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Observar a tu bebé experimentar cualquier tipo de incomodidad puede romperte el corazón. Sin embargo, el malestar estomacal con frecuencia desaparece por sí solo y mientras tanto puedes hacer que tu bebé se sienta más cómodo hasta que esto suceda. Aunque las causas del cólico no se comprenden completamente, generalmente este malestar genera incomodidad en el estómago de los bebés. En otras ocasiones, puede tratarse de un virus estomacal que podría requerir más cuidado para ayudar a que el bebé se recupere.

Método 1
Método 1 de 4:

Tratar el cólico

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  1. Abrigar a tu bebé relajará su cuerpo y proporcionará alivio a su estómago tenso y contraído. Para abrigar a tu bebé, colócale una manta. Luego, acurrúcate con él o ella para proporcionarle tu calor corporal. [1]
    • Un baño tibio también puede ayudar a calmar su estómago.
  2. Masajea el estómago de tu bebé haciendo movimientos circulares, en sentido horario, para aliviar el dolor y presión en su aparato digestivo. Puedes usar aceite de bebé calentándolo entre tus manos. El masaje mejora la circulación de la sangre en el estómago del bebé, lo cual puede ayudar a calmar el cólico. [2]
  3. Puedes ayudar a tu bebé a hacer ejercicios de bicicleta con las piernas, los cuales estimularán la aceleración de la digestión y los movimientos intestinales. Sé cuidadoso con tu bebé y haz los ejercicios sobre una superficie suave.
    • Coloca a tu bebé boca arriba.
    • Sostén sus piernas y muévelas cuidadosamente haciendo un movimiento de bicicleta.
    • Continúa este ejercicio durante unos cuantos minutos para lograr el efecto completo del ejercicio.
  4. Recostar a tu bebé boca abajo permitirá que expulse gases con mayor facilidad. Solo hazlo cuando él o ella sea lo suficientemente mayor para darse vuelta sobre su estómago y sostener la cabeza.
    • Dejar que tu bebé permanezca en esta posición por un tiempo ayudará a aliviar la presión causada por los gases atrapados.
    • Solo hazlo cuando estés vigilando a tu bebé y no dejes que duerma boca abajo.
  5. A veces hacerlo será suficiente para aplicar presión sobre su estómago y mantenerlo abrigado. Algunas de estas posiciones incluyen: [3]
    • Sostenerlo como una pelota de fútbol americano: haz que el bebé se mantenga cerca de tu brazo y muévelo cuidadosamente de un lado a otro.
    • Acurrucarlo sobre tu pecho: colócalo de este modo con su estómago sobre tu pecho y su cabeza debajo de tu mentón.
  6. Coloca a tu bebé en su asiento del auto y llévalo a dar un paseo corto. Los movimientos rítmicos y el sonido del auto aliviarán a tu bebé. Si no tienes un auto, puedes cantarle una canción o escuchar música lenta moviendo al bebé con movimientos rítmicos.
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Método 2
Método 2 de 4:

Evitar el malestar estomacal

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  1. También prueba con períodos más cortos entre las horas de alimentación. A veces, si el bebé no está tan hambriento, comerá a un ritmo más lento. De esa manera, es menos probable que se llene de aire con la leche. Las burbujas de aire con frecuencia causan cólicos y alimentar a tu bebé con frecuencia y a un ritmo más lento puede aliviarlo. [4]
  2. Sé consciente de tus hábitos alimenticios y evita sustancias en los alimentos que puedan ser excretadas a través de tu leche y afectar el estómago de tu bebé de manera adversa. Mantente alejada de cualquier cosa que pueda causar hinchazón y gas. También puedes ser útil evitar los siguientes alimentos: [5]
    • cafeína;
    • alcohol;
    • productos lácteos;
    • col;
    • habas;
    • arvejas;
    • chauchas o judías verdes;
    • hongos;
    • soya;
    • alimentos picantes;
    • naranjas;
    • fresas;
    • coliflor.
  3. Observa si puedes identificar lo que podría haber causado el problema. Si te duele el estómago, es probable que tu leche también le haga daño al bebé.
  4. Ya sea que lo alimentes con leche materna o biberón, existe la posibilidad de que ambos métodos causen gases en el estómago de tu bebé y le ocasionen incomodidad. Observa a tu bebé de cerca cuando se alimente para ver si lo hace apropiadamente. [6]
    • Asegúrate de que tu bebé cierre bien los labios y no trague aire.
    • Tragar aire puede causar gases y dolor abdominal.
    • Si crees que el biberón de tu bebé produce mucho aire, cambia la tetina con un agujero que tenga el tamaño apropiado para tu bebé o prueba con diferentes biberones. Los biberones que tienen una bolsa dentro pueden hacer que el bebé trague menos aire.
    • Asegúrate de mantener a tu bebé recto cuando lo alimentes y no dejes que tome el biberón en la cama o cuando esté recostado.
  5. Debes hacerlo cada vez que lo alimentes. Haz que el bebé eructe para permitir que el aire salga de su estómago y alivie la presión en él. Puedes hacerlo levantando a tu bebé y dándole golpecitos sobre su espalda cuidadosa y firmemente. [7]
  6. Es posible que un ingrediente de la leche en polvo afecte el estómago de tu bebé. Al igual que sucede con los bebés alimentados con leche materna, todos los bebés reaccionan de forma diferente a los ingredientes y algunos de ellos podrían hacer que el estómago de tu bebé se hinche y se llene de gases.
    • Conversa con tu doctor antes de cambiar la leche en polvo para bebés ya que con frecuencia la leche no es la causa del problema.
  7. Es probable que se trate de un problema diferente ya que es difícil saber lo que causa malestar en los bebés. Es posible que tu pediatra tenga algunas ideas sobre la posible causa del malestar estomacal de tu bebé.
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Método 3
Método 3 de 4:

Tratar un virus estomacal

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  1. Verifica la temperatura de tu bebé para ver si tiene fiebre o si experimenta diarrea o vómitos, otros signos de una infección viral. Si no estás seguro de que tu bebé tenga una infección viral, consulta con tu pediatra. Él o ella el determinará si se trata de un virus y te dará consejos al respecto. [8]
    • Siempre busca atención médica si tu bebé es menor de tres meses y tiene fiebre de 38 °C o 100 °F.
  2. Mantener a tu bebé hidratado es crucial para ayudarlo a recuperarse de una infección viral. Los vómitos y la diarrea pueden deshidratar a tu bebé. Debes evitar que esto suceda dejando que tu bebé tome suficiente leche materna, leche en polvo para bebés o agua (si es lo suficientemente mayor). [9]
    • También puedes darle una solución oral de electrolitos, como las de las marcas Pedialyte o Enfalyte.
  3. Si tu bebé es lo sufientemente mayor para consumir alimentos, darle sopa es una forma excelente de hacer que recupere los electrolitos y otros nutrientes que perdió con la diarrea y los vómitos.
    • Dale la sopa poco a poco, no de una sola vez.
    • Proporciónale una cucharadita de sopa cada cinco minutos.
  4. Si tu bebé está deshidratado, letárgico o muy cansado e irritable, llévalo al doctor para que reciba atención médica. [10]
    • Puedes identificar la deshidratación grave si tu bebé tiene la boca seca, la piel seca y caliente, sudor frío y la fontanela hundida (punto blando), ausencia de lágrimas al llorar y no orina lo suficiente. Un bebé debe orinar al menos tres veces en 24 horas o al menos una vez cada ocho horas.
    • Tu doctor te prescribirá un medio para rehidratar a tu bebé rápidamente o le dará una infusión de fluidos por vía intravenosa.
    • Es posible que tengas que comprar un solución recetada por el médico en la farmacia antes de administrarlo en casa.
  5. Puedes darle a tu bebé medicamentos para aliviar la indigestión y el dolor estomacal con la aprobación de su pediatra. Algunos medicamentos que puedes probar son:
    • Las gotas de las marcas Mylicon o Tummy Calm: estas gotas a veces son efectivas reduciendo los gases atrapados en el sistema digestivo. También puedes probar con una dosis de acetaminofén para niños si tu bebé parece sentir dolor. Asegúrate de seguir las indicaciones del empaque del producto o consulta con tu médico para la dosis correcta. [11]
  6. Si los síntomas del malestar estomacal reaparecen con regularidad o persisten a pesar de tus intentos de usar remedios caseros, debes buscar atención médica para tu bebé. También observa los siguientes síntomas y llama a tu doctor inmediatamente si tu bebé muestra los siguientes signos: [12]
    • presencia de pus o sangre en las heces
    • heces negras
    • heces verdes frecuentes
    • diarrea y dolor abdominal intenso
    • vientre inflamado o adolorido
    • signos de deshidratación (boca seca, falta de lágrimas, orina oscura o poca orina, letargo)
    • vómito que persiste durante más de 12 a 24 horas o diarrea que persiste durante más de siete días o es muy frecuente
    • vómito forzado, verde o con sangre
    • fiebre alta: este síntoma combinado con el malestar estomacal podría indicar la presencia de varias cosas, que podrían ir desde la intoxicación alimentaria hasta una infección. Es recomendable que lleves a tu bebé al doctor inmediatamente para que te proporcione el diagnóstico y tratamiento apropiados.
    • Estos síntomas podrían indicar algo más peligroso que la congestión de gases, como alergias a los alimentos, infecciones, obstrucción intestinal o envenenamiento.
    • Si crees que tu bebé ha tragado algo tóxico, como un medicamento, una planta o un químico, y muestra síntomas de envenenamiento a través de vómitos y diarrea, llama a tu línea nacional de emergencias inmediatamente. [13]
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Método 4
Método 4 de 4:

Ayudar a los bebés mayores a superar problemas estomacales

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  1. De esa manera, introducirás bacterias intestinales benéficas que ayudan a corregir problemas digestivos y malestares estomacales. El estómago contiene flora bacteriana específica que ayuda a digerir los alimentos apropiadamente. Los virus estomacales pueden interrumpir el equilibrio de la flora. El yogur contiene cultivos de bacterias que pueden restaurar el equilibrio bacteriano en un estómago con malestar. [14]
    • También conversa con tu doctor sobre los alimentos probióticos, los cuales son "bacterias benéficas" que pueden ser útiles, especialmente si tu bebé tiene diarrea durante varios días.
  2. Incrementa la cantidad de estos alimentos gradualmente en su dieta, con pequeñas porciones distribuidas a lo largo del día. Algunos de estos alimentos adecuados para los bebés incluyen: [15]
    • ciruelas pasas;
    • peras;
    • ciruelas;
    • salvado de avena;
    • cereal de avena;
    • cereal de cebada.
  3. Una vez que los bebés comienzan a comer alimentos sólidos, también pueden consumir un poco de agua. A veces, tu bebé solo necesita más fluidos para que el alimento se desplace a través de su sistema. [16]
    • Puedes darle a tu bebé de 120 (4 onzas) a 240 mililitros (8 onzas) de agua al día.
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