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Existen muchas situaciones en las que es necesario ahorrar para mudarse; no obstante, una de las más habituales, anticipadas y estresantes es mudarte de la casa de tus padres para vivir solo por primera vez. Nadie desea quedar en bancarrota luego de seis meses y tener que regresar a la casa de sus padres; por ello, es vital que te prepares adecuadamente para mudarte de manera correcta la primera vez. Aumentarás las probabilidades de tener éxito si determinas de manera realista la cantidad de dinero que debes ahorrar y si modificas tu estilo de vida para poder ahorrar.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Determinar cuán preparado estás

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  1. Quizás ganes $750 al mes y podrías haber escuchado que el alquiler mensual de un departamento pequeño de un ambiente en tu área cuesta $500. Quizás ya hayas empezado a planificar fiestas para tu nueva casa de soltero, pero aún no empaques.
    • El alquiler es solo una parte de los gastos que deberás cubrir al vivir solo. Ten en cuenta los servicios básicos, la comida, los suministros, el lavado de la ropa, el seguro de propiedad, etc. Es probable que tus padres se hayan encargado de todos estos gastos en tu casa.
    • Añadirle un 30 % al monto del alquiler es una manera de determinar el costo aproximado de tu vivienda (servicios básicos y el seguro del arrendatario). [1] Por ello, ese departamento de un solo ambiente de $500 en realidad te costará $650 al mes como mínimo, sin considerar la comida, el papel higiénico, el transporte, etc.
    • Conversa con un hermano mayor o amigo que viva solo para que te indique cuál es el costo real. Obtén información exacta, así podrás determinar de manera realista si actualmente puedes cubrir los costos incurridos al vivir solo.
  2. Si estás listo para ser un adulto (y que te traten como uno) y como tal deseas vivir solo, demuéstralo tomándote tus finanzas con seriedad.
    • Es probable que elaborar un presupuesto no sea la tarea más emocionante; sin embargo, es una sencilla y esencial. En verdad es tan fácil como registrar tus ingresos y tus gastos mensuales. Hazlo por unos meses como mínimo, así tendrás una noción exacta de tu presupuesto mensual.
    • Existen muchos calculadores en páginas Internet y aplicaciones, los cuales serán de utilidad para elaborar un presupuesto para la casa y para identificar los gastos. [2] No obstante, un bolígrafo y un papel pueden ser igual de útiles.
    • Sé minucioso al identificar tus gastos. No olvides los cafés de la mañana, tu cuenta del servicio de transmisión de videos, el pasaje del autobús o el seguro de tu auto. Mientras mayor sea la exactitud de tus cálculos, más preparado estarás para determinar cuán listo estás para mudarte.
  3. Cuando estás en casa, puedes tener dificultades para evitar que tus padres paguen tus gastos de vivienda más importantes; sin embargo, podría ser mejor que adoptes el hábito de planificar estas necesidades y pagarlas.
    • Paga el alquiler. Es probable que tus padres se rehúsen a esta idea; sin embargo, es una manera de probarles (y a ti mismo) que eres un adulto que puede asumir responsabilidades adultas. No es necesario que el monto sea la tasa de mercado justa de tu área; el propio proceso de pagar el alquiler a tiempo y por completo consiste en un hábito adecuado que debes adoptar antes de empezar a vivir solo. [3]
    • Si tus padres no están de acuerdo con que empieces pagando el alquiler, insiste en pagar parte de los servicios básicos. Es probable que lo mejor sea encargarte del pago mensual de un servicio (quizás, el agua), así desarrollarás hábitos adecuados para el pago de las cuentas.
    • Este artículo se centra en ahorrar dinero para mudarte; por ello, gastar dinero que no tienes puede parecer contradictorio. No obstante, si te mudas antes de estar listo para lidiar con los aspectos reales de vivir solo (como el pago de las cuentas), es probable que el costo para tu billetera (y tu orgullo) sea mucho mayor que un pequeño pago de alquiler mensual para tus padres.
  4. Es probable que estés ansioso por irte de casa y empezar a vivir como un adulto a tu manera; sin embargo, si esperas hasta poder tener tus deudas bajo control, definitivamente te encontrarás en una mejor situación a corto y largo plazo. [4]
    • Si acabas de graduarte de la universidad, es probable que tengas que pagar cierta cantidad (o una gran suma) para cubrir la deuda de un préstamo estudiantil. No podrás eliminar esta deuda antes de mudarte, salvo que estés dispuesto a quedarte en la casa de tus padres hasta los 40 años. No obstante, tu situación será mejor por cada cantidad pequeña que pagues antes de incurrir en los gastos mayores que surgen al vivir solo.
    • Las eliminación de las deudas de las tarjetas de crédito podrían ser una opción más realista antes de mudarte. Considéralo como una manera de ahorrar para tu mudanza, ya que contarás con más libertad económica al mudarte si eliminas esta carga que crece constantemente.
