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Te das cuenta que beber se ha convertido en algo excesivo, pero no quieres dejar los tragos por el resto de tu vida. He aquí algunos comentarios sobre como reducir el consumo.

  1. Para muchas personas, beber socialmente puede conducir a beber en exceso y en algún punto nos damos cuenta que nuestra calidad de vida ha caído hasta un punto muy bajo. Sin embargo, aún queremos poder tomar una bebida en una boda, o en una fiesta del Super Tazón, o una fiesta de Halloween, etc.
  2. No queremos vernos a nosotros mismos como alcohólicos y no tenemos ningún interés en programas donde te lavan el cerebro, como los que ofrece AA. La primera cosa y las más importante es poner nuestra mente en un lugar donde aceptemos nuestra debilidad. La cosa más tonta que jamás se ha dicho es que el beber en exceso es una "enfermedad". La leucemia es una enfermedad, el cáncer de próstata es una enfermedad, meter vodka en nuestro sistema siete días a la semana es una debilidad. Una vez que hemos aceptado que somos débiles ¡entonces es tiempo de ir hacia adelante!
  3. Siempre habrá una oportunidad para relajarse con una cerveza fría. Saber esto es sumamente importante. No estamos buscando el no beber jamás en nuestra vida; simplemente queremos reducir drásticamente la forma en que bebemos. Si podemos mantener en mente que siempre habrá una oportunidad para darnos ese gusto, eso hace las cosas mucho más fáciles.
    • Como por ejemplo, estás en el trabajo el martes en la tarde. Empiezas a pensar que tomarás un vaso de escocés cuando llegues a casa. Sin embargo, ¿cuál es el propósito de beber el martes en la tarde? ¿No es posible que puedas ser un buen papá, un buen esposo, un buen amigo, etc. quien se mantiene sobrio el martes en la tarde? ¿Realmente, necesitas beber? ¿Qué tal dejar pasar el martes y mejor ir al bar el miércoles a ver el juego de pelota? Mejor aún, ¿qué tal dejar pasar dos días e ir al juego el jueves? Recuerda: el siguiente trago siempre llegará, así que posponlo un par de días y sabrá mucho mejor.
  4. Las diversiones son la cosa más importante que puedes hacer para reducir el ingerir bebidas alcohólicas. Si reconoces que eres demasiado débil para estar en casa y no agarrar la botella, encuentra algo que te distraiga.
    • Ve a ver una película, ve de compras, da una caminata, ve al gimnasio, etc. Necesitamos que estés activo para evitar la recaída del primer trago. Y debes saber esto: el primer trago siempre te llevará a muchos más en cada ocasión.
    • Sigue diciéndote a tí mismo: "No necesito un trago esta noche por que tengo la fecha en que me tomaré varios y estarán deliciosos. No importa qué tanto tiempo falte."
  5. Tan sencillo como pueda oirse, ¿qué mejor forma de alejarte de la botella? La mayoría de nosotros, los que bebemos demasiado, somos alcohólicos funcionales. No bebemos cuando trabajamos. Así que es ridículamente sencillo. Consigue un trabajo de medio tiempo, además del que ya tienes. No sólo ganarás algún dinero extra para ayudarte a tí y a tu familia, sino que has encontrado la mejor distracción posible para mantenerte alejado de la bebida.
  6. Para aquéllos de nosotros que bebemos demasiado, nuestro estado normal es sentir la cruda. Nos sentimos horriblemente y esperamos el momento de poder beber otra vez para sentirnos mejor. En esos días que no bebemos la noche anterior, nos sentimos fantásticamente, vigorizados. Antes de que tires esa cerveza, recuerda la última vez que despertaste sin bebida en tu sistema. Te sentiste realmente bien. Piensa en eso como en algo óptimo para tí.
  7. Imagínate su calidad de vida. Levanta una revista y lee cómo una familia pasó el día en el parque de diversiones. Llama a tu hermano o hermana y hazlos que te cuenten de las cosas inocentes que su familia hizo el día de hoy y en las que no hubo bebida. Date cuenta que nada tiene que estar centrado en el alcohol.
  8. Si no tienes hijos, enfócate en hijos imaginarios; ¿qué pensarían de tí en tu condición actual? Tenemos obligación como padres de ser los mejores mentores e influencia que podamos ser. ¿Estamos, como bebedores, haciendo nuestro trabajo? ¿Fueron nuestros padres bebedores empedernidos? Para algunos de nosotros no fueron así, entonces ¿porqué serlo nosotros? Para otros que sí lo fueron, ¿queremos ser la vergüenza que nuestros padres fueron? Vergüenza, esa es la palabra clave. ¿Recuerdas ese momento que nuestro primer hijo llegó al mundo? Podríamos haber hecho cualquier cosa por ese niño. Piensa que nuestro beber excesivo pudiera avergonzar a nuestro hijo o hijos, en dado caso. O aún peor, piensa cómo nuestro beber excesivo nos pudiera hacer desatentos y conducirnos a un daño, o cosa peor, para nuestro hijo o hijos.
  9. Tenemos que tomar una opción, como bebedores empedernidos que somos. ¿Queremos llegar al punto de no retorno, donde tenemos que entrar a rehabilitación? ¿O queremos controlar nuestros deseos y convertirnos en una persona mejor? Si estás leyendo eso, espero que estés pensando en el control. No queremos ir por la vida proclamando "Soy alcohólico y llevo sesenta días sobrio". Tenemos todo el potencial de reducir la bebida mientras aún no llegamos a ser abstemios. Estos consejos son fáciles por que yo realmente creo que el pensamiento de no tener que beber otra vez es lo que hace que los alcohólicos no busquen ayuda. Con mi programa, ésta no es parte de la ecuación. Es un movimiento simple y gradual de la adicción a la botella al placer de la botella.

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