10. Es mejor preferir los senderos más pequeños, allí podrás encontrar codornices, conejos y algunos pavos pequeños. Puede capturar estos animales utilizando las raíces fibrosas de las píceas o la corteza interna del árbol de tilo, en forma de trampa.
    • Las trampas del tilo son herramientas eficaces, pero ésta es una tecnología nativa que requerirá de la destrucción del árbol, por lo que se aconseja hacer una ofrenda de tabaco (o de algún otro recurso similar). No comprometas tu supervivencia por no hacer algo tan simple como una ofrenda.
  11. Son muy pocos los lugares a los que no haya llegado algún hombre, por lo que debes buscar señales que indiquen su presencia; por ejemplo, botellas, latas y envoltorios (útiles para quemar en una fogata). Además, recuerda que durante el otoño el terreno rocoso suele estar cubierto bajo una capa de hojas. Muchas personas han muerto al perder el equilibrio, por no usar un buen bastón, no olvides que éste puede ser una herramienta bastante útil para muchas cosas.
  12. La tierra se vuelve más fría entonces, por lo que deberás de utilizar un colchón de madera de pino, cedro o de ramas de enebro, de hojas de palma o apenas con un poco de madera o acículas de pino. Mientras sean más los objetos que te separen del suelo, mucho mejor.
  13. Prepárate para poder caminar entre veinte y ochenta kilómetros, quizás aún mucho más lejos, ello dependerá de tu ubicación.
  14. Muchas veces, las personas suelen hacerse ilusiones en tiempos de crisis, por lo que, en si sospeches que alguien está buscándote, es recomendable permanecer en el mismo lugar, provisto de suficiente agua y alimentos.
  15. Si decides rendirte, entonces no habrá nada que te separe de la muerte. Recuerda que los humanos hemos y continuamos sobreviviendo en prácticamente cada lugar que existe sobre la Tierra, por lo que, si fallas en una técnica, debes de aprender de tu error y continuar intentándolo.
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Consejos