  5. Si cuentas con una mala calificación crediticia o ninguna en lo absoluto, es probable que tengas dificultades para encontrar a un arrendador de buena reputación que te alquile un departamento. Establecer un buen crédito brinda beneficios en muchos aspectos del cambio a la vida independiente de un adulto.
    • Para mejorar tu calificación crediticia, es esencial que pagues tus deudas actuales. Esto sirve para eliminar los factores negativos; no obstante, también existen maneras de mejorar los factores positivos para tu capacidad crediticia.
    • Consigue una o más tarjetas de crédito y págalas por completo cada mes. Emplea la tarjeta o tarjetas para comprar artículos que puedas pagar (gasolina, no una televisión de pantalla plana) y paga la cuenta a tiempo. Mantenerte muy por debajo de tu límite crediticio todos los meses es otro factor positivo para tu perfil crediticio.
    • Tu perfil crediticio también puede verse beneficiado si cuentas con un trabajo estable y una cuenta bancaria establecida. Una casa principal fija también es útil, ¡pero discutiremos esa parte aquí!
    • Puedes obtener más ideas revisando el artículo “ Cómo establecer un buen crédito ”.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Ahorrar dinero para la mudanza

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  1. Una de las maneras más evidentes de determinar cuán listo estás económicamente para mudarte consiste en conocer la cantidad de dinero que requerirás y cuánto puedes gastar. No obstante, muchas personas hacen caso omiso a este paso vital debido a la emoción que sienten por la posibilidad de mudarse.
    • En Internet, existen muchas fórmulas para determinar el monto de alquiler máximo que puedes pagar, pero dos opciones sencillas consisten en dividir tu ingreso bruto mensual entre tres o dividir tu ingreso bruto anual entre cuatro. [5] (El ingreso bruto consiste en el pago que obtienes antes de restarle los impuestos).
    • Por lo tanto, si ganas $2400 al mes, puedes pagar un alquiler mensual de $800. Asimismo, si ganas $20 000 al año, puedes pagar $500 al mes.
    • Las recomendaciones sobre la cantidad que debes ahorrar antes de mudarte varía de manera significativa teniendo en cuenta los alquileres predominantes y muchos otros factores. Existe una fórmula que tiene en cuenta costos de alquiler más elevados para personas con mayores sueldos, los gastos de mudanza, los suministros básicos, etc. Esta sugiere que una persona que gane $20 000 al año debe ahorrar $1750, una que gane $30 000 año requiere $2250, y alguien que gane $40 000 al año debe contar con $3400. [6]
  2. Todo asesor financiero que se precie te dirá que debes empezar a ahorrar desde ahora, incluso si solo es un monto pequeño de tu sueldo, ya que esto desarrolla buenos hábitos y brinda mayores dividendos (literalmente) a largo plazo.
    • Si cuentas con un objetivo claro (como saber que necesitas ahorrar $2500 antes de mudarte), podrás ahorrar con más facilidad; no obstante, existen muchas estrategias que pueden servir. El artículo “ Cómo ahorrar ” te brindará muchas de ellas, como contar con ahorros cuyos fondos provengan directamente de tu sueldo (tal como los impuestos).
    • Practica el hábito de ahorrar no solo para mudarte, sino también para contar con un fondo para emergencias cuando te mudes. Una recomendación común consiste en contar con un fondo para emergencias que pueda cubrir tus gastos de 3 a 6 meses (emplea tu presupuesto como tu guía). [7]
  3. Cuando hayas establecido tu presupuesto mensual y la cantidad que tendrás que ahorrar para mudarte, busca maneras de reducir tus gastos.
    • Divide tu presupuesto en elementos esenciales, los cuales podrían ser los abarrotes, los servicios básicos o los costos de transporte; elementos no esenciales, como cenar fuera de casa o los canales de deportes del paquete de cable; y lujos, como ropa de diseñador o entradas para conciertos. No gastes en lujos, reduce los gastos en elementos no esenciales y determina si puedes realizar alguna reducción ingeniosa en los gastos de los elementos esenciales.
    • Si consultas el artículo “ Cómo vivir dentro de tus posibilidades ”, obtendrás muchos consejos para reducir los gastos, como comprar artículos en oferta o en tiendas de artículos usados, sustituir las membrecías por opciones de recreación y entretenimiento gratuitas (como trotar y contar con una tarjeta de biblioteca) y reducir las compras por impulso elaborando listas de compra y esperando un mínimo de 48 horas antes de comprar artículos no esenciales.
    • Puedes reducir las compras solo de manera temporal, para ahorrar lo necesario para mudarte. Sin embargo, también podrías notar que al menos unos aspectos de este presupuesto más eficiente pueden volverse permanentes, lo que será de beneficio para tu economía.
