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Mantenerse bien hidratado es importante para la salud en general, pero aumentar la ingesta de líquidos puede tener el efecto secundario no deseado de ir más al baño. Esto puede ser frustrante, pero hay algunas estrategias sencillas que pueden ayudar a remediar la situación. Prueba algunas de estas técnicas para reducir el número de veces que vas al baño sin dejar de beber mucha agua cada día.

Método 1
Método 1 de 3:

Ajustar la ingesta de líquidos

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  1. No hay un número mágico de vasos de agua que todo el mundo deba beber al día. Esto se debe a que las necesidades de líquidos varían según el peso, el sexo, el nivel de actividad e incluso debido a factores ambientales como la temperatura y la humedad. Si tienes sed, bebe un vaso de agua. Si sigues teniendo sed, ¡toma otro! [1]
    • Intenta tener una botella de agua cerca en todo momento para poder beber a sorbos a lo largo del día.

    Consejo: si no estás seguro de cuánta agua debes beber o si estás bebiendo lo suficiente, comprueba tu orina. Si es de color amarillo pálido, estás bebiendo la cantidad adecuada. Si es de color amarillo oscuro, bebe más. Si es totalmente transparente, bebe menos.

  2. Obviamente, si tienes mucha sed antes de acostarte, bebe un vaso de agua. Sin embargo, evita beber varios vasos de agua, tazas de té de hierbas u otros líquidos justo antes de acostarte. Esto puede ayudar a reducir las ganas de orinar por la noche, lo que puede perturbar tu sueño. [2]
    • Por ejemplo, si normalmente te acuestas a las 10:00 p. m., entonces deja de beber líquidos alrededor de las 7:00 u 8:00 p. m.
    • ¡Asegúrate también de ir al baño justo antes de acostarte!
  3. Los diuréticos son alimentos y bebidas que hacen que orines más, lo que puede deshidratarte. El café, el té, los refrescos de cola, el chocolate, la cerveza, el vino y los licores son diuréticos por la cafeína o el alcohol que contienen. [3] Otros alimentos que pueden contribuir a las pérdidas de orina son los edulcorantes artificiales, el jarabe de maíz, los cítricos, los alimentos picantes, las bebidas carbonatadas y la miel. [4]
    • Intenta limitarte a no más de una o dos bebidas con cafeína al día.
    • Si bebes alcohol, no bebas más de un trago al día si eres mujer o dos si eres hombre. Una bebida alcohólica equivale a 350 ml (12 onzas líquidas) de cerveza, 150 ml (5 onzas líquidas) de vino o 45 ml (1,5 onzas líquidas) de licor.
    • Ciertos medicamentos cardiovasculares también pueden aumentar las ganas de orinar.
  4. Si has notado que estás orinando con mucha más frecuencia de lo habitual después de aumentar la ingesta de líquidos y tu cuerpo no se adapta en una o dos semanas, habla con tu médico. En algunas situaciones, la micción frecuente puede indicar un problema de control de la vejiga o una infección del tracto urinario. [5]
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Método 2
Método 2 de 3:

Entrenar la vejiga

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  1. Seguir un horario para ir al baño puede ayudar a entrenar la vejiga para que retenga una determinada cantidad de líquido y a reducir la sensación de urgencia. Identifique cuatro o cinco momentos espaciados uniformemente durante el día en los que irás al baño e intenta ir en cada uno de estos momentos. [6]
    • Por ejemplo, si te despiertas a las 7:00 a. m., podrías ir justo después de despertarte, luego otra vez a las 10:00 a. m., a la 1:00 p. m., a las 4:00 p. m. y a las 7:00 p. m.
  2. Es importante ir al baño cuando tienes que ir. Sin embargo, si tienes ganas de orinar con frecuencia y esto afecta tus actividades diarias, intenta añadir 10 minutos cada vez que tengas ganas de ir al baño hasta que solo vayas al baño una vez cada dos o tres horas. Aunque esperar demasiado tiempo para orinar puede ser malo, esperar 10 minutos después de tener ganas está bien. Con el tiempo, esto puede facilitarte el control de la vejiga. [7]
    • Con el tiempo, esto puede ayudar a reducir tu sensación de urgencia y permitirte esperar más tiempo.
  3. Orina como lo harías normalmente, pero siéntate en el retrete o ponte de pie frente al retrete o urinario durante unos minutos después de ir. A continuación, intenta orinar de nuevo. En este momento, es posible que puedas liberar más orina de la vejiga. [8]
    • Esto se denomina doble micción y puede ayudarte a pasar más tiempo entre las visitas al baño al asegurarte de que tu vejiga esté totalmente vacía.
  4. Realiza los ejercicios Kegel diariamente para ayudar a controlar tu vejiga. También conocidos como ejercicios del suelo pélvico, los ejercicios de Kegel pueden ayudar a fortalecer tu capacidad para controlar la vejiga cuando está llena. Esto puede ayudar a reducir la sensación de urgencia y aumentar tu confianza si no puedes llegar al baño cuando tienes la necesidad de ir. [9]
    • Para hacer un Kegel, aprieta los músculos del suelo pélvico y mantenlos durante 10 segundos. Luego, suelta y repite 10 veces más. Hazlo tres veces al día. Si no puedes mantener un Kegel durante 10 segundos, hazlo durante todo el tiempo que puedas y luego trabaja hasta los 10 segundos.
    • Otros buenos momentos para hacer estos ejercicios incluyen cualquier momento en el que puedas tener una fuga, como cuando toses, estornudas o te ríes. [10]

    Consejo: para localizar los músculos del suelo pélvico, intenta iniciar y detener el flujo de orina mientras vas al baño. Estos son los músculos en los que debes concentrarte mientras haces los ejercicios Kegel.

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Método 3
Método 3 de 3:

Realizar cambios en tu estilo de vida

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  1. Aunque el ejercicio no aumentará la capacidad de tu vejiga, proporciona muchos otros beneficios para la salud, que pueden ayudar a prevenir problemas que podrían conducir a una falta de control de la vejiga. Hacer ejercicio puede incluso ayudar a reducir el número de veces que tienes que visitar el baño cada día. [11]
    • Si te preocupa estar demasiado lejos de un baño mientras haces ejercicio al aire libre, elige un lugar con muchos baños cercanos, como un parque, un gimnasio o un centro comercial.
  2. El exceso de peso corporal puede presionar la vejiga y hacer que tengas que orinar con más frecuencia. Si tienes sobrepeso u obesidad, también tienes más probabilidades de desarrollar incontinencia. Habla con tu médico sobre cuál es el peso saludable para ti. A continuación, trabaja para perder peso al reducir el número de calorías que ingieres cada día. [12]
    • No comiences un programa de pérdida de peso sin consultar primero con tu médico, especialmente si no estás seguro de cuánto peso debes perder o si tienes otros problemas de salud.
  3. El estreñimiento puede intensificar la sensación de tener que orinar, y también puede causar otros problemas, como fisuras anales (desgarros) y hemorroides. Beber agua puede ayudar a prevenir el estreñimiento, pero asegúrate de comer también muchos alimentos fibrosos todos los días, como frutas, verduras, frijoles y granos enteros. [13]
    • Hacer sencillos cambios por versiones integrales de los alimentos que normalmente comes puede ayudar, como por ejemplo cambiar el pan blanco por el pan integral, u optar por el arroz integral en lugar del blanco.
  4. Habla con tu médico sobre las ayudas para dejar de fumar que pueden facilitarte el abandono si eres fumador. Fumar puede provocar toda una serie de problemas de salud, y también puede empeorar los problemas de control de la vejiga. Los fumadores pueden incluso desarrollar incontinencia de esfuerzo debido a la tos crónica. [14]

    Advertencia: si no fumas, ¡no empieces! El tabaquismo se ha relacionado con la mayoría de los casos de cáncer de vejiga junto con otras formas de cáncer y problemas de salud como el enfisema y EPOC.

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Consejos

  • Hay medicamentos y otras opciones de tratamiento disponibles si la micción frecuente se convierte en un problema habitual para ti. Habla con tu médico sobre tus opciones. [15]
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