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Una puerta de vidrio es un detalle hermoso para tu casa. Además puede ser particularmente útil en días soleados. Pero a veces es necesario tener un poco de privacidad. Si bien existen muchas alternativas para cubrir el vidrio, el uso de pintura en aerosol para vidrio pavonado, láminas adhesivas y cortinas son opciones sencillas y baratas que te dan algo de flexibilidad.

Método 1
Método 1 de 3:

Pavonar el vidrio

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  1. Vierte 4 partes de agua y 1 parte de vinagre en un frasco con atomizador. Luego, rocía la solución en el vidrio. Usa un paño y movimientos circulares para limpiar. Una vez que termines, dale otra pasada con movimientos verticales y, una vez más con movimientos horizontales.
  2. Primero, coloca pedazos largos en posición horizontal y vertical a lo largo del borde del vidrio para cubrir el marco de la puerta. Luego, continúa colocando cinta hasta terminar de cubrir toda la madera correctamente. [1]
    • Si no tienes experiencia con la pintura en aerosol, asegúrate de cubrir tanto de la puerta como puedas con la cinta.
    • También puedes usar una lona de plástico para cubrir la puerta y sujetar los bordes con cinta de pintor.
  3. Agita bien la lata antes de empezar a usarla. Alterna entre movimientos de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Mueve la lata de manera uniforme hasta cubrir toda la superficie del vidrio. [2]
    • Sostén un pedazo de cartón al lado de la puerta para cubrir las partes que no lograste cubrir con la cinta.
  4. De esta manera, el efecto de empavonado será visible. Luego, revisa la opacidad de la pintura. Si no te agrada el resultado, puedes aplicar otra capa. Mientras más capas apliques, más opaco quedará el vidrio y más privacidad tendrás. [3]
    • No apliques la segunda capa inmediatamente luego de la primera. Recuerda que el aerosol tarda un tiempo en conseguir el efecto deseado.
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Método 2
Método 2 de 3:

Colocar una lámina adhesiva

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  1. Rocía agua 4 o 5 veces en el vidrio que planeas cubrir. Pon la lámina sobre el vidrio en posición vertical u horizontal, dependiendo de cuál sea más eficiente. El agua ayudará a mantener la lámina en su lugar. Con una navaja multipropósito, corta un pedazo que sea aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) más grande que el tamaño del vidrio. [4]
    • Mide cada una de las puertas que quieres cubrir antes de comprar las láminas. La mayoría de las láminas miden entre 90 y 120 cm (36 y 48 pulgadas) de ancho. Elige el tamaño más adecuado para tu caso.
  2. Rocía el vidrio de una ventana cercana otras 4 o 5 veces. Pega la lámina y presiónala suavemente con las manos. Asegúrate de que el protector del adhesivo quede hacia afuera. [5]
    • Frota los dos lados de la lámina para saber en qué lado está el adhesivo. Ten cuidado de no crear arrugas o dobleces. Un lado se sentirá resbaloso. El otro se quedará un poco pegado cuando lo frotes. El lado resbaloso es el lado del adhesivo.
    • Si tienes alguien que te ayude, pídele que sujete la lámina por ti.
  3. Toma un frasco de 1 l (1/4 de galón) y llena 3/4 del contenido con agua. Luego, añade 1 cucharadita de champú para bebé. El agua sola puede hacer que la lámina se pegue muy rápido. Por otro lado, si usas mucho champú, no se pegará para nada. [6]
    • Luego de volver a colocar la tapa con atomizador, voltea la botella bocarriba y bocabajo varias veces para mezclar el agua jabonosa.
  4. Moja toda la superficie con la solución de limpieza y espárcela con una esponja. Luego, presiona la espátula contra el vidrio y muévela horizontalmente, de arriba a abajo. Una vez que completes toda la superficie, limpia la espátula con un paño o una toalla de microfibra que no deje pelusas. [7]
    • Con cuidado, limpia el marco del vidrio con un paño limpio una vez que termines de usar la espátula.
  5. Humedece el pedazo de cinta del lado del vidrio. Presiónalo hasta que se pegue. Asegúrate de que el segundo pedazo de cinta quede hacia afuera y sujétalo con la mano derecha. [8]
  6. Sostén un frasco con agua con la mano izquierda. Empieza a jalar el segundo pedazo de cinta hacia abajo para quitar el protector. Hazlo lentamente para no arruinar la lámina conforme separas las dos partes. Rocía agua en la lámina mientras expones el lado adhesivo. [9]
    • Continúa jalando el protector y rocía la lámina conforme avances.
    • Cerciórate de que la cinta pegada hacia el vidrio esté bien sujeta antes de empezar a jalar el otro pedazo.
  7. Una vez que el protector del adhesivo esté completamente despegado, tendrás que rociar toda la superficie con la solución. Luego, rocía el centro del vidrio que vas a cubrir. No rocíes los bordes; de esta manera, eliminarás los restos de tierra de las grietas. [10]
  8. Con cuidado, pon la lámina contra el vidrio y deja que el agua la mantenga en su lugar. Empieza a pegar las dos esquinas superiores de la puerta y trabaja hacia el borde inferior. [11]
  9. Empieza en el centro y trabaja hacia los lados. Empuja la espátula en la superficie del vidrio en lugar de jalar. De esta manera, el agua se moverá y crearás un mejor sello adhesivo. [12]
    • No llegues hasta los extremos, deja aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) de espacio antes de llegar a los bordes.
  10. Con cuidado, desliza la espátula multiuso en la esquina del vidrio y presiona la lámina contra el marco. Luego, coloca la cuchilla contra la espátula, por el lado del vidrio. Desliza la cuchilla hacia abajo, hasta que llegue al centro de la espátula. Finalmente, desliza las dos herramientas juntas a lo largo del marco de la ventana para cortar lo que sobra de la lámina. [13]
    • Presiona la cuchilla contra el marco conforme cortas la lámina.
    • Repite este proceso para cada lado del vidrio.
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Método 3
Método 3 de 3:

Colocar cortinas

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  1. Mide el ancho (en posición horizontal) en 3 lugares diferentes de la puertas. Luego, crea un boceto de las puertas y marca la medida horizontal más larga. [14]
    • Toma una fotografía de las puertas de vidrio para tener como referencia mientras vas de compras.
  2. Por lo general, las cortinas se cuelgan a 2 m (84 pulgadas) o más de altura. En cuanto al ancho, es mejor elegir cortinas que sean del doble del ancho del vidrio. Recuerda que los tubos extensibles para cortinas suelen medir entre 40 y 80 cm (17 y 30 pulgadas). Escoge tubos que puedan extenderse de 1 a 2,5 cm (1/2 a 1 pulgada) más a cada lado del borde del vidrio. [15]
    • Ten en consideración el diseño de la cortina cuando calcules el largo de la tela y la ubicación de los tubos. Estas pueden sujetarse con ganchos, aros, presillas, argollas cosidas o una basta para el tubo. [16]
  3. Usa una cinta métrica y un lápiz para marcar la ubicación de los sujetadores. Los tubos deben sobresalir alrededor de 1 cm (1/2 pulgada) del borde del vidrio a cada lado. Sostén los tubos y los sujetadores en su lugar y confirma si es el diseño que tienes en mente. [17]
    • Pídele a un amigo que coloque el nivel sobre el tubo para asegurarte de que esté parejo. Si no tienes a alguien que te ayude, sujeta el tubo con una mano y coloca el nivel encima con la otra.
  4. Encuentra la parte magnética de cada sujetador del tubo. Retira el papel protector del adhesivo y presiona el sujetador contra la madera, en el punto marcado. Luego, coloca la cortina en el tubo y ubica el tubo en su lugar en los sujetadores. [18]
    • Si tienes un tubo extensible, ajusta el largo según sea necesario.
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Cosas que necesitarás

Pavonar el vidrio

  • agua
  • vinagre
  • paño
  • cinta de pintor
  • lona de plástico
  • pintura en aerosol para vidrio pavonado

Colocar una lámina adhesiva

  • cinta
  • navaja multipropósito
  • frasco de 1 l (1/4 de galón) con atomizador
  • 1 cucharadita de champú para bebé
  • espátula multiuso

Colocar cortinas

  • papel
  • lápiz
  • tubo magnético extensible para cortina
  • cinta métrica
  • nivel de carpintería

Acerca de este wikiHow

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