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La tos de las perreras es un término coloquial que consiste en una infección que los perros que permanecen en las perreras pueden contraer de otros perros que tienen tos y que comparten el mismo espacio. Para ser más exactos, la tos de las perreras (o traqueobronquitis infecciosa) es un término general que abarca una gran variedad de problemas de las vías respiratorias superiores muy contagiosos en los perros. Los tipos más comunes de agentes que causan la tos de las perreras son el virus de la parainfluenza, la bordetella bronchiseptica, los micoplasmas, el adenovirus canino (tipos 1 y 2), el reovirus canino (tipos 1,2 y 3) y el herpesvirus canino. [1]

Parte 1
Parte 1 de 2:

Reconoce la tos de las perreras

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  1. La tos de las perreras es extremadamente contagiosa. Si tu perro ha estado jugando con otros perros en el parque o ha permanecido en una perrera, hay una posibilidad de que haya estado expuesto. [2]
  2. Un perro infectado con la tos de las perreras puede desarrollar repentinamente tos, cuya gravedad puede variar desde un “huff” persistente y leve hasta una tos asfixiante, seca y fuerte. [3]
    • Esto último suele confundirse con que el perro tiene algo atorado en su garganta. Si es posible, abre su boca para revisar si tiene un palito o un hueso atorado.
    • Otra forma de determinar si un perro tiene algo atorado en su garganta es ofrecerle una golosina. Un perro que tiene algo atorado en su garganta no podrá comer la golosina, así que si se la traga sin dificultad, es poco probable que tenga un objeto externo en su garganta. [4]
  3. Así como las personas sufren dolor de garganta a causa de la gripe, los perros también lo experimentan con la tos de las perreras. Esto puede provocar carraspeo, atragantamiento o esfuerzos por vomitar. [5]
    • En algunos perros, esto es tan grave que expulsan saliva o espuma.
    • Un perro que vomita debido a las náuseas (en lugar de una tos excesiva) vomitará bilis amarilla o alimentos. Este es un posible signo de algún otro problema. [6]
  4. Algunos perros con la tos de las perreras muestran signos de estar enfermos, además de una molesta tos. Entre ellos tenemos la pereza, la falta de energía y la pérdida del apetito.
    • Siempre es buena idea hacer que el veterinario revise a tu perro si este está tosiendo, pero es vital si el perro pierde su energía de forma repentina o si no come por 24 horas. [7]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Trata la tos de las perreras

