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Las rosas son un símbolo eterno de la belleza y el romance, lo que las vuelve una opción favorita tanto para los jardineros novatos como veteranos. Si contemplas la idea de cultivarlas, pero careces del espacio necesario en el jardín, estarás contento de saber que podrás plantar la mayoría de las variedades en recipientes con mucho éxito. Todo lo que necesitarás es un recipiente del tamaño adecuado, un poco de tierra para maceta equilibrada y mucha agua y sol; así les darás un toque de elegancia a tu casa y tu jardín.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Elegir un recipiente adecuado

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  1. Este deberá ser lo suficientemente espacioso como para alojar el tipo de rosas y la cantidad que vayas a plantar, y necesitará un poco de espacio sobrante. Para las rosas miniatura que solo alcanzan alturas de 15 a 45 cm (de 5 a 20 pulgadas), podría bastar con un recipiente que posea una profundidad de 15 a 20 cm (de 5 a 10 pulgadas). Por otro lado, las especies grandes requerirán como mínimo 45 cm (20 pulgadas) para que sus raíces se extiendan con comodidad. [1]
    • Los maceteros, los barriles de madera y las tinas pueden ser recipientes fantásticos para las rosas de tamaño completo.
    • Si tienes dudas, será mejor conseguir algo muy grande, en lugar de un recipiente demasiado pequeño. En promedio, las rosas que se planten en recipientes espaciosos se volverán más grandes y saludables, y por lo general también serán más resistentes a la temporada de invierno fuerte. [2]
  2. Podrás cargar y reubicar con facilidad los recipientes hechos con materiales como el plástico, la fibra de vidrio y los compuestos reciclados. Esta característica puede ser una ventaja importante si crees que podrías querer cultivar o exhibir las rosas tanto en espacios cerrados como abiertos. [3]
    • Las bolsas de cultivo también podrán desplazarse de un lugar a otro con facilidad, e incluso podrás plantarlas en el suelo si decides convertir las rosas en un elemento permanente del jardín.
  3. Los materiales como la terracota, la cerámica y el concreto se calientan con rapidez si se dejan expuestos al sol. Si le colocas un protector plástico aparte a un recipiente pesado de material similar a la piedra, podrás garantizar que la tierra permanezca fría y retenga la humedad esencial. Las rosas que se calientan demasiado necesitarán que las rieguen con mayor frecuencia, lo cual puede causarles dificultades a la planta y a ti. [4]
    • La mayoría de las tiendas de suministros de jardín y los invernaderos venderán protectores plásticos para macetas, los cuales estarán diseñados para encajar a la perfección dentro de recipientes de tamaño estándar.
    • Si no quieres comprar un protector aparte, también podrás hacer el tuyo con una bolsa plástica de basura o varias capas de papel periódico. [5]
  4. Busca recipientes que tengan agujeros o aberturas en el fondo. Estas permitirán que el agua fluya fuera del recipiente una vez que haya llegado a la tierra, lo que reducirá las probabilidades de regar la planta en exceso. [6]
    • Si ya tienes un recipiente que quieres usar, pero no incluye agujeros de drenaje, podrás crear algunos con un taladro eléctrico. [7]
    • Las rosas pueden desarrollar muchas afecciones indeseables si las riegas en exceso (como el retraso en el crecimiento, las partes marchitas o las raíces podridas), las cuales pueden matar a la planta.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Alistar la tierra

