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Cuando un cactus crece demasiado para la maceta en la que se encuentra, debes replantarlo para que la planta se mantenga saludable. Este procedimiento podría ser intimidante, pero siempre que te protejas de las espinas y protejas las raíces del cactus para que no se dañen, el proceso de trasplantación será exitoso.

Método 1
Método 1 de 3:

Parte uno: Retira el cactus de su maceta anterior

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  1. En la mayoría de especies de cactus, deberás trasplantar la planta cuando las raíces comiencen a verse a través de los agujeros de drenaje de la maceta o una vez que la copa del cactus alcance los bordes de la maceta.
    • Esto generalmente sucederá cada dos a cuatro años. [1]
    • Trasplanta tu cactus durante una temporada seca, generalmente cuando el invierno está terminando o la primavera comienza. Las raíces pueden romperse durante este proceso y la humedad puede hacer que esas raíces se pudran.
  2. Utiliza unos guantes gruesos de cuero. El material deberá ser grueso de modo que te ayude a protegerte contra las espinas de la planta.
    • Utilizar solo guantes podría no ser suficiente para proteger tu piel, pero incluso si tomas otra medida de protección deberás colocarte guantes gruesos debajo.
  3. Pasa un cuchillo sin filo alrededor del perímetro interno de la maceta con un movimiento de sierra para poder soltar la tierra. Continúa haciéndolo hasta que la tierra comience a salir como una masa sólida.
    • Si tienes una maceta de plástico también puedes intentar apretar los costados de la maceta para soltar la tierra. Pasa por el borde un cuchillo sin filo para ayudar a soltar la tierra.
    • La tierra alrededor de la masa de las raíces deberá estar completamente suelta antes de retirar el cactus, de otro modo podrías terminar dañando la planta.
  4. Junta unas cuantas hojas de periódico y dóblalas en tres para crear una tira gruesa y fuerte. Envuelve esta tira alrededor del cactus. Con cuidado agarra la tira presionándola contra el cactus y levanta el cactus con la tira y sácalo de la maceta.
    • De manera alternativa puedes obviar el papel de periódico y utilizar un par de pinzas para barbacoa para retirar el cactus de la maceta. La idea es simplemente mantener tu piel lejos de las espinas del cactus.
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Método 2
Método 2 de 3:

Parte dos: Prepara el cactus para colocarlo en la maceta nueva

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  1. Coloca el cactus en tu superficie de trabajo y utiliza tus dedos para retirar de las raíces los trozos de tierra grandes. Del mismo modo separa con cuidado las raíces.
    • No es necesario que las raíces estén completamente limpias, pero debes retirar la mayor parte de restos de tierra.
    • No te quites los guantes durante esta parte del proceso.
  2. Observa las raíces y mira si existen signos de descomposición, enfermedad o de alguna plaga. Aplica el tratamiento adecuado si se presenta alguno de estos problemas. [2]
    • Aplica fungicidas para tratar las raíces podridas o algún hongo.
    • Aplica un pesticida suave para eliminar las plagas.
    • Utiliza unas tijeras para podar pequeñas para eliminar cualquier raíz que luzca deshidratada o muerta.
  3. Este es un proceso controversial y es probable que tu cactus sobreviva al proceso de trasplantación aunque dejes las raíces. Podar las raíces puede ayudar a que la planta crezca de mejor forma, aunque deberás hacerlo de manera adecuada.
    • Las raíces pivotantes largas absorben muy pocos nutrientes, estas transportan y almacenan nutrientes pero realmente no absorben muchos, por lo que no ayudan a que el cactus crezca más rápido.
    • Cortar las raíces más largas puede promover la salud de las raíces capilares, que son las responsables de captar agua y nutrientes.
    • Utiliza un cuchillo filoso limpio para cortar la raíz pivotante principal a la mitad o una quinta parte de su tamaño. Corta además las raíces más largas también a la mitad o a una quinta parte de su tamaño.
  4. Mantén el cactus en un lugar seco y cálido durante aproximadamente cuatro días para que las raíces sequen ligeramente.
    • Las raíces pueden dañarse cuando retiras la planta de su maceta y cualquier parte rota puede infectarse con un hongo o podrirse. Las raíces quedarán igual de vulnerables si decides podarlas. Dejar que las raíces sequen elimina el riesgo de infección.
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Método 3
Método 3 de 3:

Parte tres: Coloca el cactus en la maceta nueva

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  1. Cuando elijas una maceta nueva para tu cactus, deberás elegir una que sea un tamaño más grande que la maceta anterior. Si la maceta es más grande de lo necesario pueden surgir problemas.
    • Si una maceta es demasiado grande, la tierra terminará almacenando más agua. Esta agua puede empozarse alrededor de las raíces y con el tiempo hacer que se pudran.
    • Debes evitar utilizar macetas grandes en las variedades de cactus que tienen problemas de descomposición de las raíces con frecuencia, como la Astrophytum, Ariocarpus, Lophophora, Aztekium y Obregonia. Esto no es importante en el caso de especies resistentes, como la Cereus, Trichocereus, Hylocereus, Stenocereus, Myrtillocactus, y Opuntia.
  2. Coloca un poco de tierra gruesa para macetas en la base de la maceta. Utiliza suficiente tierra para macetas para mantener el cactus plantado a la profundidad que estuvo plantado originalmente en la maceta anterior.
    • También podrías aplicar una capa de material de drenaje, como grava o pedazos de una maceta de arcilla en la base de la maceta antes de aplicar la capa de tierra.
  3. Si no tienes el papel que utilizaste para retirar el cactus, prepara otra tira juntando varias hojas y doblándolas en tres. Envuelve uniformemente el cuerpo del cactus con la tira.
    • Asegúrate de poder agarrar bien el cactus con el papel.
    • También deberás tener puestos los guantes de cuero durante esta parte del proceso.
    • Si no tienes un periódico viejo que utilizar, puedes hacerlo con unas pinzas para barbacoa limpias.
  4. Con cuidado levanta el cactus con el papel y colócalo en el centro de la maceta nueva. Deja que se quede sobre la tierra de la base de la maceta.
    • Nunca presiones el cactus contra la tierra. Hacerlo puede ocasionar daños severos en las raíces. Deberás cubrir cuidadosamente las raíces con tierra para poder asegurarlas sin dañarlas.
  5. Con cuidado llena el espacio alrededor del cactus con más mezcla gruesa para macetas. Vierte toda la mezcla necesaria para sostener el cactus en el centro de la maceta sin presionar la tierra.
    • Una vez que los costados estén llenos hasta la mitad, acomoda suavemente la tierra de los lados de la maceta para incentivar a que la tierra ingrese entre las raíces suavemente. Repite este paso nuevamente una vez que los costados estén totalmente llenos.
    • En este punto también deberás asegurarte de que la planta no esté a mucha profundidad ni que esté muy arriba. Acomoda con cuidado el cactus en la maceta de modo que la parte verde esté sobre la tierra mientras que la parte de las raíces marrones se queden debajo de la tierra.
  6. Aunque no es totalmente necesario, una capa de abono puede ayudar a mantener una acidez adecuada en la tierra, mientras que la capa de grava o gravilla puede mejorar el drenaje.
    • El abono debe ser levemente ácido, con un pH entre 4 a 5,5. Mezcla el abono en la tierra por los costados de la maceta.
    • Solo esparce una capa delgada de grava en la superficie de la tierra, dispersándola alrededor de la base del cactus.
  7. En el caso de especies resistentes, espera varios días o hasta una semana antes de regar el cactus, de modo que pueda seguir secándose y recuperándose. En el caso de especies con raíces propensas a descomponerse, espera dos a tres semanas antes de regarlas.
    • Después de que termine el periodo de recuperación, podrás cuidar al cactus como lo hacías antes.
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Cosas que necesitarás

  • Guantes de cuero gruesos
  • Cuchillo sin filo
  • Periódico
  • Pinzas de barbacoa (opcional)
  • Fungicida (de ser necesario)
  • Pesticida (de ser necesario)
  • Tijeras de jardinería pequeñas
  • Maceta o recipiente más grande
  • Mezcla para macetas gruesa
  • Grava o material de drenaje similar (opcional)
  • Abono (opcional)
  • Regadera

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