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La fucsia es una hermosa planta perenne con floraciones de color rosado vivo, morado, blanco o anaranjado. Debido a que las floraciones cuelgan hacia abajo, se ven fantásticas en canastas colgantes o macetas. Asimismo, un arbusto grande de fucsias al aire libre le dará un bonito toque de color al jardín de tu casa. Mantenerlas contentas asegurará que puedas disfrutar de esas floraciones hermosas con forma de lágrima a lo largo de finales de la primavera y los meses de verano.

Método 1
Método 1 de 5:

Regar y alimentar la planta

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  1. Introduce el dedo a 2,5 cm (1 pulgada) en la tierra para ver si está húmeda. Si está seca o si frotas los dedos uno contra el otro y ves que se desconchan trozos de tierra seca, es un buen momento para regar bien. [1]
    • Si está húmeda, espera entre 12 y 24 horas y luego vuelve a revisar la tierra.
    • Regar a diario es de particular importancia en los meses calurosos de verano.
    • En su mayoría, a las fucsias les gusta que se las riegue todos los días, pero hacerlo en exceso o no lo suficiente puede ocasionar que las hojas se marchiten. Por ende, es sensato revisar primero la tierra.
    • Las canastas colgantes se secan con mayor rapidez que las macetas de pie, por lo que quizás debas probar la tierra dos veces al día (sobre todo en días calurosos o secos).
  2. Empieza vertiendo agua en la base de la planta y luego riega toda la superficie de la tierra. No dejes de verter hasta que veas que el agua se escurre por el fondo de la maceta.
    • El objetivo es que la tierra permanezca uniformemente húmeda pero no empapada.
    • Si no ves que sale agua de los agujeros de drenaje, es posible que se estén obstruidos o que la tierra no esté drenándose adecuadamente, en cuyo caso debes cambiar la planta de maceta.
  3. Cuando termine el verano, empieza a regar la planta de fucsia uno que otro día o tan solo dos veces por semana. Siempre debes probar primero la tierra con el dedo. Si está completamente seca, riégala. Si está aunque sea un poco húmeda, espera otro día y vuelve a revisar. [2]
    • No darle agua a la planta en el otoño la preparará para la dormancia en el invierno de forma que pueda volver a energizarse y hacer que le crezcan floraciones hermosas en la primavera.
  4. Deja que la tierra se seque relativamente comenzando a mediados de noviembre hasta principios de marzo (si vives en el hemisferio norte; los meses exactos variarán según el lugar en donde vivas). Una buena regla general es que riegues la planta con 240 ml (8 onzas) de agua cada 3 semanas o todos los meses, aunque también puedes sentir la tierra con el dedo para fijarte si está completamente seca. De ser así, riégala y espera 3 o 4 semanas más antes de volver a regarla. [3]
    • Durante el invierno, la planta se encontrará en su fase de dormancia, y es tu trabajo asegurarte de que la tierra no se seque por completo. Está bien que esté un poco seca.
  5. Utiliza un abono que contenga nitrógeno, fósforo y potasio en partes iguales (una mezcla de 20-20-20 o 16-16-16 será perfecta). La cantidad de abono que debas usar dependerá del tamaño de la maceta, aunque siempre debes leer las instrucciones en el empaque. [4]
    • Por ejemplo, si vas a abonar una maceta de 30 cm (12 pulgadas), podrías usar 7 gotas de abono líquido por cada litro (33 onzas fluidas) de agua o espolvorear 3 o 4 cucharaditas de un abono granulado sobre la tierra.
    • Si la planta se encuentra al aire libre, deja de abonarla 2 semanas antes de llevarla adentro durante los meses más fríos.
    • La harina de hueso también constituye un abono excelente para la fucsia. Puedes comprarla en cualquier tienda de suministros de jardinería.
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Método 2
Método 2 de 5:

Elegir el lugar adecuado

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  1. Si tienes una planta en maceta o colgante, colócala cerca de una ventana que mire al este, el sur o el oeste para que reciba la cantidad perfecta de iluminación. Si quieres colocar las fucsias al aire libre, colócalas en un porche con sombra, debajo de un toldo o debajo de un árbol que tenga mucho follaje. [5]
    • Las fucsias pueden manejar la luz solar directa, pero es posible que la luz calurosa de la tarde queme las hojas.
  2. Debido a que las fucsias son delicadas (sobre todo las floraciones), asegúrate de que la planta esté resguardada de los vientos fuertes si está al aire libre. Si está adentro, colócala en una zona en donde no haya corrientes de aire lejos de los ventiladores o conductos de ventilación. [6]
    • Los vientos fuertes pueden secar muy rápidamente la planta, y los vientos cálidos pueden ocasionar estrés térmico si hace el calor suficiente afuera.
  3. Coloca la planta en una habitación con una temperatura moderada. Si prefieres mantenerla al aire libre, revisa el pronóstico para ese día para asegurarte de que haya una temperatura templada y agradable. Según el lugar en donde vivas, finales de la primavera y principios del otoño son buenos momentos para que la fucsia pase un poco de tiempo al aire libre. [7]
    • Las temperaturas superiores a 24 °C (76 °F) evitarán que le crezcan esas floraciones hermosas a la planta.
    • Si la fucsia se encuentra al aire libre, podrá tolerar temperaturas de 10 a 15 °C (50 a 60 °F) durante la noche.
  4. Planifica llevar la planta adentro cuando llegue septiembre u octubre (si vives en el hemisferio norte). Colócala cerca de una ventana pero no directamente junto a ella de forma que las hojas no se enfríen al tocar el vidrio. [8]
    • Revisa la zona de rusticidad agrícola de tu ciudad para fijarte cuándo puedes esperar la primera helada.
    • Las hojas que toquen una ventana fría podrían quemarse por el frío.
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Método 3
Método 3 de 5:

Podar la planta

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  1. Espera a que la última helada haya pasado y observes que se forman brotes nuevos en la planta. Corta los brotes muertos o rotos con podaderas de jardín en un ángulo de 45 grados justo encima de los nudos protuberantes. [9]
    • Cortar en un ángulo de 45 grados ayuda a evitar las enfermedades y permite que la planta absorba una mayor cantidad de humedad y nutrientes.
    • Si la planta está en una maceta o en interiores, pódala hasta que se encuentre a apenas entre 10 y 20 cm (4 a 8 pulgadas) por encima del nivel de la tierra.
  2. Cuenta los nudos hacia arriba desde la base del tallo principal. Cuando llegues al segundo o el tercer nudo, coloca la hoja de las podaderas justo encima de él y corta. [10]
    • Si bien quizás parezca que cortas mucho, esto permitirá que la fucsia vuelva a crecer más saludable y fuerte.
    • Guarda y propaga los esquejes más largos y saludables si lo deseas.
  3. Coloca los dedos justo al lado de las vainas bulbosas de semillas entre las floraciones y los tallos. Pellizca el tallo y tuércelo o gíralo para desprender la floración y la vaina. [11]
    • De hecho, las vainas contienen semillas. Si no las arrancas, es posible que la planta termine cubierta de vainas y no de floraciones.
  4. Si las plantas de fucsia están al aire libre, será necesario podar como mínimo la mitad de la planta para prepararla para su fase de dormancia. Sigue cortando los tallos encima de los nudos y cortando las extremidades muertas que observes hasta que la planta tenga alrededor de la mitad del tamaño que solía tener. [12]
    • Si bien quizás parezca un exceso cortar la planta por la mitad, lo que quede será una columna vertebral sólida para que crezcan brotes nuevos en la primavera.
    • Si la planta al aire libre está creciendo contra una pared, córtale los tallos que sobresalgan hacia afuera de la pared para estimularla a crecer hacia los lados.
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Método 4
Método 4 de 5:

Lidiar con pestes y enfermedades

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  1. Compra unas cuantas láminas amarillas pegajosas en cualquier tienda de suministros de jardinería y cuélgalas encima o alrededor de las plantas para atrapar a estos insectos. Asimismo, puedes conseguir láminas amarillas pequeñas en un poste que se puede introducir en la tierra alrededor del borde de la fucsia en maceta. [13]
    • Por lo general, un paquete de 3 a 5 trampas cuesta entre $4 y $6, y puedes conseguirlo en línea o en cualquier tienda de suministros de jardinería.
    • Las plantas al aire libre tienen una mayor susceptibilidad a las mosquitas blancas.
  2. Si observas que las hojas se enroscan o se tornan amarillas, lávales la parte inferior con una manguera. Apunta el pitorro hacia arriba de forma que puedas llegar a la parte inferior. Si la planta está adentro, lava las hojas con el pitorro en el lavabo de la cocina. [14]
    • Los áfidos también dejan una sustancia pegajosa en las hojas al succionar la savia.
  3. Llena un rociador con 470 ml (16 onzas fluidas) de agua y añádele entre 1/2 y 1 cucharadita de jabón insecticida (o la cantidad que se recomiende en el empaque). Agita la botella y rocía las hojas con la mezcla. [15]
  4. Si observas manchas anaranjadas en la parte inferior de las hojas, corta todos los brotes y el follaje hasta los tallos principales usando podaderas. Coloca la planta enferma en cuarentena de forma que la enfermedad fúngica no se propague a fucsias cercanas. [16]
    • Entre otros indicios de roya fucsia se encuentran las hojas caídas o deformes o las manchas circulares amarillentas en la parte superior de las hojas.
    • Si observas únicamente unas cuantas hojas con indicios de roya fucsia, arráncalas de inmediato y vigila el resto de la planta durante los próximos días.
    • Asimismo, puedes usar un fungicida (por ejemplo, tebuconazol o triticonazol), aunque puede hacer más mal que bien. Si tienes la intención de usarlo, rocía unas cuantas hojas y espera una semana para fijarte si la planta puede resistir que la rocíes por completo con un aerosol fungicida. [17]
  5. Inspecciona las hojas y los tallos para ver si hay masas grises y mullidas o partes marrones, ya que esto puede ser un síntoma de una enfermedad fúngica conocida como moho gris. Retira la planta de su maceta actual y vuelve a plantarla con tierra de buen drenaje que contenga más perlita y vermiculita y menos musgo de turba. [18]
    • Evita las mezclas que contengan limo o arcilla, ya que estos dos ingredientes retendrán demasiada humedad.
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Método 5
Método 5 de 5:

Plantar fucsias en macetas

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  1. Busca una buena mezcla de tierra para plantas de floración en macetas. Revisa si contiene turba, vermiculita y perlita en la parte trasera del empaque. Evita usar tierra de jardín para las plantas de fucsia en maceta, ya que no se drenará con la rapidez suficiente y es posible que ocasione podredumbre de las raíces. [19]
    • La tierra perfecta mantendrá un poco de humedad pero permitirá la aireación suficiente como para que las raíces no se mojen demasiado.
    • La tierra de fibra de coco también constituye una excelente opción para las fucsias, ya que ayudará a aflojar la textura de las mezclas de tierra que sean más similares a la arcilla.
  2. Vierte la tierra en la maceta y apisónala hacia abajo. Asegúrate de elegir una maceta que tenga agujeros grandes de drenaje de forma que el agua pueda drenarse con eficiencia. [20]
    • Puedes colocar hasta 6 plantas pequeñas en una maceta de 30 cm (12 pulgadas). Tener muchas plantas en la misma maceta implica una menor poda y floraciones más rápidas en el verano. [21]
  3. Si compraste plantas pequeñas para germinar, pellizca la base de los recipientes pequeños para sacar la fucsia con la mayor cantidad posible de la tierra intacta. Coloca hasta 6 plantas pequeñas de 7,5 cm (3 pulgadas) lado a lado cerca del centro de la maceta, asegurándote de que ninguna planta esté a 2,5 cm (1 pulgada) del borde. [22]
    • Si vas a cambiar de maceta una planta existente, gira la maceta hacia un lado y contonea el sistema radicular para sacarlo de la tierra, sacudiéndole tanto de la tierra vieja como sea posible.
    • Si vas a propagar esquejes de entre 5 y 10 cm (2 a 4 pulgadas), será necesario que llenes la maceta con tierra y luego introduzcas los esquejes a 5 cm (2 pulgadas) en la tierra de forma que puedan quedar erguidos por sí solos.
  4. Con las manos, añade más tierra a la maceta empezando por el centro y desplazándote hacia afuera en dirección al borde. Reorienta las plantas que empiecen a inclinarse hacia el borde a medida que vayas añadiendo tierra. Apisónala al terminar. [23]
    • Palmear con suavidad la tierra alrededor de cada planta individual asegura que no haya bolsillos de aire.
    • Asegúrate de que la parte superior de la tierra de cada fucsia más pequeña llegue a alrededor 1 cm (1/2 pulgada) de la parte superior de la maceta. Esto hará que estén parejas al llenar la maceta con tierra.
  5. Vierte agua sobre la base de la fucsia trasplantada hasta que el agua se escurra por el fondo. La clave es que te asegures de que no haya tierra seca en la maceta de forma que puedan desarrollarse las raíces. [24]
    • Si transferiste la fucsia a una canasta colgante, riégala hasta que veas que gotea agua del fondo por 3 segundos.
    • Evita abonar las plantas nuevas como mínimo por 6 semanas después de cambiarlas de maceta. Esto puede estresar el sistema radicular en tanto aún intenta aclimatarse a su nuevo entorno.
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Consejos

  • Averigua cuál es la zona de rusticidad agrícola del lugar en donde vivas antes de colocar la planta de fucsia al aire libre. Se desarrollan bien en las zonas 7 a 9, pero también puedes mantenerlas en las zonas 10 a 11. [25]
  • Todas las variedades de fucsia no son tóxicas para las mascotas. Por ende, no dudes en tener muchas de ellas en casa. [26]
  • Cambia la planta cada primavera a un recipiente más grande si quieres que crezca más.
  • Si observas ácaros pequeños (por ejemplo, los ácaros eriófidos) en la planta, puedes podar la zona infectada.
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Advertencias

  • Siempre debes mantener los insecticidas y fungicidas en un armario alto o una zona cerrada en donde los niños y mascotas no puedan acceder a ellos. [27]
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