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  1. Lo ideal será usar gravilla del tamaño de las arvejas, ya que esta se mantendrá junta sin dejar mucho espacio abierto. No obstante, también podrías usar un puñado de piedras pequeñas del jardín. Una base de gravilla o piedras fomentará un drenaje adecuado y evitará que la tierra del fondo del recipiente se compacte demasiado. [8]
    • También podrás usar las partículas de arena o arcilla para darle una textura limosa y con buen drenaje a la parte inferior de la tierra.
    • Quizás no haya problema en omitir la capa de gravilla si vas a usar un recipiente con agujeros de drenaje adecuados y planeas cultivar las rosas al aire libre.
  2. Casi toda tierra para maceta de venta comercial servirá para crear un cultivo pequeño de rosas, siempre y cuando sea rica en nitrógeno y fósforo. No llenes el recipiente por completo, ya que si la tierra es demasiado pesada, las rosas podrían tener dificultades para respirar. [9]
    • Busca mezclas de tierra que estén diseñadas específicamente para estas flores. Estas contienen todos los nutrientes esenciales que las rosas necesitarán para desarrollarse.
    • También podrías crear tu propia mezcla con una parte de tierra del patio o jardín, una de abono orgánico y una de estiércol de caballo, vaca u hongos. [10]
  3. Agrégale a la tierra un poco de abono de jardín, estiércol animal o musgo de turbera; y usa una espátula para combinar la mezcla hasta que los componentes orgánicos se integren por completo. Las enmiendas orgánicas le brindarán nutrientes adicionales a la tierra y permitirán que las rosas retengan la humedad con más facilidad. [11]
    • Algunos expertos en jardinería recomiendan agregarles una cantidad pequeña de harina de huesos o humus a los rosales más grandes que requieran nutrientes adicionales.
    • También podrás aplicarle a la tierra un fertilizante de liberación lenta diseñado específicamente para las rosas. Aplícalo según sea necesario o siguiendo las indicaciones del envase.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Plantar las rosas

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  1. Escarba un hoyo angosto con la punta de la espátula. Ten en cuenta que las rosas miniatura deberán plantarse a una profundidad mínima de 15 cm (5 pulgadas), mientras que las plantas de tamaño completo y los arbustos podrían requerir 45 cm (20 pulgadas) para reposar con comodidad.
    • Apila la tierra suelta alrededor de los bordes del recipiente, en lugar de desecharla. La necesitarás más adelante para llenar el agujero.
  2. Retira la rosa joven de la maceta de vivero y colócala en el recipiente de cultivo. Separa las raíces de forma cuidadosa con los dedos, así las extenderás de manera uniforme en la tierra. Luego deberás presionar la tierra suelta alrededor de la planta y comprimirla con toques suaves. [12]
    • Deberás nivelar la parte superior de la tierra con el punto de unión con la raíz (el tallo bulboso y grueso en la base de la planta, del cual brotan los tallos), así las raíces estarán sumergidas de 2,5 a 5 cm (1 o 2 pulgadas). [13]
    • Deberás compactar la tierra con la firmeza suficiente como para asegurar la rosa, pero no tanto como para asfixiarla o apretarla.
    • Planta la rosa aproximadamente al mismo nivel en el que estaba en la maceta o recipiente. Necesitarás una maceta que sea lo suficientemente profunda como para albergar la bola radicular, y dejar un espacio aproximado de 2,5 cm (1 pulgada) entre la tierra y la parte superior. Esto será de utilidad para evitar los derrames al regar.
  3. Si vas a cultivar una especie de tamaño completo, deberás introducir una estaca de jardinería en la tierra (en uno de los lados de la planta) y unirla a los tallos inferiores con una banda elástica o un pedazo de cuerda. Una vez que la hayas colocado, esta actuará como una estructura de soporte a la que la rosa podrá aferrarse conforme crezca. [14]
    • Coloca la estaca lo más profundo posible para cerciorarte de que esté segura. Lo ideal es que llegue hasta el fondo del recipiente.
    • Si vas a cultivar todo un arbusto en un barril, una tina o una bolsa de cultivo, será una buena idea que coloques varias estacas separadas a una distancia de 25 a 30 cm (de 10 a 15 pulgadas).
    • Si quieres cultivar rosas de una variedad más grande sin usar una estructura de soporte aparte, estas colgarán hacia los costados del recipiente.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Cuidar las rosas en recipientes

