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Hacerle un masaje a tu gato puede hacer que tu amiguito peludo favorito se sienta relajado, se tranquilice después de un evento estresante y simplemente se sienta más querido y cuidado. De hecho, darle un masaje a tu gato puede hacer que se sienta mucho mejor que solo con las caricias habituales si lo haces de la forma correcta. Prueba con esta técnica para forjar vínculos cuando tu gatito necesite animarse o quieras establecer una conexión con tu amiguito peludo.

Parte 1
Parte 1 de 6:

Prepararte para darle un masaje a tu gato

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  1. Al igual que al ir a hacerte un masaje relajante, tu gato también puede disfrutar de uno. Un masaje suave es maravilloso para ayudar a reducir la ansiedad, aliviar la tensión y relajar los músculos de tu gato después de un día difícil, además de que puede fortalecer el vínculo entre ustedes. [1]
    • Asimismo, si tu gato está viejo o enfermo, un masaje puede ayudar a que se quede dormido.
  2. Considera la forma como le guste que lo acaricien: por lo general, a los gatos les gustan las caricias suaves y ligeras que se desplacen por su cuerpo. Al masajear a tu gato, cíñete a movimientos suaves que lo acaricien en lugar de movimientos profundos que podrían ser duros con su cuerpo. [2]
    • Si consideras que tu gato necesita un masaje más profundo, puedes llevarlo a un veterinario para que se lo haga profesionalmente.
    • Al avanzar por el masaje, puedes usar una mano o las dos.
  3. Los gatos no necesitan masajes que duren horas y horas y, por ende, el que le hagas puede mantenerse corto. Separa como mínimo 10 minutos de tu día para prestarle un poco de atención adicional a tu gato cuando tengas tiempo. [3]
    • No hay una cantidad establecida para la frecuencia con la que debas hacerle un masaje a tu gato, así que puedes adaptarlo a sus necesidades. En general, intenta no masajear a tu gato más de una o dos veces al día.
  4. Si tu gato está de mal humor, ansioso o asustadizo, es posible que no esté de ánimo para que lo toquen mucho. Espera a que tu gato se te acerque chocándote suavemente con la cabeza unas cuantas veces para indicar que quiere que lo acaricies y luego procede con el masaje. [4]
    • Nunca debes masajear a tu gato si siente mucho dolor, si tiene heridas abiertas o si tiene problemas de coágulos sanguíneos. Asimismo, nunca debes hacerle un masaje directamente sobre tumores o sobre la piel infectada. [5]
  5. Un gato puede percibir tu estrés y ansiedad y no podrá relajarse si te encuentras en un mal estado mental. Asegúrate de estar por lo menos algo tranquilo antes de comenzar a masajear a tu gato de forma que pueda alimentarse de tu energía positiva. [6]
    • Debido a que masajear a tu gato puede constituir una actividad relajante para ti, puedes usarlo para ayudar a desestresarte después de un día difícil.
    • Si no estás de buen humor, es posible que tu gato no quiera que lo acaricies del todo.
  6. Esto tiene relación con hacer que tu gato esté más relajado. Por ende, debes elegir un lugar en donde se sienta mejor. Puedes sentarte en el sofá, recostarte en el suelo o ponerte de pie junto a una mesa, lo que tu gato prefiera. [7]
    • Asegúrate de que no haya muchos ruidos fuertes (de los niños, otras mascotas o el televisor) de forma que el gato pueda permanecer tranquilo y relajado.
    • Asimismo, la temperatura debe mantenerse neutra, ni muy caliente ni muy fría.
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Parte 2
Parte 2 de 6:

Hacer que tu gato esté cómodo

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  1. Si bien podría sonar cómico, los gatos también tienen vidas. Si tu gato está acicalándose, comiendo o usando la caja de arena, no es un buen momento para masajearlo. [8]
    • Haz el intento de esperar alrededor de 2 horas después de que tu gato coma para comenzar el masaje. Esto permitirá que digiera primero la comida.
  2. Acércate a tu gato y asegúrate de que esté contento de estar en tu presencia. Quizás incluso debas esperar a que se te acerque en lugar de sacarlo de su zona de confort. Espera a que pase tiempo contigo, se relaje, se recueste o incluso ronronee o se acurruque junto a ti. [9]
    • Si tu gato no se te acerca o no quiere que lo toques, es probable que no esté de humor para un masaje en ese momento.
  3. Colócalo primero en el estado mental adecuado para que se sienta tranquilo y feliz. Empieza cantándole ligeramente a tu gato o diciéndole que es un buen chico usando una voz baja y tranquilizadora. [10]
    • Tú sabes lo que más le gusta a tu gato, así que cíñete a lo que sepas.
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Parte 3
Parte 3 de 6:

Comenzar el masaje

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  1. Elige su lugar favorito, ya sea debajo de la barbilla, en el lomo o detrás de las orejas. Si empiezas por un lugar conocido, esto hará que tu gato esté más dispuesto a que lo masajees por todo el cuerpo. [11]
    • Puedes determinar en dónde le gusta a tu gato que lo toquen si escuchas cuándo empieza a ronronear.
    • Es muy importante que empieces con lentitud, ya que, si lo haces muy rápidamente, esto puede abrumar a tu gato y hacer que se ponga ansioso.
    • Intenta evitar su cabeza y rostro a menos que le guste mucho a tu gato. Los gatos pueden interpretar el contacto de este tipo como una amenaza, lo cual puede estresarlos.
  2. Si bien muchas personas acarician a sus gatos con las yemas de los dedos, es posible que este tipo de contacto sea muy ligero como para que el gato sienta algo, sobre todo a lo largo del lomo o la barriga. Aplica un poco de presión suave sobre el cuerpo del gato al acariciarlo usando toda la mano. Deja las yemas de los dedos para masajearle la cabeza y el rostro. [12]
    • Puedes usar solo una mano o las dos.
  3. Presta atención a la forma como reaccione a lo largo del masaje. Si no deja de tratar de levantarse, es posible que no esté de humor para un masaje. Si parpadea, ronronea, babea, se queda dormido o incluso parece un poco aturdido, es probable que esté disfrutando enormemente del masaje. [13]
    • Si retrocede o empieza a rasguñarte, detén el masaje. Es probable que no sea nada personal y puedes volver a intentarlo en unas horas o unos días.
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Parte 4
Parte 4 de 6:

Masajear la cabeza y el cuello de tu gato

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  1. En su mayoría, a los gatos les encanta que se les masajee la cabeza. Empieza por la parte superior y haz un movimiento circular con las palmas de las manos antes de pasar a las sienes y las mejillas. Masajea también alrededor y detrás de las orejas de tu gato con las yemas de los dedos. [14]
    • Presta atención a la reacción de tu gato a que le masajees la cabeza. Debido a que algunos gatos lo perciben como una amenaza, debes detenerte si parece incómodo o ansioso.
    • Quizás debas regresar a la cabeza una vez que hayas masajeado más a tu gato, ya que es posible que tenga que estar más relajado para poder apreciar del todo que le masajees la cabeza.
  2. Una vez que le hayas masajeado la cabeza, frota muy lenta y suavemente debajo de su cuello. Masajea a tu gato con los dedos haciendo movimientos circulares pequeños de arriba a abajo por el cuello. Ten cuidado de no presionar con mucha fuerza contra el cuello para no lastimar a tu gato. [15]
    • El cuello es otra zona sensible, y es posible que a tu gato no le guste. Presta atención a su lenguaje corporal y su forma de comportarse en esta parte del masaje.
  3. Masajéale las mejillas y la frente haciendo movimientos circulares pequeños con los dedos. Asimismo, puedes usar las palmas de las manos a cada lado de su rostro. Si a tu gato le gusta lo que haces, es posible que incluso deje que le masajees la zona pequeña alrededor de los ojos, la nariz o los bigotes. [16]
    • A los gatos rara vez se les toca en el rostro, por lo que recibir un masaje allí puede sentirse muy bien.
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Parte 5
Parte 5 de 6:

Masajear el cuerpo de tu gato

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  1. Una vez que hayas terminado de masajearle la cabeza y el cuello, hazle unas cuantas caricias firmes en el cuerpo. Aplica una presión suave con la mano a la vez que lo acaricias de la cabeza a la cola. Esto ayudará a que su cuerpo se relaje para el resto del masaje. [17]
    • Haz el intento de repetir cada movimiento como mínimo 6 veces para que tu gato realmente se relaje.
  2. Empieza a frotarle los hombros lentamente en círculos. Coloca una mano a cada lado de tu gato y frótalo bien. Masajea los costados del cuerpo de tu gato, sobre todo sus hombros, con ambas manos de una forma suave pero firme. [18]
    • Los hombros de tu gato pueden tensarse mucho después de correr de un lado a otro todo el día. Un buen masaje puede aflojar esa presión y hacerlo sentir muy bien.
  3. Desplázate hacia abajo por el lomo desde los hombros y aplica una presión suave a lo largo del lomo y los costados de tu gato con movimientos circulares. Mantén la atención en la parte superior del lomo de tu gato debido a que la zona lumbar y las caderas pueden ser sensibles para muchos gatos. Si a tu gato le gusta que lo toques en esa zona, masajéala muy suavemente. [19]
    • No olvides prestar atención al lenguaje corporal y los ronroneos.
  4. Si está lo suficientemente relajado, es posible que también te ofrezca la barriga. Sujeta a tu gato suavemente con una mano y masajéale la barriga con la otra, amasando la piel con suavidad. Si está muy relajado, incluso puedes masajearle la barriga con las dos manos. [20]
    • A algunos gatos de verdad no les gusta que les toquen la barriga, por lo que debes hacerlo con cuidado al principio. Si tu gato empieza a golpearte con las patas o deja de ronronear, pasa a otra parte del cuerpo.
    • Asimismo, puedes mezclar un poco las cosas masajeándole la barriga con una mano a la vez que le masajeas la cabeza o el lomo con la otra.
  5. Con tu gato aún boca arriba, ahueca una mano alrededor de su pecho a la vez que la otra mano le da apoyo a su cabeza. Frota la palma de la mano con un movimiento circular para liberar la tensión en el pecho, justo encima de la barriga. [21]
    • Si el gato está lo suficientemente relajado, también puedes masajearle el pecho con suavidad usando las yemas de los dedos desplazándote de afuera hacia adentro.
  6. Empieza masajeando la cola de tu gato por la base, cerca de las ancas, y luego desplázate con lentitud hacia el extremo de la cola. Puedes hacerlo con las dos manos pero debes trabajar ligeramente con los dedos, ya que la cola es una parte muy sensible para un gato. Si simplemente le tocas la cola primero, es probable que se escape de ti. [22]
    • Incluso puedes masajear la cabeza de tu gato con una mano y la cola con la otra.
    • Si el gato empieza a mover la cola incontroladamente, es probable que esté entusiasmándose e incluso enojándose. Esto es lo contrario a lo que deseas.
  7. Termina el masaje tomando una pata y colocando el dedo pulgar en el centro de la almohadilla. Frótale la pata con lentitud haciendo un movimiento circular al aplicar una presión suave. Luego, pasa a la otra pata. [23]
    • A esto también se le conoce como "reflexología para las patas".
    • Al terminar con el masaje, tu gato puede acurrucarse contigo, dormir una siesta o disfrutar de un poco de hierba gatera.
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Parte 6
Parte 6 de 6:

Revisar la salud de tu gato

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  1. Masajear a tu gato constituye un momento ideal para revisar su salud general. Revisa su pelaje para fijarte si ha estado acicalándose. [24]
    • Si el pelaje está apelmazado o grasoso, podría indicar problemas de salud como la diabetes, las infecciones a la vejiga u otros problemas. Si parece estar sucio únicamente en algunas partes, podría indicar que tu gato tiene dificultades para llegar a determinadas partes de su cuerpo, quizás debido a la artritis.
    • Si el pelaje está acicalado en exceso y de hecho falta o está escaso en algunas partes, podría ser un indicio de un problema dermatológico (por ejemplo, una irritación o alergia en la piel).
  2. Al frotar los dedos y las manos sobre el cuerpo de tu gato, hurga con suavidad debajo del pelaje para revisar la salud de la piel de tu gato. Si sientes picaduras o bultos, es posible que tenga pulgas u otras irritaciones en la piel. Si sientes alguna abrasión o herida, es posible que tenga alguna lesión que aún no hayas notado. [25]
    • Si observas algo extraño, lleva a tu gato al veterinario para que lo revise.
  3. Los gatos pueden ponerse calenturientos, lo cual podría indicar una enfermedad de algún tipo. Al masajear a tu gato, te harás una idea en cuanto a cuál es su temperatura corporal normal. Si sientes que su cuerpo está más caliente de lo normal, empieza a revisar para buscar otros indicios de enfermedad o lesión (por ejemplo, un corte infectado o vómitos). [26]
    • Asimismo, las partes calientes del cuerpo podrían ser un indicio de artritis.
  4. Presta atención a cualquier anormalidad que podrías encontrar al masajear a tu gato. Los bultos y protuberancias pueden indicar problemas graves de salud y, por ende, es bueno que estés al tanto de lo que sea normal para tu gato y lo que no. [27]
    • Si consideras que encontraste un tumor, lleva a tu gato al veterinario de inmediato.
  5. El veterinario es la mejor fuente para evaluar la salud de tu gato. Si descubres un bulto, un problema cutáneo u otro problema de salud, pregúntale si debe tratarse. [28]
    • Lleva a tu gato al veterinario con regularidad para revisar su salud.
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Consejos

  • Al terminar, dale a tu gato un juguete con hierba gatera o un premio.
  • Si tienes varios gatos, haz el intento de alternar las horas de los masajes de forma que puedas dedicar toda tu atención a un gato a la vez.
  • Si hay otras mascotas en la casa, intenta mantenerlas lejos de la zona del masaje para que no interfieran.
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Advertencias

  • Si a tu gato no le gusta el masaje que le das, detente. Es probable que se aleje de ti o incluso te rasguñe o te muerda para transmitirte que no le gusta el masaje.
  • Evita masajear a una gata preñada.
  • No le des un masaje a un gato enfermo sin antes consultarlo con el veterinario. [29]
  • No debes aplicarle aceites de masaje a tu gato. Los aceites esenciales pueden matar a tu gato incluso si tan solo se absorben a través de la piel. [30]
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