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Las margaritas gerbera, de flores coloridas y hermosas con una parte central grande, son un excelente complemento en cualquier jardín o casa. Vienen en varios colores, incluyendo morado, rosado, crema y rojo. Asimismo, son plantas sudafricanas populares de interior y exterior.

Método 1
Método 1 de 2:

Cuidar una planta de interior

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  1. Las gerberas deben estar en una maceta con al menos un agujero de drenaje para evitar que las raíces y la corona se pudran y para evitar la presencia de mildiú polvoriento, lo cual ocurre cuando el suelo está continuamente húmedo y cuando la planta se asienta en agua. Si tiene más agujeros en la parte inferior, será aún mejor.
  2. Es mejor que sea tierra fresca y de buena calidad. Llena el contenedor con 7,5 cm (3 pulgadas) de tierra. Coloca la planta en el interior y agrega más tierra hasta que la corona (donde el tallo se une con las raíces) esté ligeramente por encima del suelo. No cubras la corona, ya que es probable que la margarita se asfixie.
    • Los suelos actuales permiten que el agua salga a través de los agujeros de drenaje en lugar de conservarla en las raíces. Esto es necesario para que las raíces no se pudran ni se dé otra enfermedad.
  3. Si bien suele haber luz solar adecuada cerca de una ventana soleada, es posible que la temperatura sea muy alta y termine quemando las hojas. Sin embargo, sin la suficiente luz solar, la planta tendrá muchas hojas, pero ninguna flor. Si bien la luz matutina es ideal, evita que la planta reciba luz brillante durante la tarde. Las margaritas gerbera pueden tolerar temperaturas frías, pero les es difícil sobrevivir en temperaturas por encima de los 21 °C (70 °F). [1]
    • Si haces que la planta reciba luz indirecta, asegúrate de que lo haga durante todo el día. Enciende las luces u otras lámparas cerca, sobre todo en invierno.
  4. Si la tierra aún está húmeda, déjala por uno o dos días. Riega completamente las raíces, pero mantén las hojas tan secas como sea posible. Asegúrate de que el agua se haya drenado por completo de la maceta antes de volverla a colocar sobre un plato o bandeja de goteo. De lo contrario, las raíces tal vez se pudran con la tierra empapada. [2]
    • Debes regar con menos frecuencia durante los meses de invierno. Sin embargo, evita que el suelo se seque por completo.
  5. Si se trata de una planta de interior, es mejor usar un fertilizante formulado para el florecimiento. Sigue las instrucciones del empaque sobre la cantidad que debes usar según el tamaño del contenedor. Aplica fertilizante en la temporada de crecimiento (desde mediados de primavera hasta principios de verano). No lo hagas en otro momento. [3]
  6. A medida en que las flores empiecen a marchitarse, pellizca o corta el tallo justo cerca de la flor. Haz esto con todas las flores muertas o en proceso de morir. Esto también se conoce como podar las flores marchitas de la planta y centrará su desarrollo en la producción de flores más hermosas en lugar de semillas. Esto mantendrá su apariencia mientras permite que se desarrolle el segundo grupo de flores. [4]
    • Los bichos pueden hostigar a la gerbera si no cortas las flores marchitas.
    • Hazlo con anticipación, como a finales de primavera, y repite el proceso cada dos días para darle la mejor forma posible.
    • Si quieres tener flores en un jarrón, córtalas cuando estén frescas y mantenlas en agua. Pueden durar varios días así.
  7. Una vez que la maceta empiece a lucir abarrotada, la planta deberá tener más espacio. Elige una maceta que sea un poco más grande que la actual y que tenga al menos un agujero de drenaje (de preferencia más) en la parte inferior. Llénala con 7,5 cm (3 pulgadas) de tierra. Sujeta el tallo con los dedos mientras volteas la maceta. De esta forma, la planta debe deslizarse hacia afuera junto con una porción de tierra. No obstante, si no es así, golpea el contenedor contra otra superficie para aflojar el suelo. Transfiere la planta a la maceta más grande y agrega tierra hasta que la parte superior de las raíces se encuentren 2,5 cm (1 pulgada) por debajo del borde del contenedor. Riega la planta hasta que empiece a gotear por el o los agujeros de drenaje. [5]
    • Examina las raíces cuando saques la planta. Poda las partes que parezcan marchitas o podridas.
    • No cubras la corona (donde el tallo principal se une con las raíces) cuando agregues la tierra.
    • Es posible que se marchite un poco después de trasplantar, pero se reavivará después de una o dos semanas si la cuidas adecuadamente.
    • Si bien las gerberas no sobreviven muy bien después de trasplantarlas porque tienen un sistema de raíces profundo, sofocarlas en una maceta pequeña tampoco será de ayuda.
  8. Es posible que la planta se vea afectada por plagas comunes como de ácaros o áfidos. Rocía jabón insecticida sobre ella según las instrucciones del fabricante. [6] Vigila las plantas cuidadosamente para resolver algún problema antes de que aparezca y empeore.
    • Puedes usar un jabón insecticida orgánico si lo deseas.
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Método 2
Método 2 de 2:

Cuidar una planta de exterior

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  1. Debe recibir luz directa en la mañana y recibir sombra en la tarde. Si bien estas plantas prefieren luz solar brillante, es mejor mantenerlas lejos del sol intenso, sobre todo en climas cálidos.
  2. Llévala al exterior solo cuando ya no haya peligros de heladas en primavera. Cava un hueco con una profundidad de 20 a 25 cm (8 a 10 pulgadas), y agrega una capa de materia orgánica como estiércol o composta. Si vas a plantar varias margaritas, deja un espacio de 45 o 60 cm (18 o 24 pulgadas) entre cada una. Asegúrate de que la corona (o donde el tallo se une con las raíces) esté por encima del nivel del suelo para que no se sofoque.
  3. También puedes regar cuando la superficie del suelo y la corona (el lugar donde el tallo se une con las raíces) estén secas. Hazlo solo en la mañana para que las hojas puedan secarse durante el día. De esta forma, se reducirán los problemas de enfermedades por hongos y putrefacción. Se recomienda regar abundante agua con una manguera de remojo o con una simple de goteo ligero. De esta forma, evitarás mojar las hojas. [7]
    • Asegúrate de humedecer las raíces de la planta por completo.
  4. Esto fomentará su crecimiento y le dará más nutrientes. Usa un fertilizante universal y equilibrado. También puedes aplicar un fertilizante de liberación prolongada cada 2 o 6 semanas. [8]
    • Se recomienda usar un fertilizante líquido rico en micronutrientes y de buena calidad.
    • Las gerberas suelen necesitar más hierro o magnesio para florecer continuamente. Trata de encontrar un fertilizante con al menos uno de estos minerales. [9]
  5. Deja que haya un espacio entre el material y la corona de la planta. Esto aumentará su crecimiento y fomentará su florecimiento. [10]
  6. Saca las flores marchitas con un pellizco o cortando el tallo justo por debajo de las mismas. Repite este proceso con las demás flores que se estén marchitando para ayudar a la planta a mantener una apariencia bonita y a canalizar la energía hacia el segundo grupo de flores hermosas.
    • Si quieres tener flores en un jarrón, córtalas cuando aún estén frescas y mantenlas en agua. Deben durar varios días de este modo.
    • Poda con anticipación, como a finales de primavera, y repite este proceso cada dos días para mantener la planta en la mejor forma posible.
  7. El clima y la irrigación causarán que la corona se hunda debajo de la superficie del suelo. Cava con cuidado con una pala de dientes y evita dañar las raíces. [11]
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Consejos

  • En las zonas de rusticidad 8 a 11, las gerberas están clasificadas como plantas perennes y se espera que se desarrollen año tras años. Si tu zona es más fría, debes considerarlas como plantas anuales o de contenedor. [12]
  • Puedes aprender cómo cultivar margaritas gerbera a partir semillas con este artículo.
  • Las gerberas crecen mejor en suelos ligeramente ácidos. Es ideal que tengan un pH de 6,0 a 7,0. [13] Puedes saber si el suelo que tienes es el correcto usando un kit de análisis.
    • Si el suelo es demasiado ácido, usa caliza para aumentar el nivel del pH.
    • Si el suelo es demasiado alcalino, puedes usar turba o azufre para disminuir el nivel del pH.
  • También puedes agregar alimento para violetas africanas como suplemento.
  • Si notas que hay orugas o minadores alrededor de la planta en el exterior, puedes rociar un material orgánico como aceite de nim o piretro sobre las hojas. [14]
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