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Algunas veces, incluso los mejores amigos discuten. Las discusiones entre amigos pueden llevar a tener sentimientos de estar herido, a evitarse mutuamente, a aumentar los conflictos en el futuro y, en última instancia, a romper la amistad por completo. Con el fin de reparar la amistad, es posible que primero tengas que abordar el problema o discusión. Puede doler y ser difícil; sin embargo, afortunadamente hay formas positivas de lidiar con las discusiones y los conflictos, tales como hacer planes para solucionar la situación, utilizar habilidades de resolución de conflictos, recurrir a la comunicación positiva y reducir futuros conflictos.

Método 1
Método 1 de 4:

Hacer planes para solucionar la situación

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  1. Para empezar a solucionar una discusión, primero tendrás que entender qué pasó y desarrollar algunas hipótesis sobre por qué sucedió. ¡Esto es fundamental, ya que no podrás resolver un problema si no sabes cuál es! Tener un plan es una forma de abordar la situación con una cabeza clara a fin de reducir más discusiones.
    • Empieza por ver qué sucedió desde tu perspectiva y por pensar de forma racional al respecto. Utiliza tu mente racional y emocional, pero trata de mirar la situación objetivamente. Digamos que descubriste que tu amigo hablaba de forma negativa de ti a tus espaldas. Piensa en todos los detalles de la situación. ¿Cómo lo descubriste? ¿Qué dijo la persona? ¿Cómo lo manejaste?
    • Con el fin de analizar el asunto, puede ser útil identificar qué llevó a ello y qué sucedió después. Identifica el antecedente (qué sucedió antes del conflicto), el comportamiento (qué hiciste) y la consecuencia (qué sucedió como resultado del comportamiento). [1] Imaginemos que el conflicto empezó cuando descubriste que tu amigo hablaba a tus espaldas (antecedente) y que luego lo confrontaste y se volvió una discusión verbal (comportamiento). Después, tu amigo y tú se dejaron de hablar durante una semana (consecuencia).
    • Recuerda que algunas discusiones están bien y que no todas son malas. Está bien estar a veces en desacuerdo con tus amigos y así discutir o debatir sobre un tema. [2] Lo que es importante es cómo vas a discutir ya que cada persona necesita ser respetuosa y nadie debe ser agresivo.
  2. Trata de analizar tus propios comportamientos y pensamientos sobre la situación. Piensa en la posibilidad de ver la situación de forma diferente y asumir otra perspectiva. Esto te puede ayudar a tener claridad sobre el conflicto y a entender cómo puedes tratar de solucionarlo. Por ejemplo, puedes confiar en que tu amigo hará algo mejor la próxima vez que suceda una situación similar.
    • Una forma de hacer las cosas de manera distinta es pensar diferente. Por ejemplo, si alguien te dijo que tus amigos estaban hablando de forma negativa de ti, ¿es posible que eso no sea cierto?
    • Otra forma de hacer las cosas de manera diferente es cambiar tus acciones. Si confrontaste a tu amigo sobre lo que escuchaste, ¿puedes identificar una mejor manera en que podrías haber abordado la situación? ¿Estuviste muy enojado cuando trataste de resolver el conflicto? ¿Dijiste algo de lo que te arrepientes?
  3. Analiza cómo tu amigo respondió a la discusión. Esto te puede ayudar a organizar tus pensamientos de modo que cuando hables con él sobre la situación, podrás ser específico sobre lo que te gustaría que cambiara.
    • Reúne algunas ideas sobre qué hirió tus sentimientos o qué hizo que la situación fuera más difícil para ti. Por ejemplo, tal vez tu amigo te insultó y te maldijo y eso te hizo sentir triste y enojado.
    • Identifica de forma específica lo que tu amigo podría haber hecho de manera distinta. Por ejemplo, si tu amigo te maldijo, tal vez podría haber bajado la voz, hablado con calma y así haber usado palabras que no fueran dañinas ni agresivas.
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Método 2
Método 2 de 4:

Solucionar el conflicto

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  1. [3] Hablar sobre la situación es una de las formas más útiles para solucionar una discusión y así mejorar una relación.
    • Si no has hablado con tu amigo durante un tiempo, trata de enviarle mensajes de texto o de llamarlo para fijar una hora en que se puedan reunir. Podrías decir algo así como “Eh, me gustaría fijar una hora para hablar contigo en persona, ¿estás de acuerdo con eso?”.
    • Evita tener una conversación sobre el asunto por mensaje de texto, mensajería, correo electrónico o teléfono. El contacto cara a cara es el mejor enfoque para resolver conflictos ya que reduce la probabilidad de una mala comunicación. No podrás determinar el tono de una persona o la expresión facial en un mensaje de texto. Puedes decir algo como “Creo que sería mejor si hablamos de esto en persona, realmente quiero poder entenderte mejor. ¿Qué tal si vamos a tomar café?”.
    • Elige un lugar adecuado que sea algo privado. No involucres a otras personas ya que puede parecer como si atacaras en grupo a tu amigo. Habla con él de forma individual. [4] Los buenos lugares pueden ser una cafetería, tu casa o un parque. Trata de evitar lugares como la escuela o el trabajo (en donde otras personas que conoces puedan estar cerca).
    • Habla sobre cada lado de la situación. Primero permite que tu amigo hable sobre su experiencia y sus sentimientos. Así demostrarás que estás dispuesto a poner tus pensamientos a un lado a la vez que te enfocas en él.
  2. Tener empatía por la otra persona aumenta la probabilidad de una resolución saludable del conflicto. [5] Podrías decir algo como “Me gustaría escuchar tu lado de la situación. ¿Puedes decirme qué piensas y cómo te sientes respecto a lo que pasó?”.
    • Ponte en el lugar de tu amigo. ¿Cómo te sentirías si estuvieras en su situación? ¿Cómo sería si tuvieras sus pensamientos y sus sentimientos? ¿Existen otras cosas en su vida que afecten la situación (situaciones difíciles en casa o en la escuela)?
    • Trata de ser comprensivo y mira su punto de vista como una persona externa. Mantén una postura distante de tus propias emociones en el ínterin para reducir la probabilidad de tomar a título personal algo que diga y así no reaccionar de forma emocional.
  3. Acepta que tu amigo tiene razón para estar disgustado, incluso si no estás de acuerdo con eso.
    • Di algo como “Me doy cuenta de que estás herido y lo siento”. Luego escucha lo que tiene que decir. No digas algo como “Pude haber estado equivocado, pero hiciste que empeorara”.
  4. Esfuérzate por conseguir el mejor resultado para las dos personas involucradas. [6] Al colaborar, ambas partes son iguales y cada una trabajará para llegar a la mejor respuesta posible en la situación.
    • Podrías empezar al decir “Realmente quiero resolver este problema juntos. ¿Crees que podamos llegar a una solución en la que ambos estemos de acuerdo?”. También puedes enfatizar que estás dispuesto a esforzarte en mejorar las cosas al decir algo como “Entiendo que también tengo que trabajar en algunas cosas, así que quiero que sepas que estoy abierto a escuchar sobre lo que te gustaría que hiciera mejor la próxima vez”.
    • Enfócate en ser cooperativo y en ayudar a la otra persona. [7] En vez de pensar en tus propias necesidades, piensa en tus propios deseos también en el contexto de las necesidades de tu amigo. ¿Hay alguna manera en que ambos puedan satisfacer sus necesidades de una forma segura y saludable? Tal vez puedas ayudar a tu amigo a aprender a comunicarse mejor y puedes aprender a resolver conflictos de una forma saludable.
    • No hagas muchas concesiones. Hacer concesiones podría significar que solo obtendrás parte de lo que quieres y sacrificarás tus deseos importantes. [8] Debes estar dispuesto a moverte un poco, pero no cedas a tus deseos y necesidades para apaciguar a la otra persona.
    • Analiza posibles soluciones y acuerda una opción que se adapte a los dos. Echa un vistazo a la situación y piensa en cómo resolverla juntos. Tal vez puedes hacer una lista de opciones en la cual ambas partes involucradas trabajen en algo. Por ejemplo, si escuchaste que tu amigo estaba hablando de forma negativa de ti y lo confrontaste, algunas soluciones pueden ser que podrías haber hablado de forma más asertiva en vez de agresiva y tu amigo podría haber hecho lo mismo. Una vez que hayas llegado a esa conclusión, pueden ponerse de acuerdo sobre lo que ambos pueden hacer de forma diferente en el futuro.
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Método 3
Método 3 de 4:

Utilizar la comunicación positiva

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  1. La asertividad tiene que ver con cómo satisfacer tus necesidades de forma apropiada y respetuosa. [9] Cuanto más asertivo puedas ser, más probable será que obtengas lo que quieras.
    • Sé directo. Acércate a tu amigo con calma y cuidado. Escucha su punto de vista y luego explica cómo te sientes.
    • Utiliza afirmaciones en primera persona como “Yo me sentí enojado cuando escuché que estabas hablando mal de mí a los demás”. Asegúrate de enfatizar cómo te sientes en vez de lo que hizo la otra persona. Siempre debes indicar tus sentimientos en primer lugar a fin de reducir la probabilidad de que reaccione emocionalmente o de que lo tome a título personal.
    • Enfócate en los aspectos positivos de la relación. Podrías decir algo así como “Tu amistad significa mucho para mí y no quiero que eso se interponga entre nosotros”.
    • Mantén el contacto visual positivo. No mires fijamente sin huir la mirada de vez en cuando y tampoco evites el contacto visual. Mantenlo en un nivel cómodo, esquiva la vista de vez en cuando y luego recupera el contacto visual.
  2. La comunicación agresiva se basa en pensar “Yo estoy en lo correcto y tú no”. Con esto, asumes que tienes razón y que la otra persona está equivocada. Algunos ejemplos de comunicación agresiva son elevar la voz o gritar, amenazar, menospreciar a la otra persona (por ejemplo, “Eres estúpido”) y señalar con los dedos. [10]
    • Evita involucrarte en comportamientos dañinos como insultar a alguien, menospreciar o culpar. [11] Por ejemplo, no digas cosas como “No puedo creer que hicieras eso, te odio, eres estúpido”. En vez de eso, di algo asertivo como “Me sentí muy enojado cuando escuché que hablabas a mis espaldas. Sé que pude haber sido sacado de contexto; sin embargo, ¿puedes darme tu versión de lo que pasó? Me gustaría entender por qué te expresaste así”.
  3. Algunas personas retroceden y piden perdón a la primera señal de una pelea, incluso cuando no son los únicos responsables del asunto. Sin embargo, los comportamientos pasivos, como evitar la confrontación, se asocian con más negatividad dentro de las amistades. [12]
    • No evites el problema ya que eso puede dar lugar a conflictos no resueltos. [13]
    • No te disculpes por todo, solo por tu parte en el problema. En otras palabras, no asumas toda la culpa. Siempre hay dos personas en un conflicto y, en la mayoría de los casos, ambos muestran comportamientos que contribuyen al problema.
    • Mira a tu amigo y mantén el contacto visual en vez de mirar fijamente el piso o inquietarte.
    • No te limites a acomodarte a la voluntad o deseos de la otra persona. Tus necesidades son igual de importantes. [14]
  4. La agresividad pasiva se asocia con mostrar tu agresión de forma pasiva. En vez de decirle a alguien cómo te sientes, se lo dices a través de tus acciones. Estas formas pasivas de agresión pueden ser confusas y dañinas.
    • Algunos ejemplos de comunicación pasivo-agresiva son usar sarcasmo, hablar a sus espaldas (hablar de forma negativa sobre él a los demás), difundir rumores o conseguir que otras personas se disgusten con tu amigo.
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Método 4
Método 4 de 4:

Reducir la frecuencia de futuras discusiones

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  1. No esperes que las cosas se arreglen de inmediato. Las discusiones pueden ser desordenadas y puede tomar tiempo solucionar las cosas.
    • Brinda espacio. Algunas veces los amigos necesitan un descanso entre sí para reevaluar la situación y lograr algo de claridad.
    • No controles a tu amigo. Tratar de controlarlo podría producir negatividad dentro de la relación. [15] Respeta sus deseos si no quiere hablar sobre la situación, pero hazle saber qué te molesta.
    • No lo obligues a hablar de las cosas ya que eso puede provocar otra discusión.
  2. Manejar la ira no tiene que ver con evitar estar enojado, se trata de saber qué hacer cuando estás así.
    • Evita tener conversaciones cuando estés muy enojado. Aléjate si hay un conflicto que pueda escalar en violencia o comunicación agresiva. [16]
    • ¡Mantén la calma y recuerda respirar!
  3. Los estudios demuestran que, cuando las personas se enfocan en sus conocimientos, creatividad y habilidades, son mejores para resolver conflictos con sus compañeros. [17]
    • ¡Identifica tus fortalezas y cultívalas! Si eres bueno en actuación, únete a una clase de actuación o a una audición para una obra de la escuela. ¡Si te involucras en más actividades y habilidades, será mejor!
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