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  1. Usa suficiente agua como para humedecer bien la tierra desde la parte superior hasta la inferior, pero sin empaparla. Los rosales son plantas que consumen mucha agua, por lo que podrían requerir hasta 5 L (un galón y medio) al día. Será importante que no dejes que las rosas se sequen. [15]
    • Deberás introducir un dedo en la tierra entre cada riego. Si esta se siente seca al tacto, quizás sea el momento de volver a regarla. [16]
    • Podrías tener que regar las rosas con más frecuencia si vives en un área con clima cálido o si las dejas la mayor parte del día bajo la luz directa del sol.
  2. Estas flores se desarrollan en áreas cálidas y luz brillante. Por ello, si vas a mantenerlas en un espacio cerrado, lo mejor suele ser colocarlas en una ventana que apunte al oeste o al sur. A estas les irá mejor si reciben luz por 7 o más horas al día, pero puede bastar con 4 o 5 para las de tipo miniatura. [17]
    • Si es necesario, podrás cambiar su ubicación durante el día para garantizar que reciban la luz cuando esta cambie de dirección.
    • Puedes dejar que las rosas pasen la mayor parte del día al aire libre (en un pórtico, patio o balcón soleado) durante los meses calurosos del verano. [18]
  3. Usa un fertilizante líquido o de liberación lenta equilibrado que esté diseñado para las rosas (como los de fórmula 10-10-10 o 12-12-12). Estos les brindarán a los rosales la mayoría de los nutrientes que necesitan para crecer. Para estar seguro, siempre deberás aplicar el fertilizante poco después de regar, y solo usa la mitad de la cantidad recomendada en el envase. Si usas una cantidad excesiva, esto puede quemar las raíces delicadas de estas plantas, en especial si están secas. [19]
    • Una vez que las flores empiecen a florecer, podrás aumentar la frecuencia de las aplicaciones a una vez cada 1 o 2 semanas. [20]
    • Las rosas que cultives al aire libre necesitarán fertilizante con más frecuencia que las de espacios cerrados, debido a la mayor velocidad con la que se desarrollen.
  4. Si dejas un poco de espacio entre cada recipiente, esto aumentará el flujo de aire entre las rosas, lo que permitirá que reciban más gases beneficiosos del entorno que las rodea. Asimismo, esto puede ser de utilidad para evitar la propagación de enfermedades micóticas, ya que evitarás que el follaje afectado entre en contacto con las plantas saludables. [21]
    • Si separas los recipientes de forma estratégica, esto no solo conservará la salud de las rosas, sino que también permitirá que las exhibas en un área mucho más amplia.
  5. Revisa las rosas de vez en cuando para detectar las floraciones muertas o decoloradas. Al encontrarlas, deberás cortar el tallo hasta el primer conjunto de cinco folíolos con un par de tijeras de podar afiladas. Si las extraes, esto fomentará el crecimiento de nuevas flores saludables en su lugar. [22]
    • Adopta el hábito de podar las rosas en la primavera, antes de que empiecen a florecer. [23]
    • También podrás podar de manera cuidadosa con el propósito de darle una forma adecuada a la planta a fin de que encaje mejor en un lugar determinado.
    • Siempre deberás hacerlo por encima de un botón que apunte hacia afuera, así evitarás que crezca hacia adentro.
  6. Sus raíces pueden anudarse si estas crecen tanto como para no caber en un recipiente pequeño, lo que significa que no habrá suficiente espacio para que sigan extendiéndose. Podrás evitar que una rosa establecida desarrolle este problema si aflojas la tierra alrededor de los bordes del recipiente viejo, levantas toda la planta y la colocas en su nuevo hogar. [24]
    • Tendrás que llenar el nuevo recipiente con tierra para maceta fresca y material orgánico.
    • Será vital que coloques las rosas en otra maceta si notas que su crecimiento se ha detenido o si lucen enfermas a pesar de haber cubierto sus necesidades. [25]
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Consejos

  • Las rosas atraviesan un periodo inactivo durante las épocas más frías del año. Coloca sus macetas en un área protegida durante dicho tiempo, así ayudarás a mantener el desarrollo de las raíces.
  • Cómpralas en un invernadero o vivero local. De este modo, garantizarás que puedan sobrevivir en el clima y las condiciones climáticas específicos del área que habites.
  • Siempre que sea posible, deberás usar productos (como mezclas de tierra, enmiendas orgánicas y fertilizantes) que estén diseñados específicamente para el cultivo de rosas.
  • Podrás cultivar casi cualquier tipo de rosa en un recipiente, pero algunas de las variedades que se desarrollan mejor comprenden a las maravillosas rosas inglesas (como la bathsheba, la imogen y la Desdémona), las híbridas de té (como la floribunda y la grandiflora), la baby boomer, la polyantha y otras especies miniatura.
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Cosas que necesitarás

  • recipiente espacioso
  • protector plástico
  • gravilla del tamaño de las arvejas o piedras pequeñas (para drenaje)
  • tierra de maceta de venta comercial
  • enmiendas orgánicas (abono de jardín, estiércol, musgo de turbera o materiales similares)
  • fertilizante de plantas equilibrado de libración lenta
  • agua
  • espátula
  • tijeras de podar
  • estacas de jardinería

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