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Los bebés necesitan que los toquen para crecer física y emocionalmente saludables. Masajear a los bebés impulsa su sistema inmune, ayuda a fomentar el desarrollo de los músculos y reduce su estrés. Es una forma maravillosa de establecer vínculos con tu pequeño y crear un ambiente relajante para ambos. Saber cómo y cuándo masajear a tu bebé te ayudará a aprovechar al máximo esta práctica terapéutica.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Darle un masaje efectivo

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  1. Planifica hacer el masaje en una habitación cálida con iluminación tenue. Es importante asegurarte de que la temperatura no esté demasiado fría, dado que le quitarás la ropa al bebé durante el masaje. Acuesta al bebé boca arriba sobre una toalla o manta suave en el piso o una superficie plana segura. Pon un poco de música suave si lo deseas.
    • Puedes masajear al bebé sin ropa o solo con un pañal en caso de algún accidente. Elige la opción que sea más cómoda para el bebé.
    • Si quieres masajear al bebé como una forma de calmarlo antes de acostarlo para una siesta, podrías usar el cuarto del bebé como la habitación de masajes. De esta manera podrás acostarlo fácilmente en su cuna si se duerme durante el masaje.
  2. Si quieres usar aceite para masajes, elige aceite de oliva, aguacate u otro aceite comestible, dado que los dedos del bebé podrían terminar en su boca. No uses aceite mineral ni otro aceite no comestible, dado que no son digeribles y podrían dañar el estómago del bebé.
    • No uses aceite de maní, almendras u otros aceites producidos de alimentos que sean alérgenos comunes.
    • Si el aceite está frío, frótalo entre tus manos para calentarlo antes de aplicarlo al cuerpo del bebé.
  3. No masajees a un bebé con la misma fuerza que usarías para un adulto. Usa los dedos para frotar suavemente el cuerpo del bebé, sin aplastar demasiado fuerte ni amasar. La meta no es descontracturar ni hacer un masaje profundo de tejido, como lo sería para un adulto; sino que es mejor usar movimientos suaves y circulares para estimular cuidadosamente la piel del bebé.
    • Será recomendable masajear la espalda, la barriga, los brazos, las piernas, la cabeza y el cuello del bebé. Maneja todas las partes del cuerpo del bebé con mucho cuidado.
    • A medida que el bebé crezca, puedes aplicar un poco más de presión. Un niño de uno a dos años puede soportar un masaje ligeramente más firme que un bebé.
  4. La práctica general es masajear la piel en dirección contraria al corazón. Esto tiene un efecto calmante en el cuerpo, así que es una buena técnica para usar si quieres ayudarlo a dormir con más facilidad. También puedes masajear hacia el corazón en su lugar, pero ten en cuenta que esto tiene un efecto estimulante. Masajea hacia el corazón cuando quieras que el bebé se sienta más activo.
    • Elige la dirección dependiendo de la hora del día en la que lo masajees. Si es hora de jugar, un masaje estimulante podría hacer que quiera divertirse un poco. Pero masajearlo de esta manera antes de la hora de dormir probablemente no tendrá el efecto que quieres.
    • Masajear en dirección contraria al corazón es una buena forma de calmar a un bebé que se siente inquieto.
  5. Esta es una buena técnica a usar en los brazos y las piernas del bebé. Haz un circulo suelto o una forma en C alrededor del brazo o la pierna del bebé con el dedo índice y pulgar. Realiza un movimiento muy suave jalando hacia abajo hacia su pie o mano, como si fueras a ordeñar una vaca. Repite el movimiento varias veces.
    • Nunca agarres con demasiada fuerza y asegúrate de no torcer sus extremidades.
    • Sigue hasta que hayas masajeado todas sus extremidades.
  6. El bebé podría disfrutar la sensación de que están “enrollando” sus brazos y piernas. Gira suavemente las manos sobre una extremidad a la vez, como si fueras a enrollar masa. Mece la extremidad de adelante hacia atrás contra la manta o toalla sobre la que esté el bebé. Repite con todas las cuatro extremidades.
  7. El masaje está destinado a ser relajante y esto podría ser irritante para el bebé. Ayuda al bebé a relacionar la hora de masaje como una sesión de vinculación relajante. Debe saber qué esperar y las cosquillas podrían ser impactantes o sobreestimulantes.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Elegir el momento correcto para un masaje

