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Envejecer el papel con té es una manualidad divertida y perfecta si vas a trabajar en un proyecto. Quizás quieras colocar el papel en un libro de recortes, envejecer todo un libro o crear un objeto de utilería para una obra; en cualquier caso, podrás lograr con facilidad que el papel luzca como si tuviera muchos años. Para darle una apariencia más sutil, podrás aplicarle el té de las bolsitas, o puedes remojarlo para así obtener un efecto más oscuro. Luego de aplicar el té, podrás secar el papel al aire o colocarlo en el horno a fin de darle una apariencia incluso más vintage.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Preparar el té

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  1. La cantidad de té dependerá de si quieres teñir el papel de forma considerable o poco. Para la mayoría de los proyectos, bastará con una bolsita por cada hoja de papel; pero si solo vas a crear algunas manchas de té, podrías usar una bolsita para varias hojas. No obstante, si planeas empapar todo el papel y quieres un acabado muy oscuro, podrías necesitar 2 bolsitas para cada hoja.
    • Si usas una taza no diseñada para bebidas calientes, podrías sufrir una quemadura dolorosa. Usa una taza de café o té, y evita las que estén hechas de plástico o metal, ya que no están hechas para contener agua hirviendo.

    Consejo: podrás usar cualquier tipo de té, pero el negro es una opción común para este proyecto. Sin embargo, podrías tener que evitar el té verde o el preparado con hierbas rojas, ya que esto producirá un efecto de color diferente y el papel podría no lucir envejecido.

  2. Solo necesitarás agua suficiente para llenar una taza, o aproximadamente 250 ml. Sin embargo, dado que el agua se evapora al hervir, será mejor que empieces con más de lo necesario. Si vas a preparar varias tazas de té al mismo tiempo, verifica que tengas suficiente agua para cada una. [1]
  3. Para extraer el té de la bolsita, el agua tendrá que estar lo más caliente posible. Si vas a usar una olla, verás burbujas en la superficie del agua cuando esté hirviendo. Si vas a usar una tetera, escucharás un silbido agudo cuando el agua esté lista. [2]
    • Ten mucho cuidado cuando uses agua hirviendo. Si la olla que estás usando tiene un asa metálica, deberás usar manoplas para moverla y evitar quemarte, y tener mucho cuidado para no derramar el agua en tu piel.
    • Si eres un niño, pídele a un adulto que te ayude a hervir el agua para este paso.
    • También puedes hervirla en el microondas si así lo prefieres, pero deberás usar un plato seguro para este uso y colocar un objeto no metálico (como un palito de paleta) en él, de modo que el agua no se caliente demasiado y explote.
  4. Vierte con cuidado el agua caliente en la taza para empezar a preparar el té. No llenes demasiado la taza, ya que podrías derramar sobre ti el agua hirviendo por accidente. Espera alrededor de 5 minutos para que el té esté listo, o hasta que el agua tenga el color deseado. [3]
    • Deja un espacio aproximado de 2,5 a 5 cm (1 o 2 pulgadas) en la parte superior de la taza.
    • Si quieres conseguir un color muy oscuro, deberás colocar 2 bolsitas de té en la taza al mismo tiempo. Si quieres un color más claro, bastará con una bolsita.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Aplicarle el té al papel

