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Las gotas para los oídos se suelen usar para tratar las infecciones de oído y los tapones de cerumen. Las gotas para los oídos son fáciles y seguras de aplicar, pero debes mantener el medicamento en el oído por algunos minutos. Si administras gotas para los oídos a un niño, asegúrate de tranquilizarlo para que se quede quieto y mantenga el medicamento en su oído. Siempre lee las instrucciones de la etiqueta para saber las instrucciones de dosificación adecuadas.

Método 1
Método 1 de 3:

Aplicarte a ti mismo las gotas para los oídos

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  1. Las gotas para los oídos deben estar a temperatura ambiente. Si el frasco está frío, puedes calentarlo colocándolo en un bolsillo por 15 o 20 minutos o envolviéndolo con una mano por 2 o 3 minutos. [1]
    • Si las gotas para los oídos están etiquetadas como “suspensión”, también debes agitar el frasco por 10 segundos.
  2. Es mejor que te eches, aunque esto puede hacer que sea más difícil que te apliques a ti mismo las gotas. Si no puedes echarte, inclina la cabeza hacia un lado tanto como sea posible. En ambos casos, el oído afectado debe estar hacia arriba. [2]
    • Debes hacer esta operación enfrente de un espejo para que puedas ver lo que haces.
  3. Agarra ligeramente la solapa exterior del oído para tirar de ella hacia atrás y hacia arriba. Esta operación abrirá el canal auditivo para que el medicamento pueda llegar al área afectada. [3]
    • Recuerda que este paso solo es para adultos y para niños de más de 3 años.
    • Examina visualmente el exterior del oído para ver si tiene alguna secreción espesa de color amarillo o verde, pus de color blanco opaco o sangre. Si hay algún drenaje, consulta con un doctor para determinar si debes proceder con la administración de las gotas.
  4. Mientras tiras del canal auditivo para que esté abierto, usa la otra mano para aplicar las gotas. Sostén la punta del aplicador o el gotero en la parte exterior del canal auditivo. Aprieta lentamente para soltar una gota. No aprietes muy fuerte o puedes aplicar demasiado medicamento. [4]
    • La etiqueta de las gotas para los oídos deben decirte cuántas gotas necesitas.
    • Si usas un gotero, llénalo con el medicamento apretando la pera mientras el gotero esté en el frasco. Cuando sueltes la pera, el gotero se llenará con el medicamento. Aprieta la pera nuevamente para aplicar las gotas.
    • Si usas un frasco aplicador, solo quita la tapa y aprieta el cuerpo del frasco para aplicar el medicamento.
  5. Mantén la cabeza inclinada. Hay un triángulo pequeño de cartílago llamado trago que está encima de la entrada del oído. Presiónalo hacia abajo sobre el canal auditivo y masajea haciendo 10 o 20 círculos en él. Esta acción ayudará al medicamento a descender por el oído. [5]
  6. Si es necesario, pon una alarma. Tu cabeza debe permanecer inclinada para que no se filtre ni una gota del medicamento fuera del oído. Cuando el tiempo se cumpla, puedes limpiar el medicamento adicional de tu oído y seguir con tu día. [6]
    • Si no puedes mantener la cabeza inclinada, puedes taparte el oído con una bola de algodón. Mantén la bola de algodón ahí por 2 o 3 minutos.
  7. La etiqueta debe decir la frecuencia con que debes aplicar las gotas y por cuánto tiempo deben permanecer en el oído. Si no es así, consulta con un doctor. No uses las gotas con más frecuencia de la que se indique. [7]
    • Si usas las gotas para una infección, asegúrate de usar el ciclo completo del medicamento, aunque empieces a sentirte mejor.
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Método 2
Método 2 de 3:

Tratar a un niño con gotas para los oídos

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  1. Si el frasco está muy frío, colócalo en un bolsillo por 15 o 20 minutos para calentarlo. También puedes envolver el frasco en una mano por algunos minutos. [8]
  2. Puede echarse en una cama o en un sofá. Puedes poner su cabeza en tu regazo. Asegúrate de que su cabeza esté en una posición plana para que las gotas no se salgan del oído. [9]
  3. Si el niño tiene menos de 3 años, tira suavemente del lóbulo del oído hacia abajo y hacia atrás. Si tiene más de 3 años, tira de la parte superior del oído hacia arriba y hacia atrás. [10]
    • Examina el oído para ver si tiene alguna secreción inusual antes de administrar las gotas. Si ves un poco, espera para administrar las gotas y consulta con un doctor. Este puede determinar si debes ponerle las gotas o no.
  4. El frasco debe decir exactamente cuántas gotas necesita un niño. Aprieta suavemente el frasco para soltar gotas. Si aprietas el frasco con mucha fuerza, puedes dispensar demasiadas gotas. [11]
    • Si el niño es muy pequeño, puede retorcerse o llorar. Trata de calmarlo cantando o hablando con él a medida que le pones las gotas.
  5. Presiona hacia abajo y mueve el dedo en círculos. Puedes hacer 10 o 20 rotaciones para asegurarte de que el medicamento descienda por el canal. [12]
    • El niño puede escuchar ruidos de chapoteo o crujidos. Dile a tu hijo que estos son normales.
  6. Esta acción asegura que el medicamento se absorba completamente. Después de 2 minutos, puede levantarse y jugar. [13]
  7. La etiqueta dirá con cuánta frecuencia debes aplicar las gotas para los oídos. No uses el medicamento más de lo que se indica. Si el oído está infectado, completa el curso completo de antibióticos. No lo dejes antes, aunque el niño diga que se siente mejor. [14]
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Método 3
Método 3 de 3:

Aumentar la efectividad de las gotas para los oídos

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  1. Después de algunos tratamientos, llena una jeringa de pera grande con agua tibia. Inclina el oído afectado sobre el lavatorio y presiona la pera para enjuagar el oído. Tal vez veas salir pedazos pequeños de cerumen. [15]
    • No hagas esta operación si usas gotas para el oído para una infección.
    • Puedes comprar una jeringa de pera en una farmacia.
    • El agua debe salir de tu oído a medida que lo enjuagas. Si no es así, deja de enjuagarlo y llama a un médico. El doctor puede enjuagar tus oídos por ti.
  2. No vayas a nadar mientras tratas una infección en el oído. Mientras te duchas, puedes impedir que el agua entre en tu oído tapándolo con una bola de algodón. Cubre la parte exterior de la bola con vaselina. [16]
  3. Escoge una ubicación seca y oscura, como un gabinete, para guardar las gotas para los oídos. No congeles ni refrigeres el frasco a menos que el doctor lo indique. [17]
  4. Las gotas deben tener una fecha de expiración en la parte inferior del frasco o en la etiqueta. Las gotas expiradas pueden desarrollar bacterias que podrían causar una infección nueva. [18]
    • En algunos casos, se te aconsejará que tires las gotas para los oídos 4 semanas después de que las abras. Escribe la fecha en que la abriste en el frasco con un marcador para que puedas recordarla.
    • Si has usado las gotas para tratar una infección en el oído, es probable que debas tirar el frasco después de haber completado el tratamiento para prevenir la reinfección.
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Consejos

  • Si tienes problemas para aplicar las gotas por tu cuenta, pide a alguien más que lo haga por ti mientras te echas de costado.
  • Siempre lávate las manos antes de usar el medicamento para el oído en ti o en otras personas.
  • Nunca uses las gotas ni irrigues tus oídos sin la aprobación de un doctor si tienes un tímpano perforado. [19] Para la irrigación, usa solo agua a temperatura corporal, pues el agua más caliente o más fría puede causar vértigo temporal. [20]
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Advertencias

  • Si accidentalmente usas demasiado medicamento para el oído, llama a un médico para una mayor asistencia.
  • Si experimentas enrojecimiento, picazón, dolor o hinchazón en los lóbulos, visita a un doctor lo más pronto posible.
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