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Cuando un caballo se muestra fastidiado por algo, a menudo suele tratarse de un problema ocular. Si tu caballo empieza a comportarse de manera extraña o si temes que algo malo esté afectando sus ojos, busca atención médica. Dado que algunos problemas oculares pueden dañar y comprometer la vista, es mejor prevenir que lamentar. Infórmate acerca de los diversos tratamientos que existen y sobre los cuidados que requieren los ojos de un caballo.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Empezar un tratamiento médico

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  1. El veterinario le examinará los ojos y las cuencas para identificar la presencia de cualquier cuerpo extraño (como espigas). Asimismo, le aplicará un colorante especial llamado fluoresceína que se usa para detectar cualquier daño en la superficie del ojo. Para examinar el ojo mucho más detalladamente, el veterinario utilizará un oftalmoscopio, el cual cuenta con una serie de lentes que permiten observar de manera ampliada la superficie y la cámara posterior del ojo. [1]
    • Probablemente sea necesario dilatar los ojos del caballo para realizar una evaluación más exhaustiva.
  2. Una vez que el veterinario haya emitido un diagnóstico, probablemente le recetará a tu caballo una medicina (como un antibiótico) en forma de gotas o ungüento. El uso de gotas durante varios días puede ser beneficioso porque ayuda a aliviar el dolor; sin embargo, debes ubicar a tu caballo bajo sombra o colocarle una máscara contra moscas, ya que las gotas le pueden dilatar las pupilas. [2] Aprende a aplicarle las medicinas en los ojos correctamente, de la siguiente manera:
    • Aplícale un ungüento de 2 a 6 veces al día, según lo recomendado por el veterinario. Espárcelo sobre la parte superior del párpado para garantizar que limpie todo el ojo.
    • La administración de gotas oftálmicas (como la atropina) se realiza levantando la piel que se encuentra encima del ojo para ampliar la abertura. Para preparar el medicamento solo debes apretar y llevar una cantidad pequeña hacia el extremo del tubo. Acércate al ojo de tu caballo por detrás, para que no se percate de que te aproximas hacia él con la medicina. Utiliza una de tus manos para abrirle el párpado con la ayuda del pulgar y uno de tus dedos, luego aplícale las gotas dentro del párpado inferior o sobre la superficie de la córnea. Deja que el caballo parpadee, lo que de forma natural ayudará a que las gotas se distribuyan por toda la superficie ocular.
  3. Si el veterinario determina que tu caballo tiene una úlcera corneal, quizá sea necesario insensibilizar la superficie ocular con unas gotas de anestesia tópica. Con sumo cuidado, el veterinario realizará un raspado sobre la superficie con un hisopo de algodón esterilizado para quitar cualquier tejido muerto que pueda haberse adherido al ojo. Esto acelerará el proceso de curación. Luego, enjuagará el ojo con solución salina esterilizada y tal vez prescriba un antibiótico para aplicar en forma de gotas. Estas gotas deben aplicarse de 2 a 6 veces al día (dependiendo del medicamento) durante 7 a 10 días. [3]
    • Las úlceras cornéales a menudo se producen a causa de la presencia de espigas o arenilla que raspan la superficie ocular y forman una hendidura, la cual puede detectarse durante la evaluación que realiza el veterinario. Si no se trata, la úlcera puede perforar la estructura ocular. [4]
  4. Probablemente el veterinario determine que tu caballo sufre de URE o “ceguera de la luna”, la cual suele ocasionar espasmos y contracciones en la pupila. Esta enfermedad no tiene cura; por lo tanto, el tratamiento está enfocado en el control de los síntomas. Es posible que el veterinario prescriba un antibiótico en forma de gotas, el cual debe aplicarse una o dos veces al día para dilatar la pupila y aliviar el dolor causado por los espasmos. Quizá debas ubicar a tu caballo bajo sombra; asimismo, dado que la dilatación de las pupilas puede obstaculizar la visión, debes evitar montarlo. Asimismo, el tratamiento puede incluir esteroides tópicos para reducir la inflamación y analgésicos.
    • La uveítis recurrente equina es la inflamación de la úvea, la cual se encuentra en la parte interna del ojo y está formada por el iris, el cuerpo ciliar (músculo responsable de la acomodación del enfoque) y el revestimiento del ojo. Se trata de una enfermedad dolorosa que afecta el funcionamiento normal del ojo; en efecto, el caballo presenta dificultades para ver y para enfocar. [5]
  5. Para controlar esta infección bacteriana, el veterinario requerirá mantener el ojo limpio. Con la ayuda de almohadillas de algodón empapadas en solución salina procederá a limpiarlo. Asimismo, indicará la aplicación de un antibiótico en forma de ungüento una o dos veces al día por 7 a 10 días. [6]
    • La conjuntivitis es una infección de origen bacteriano que se produce en las superficies del ojo. El caballo suele presentar síntomas tales como dolor, ardor y picazón en el ojo, lo que produce mucha secreción. Esta secreción puede impedir que el caballo cierre los ojos, lo que puede convertirlos en blanco para que las moscas depositen sus huevos. Por este motivo, la higiene del ojo resulta esencial para prevenir una infestación de moscas. [7]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Cuidar los ojos de tu caballo

