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Si el periodo menstrual es algo nuevo para ti y no sabes con certeza qué hacer, o te preocupa mancharte las manos de sangre, no te preocupes. Este es un proceso sencillo. Todo lo nuevo puede parecer aterrador, pero cambiarte una toalla sanitaria es una tarea simple y rápida que no requiere estrés ni preocupación. Aprenderás a hacerlo con la rapidez necesaria.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Quitar una toalla usada

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  1. En el baño tendrás mucha privacidad, además de un lavabo para lavarte las manos y papel higiénico por si lo necesitas. Puedes cambiarte en otro lugar privado (como tu dormitorio), pero el baño es el lugar más conveniente.
    • Lávate las manos antes de cambiarte la toalla. Debes tener las manos limpias al manipular la toalla nueva.
    • Debes cambiarte la toalla cada 3 o 4 horas, a menos que tengas un flujo muy abundante. En ese caso, debes cambiarte la toalla con mayor frecuencia. [1]
    • Es posible que la toalla empiece a tener mal olor si no la cambias en el momento oportuno. Una toalla muy saturada que se usa por mucho tiempo también puede causar excoriaciones o salpullidos, y la acumulación de bacterias podría causar una infección. [2]
  2. El flujo menstrual puede seguir saliendo del cuerpo mientras te cambias la toalla y, al dejar que caiga en el inodoro, evitarás mancharte y mantendrás tu ropa limpia.
    • Asegúrate de que tu ropa interior y tus pantalones no entren en contacto con el exterior del inodoro cuando los bajes a las piernas.
  3. Si tiene alas, debes despegarlas primero. Es más fácil si tomas el borde frontal o posterior de la toalla y simplemente tiras de ella; deberá separarse fácilmente de la ropa interior.
  4. El adhesivo hará que la toalla se adhiera a sí misma, así que permanecerá enrollada. Enróllala como si fuera un saco de dormir, ¡pero no tan fuerte! No querrás exprimir la sangre.
  5. Esto reduce los desperdicios y es una forma excelente de envolver la toalla usada. También puedes enrollarla con papel higiénico. Esto evitará que se desenrolle y también es una muestra de buena educación para la persona que saca la basura o la que entre al baño después de ti.
  6. Las toallas no se deshacen como el papel higiénico y son demasiado gruesas y absorbentes como para tirarlas por el inodoro. Si tiras una toalla por el inodoro, lo más probable es que atores la tubería y crees un caos grande, costoso y vergonzoso. [3]
    • Si no hay un recipiente de basura en el baño (por lo general, hay un recipiente pequeño para la basura en el piso o instalado a un lado de la pared), simplemente llévate la toalla contigo y tírala a la basura lo antes posible. Probablemente haya un recipiente de basura en el baño junto al lavabo.
    • Si tienes mascotas en casa, asegúrate de tirar siempre las toallas sanitarias en un recipiente de basura que tenga una tapa. Los animales pueden sentirse atraídos por el olor y pueden sacar las toallas de un recipiente abierto. Pueden hacerlas pedazos y causar un desastre o pueden comerse algunas partes, lo cual pondría en peligro su vida.
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Ponerte una toalla nueva

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  1. Existen muchos tipos diferentes de toallas que puedes usar. La cantidad de sangre en la toalla usada podría indicarte cómo es tu flujo: ¿es abundante, normal o ligero? También ten en cuenta lo que harás después. ¿Estás a punto de acostarte? ¿Vas a sentarte en la clase o a jugar baloncesto? Existen algunas toallas que se adaptan a todas estas cosas.
    • Usa una toalla nocturna si vas a dormir. Tienen la capacidad máxima de absorción y por lo general, son muy largas para evitar los escapes si duermes de espaldas.
    • Las toallas con alas te darán más seguridad; las alas mantendrán la toalla en su lugar y son excelentes, sobre todo, si piensas mantenerte activa.
    • Si tu período está por terminar y tienes un flujo muy ligero, puedes usar protectores, que son muy delgados y protegen la ropa interior de las manchas.
  2. Esto dejará expuesto el lado adhesivo de la toalla que se pegará a la ropa interior. Si la toalla tiene alas, espera para quitar el papel hasta que hayas colocado la toalla en la ropa interior.
  3. Presiona la toalla en el centro de tu ropa interior, asegurándote de que quede centrada y el pegamento se adhiera firmemente a la tela. En general, la toalla no debe quedar muy adelante ni muy atrás en la ropa interior. El centro de la toalla debe quedar alineado con la abertura vaginal. [4] La forma de la toalla deberá darte una idea de cómo debe quedar en la ropa interior.
    • Si la toalla tiene alas, quítale el papel para dejar expuesto el pegamento y voltéalas sobre la tela de la ropa interior.
    • Si vas a sentarte o a acostarte de espaldas, puedes deslizar la toalla un poco hacia atrás, hacia los glúteos.
    • Es posible que haya algunas fugas al principio, pero a medida que te acostumbras más a usar las toallas y a tu período, tendrás una mejor idea de la colocación.
  4. Asegúrate de sentirte cómoda y de que la toalla no esté muy adelante ni muy atrás. Si sientes que te queda incómoda, puedes volver a colocar la toalla o a intentarlo con una nueva.
    • Antes de subirte los pantalones, puedes limpiarte con papel higiénico o con una toallita húmeda para sentirte fresca y limpia.
  5. Quizás hayas tenido contacto con las bacterias al cambiarte la toalla o al limpiarte, así que asegúrate de lavarte las manos después con agua caliente y jabón.
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