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  1. Luego de teñir el papel, este no aceptará la tinta de manera uniforme, por lo que todo lo que intentes escribir o imprimir en él lucirá desordenado. Lo mejor será escribir, imprimir o dibujar lo que quieras en el papel antes de hacerle algo. Deja que la tinta se seque por completo, para evitar que se corra.
    • Todo papel servirá para este fin, desde el papel de copia blanco simple hasta los más resistentes que se usan para pintar. Los papeles más gruesos podrían producir un resultado más claro que requiere más tiempo para secar.
    • Algunas tintas son más propensas a correrse cuando están húmedas, en especial si escribes con un marcador lavable o imprimes tu diseño con una impresora de inyección. Si es posible, usa una impresora láser o algún tipo de tinta impermeable. Si no puedes hacerlo, tan solo evita frotar el papel cuando le agregues el té. Con suerte, esto minimizará las manchas.
    • Si prefieres, también podrás arrugar un poco el papel y luego alisarlo. Esto hará que el papel luzca como si hubiera sido usado por algunos años.
    • Podrás hacer que luzca incluso más desgastado (como para un mapa del tesoro antiguo) si rasgas los bordes del papel.
  2. Una bandeja para hornear con los bordes elevados evitará que el té se derrame por los lados cuando lo uses. Esta deberá ser un poco más grande que el papel que uses. Por ejemplo, si vas a usar una hoja de papel de 20 × 30 cm (8,5 × 10 pulgadas), una bandeja de 25 × 35 cm (10 × 15 pulgadas) será perfecta. [4]
    • El té puede manchar la encimera o la mesa, por lo que será importante que protejas la superficie de trabajo.
    • Si no tienes una bandeja para hornear que puedas usar, podrás colocar bolsas de basura en la superficie.
  3. Sujeta la bolsa de té desde la parte superior y pásala por el papel de forma suave. Sigue haciéndolo hasta cubrir toda el área del papel deseada. Si la bolsita empieza a secarse, remójala en la taza de té para volver a humedecerla. [5]
    • Dependerá de ti si cubres toda la página o solo algunas áreas. De cualquier modo, no te preocupes por aplicarlo de manera perfecta. El papel lucirá más auténtico si el tono amarillo es un poco irregular.
    • Experimenta con otras maneras de cubrir el papel con té. Si prefieres, puedes usar una brocha, una pajilla o incluso los dedos a fin de crear diferentes efectos.
  4. Incluso si solo planeas mostrar un lado del papel, el efecto de envejecimiento lucirá más auténtico si aplicas el té en ambos lados. Esto también hará que la página luzca más oscura al terminar. [6]
  5. Este paso no será estrictamente necesario, pero si agregas una capa ligera de cúrcuma, esto ayudará a darle un tono amarillo al efecto del té. Aplica la cúrcuma en el té con los dedos. [7]
  6. Si quieres que el papel envejecido luzca como si hubiera estado expuesto al clima, podrás agregar algunos granos de café sobre el té húmedo para así darle un tono más marrón a la página. Frota los granos de café en el té a fin de hacer que se adhieran al papel. [8]
    • Las hojas de té sueltas también podrían funcionar para este fin, pero el efecto no será tan intenso. Incluso puedes abrir una de las bolsitas de té si así lo deseas.
    • Eliminarás el exceso de granos cuando el papel se seque.
  7. Verifica que no haya agua acumulada en la página o en la bandeja para hornear. Esto garantizará que la página se seque de manera uniforme, lo que evitará que el papel se arrugue demasiado en el horno. [9]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Secar el papel

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  1. Hornear el papel es la manera más rápida de secarlo, pero puedes dejar que se seque con el aire si así lo prefieres. Tan solo coloca la bandeja para hornear en un área con una circulación de aire abundante. [10]
    • No seques el papel bajo la luz directa del sol, ya que podría volverse muy quebradizo.
    • Deja que se seque con el aire durante 24 horas.
  2. Hornear el papel hará que se seque con rapidez, lo que te permitirá terminar el proyecto el mismo día que lo inicies. No obstante, si lo horneas demasiado rápido, este se volverá quebradizo e incluso podría quemarse, por lo que será importante que uses la menor configuración de calor posible. [11]

    Consejo: en la mayoría de los hornos, esto será alrededor de 93 °C (200 °F). Si tienes una opción de “temperatura tibia”, deberás usarla.

  3. En la configuración más baja, este tiempo bastará para evaporar la capa de té en el papel. Sin embargo, deberás supervisar el papel con atención mientras esté en el horno, ya que es un material muy inflamable. [12]
    • Si has usado demasiado líquido o si el papel es muy grueso, podrías tener que dejarlo dentro por un poco más de tiempo.
    • Podrás determinar si está seco cuando los bordes empiecen a arrugarse.
    • Usa manoplas para protegerte las manos cuando retires la bandeja del horno.
  4. No tendrás que hacerlo si solo has usado té para darle color al papel. No obstante, si has agregado cúrcuma o granos de café para afectar el tono final, deberás retirar todo lo que el papel no haya absorbido. Una brocha suave eliminará los residuos sin desgastar el papel.

    Consejo: si no tienes una brocha, podrías usar un paño suave y seco, como uno de microfibra.

  5. Según el proyecto, el papel podría no adoptar la apariencia auténtica que deseas tan solo con un tono amarillo. Si necesitas que luzca como si estuviera dañado, podrás arrugarlo, tratarlo con una llama o teñirlo o rasgarlo más. [13]
    • Por ejemplo, si vas a hacer un mapa del tesoro antiguo, podrías tener que arrugarlo y quemar los bordes con cuidado, de modo que luzca viejo y desgastado.
    • Si quieres crear agujeros en el papel, arrúgalo y rocíale un poco de agua, luego crea rasgaduras pequeñas con las uñas. Deja que el papel se seque con el aire.
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Consejos

  • Las bolsitas de té funcionarán mejor para este proyecto. No obstante, si lo único que tienes es hojas sueltas, podrás prepararlas de la misma manera que una bolsita de té y luego usar una esponja o una brocha para aplicarlo al papel. No beberás el té, por lo que no tendrás que colar las hojas.
  • Si el papel seco se arruga demasiado, déjalo entre dos libros grandes y pesados durante toda la noche.
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Advertencias

  • No dejes el papel sin supervisión en el horno, ya que podría prenderse.
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Cosas que necesitarás

Preparar el té

  • 1 o 2 bolsitas de té de cualquier tipo por hoja
  • tetera u olla para té
  • taza

Aplicarle el té al papel

  • papel
  • cúrcuma (opcional)
  • granos de café (opcional)
  • bandeja para hornear
  • brocha o esponja (opcional)

Secar el papel

  • horno
  • manoplas

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