  4. Si estás ansioso por mudarte, puedes ahorrar los fondos con más rapidez si consigues un segundo (o tercer) trabajo. Esto puede generar beneficios a corto plazo, pero ten en cuenta que cuando te mudes no podrás llevar un ritmo laboral poco viable, con el fin de mantener tu propia casa.
    • Es decir, si sueles ganar aproximadamente $30 000 al año, pero puedes adoptar un ritmo mayor de manera temporal para ganar $40 000 al año, aprovechando al máximo tus horas extra, no creas que podrás pagar un departamento cuyo precio requiera que ganes $40 000 al año.
    • Trabajar horas extra es una manera temporal de mejorar tus ingresos. Existen otras opciones, como las siguientes: conseguir trabajos extraños en tu vecindario, como cuidar el césped, pintar o cuidar casas o bebés; buscar fuentes de pago único, como sostener un aviso publicitario en un cruce muy transitado; emplear tus talentos musicales tocando en la calle; u obtener un pago al realizar trabajos adicionales en la casa de tus padres (no lo consideres como volver a recibir propinas, piensa que es una inversión para tu futura vida independiente).
  5. Este es el momento de revisar tu ropa, tus colecciones de música y películas, la refrigeradora pequeña y la placa calefactora de tu antiguo dormitorio, y todo por lo cual alguien podría darte un poco de dinero. [8]
    • Vender tus artículos no esenciales brinda una ventaja doble: ganarás algo de dinero para los fondos de tu mudanza y ahorrarás un poco (o al menos tiempo y energía) al disminuir la cantidad de cosas que te llevarás al mudarte.
    • Organiza una venta de garaje, vende tus cosas por Internet o llévalas a una tienda de artículos usados o una tienda de consignación. Emplea los medios que tengas a la mano para aligerar la carga y llenar tu billetera.
    • Sé sincero contigo mismo. ¿Alguna vez escuchas ese CD o has vuelto a usar esa camiseta de franela? Si puedes deshacerte de ello, hazlo cuando te mudes.
    • Dona lo que no vayas a vender. Si ya has decidido que no lo necesitas, podrás sentirte un poco mejor contigo mismo por apoyar una noble causa.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Ahorrar en la mudanza

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  1. No aceptes el primer lugar que te llame la atención tan solo por sentir ansias por mudarte. Investiga un poco, analiza varias opciones y ten en cuenta otros detalles además del pago del alquiler.
    • Revisa los anuncios inmobiliarios para tener una noción de las tasas de alquiler predominantes de tu área y la manera en la que fluctúan según los detalles como la ubicación.
    • Solo céntrate en los posibles departamentos que coincidan con el alquiler máximo que puedes pagar; no corras el riesgo de quedar encantado con un lugar que no podrás pagar.
    • Ten en cuenta otros factores además del dinero. Por ejemplo, si el alquiler de un departamento cuesta $50 más al mes que otro, pero se encuentra en la ruta del autobús que te lleva al trabajo, es probable que sea una mejor opción.
  2. El simple hecho de que ya no desees vivir con tus padres no significa que no debas sacar provecho de su experiencia en la búsqueda de departamentos o casas. Otra buena opción consiste en acudir a un amigo de confianza o un hermano mayor.
    • Deja en claro que la decisión final es tuya, pero confía en otras personas que te ayuden a identificar a los arrendadores sospechosos, los problemas de roedores, los posibles problemas con los ruidos, etc.
    • Es casi seguro que tus padres querrán ayudarte, por lo que esta es una buena manera de hacer que sientan que forman parte de esto y que son de ayuda.
  3. Esto guarda relación con el consejo anterior sobre vender tus cosas no esenciales; no obstante, vale la pena repetir que lo mejor suele ser llevar solo los muebles y suministros básicos a tu primer departamento. [9]
    • Cuando hayas vendido, donado o desechado lo que no necesitas, piensa en otros objetos que no necesites (al menos por ahora) y ten en cuenta si puedes dejarlos en la casa de tus padres. De esta forma, podrás recuperarlos más adelante o si tus necesidades cambian, pero no ocuparán espacio en tu departamento ni generarán gastos de mudanza.
    • En el caso de los artículos que necesitas pero no tienes (quizás muebles, platos o ropa de cama), acude a las tiendas de objetos usados o a ventas de garaje, o tan solo averigua si algún familiar o amigo desea deshacerse de algunas cosas. Tu primer departamento no tiene que lucir perfecto. Tu primera experiencia viviendo solo no se arruinará a causa de un sofá gastado y platos de comida disparejos.