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  1. Observa a tu caballo de frente y fíjate si ambos ojos se ven iguales. Los dos párpados deben abrirse en la misma medida, la esclerótica debe ser blanca, las pupilas (círculo oscuro en el centro del ojo) tienen que ser del mismo tamaño y la estructura ocular debe lucir limpia, despejada y brillante. A continuación, encontrarás algunas características que indican la existencia de algún tipo de problema en los ojos:
    • Hinchazón de un solo ojo o párpado.
    • Enrojecimiento de los ojos o vasos sanguíneos irritados en la zona blanca del ojo.
    • Una pupila más grande que la otra.
    • Laminillas o líneas en la superficie del ojo que podrían indicar que existe un rasguño o úlcera.
    • Secreción ocular amarillenta o verdosa. En ocasiones, cuando el ambiente está muy polvoriento, el ojo suele segregar polvo. En esos casos, notarás una secreción transparente y pegajosa ubicada en la comisura interna del ojo. Esto es normal.
    • El caballo entrecierra los ojos o evita la luz del sol.
    • Un ojo rojo, nublado o hundido.
    • El caballo mantiene el ojo cerrado.
    • Lagrimeo abundante, tanto que el ojo se ve permanentemente acuoso.
    • La esclerótica luce abultada e hinchada.
    • La superficie ocular no se ve transparente ni brillante; por el contrario, luce opaca y con una cubierta blanquecina.
  2. Comunícate con el veterinario si notas algo extraño en los ojos de tu caballo. Los problemas oculares en los caballos pueden ser de diverso origen, como por ejemplo, alergias, traumatismos e impurezas, además de otras enfermedades. Para cuidar la vista del animal se requiere un diagnóstico profesional e iniciar el tratamiento adecuado. Actuar con irresponsabilidad o ignorar el problema podría poner en riesgo la vista del caballo. [8]
    • Ten en cuenta que algunas enfermedades precisan un tratamiento de por vida, como la uveítis recurrente equina. Mientras más pronto empieces a atender los problemas oculares de tu caballo, más oportunidades tendrá de recuperarse o de llevar una vida más tranquila. [9]
  3. Antes de que el veterinario llegue a revisar a tu caballo, limpia cualquier secreción de sus ojos con un paño limpio y húmedo. Asimismo, evita que los rayos del sol caigan directamente sobre él. Colócale una visera o una máscara contra moscas para protegerlo de la luz directa del sol. Puedes alternar y ubicarlo bajo sombra de rato en rato. Si sigues estos consejos ayudarás a tu caballo a sentirse más cómodo y a reducir el daño en el ojo enfermo.
    • Es fundamental que los ojos estén siempre protegidos, ya que algunas enfermedades como la uveína recurrente equina se agravan con la luz solar y la radiación ultravioleta.
  4. Si el ojo luce peor o no mejora con el transcurso de los días, será mejor que le pidas al veterinario que vuelva a revisar a tu caballo. Si desde un comienzo no se aplica un tratamiento agresivo, las úlceras pueden aumentar de tamaño e incluso podrían comprometer la parte interna del ojo.
    • Evita el uso de ungüentos o medicamentos sin previa autorización del veterinario. Cuando se trata del tratamiento de los ojos de tu caballo, el veterinario es la persona más competente para atenderlo con prontitud.
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Consejos

  • Posiblemente necesites sujetar a tu caballo mientras se le aplica el ungüento y el colirio.
  • Mientras le aplicas la medicación, evita levantar tu mano súbitamente cerca de su cabeza y sus ojos, ya que es probable que se sienta asustado e intimidado. Realiza movimientos suaves en todo momento.
  • Si tienes un caballo de edad avanzada, ten en cuenta que a veces se presentan problemas oculares que pueden ocasionar que se espante o que se choque con las cosas. No obstante, los caballos mayores suelen sufrir enfermedades asociadas al envejecimiento con menor frecuencia que otras especies.
  • Puedes aplicarle una solución oftálmica de limpieza o agua para limpiarle los ojos y hacer que se sienta más cómodo. Asegúrate de que no sea medicada. [10]
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Advertencias

  • De ninguna manera apliques ningún ungüento o colirio a base de cortisona si no estás seguro si existe o no una úlcera. De lo contrario, la úlcera podría agravarse rápidamente.
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