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  1. Como se menciona anteriormente, un masaje es una forma excelente de ayudar a calmar al bebé y alistarlo para dormir. [1] Hacerlo en horas regularmente programadas ayudará a que se acostumbre a una buena rutina a la hora de dormir. Hazlo parte de tu costumbre nocturna después del baño y otras rutinas establecidas por tu familia. Planifica comenzar aproximadamente media hora antes de su hora de dormir programada.
  2. El masaje puede ser una buena forma de conectarte con tu bebé y ayudarlo a sentirse menos inquieto a cualquier hora del día. Los bebés a menudo lloran cuando quieren atención y masajearlos les hará saber que estás presente. Tiene un efecto sumamente relajante y a muchos padres les parece una herramienta eficiente para calmar a un bebé en momentos especialmente inquietos.
    • Asegúrate de satisfacer sus otras necesidades primero, de tal manera que esté cómodo durante el masaje. El bebé podría estar llorando porque tiene hambre, está cansado o por otra razón. No disfrutará tanto el masaje si aún no ha cenado.
    • Espera 45 minutos después de las comidas. Masajear a un bebé justo después de comer puede causarle malestar estomacal. Los bebés vomitan con mucha facilidad y cualquier tipo de movimiento masajeador tiene el potencial de hacerles vomitar su última comida. Asegúrate de que tenga bastante tiempo para digerir su comida antes de darle un masaje.
  3. A veces los bebés no tienen ganas de que los masajeen y es importante detenerte si muestran señales de angustia. Si tu bebé se pone tenso y llora, déjalo por el momento e intenta masajearlo en otra oportunidad cuando tenga ganas de que lo toques.
    • Si parece que siente dolor al masajearlo, asegúrate de que tu técnica sea lo suficientemente suave. Si tu técnica no parece ser el problema, podría ser recomendable llevarlo a un pediatra para ver por qué parece sentir dolor durante los masajes.
    • Si está disfrutando el masaje, parecerá relajado y receptivo al tocarlo.
  4. Comienza masajeándolo por 5 minutos. Esto le dará tiempo al bebé para acostumbrarse a la sensación de ser masajeado y decidir que le gusta. Masajéalo por un poco más de tiempo cada vez hasta que llegues a media hora aproximadamente. Esta es la cantidad de tiempo óptima al día para masajear al bebé. [2]
    • Los beneficios de los masajes son innumerables. Los masajes ayudan a estimular el crecimiento del bebé, impulsar su sistema inmune y ayudar a que su sistema digestivo se mantenga saludable. También reducen el estrés y ayudan al desarrollo emocional.
    • Asimismo, masajear al bebé ayuda a que ambos establezcan vínculos. Es una forma muy buena para que los padres se relacionen con sus bebés.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Enfocarte en ciertas partes del cuerpo

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  1. Rodea el muslo del bebé con el pulgar e índice. Acaricia suavemente la pierna desde el muslo hasta el pie, luego frota sus pies con los pulgares. Enrolla y desenrolla los dedos de sus pies. Repite con la otra pierna, luego dobla y desdobla cuidadosamente las rodillas al mismo tiempo. [3]
    • Puedes comenzar con cualquier parte del cuerpo del bebé. A muchos les gusta comenzar con las piernas y los pies para ayudar a que el bebé se tranquilice luego de la hora de juegos con más facilidad. El bebé podría patear y retorcerse de diversión a medida que masajees sus piernas y pies.
    • Recuerda tener mucho cuidado; no le jales las piernas ni apliques demasiada presión al doblar sus rodillas. Si estira las piernas como protesta, no lo fuerces a doblarlas.
  2. Esta parte del masaje tiene el efecto calmante más profundo. Comienza masajeando su pecho desde el centro hacia fuera, lejos del corazón, pasando la mano sobre su piel como si fueras a alisar las páginas de un libro. Luego, masajea su panza frotando en sentido horario. Esto imita el camino de digestión. Sigue haciendo esta parte del masaje hasta que el bebé parezca calmado.
    • Recuerda que si vas a masajear como parte de la hora de juegos, puedes hacer que el bebé se sienta estimulado al masajearle el pecho hacia el corazón, en lugar de en dirección contraria.
    • Ten cuidado de no hacerle cosquillas a la panza del bebé a medida que la masajees.
  3. Usa los dedos para hacer círculos en su cabeza. “Camina” suavemente con los dedos a lo largo de la frente y las mejillas, y dibuja una sonrisa en sus labios. [4] Aléjate de los ojos y la nariz, dado que masajear demasiado cerca a estas áreas podría hacer que se sienta incómodo.
  4. Gira cuidadosamente al bebé de tal manera que esté boca abajo. Masajea su espalda pasando las manos desde el centro hacia fuera. No agarres sus hombros ni presiones firmemente como lo harías con un adulto; en su lugar, usa movimientos circulares para frotar sus hombros y la parte baja de la espalda.
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Consejos

  • Ten un pañal cerca en caso de que el bebé se orine.
  • Recuerda hablarle suavemente al bebé a lo largo del masaje. Hazle saber qué estás haciendo o solo habla sobre tu día.
  • Concéntrate en usar movimientos firmes y suaves. Los movimientos del masaje no deberían ser demasiado ligeros ya que podrían hacerle cosquillas al bebé y los movimientos fuertes pueden lastimarlo o ser incómodos.
  • Los bebés muy pequeños prefieren que los mezan durante un masaje. Estos bebés podrían preferir acostarse en el recodo de las rodillas o sobre tus pies mientras estás sentado en una posición con las piernas recogidas hacia el estómago. Puedes sentarte con las piernas cruzadas o formar un diamante con las piernas.
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Advertencias

  • Si en algún punto parece que al bebé no le gusta el masaje, llora o se aleja de tus manos, detente y vuelve a intentarlo otro día.
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Cosas que necesitarás

  • toalla o manta tibia
  • aceite para masajes comestible

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