  • Tipos de madera, clase y uso
    • Álamo: Duro, bueno para hacer tablas, su corteza es polvorienta, útil para hacer arder.
    • Pícea: Suave, sus raíces producen cuerdas excelentes, sus acículas contienen una gran cantidad de vitamina de C.
    • Abeto: Suave, su savia es inflamable, por lo que es ideal para iniciar una fogata.
    • Fresno: Duro, abundante en aceite, útil para hacer palos, flexible, arde bastante bien.
    • Cicuta: Suave, bastante fuerte, se lo utiliza para hacer cabañas de madera.
    • Cedro: Suave, algunas veces puede ser venenoso.
    • Nogal negro, puedes partir sus nueces y comerlas, recuerda que su cáscara negra es venenosa.
  • Si nieva, o si es que hay nieve en el piso, no necesitarás encender una fogata bajo un árbol o bajo sus ramas. La nieve es un perfecto aislante; sin embargo, si esta hace contacto con tu ropa se derretirá. No olvides mantenerte alejado de la nieve utilizando ramas de píceas o grandes cantidades de acículas, además, recuerda que los muros de tu refugio deben ser hechos de nieve únicamente cuando no haya otro material disponible, porque ésta hará que disminuya tu temperatura corporal. Los iglús pueden hacerse con bloques sólidos de nieve; sin embargo, los tradicionales eran hechos comúnmente con ramas sucias y otros restos. Si lo necesitas, puedes utilizar tu hacha para cortar bloques de nieve y hacer el típico diseño circular de los iglús.
  • El conocimiento es tu mejor respuesta frente a cualquier amenaza, por lo que te recomendamos leer algunos libros de supervivencia, aquí te mencionamos unos, ordenados por orden de precisión y relevancia:
    • SAS Handbook
    • FM-71 Army Survival Guide
    • 2003 Army Survival Guide
    • How To Survive In The Woods by Bradford Algier
  • Consejos sobre el fuego:
    • Limpia antes el área donde piensas encender una fogata, si lo haces correctamente, los insectos y parásitos desaparecerán de los alrededores, por lo que tendrás un lugar limpio donde poder dormir.
    • Si tu fogata está cerca de un terreno pantanoso, es recomendable juntar todos los restos hacia el centro del fuego, en vez de alejarlo; ello hará que mueran las niguas y garrapatas, que son bastante comunes en este medio ambiente.
    • Cava un pequeño agujero para tu fogata. Éste debe ser poco profundo, de más o menos medio metro de ancho y quince centímetros de profundidad. Esto protegerá tu fogata del viento, además, minimizará el riesgo de que el fuego se expanda durante la noche. Ten en cuenta que al limitar el fuego a un pequeño espacio, podrá reflejarse mayor calor y de forma más eficiente, creando un ambiente más cálido.
    • Es común cavar un segundo agujero para otra fogata, junto a tu fogata central, para utilizarla como área de cocina. Si lo llenas con piedras o con carbones calientes (no arenisca, porque ésta puede explotar), este agujero podrá servirte muy bien para calentar el agua, cocinar, etc., ya que entonces podrás regular el calor más fácilmente.
    • Cuando enciendas una fogata, debes asegurarte de contar con la suficiente yesca para hacerla arder. La yesca está formada por pequeños residuos, finos, ligeros y secos de material como pasto o musgo seco. Puedes utilizar tu hacha para cortar ramas secas y hacer un poco de yesca, recuerda que mientras más mullida ésta sea más sencillo te resultará encender el fuego. Sin embargo, ten en cuenta que mientras más rápido enciendas el fuego, más rápido se consumirá. Necesitarás combustible, aire y una buena fuente de combustión para hacer una fogata exitosamente.
    • Combustión o una chispa. Si no tuviste suerte para lograr encender una fogata, aún existen muchas otras formas de conseguir una chispa de fuego.
      • Puedes utilizar tus anteojos o cualquier otra lente capaz de reflejar la luz del Sol. Recuerda que debe reflejarlo directamente, por lo que quemar algo te tardará más tiempo del que crees, deberás ser paciente. Para hacerlo más sencillo, utiliza una pequeña rama bifurcada, de más o menos quince centímetros de largo, con la que puedas acuñar tu lente en un rincón y fíjalo en el suelo para que éste permanezca firme. Esto te hará ahorrar tiempo y fatiga, con lo que podrás terminar cualquier preparativo de último minuto y de preparar la yesca si es necesario.
      • Puedes frotar dos ramas. La forma más eficaz es la de afilar una de las ramas hasta cierto punto y después colocar la punta sobre la parte superior de un trozo plano de madera, la que debe contar con una muesca. Al cortar la muesca, se aconseja también hacer otros pequeños cortes que faciliten la fricción necesaria. Apila la yesca bajo la muesca y comienza a mover las ramas de un lado al otro, raspándolas o, como es más popular, haciéndolas rodar entre tus manos, como si las estuvieses lavando. Esto deberá ser mucho más rápido que un raspado, por lo que probablemente tengas ampollas. Esto requerirá de mucha fuerza, pero recuerda que puedes hacerlo.
    • Intenta mantener el fuego por debajo de los sesenta centímetros. Tener una fogata más grande es totalmente innecesario, además de que requerirá de grandes cantidades de combustible y de esfuerzo físico para conseguir más.
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Advertencias

  • Consigue el agua de una fuente en movimiento, mas no de una estática, como un riachuelo o una catarata; ésta, sin dudas, es la forma más segura.
  • Cocina siempre la carne cruda antes de comerla, al hacerlo, eliminarás cualquier amenaza posible de parásitos o bacterias que hayan podido afectar al animal que cocines.
  • Los osos y otros animales carroñeros y predadores pueden ser peligrosos si son acorralados. Además, recuerda que si de pie el animal sobrepasa la altura de tus hombros, debes de evitarlo.
  • Encuentra agua tan pronto como puedas, pues sólo podrás sobrevivir algunos días sin ella. Si puedes hacer una fogata, no olvides hervir el agua antes de beberla; si esto no es posible, tómala de todos modos. Comúnmente, tienes una de cada diez probabilidades de contagiarte de parásitos por tomar agua sin hervir; no te dejes morir de sed, recuerda que los parásitos puedes eliminarlos comiendo pasto, sal o cigarrillos usados.
  • Jamás comas hongos. En algunos lugares, alrededor del 95% son venenosos.
  • Permanece tan cálido y seco como sea posible. Si es que estás húmedo, quítate la ropa y, si puedes, sécala. Irónicamente, sobrevivirás más tiempo seco y desnudo que húmedo y vestido.
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Referencias

  1. Estas referencias fueron tomadas del libro "Hatchet" de Gary Paulson.

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