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Un sillón reclinable incómodo suele poder arreglarse con unos cuantos ajustes. Cambiar la presión requerida para reclinar el respaldo del sillón puede hacer que sea más cómodo para ti. Ajustar la posición del sillón cuando está recto también puede personalizarlo para que se adecúe a tus gustos.

Método 1
Método 1 de 3:

Ajustar la tensión del sillón reclinable

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  1. La "tensión del sillón reclinable" es cómo de fácil es reclinar el respaldo de la butaca. Siéntate y apóyate sobre el respaldo. [1]
    • Si cuesta mucho reclinarse, tendrás que reducir la tensión. También puede ser buena idea reducirla si eres de constitución delgada, ya que inclinar el respaldo requerirá menos fuerza.
    • Si el sillón reclinable se reclina demasiado o demasiado fácilmente para ser cómodo, posiblemente tendrás que aumentar la tensión. Suele ser una buena idea para personas más pesadas, más altas o aquellos que necesitan un apoyo más firme en la espalda.
  2. Asegúrate de que el respaldo esté en posición vertical y el reposapiés cerrado, e inclina el sillón cuidadosamente hacia delante para poder ver la parte inferior del asiento.
    • Apoya el sillón en la parte delantera de los reposabrazos en el parte superior del respaldo. Seguramente necesitarás utilizar ambas manos para ajustar la tensión y el proceso puede ser difícil de llevar a cabo si tienes que sujetar el sillón todo el tiempo.
  3. Las butacas reclinables con tensión ajustable deberían tener dos palancas debajo el asiento. Si no hay mecanismos, quizá no se pueda ajustar la tensión. [2]
    • Busca las palancas a ambos lados del asiento del sillón. Deberían estar situadas al final de un tornillo y los muelles de tensión deberían estar conectados al tornillo por el otro extremo.
    • La posición exacta del mecanismo variará en función del fabricante y el modelo, pero, en la mayoría de los casos, suele estar debajo del asiento y hacia la parte trasera del sillón. En algunos casos, puede estar más hacia el centro.
  4. Gira palancas en el sentido de las agujas del reloj para aumentar la tensión. Gíralas en el sentido contrario para reducirla. [3]
    • Ambas palancas deberían estar ajustadas de la misma forma cuando se trata de la tensión del sillón reclinable, así que las instrucciones básicas no varían.
    • Intenta girar el mecanismo con los dedos. Si está muy apretado, quizás tengas que utilizar unos alicates.
    • Realiza pequeños ajustes. Gira cada tuerca solo un cuarto de vuelta cada vez y repite el ajuste en ambos lados para que la tensión sea homogénea todo el tiempo.
  5. Vuelve a colocar el sillón en su posición normal. Siéntate y comprueba la tensión del respaldo extendiendo el reposapiés y reclinándote en la silla.
    • Si la tensión resulta cómoda, habrás terminado el proceso y puedes relajarte en tu sillón recién ajustado.
    • Si el sillón sigue estando muy rígido o demasiado, tendrás que ajustar más.
  6. Sigue ajustando la tensión del sillón reclinable según necesites siguiendo los mismos pasos. Cierra el reposapiés, inclina el sillón hacia adelante y gira el mecanismo de ajuste en la dirección correcta.
    • Ajusta la tensión solo un cuarto de vuelta cada vez. Puede ser muy tentador hacer ajustes más amplios, pero hacerlo puede hacer que sobrecompenses y que ajustes la tensión demasiado en la dirección equivocada.
    • Nunca sueltes o aprietes el mecanismo de tensión hasta el final. Hacerlo puede causar daños permanentes al muelle de tensión.
    • El muelle de tensión no debería poder moverse sobre el tornillo tras haber acabado los ajustes. Si se mueve, está demasiado suelto, y deberías girar el mecanismo al menos media vuelta en el sentido de las agujas del reloj.
    • De la misma forma, si el muelle se comprime totalmente y está muy apretado, gira el mecanismo al menos media vuelta en el sentido contrario a las agujas del reloj para resolver el problema.
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Método 2
Método 2 de 3:

Sustituir los muelles de tensión

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  1. Asegúrate de que el respaldo esté en posición vertical y el reposapiés cerrado, e inclina el sillón cuidadosamente hacia delante para poder ver la parte inferior del asiento.
  2. Mira a ambos lados del sillón para encontrar las escuadras o lengüetas donde se enganchan los muelles. Si los muelles están, simplemente tienes que localizar dónde se enganchan al marco a ambos extremos del muelle.
  3. Sujeta firmemente uno de los extremos del muelle y desengancha el muelle del marco estirando y girando para soltarlo con las tenazas.
    • Ten cuidado al retirar el muelle porque estará muy tenso.
    • Utiliza gafas protectoras para evitar dañarte los ojos en caso de que algún trozo de metal salga despedido.
  4. Los mejores muelles para un sillón reclinable son los repuestos del fabricante para el modelo exacto.
    • Ponte en contacto con el minorista de sillones reclinables de tu localidad para preguntar si venden repuestos.
    • Busca en internet si hay reparadores de sillones reclinables o distribuidores de repuestos.
    • Si no encuentras el mismo muelle, pregúntale al minorista cuáles serían compatibles con tu modelo de sillón.
  5. Coloca un destornillador por el bucle de cada extremo del muelle. Estíralo con cuidado. Desliza una moneda entre cada espiral del muelle para separar los bucles. También puedes usar arandelas en lugar de monedas. [4]
  6. Fija un extremo del muelle al punto de amarre del marco. Utiliza unas tenazas para enganchar el muelle al marco en el otro lado.
    • Ten mucho cuidado cuando trabajas con muelles bajo tensión. Las tenazas ajustables bloqueables son ideales para asegurarte de que tienes un buen agarre sobre el muelle.
  7. Retira cuidadosamente las monedas de entre los bucles con unas tenazas. Una vez las hayas retirado, el muelle volverá a su tensión normal.
    • Asegúrate de que el muelle está bien sujeto a ambos extremos antes de retirar las monedas.
  8. Vuelve a darle la vuelta al sillón reclinable y siéntate. Apóyate sobre el respaldo para comprobar la tensión de los muelles. Deberías encontrar algo de resistencia al reclinarte. Si la resistencia no es la adecuada, quizá necesites probar con otros muelles.
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Método 3
Método 3 de 3:

Cambiar la altura del sillón reclinable

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  1. Apoya tu espalda sobre el respaldo sin reclinarla. Evalúa la altura del sillón para obtener el máximo confort. "Altura del sillón" hace referencia a la altura del frontal de la butaca cuando el sillón esté cerrado en posición erguida. Normalmente, es posible ajustar el ángulo cambiando los tornillos adecuados en la parte inferior del sillón.
    • Si el sillón está demasiado alto, no podrás tocar el piso con los pies cuando te sientes. Ajusta la altura hacia abajo.
    • Si la butaca está muy baja, tendrás las rodillas dobladas hacia arriba por encima del asiento cuando estés sentado, lo cual puede ser bastante incómodo y es una posición no saludable. Considera la posibilidad de subir el asiento.
  2. Asegúrate de que el respaldo esté en posición vertical y el reposapiés cerrado, e inclina el sillón cuidadosamente hacia delante para poder ver la parte inferior del asiento.
    • Apoya el sillón en la parte delantera de los reposabrazos en el parte superior del respaldo. De este modo, tendrás libres ambas manos, haciendo que sea más fácil realizar los ajustes necesarios en la butaca.
  3. Tendrás que ajustar los pernos, sujetando la fijación, o mecanismo de base, con firmeza. Estos pernos suelen estar ubicados en el centro de la parte inferior del asiento. [5]
    • Ten en cuenta que estos pernos no son los mismos que los tornillos para ajustar la tensión. Estos últimos están enganchados a los muelles de la butaca, mientras que los pernos de fijación están colocados en la estructura metálica del mecanismo base.
    • Suele haber cuatro pernos que sujetan la estructura. Busca dos que están en la parte posterior (uno a cada lado del asiento) y dos que están en la parte frontal (uno a cada lado del asiento).
  4. Utiliza una llave de tuercas adecuada para soltar los pernos de fijación de ambas partes del mecanismo inferior.
    • Suelta los pernos lo suficiente como para poder mover el asiento, pero no completamente. No los retires del todo ni permitas que caigan de la estructura.
    • Ten en cuenta que las carracas eléctricas inalámbricas serán más fáciles de usar que las llaves de tuercas mecánicas para esta tarea. Sin embargo, ambas opciones son aceptables.
  5. Con una llave de tuercas o una carraca eléctrica, afloja y retira los dos pernos en la parte delantera del mecanismo inferior.
    • Al contrario que los pernos traseros, los delanteros deben retirarse completamente. Mantenlos cerca y en lugar seguro, ya que pronto los necesitarás de nuevo.
  6. Mueve la parte delantera de la estructura hacia abajo o hacia arriba para ajustar su posición. Hacerlo también ajustará la altura de la butaca.
    • Desliza la estructura hacia arriba y hacia detrás acercando la parte delantera al suelo para aumentar la altura delantera. Empuja la estructura hacia abajo y hacia delante para alejar la parte frontal de la butaca del suelo y así aumentar su altura trasera.
    • Mira la ranura delante de la fijación. Esta es la parte en la que entran los pernos de fijación. En la mayoría de los sillones reclinables, esta ranura tiene muescas que admiten cinco posiciones diferentes y dos grupos de agujeros para meter los pernos. En total, puedes variar el ángulo a nueve posiciones diferentes.
    • Incluso los ajustes pequeños pueden notarse en la altura de la butaca. Lo mejor es hacer pequeños cambios e ir probando.
  7. Una vez hayas posicionado la fijación como desees, vuelve a colocar los pernos delanteros en la estructura inferior.
    • Enrosca un poco los pernos en los agujeros adecuados usando los dedos. Vuelve a comprobar la posición antes de continuar. Ambos pernos deberían estar en la misma posición a los dos lados del asiento.
    • Una vez estén colocados los pernos, utiliza una llave de tuercas o una carraca eléctrica para apretarlos firmemente.
  8. Utiliza una llave de tuercas o una carraca eléctrica inalámbrica para apretar firmemente los pernos traseros de la butaca.
    • Una vez hayas ajustado los cuatro pernos, intenta mover el mecanismo o estructura inferior. Debería quedarse firme y quieta. Si no es así, comprueba y aprieta de nuevo los pernos.
  9. Devuelve la butaca a su posición vertical y siéntate. Deberías poder tocar el piso con los pies y tener las rodillas dobladas en un ángulo cercano a los 90°.
    • Para mantener una postura correcta, tu cuerpo debería tener ángulos rectos en rodillas, caderas y codos. También deberías tener entre 5 y 7,6 cm (de 2 a 3 pulgadas) de espacio entre el borde del asiento y la parte trasera de tu pantorrilla. [6]
    • Si el ángulo es correcto, no tendrás que hacer más ajustes. Puedes detenerte y relajarte en tu butaca perfectamente ajustada.
    • Si el ángulo sigue siendo incorrecto, sigue ajustando según lo necesites para resolver el problema. Repite los mismos pasos para hacer estos ajustes adicionales.
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Consejos

  • Verifica con el fabricante de tu sillón reclinable para asegurarte de que es posible ajustar el modelo antes de intentar cambiar o retirar los pernos de la estructura.
  • Ten mucho cuidado al trabajar con muelles bajo tensión, ya que pueden saltar y causar lesiones.
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