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  1. La tos de las perreras es muy contagiosa, ya que cada vez que tu perro tose, este libera partículas aerosoles que pueden propagar la enfermedad. Si crees que tu perro tiene la tos de las perreras, es importante aislarlo inmediatamente de los demás perros. [8]
    • Un perro con la tos de las perreras no debe sacarse a pasear.
    • Otros perros de la misma casa corren un riesgo potencial. Sin embargo, para el momento en el que los síntomas se desarrollen, ya habrán estado expuestos, así que mantenerlos separados del perro enfermo en esta etapa no brindará ningún beneficio. [9]
  2. Si tu perro tiene tos, lo mejor es hacer que un veterinario lo revise lo más pronto posible. El veterinario podrá verificar si la tos se debe a una infección o a alguna otra causa, como una enfermedad cardiaca. También podrá decirte si tu perro necesita tratamiento o no. [10]
    • El veterinario realizará un examen físico completo, que incluye tomarle la temperatura al perro, sentir el tamaño de los ganglios linfáticos de su garganta, revisar su hocico para verificar si hay un objeto externo y escuchar su corazón y sus pulmones con un estetoscopio.
    • Si no se detecta un soplo cardiaco y si el veterinario tiene muchas sospechas de que puede tratarse de una tos de las perreras, podría recomendar un “diagnóstico mediante tratamiento”, en lugar de un análisis de sangre y otros exámenes costosos. Si el perro no responde al tratamiento como se espera, se deberán realizar más exámenes. [11]
    • Cuando llames para reservar una cita, dile a la recepcionista que crees que tu perro tiene la tos de las perreras. Ella podría pedirte que esperes afuera hasta que el veterinario te llame. Esto se hace para reducir el riesgo que pueden sufrir los demás perros que están en la sala de espera, quienes podrían estar expuestos a la infección.
  3. Es probable que el veterinario recete (o no) antibióticos para tu perro. Si lo hace, adminístralos según lo indicado.
    • Los antibióticos no son adecuados para todos los casos. Esto se debe a que la infección puede ser viral, en cuyo caso, los antibióticos no serán de ayuda, ya que es el sistema inmunológico del perro el que necesita combatir y eliminar la infección. No hay forma de diferenciar las infecciones bacterianas de las virales realizando únicamente exámenes físicos. [12]
    • Por otro lado, si tu perro no puede combatir la infección por su cuenta, o si el veterinario descubre que el perro tiene fiebre o si escucha signos de congestión en el pecho del animal, esto puede significar que el perro tiene una infección bacteriana secundaria resultante de la infección primaria (que puede ser viral o bacteriana). Bajo estas condiciones, es posible que te recete un antibiótico. [13]
  4. Abre la ducha en agua caliente por unos minutos con la ventana y la puerta cerradas. Siéntate con el perro en el ambiente lleno de vapor por cinco a diez minutos, asegurándote de mantener a tu perro alejado del agua caliente. [14]
    • Esto ayudará a aflojar las secreciones en el pecho del perro, lo que puede aliviar la tos. El proceso puede repetirse con la frecuencia necesaria a lo largo del día. [15]
    • Nunca dejes a tu perro sin supervisión en el baño con el agua caliente abierta, ya que podría quemarse.
  5. Evita que el perro realice alguna actividad extenuante, siempre que sea posible.
    • No saques a pasear a tu perro. No solo representa un riesgo de infección para los otros perros, sino que el esfuerzo (especialmente respirar aire frío) probablemente irritará las vías respiratorias de tu perro y empeorará la tos. [16]
  6. La tos cumple la importante labor de expectorar la flema del pecho del perro y mantener los pulmones libres. No es recomendable detener la tos completamente, ya que esto hará que las secreciones permanezcan en los pulmones y dificulten más la respiración del perro. Sin embargo, si el perro tose tanto que no puede dormir de noche, puedes darle un medicamento para aliviar su tos. [17]
    • Una medicina apropiada para la tos consiste en una cucharada de Robitussin DM para niños. Dale a tu perro aproximadamente una cucharadita por cada 9 kg (20 lb) de su peso. [18]
    • Nunca le des otros remedios para la tos y el resfrío para humanos sin consultar primero a un veterinario. Administrar a tu perro la dosis incorrecta o hacer que ingiera algunos ingredientes activos de las medicinas puede causarle graves problemas de salud. [19]
    • Lo ideal es darle medicina para la tos solo una vez cada 24 horas.
  7. Si la garganta de tu perro está irritada, también puedes darle un remedio casero simple que ayudará a aliviar el carraspeo. Dale a tu perro una cucharada de miel y una cucharadita de zumo de limón mezcladas en agua tibia. [20]
    • Puedes darle esta mezcla cada hora, si es necesario. [21]
    • Nunca le des esto a un perro con diabetes, ya que la miel será perjudicial. [22]
  8. Para ayudar a tu perro a combatir la infección, pregúntale al veterinario si puedes darle píldoras de vitamina C molidas y mezcladas con agua, corteza de bayas silvestres, menta, miel pura o yerba santa. [23]
    • La efectividad de estos tratamientos no se ha demostrado científicamente, pero algunos casos observados sugieren que pueden ser de beneficio.
  9. Si tu perro se encuentra en un grupo de alto riesgo (p. ej., si pasa tiempo en perreras, asiste a espectáculos de perros o se junta con muchos perros en el parque), considera usar una vacuna para la tos de las perreras para prevenir infecciones futuras. [24]
    • Esta vacuna es efectiva contra las causas principales de la tos de las perreras y te brinda una protección de 12 meses. [25]
    • La tos de las perreras no suele ser una condición mortal, pero es una muy molesta. Vale la pena tener en cuenta el uso de la vacuna, en especial si tu perro es viejo o sufre de otros problemas de salud. [26]
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Consejos