  4. Podría ser más sencillo dejar que los profesionales lleven todas tus cosas de tu casa actual a tu nuevo hogar; sin embargo, esto tiene un precio. Los trabajadores de mudanzas locales suelen cobrar $100 o más por hora, por lo que es normal que el costo total se encuentre entre los $300 y los $600. [10] Las mudanzas a larga distancia contarán con un precio incluso mayor.
    • Determina si puedes reunir a algunos familiares o amigos que estén dispuestos a trabajar duro por unas horas del sábado, a cambio de un poco de pizza y gaseosa (u otra bebida). Promételes que les devolverás el favor algún día.
    • Si no puedes acceder a una camioneta (o si esto no basta para tus objetos más grandes), considera alquilar un camión y encargarte de la mudanza por tu cuenta (con ayuda).
    • Si tener que llevar tu sofá, tu cama y otros objetos pesados te abruma demasiado, deja que los trabajadores de mudanzas se encarguen de ello y lleva todo lo que puedas por tu cuenta. Por lo general, los trabajadores de mudanzas locales cobran por hora; por ello, mientras menos tengan que llevar, menos tendrás que pagarles.
  5. Es probable que desees dejar la casa de tus padres para tener un lugar propio; no obstante, la mudanza será más viable si compartes el costo con uno o dos compañeros de habitación.
    • Sin importar si piensas compartir un lugar con un viejo amigo o (con suerte) uno nuevo al mudarte a un departamento ocupado, dividir el alquiler, el pago de los servicios, etc., entre dos, tres o incluso más puede ser bastante atractivo. Sin embargo, siempre es bueno estipular algunas reglas básicas claras, incluso si es muy poco probable contar con un compañero de habitación similar a los de las películas de horror. [11]
    • Deja en claro algunos temas como la manera en la que se dividirán los pagos de las cuentas, si se comprará la comida de manera colectiva o individual, y cuáles serán las responsabilidades a cumplir si alguien decide mudarse, entre otros posibles problemas. Incluso si vivirás con un amigo (o en particular en esta situación), debes explicar detenidamente lo que se espera que haga y sus responsabilidades, así no tendrás que lidiar con la carga de los pagos atrasados del alquiler y los servicios básicos.
    • Puedes elaborar un acuerdo para compañeros de cuarto, en el cual detallarás lo que se espera que cada uno haga y sus responsabilidades.
    • Asimismo, determina si deseas que el contrato de alquiler y las cuentas tengan el nombre de todos tus compañeros de cuarto. [12] Si el contrato de alquiler solo tiene tu nombre, tú serás el único responsable legal de las deudas no pagadas. No obstante, es más fácil expulsar a alguien si su nombre no figura en el contrato.
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Consejos

  • Lee todo lo que vayas a firmar, TODO. Pide explicaciones y no firmes si no estás de acuerdo, salvo que el arrendador esté dispuesto a negociar y modificar los términos del contrato.
  • Si es posible, no pagues las cuentas con crédito, o reembolsa a tu tarjeta de inmediato.
  • Aprende a cocinar. Compra libros de cocina, busca recetas en Internet, conversa con tus padres, pero APRENDE. Esta es una manera sencilla de ahorrar dinero si vives solo.
  • Compra en ventas de garaje y tiendas de objetos usados para conseguir artículos del hogar (en particular muebles) que puedan ser bastante costosos. Pregunta si alguien tiene algo que ofrecerte. Además, puedes llevar los muebles de tu habitación de la casa de tus padres a tu nueva casa, si te lo permiten. Las camas son bastante costosas; por ello, debe ser lo primero que pidas.
  • No dudes en intentar reducir las cuentas de tu seguro, el banco o el teléfono celular comunicándote con el área de servicio al cliente. Mantén la calma, sé amable y explica que consideras que pagas demasiado y que otras compañías brindan servicios similares por un costo menor.
  • Podrías gastar mucho dinero al consumir café, salir a comer fuera, fumar cigarrillos y usar máquinas expendedoras. Si fumas mucho, eres adicto al café o simplemente no puedes resistirte a la tentación de usar la máquina que está fuera del salón de clases, esto puede acumularse mucho y crear un agujero en tu presupuesto.
  • Antes de mudarte, aprende a encargarte de la casa. Empieza brindándoles ayuda a tus padres con el lavado de la ropa y la limpieza. No debes encoger toda tu ropa ni hacer que adopte un color rosado o gris, ni permitir que las hormigas la invadan.
  • Consigue un seguro de arrendatario. Tan solo $25 al mes pueden serte de mucha ayuda si te roban o hay un incendio.
  • Si necesitas tu dosis diaria de cafeína, podrías comprar una cafetera. Podrás tomar un café expreso por 30 centavos, en lugar de $3 o más.
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Advertencias

  • Tu salud es lo más importante. Si no puedes cubrir tus gastos médicos, pídele ayuda a tus padres o amigos, o consigue un préstamo, pero no los excluyas por no querer endeudarte.
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