  • La tos de las perreras brotará luego de 2 a 10 días de haber estado expuesto y, por lo general, dura alrededor de 10 días si no hay complicaciones, o de 14 a 20 días si existen múltiples agentes.
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Advertencias

  • Cuando un perro enfermo se recupera de la tos de las perreras, es poco probable que vuelva a enfermarse nuevamente con ese agente infeccioso. La exposición y la recuperación son los principios en los que se enfoca la vacuna, así que tu perro estará vacunado básicamente contra esa enfermedad en particular. Sin embargo, existen muchos agentes infecciosos que causan la tos de las perreras; por ello, no hay nada que pueda prevenir que tu perro desarrolle síntomas similares causados por una infección con un virus diferente que genera los mismos problemas.
  • Si tienes muchos perros, es probable que si uno de ellos tiene la tos de las perreras, los otros también la tengan. Observa si presentan los síntomas antes descritos.
  • Los medicamentos para humanos pueden tener efectos secundarios graves o incluso mortales en las mascotas. Antes de usar algún medicamento para humanos, consulta primero al veterinario.
  • Los perros rescatados de una perrera o un albergue tienen una alta probabilidad de desarrollar la tos de las perreras después de ser adoptados.
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Referencias

  1. A field investigation of Kennel Cough - efficacy and different treatments. Thrusfield & Aitken. JSAP 32, 455.
  2. A field investigation of Kennel Cough - efficacy and different treatments. Thrusfield & Aitken. JSAP 32, 455.
  3. Canine Infectious Tracheobronchitis. Ford & Vade. Infectious Diseases of the Cat and Dog. Editorial: WB Saunders. 2.ª edición.
  4. Canine Infectious Tracheobronchitis. Ford & Vade. Infectious Diseases of the Cat and Dog. Editorial: WB Saunders. 2.ª edición.
  5. Canine Infectious Tracheobronchitis. Ford & Vade. Infectious Diseases of the Cat and Dog. Editorial: WB Saunders. 2.ª edición.
  6. Canine Infectious Tracheobronchitis. Ford & Vade. Infectious Diseases of the Cat and Dog. Editorial: WB Saunders. 2.ª edición.
  7. Canine Infectious Tracheobronchitis. Ford & Vade. Infectious Diseases of the Cat and Dog. Editorial: WB Saunders. 2.ª edición.
  8. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  9. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  1. Canine Infectious Tracheobronchitis. Ford & Vade. Infectious Diseases of the Cat and Dog. Editorial: WB Saunders. 2.ª edición.
  2. Canine Infectious Tracheobronchitis. Ford & Vade. Infectious Diseases of the Cat and Dog. Editorial: WB Saunders. 2.ª edición.
  3. A field investigation of Kennel Cough - efficacy and different treatments. Thrusfield & Aitken. JSAP 32, 455.
  4. A field investigation of Kennel Cough - efficacy and different treatments. Thrusfield & Aitken. JSAP 32, 455.
  5. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  6. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  7. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  8. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  9. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  10. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  11. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  12. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  13. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  14. Blackwell's Five-minute Veterinary Consult Clinical Companion. Tilley & Smith. Editorial: Wiley-Blackwell.
  15. A field investigation of Kennel Cough - efficacy and different treatments. Thrusfield & Aitken. JSAP 32, 455.
  16. A field investigation of Kennel Cough - efficacy and different treatments. Thrusfield & Aitken. JSAP 32, 455.
  17. A field investigation of Kennel Cough - efficacy and different treatments. Thrusfield & Aitken. JSAP 32, 455.

Acerca de este wikiHow

Resumen del artículo X

Para tratar la tos de las perreras, primero aísla a tu perro de los demás perros de inmediato, ya que esta tos es contagiosa. Luego, llévalo al veterinario para confirmar la enfermedad y para que reciba un plan de tratamiento, el cual normalmente incluye una batería de antibióticos orales. Para aliviar sus molestias y soltar las mucosidades del pecho, ponlo en un baño con vapor de 5 a 10 minutos varias veces durante el día. Asegúrate de que descanse al máximo y evita sacarlo a sus paseos diarios hasta que se sane. Si quieres consejos para prevenir la tos de las perreras, ¡sigue leyendo!

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