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El resfriado normalmente se debe a una infección con un virus, pero la tos puede ser ocasionada por una serie de cosas, incluidas las infecciones con los virus, las bacterias y los hongos. La tos puede ser productiva (tos húmeda que produce flema) o no productiva (tos seca sin flema). Si estás resfriado y tienes tos, hay cosas que puedes hacer para eliminar ambos problemas.

Método 1
Método 1 de 3:

Tratar el resfriado y la tos con medicamentos

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  1. Por lo general, los resfriados vienen acompañados de dolores. Puedes tomar acetaminofén (Tylenol) o AINE (Aleve, Advil) para aliviar el dolor. [1]
    • No se debe administrar aspirina a los niños y adolescentes menores de 19 años debido a que corren el riesgo de desarrollar el síndrome de Reye.
  2. Puedes tomar estos medicamentos, pero en realidad hay muy poca evidencia que indique que funcionan mejor que el descanso, los líquidos y los nutrientes. Sin embargo, los medicamentos de venta libre pueden ayudarte a aliviar los síntomas.
    • Lee las etiquetas de todos los medicamentos y habla con el farmacéutico sobre las posibles interacciones. Algunos medicamentos (como Claritin-D y Benadryl para la alergia y el resfriado) contienen varios componentes. Por lo tanto, si tomas Benadryl para la alergia y el resfriado (que contiene acetaminofén, difenhidramina y fenilefrina) y también tomas Tylenol (acetaminofén), podrías tener una sobredosis sin darte cuenta de ello.
    • Los descongestionantes pueden ayudar a aliviar la nariz congestionada y se podrían utilizar en forma de píldoras o esprays nasales. No los uses más de tres días. [2] Usa pseudoefedrina (Sudafed) u oximetazolina (espray nasal de Afrin).
    • Puedes usar antihistamínicos para tratar la tos causada por alergias. Los antihistamínicos con difenhidramina pueden darte somnolencia. Los antihistamínicos, como loratadina (Claritin, Claritin RediTabs, Alavert), a menudo no causan somnolencia.
    • Los expectorantes son medicamentos contra la tos productiva, es decir, tos húmeda y con flema, porque ayudan a eliminar la mucosidad. [3] Los supresores de la tos reducen este problema.
  3. Las pomadas tópicas con alcanfor y mentol, como Vick’s VapoRub y Mentholatum, se han usado tradicionalmente para aliviar la tos y la congestión nasal. Solo frótate un poquito en el pecho y alrededor de la nariz. [4]
  4. Si no ves a un médico y estos tratamientos no te alivian en cinco a siete días, saca una cita con uno. Tal vez estés lidiando con una situación más complicada. Si presentas ciertos síntomas, llama a tu médico para sacar una cita. Entre estos síntomas se encuentran: [5]
    • tos con flema espesa o de color amarillo verdoso;
    • sibilancias o un sonido de silbido al inicio o al final de la respiración;
    • tos que suena raro y problemas para respirar después de toser;
    • fiebre (más de 39 °C o 102 °F en los bebés de tres a seis meses; 39.5 °C o 103 °F en niños y adultos);
    • falta de aire.
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Método 2
Método 2 de 3:

Eliminar el resfriado y la tos con remedios caseros

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  1. Una de las maneras más eficaces de eliminar la tos y el resfriado es descansando. Esto significa dormir más, hasta 12 horas por noche. [6] Tómate un día libre en el trabajo o la escuela en caso de que sea necesario, lo cual tendrá el beneficio adicional de evitar que tus compañeros de trabajo o de clases se enfermen.
  2. Mantener el aire húmedo puede ayudarte a sentirte mejor cuando estás resfriado. Puedes usar un vaporizador o humidificador. Otra manera de respirar aire húmedo es duchándote con agua caliente y humeante. [7]
    • Pon aceites esenciales en el humidificador, como aceite de eucalipto. También puedes colocar una tela con aceite de eucalipto en la ducha. Deja que el agua llegue a la tela y libere el aroma. [8]
  3. Toma bastantes líquidos calientes, especialmente agua. Toma bastante agua. Como mínimo, trata de tomar 8 o 10 vasos de 240 ml (8 onzas) de agua al día. Tomar agua ayuda a descongestionar la nariz y a eliminar la flema. [9]
    • También puedes tomar jugos, caldo de pollo, infusiones herbales o caldos de verduras.
    • Evita las bebidas alcohólicas y la cafeína.
    • Puedes agregar miel y limón al agua o té.
  4. Cuando estás enfermo, es importante que recibas los nutrientes que tu cuerpo necesita para curarse. Los buenos alimentos llenos de vitaminas y minerales también mejoran el sistema inmunitario, lo cual te ayuda a combatir el resfriado.
    • Asegúrate de consumir suficientes vitaminas B, vitamina C, zinc y cobre. Puedes tomar suplementos para asegurarte de consumir suficientes vitaminas y minerales. [10]
  5. Beber a sorbos o comer líquidos calientes, como la sopa, es un remedio natural en muchas culturas. Esto incluye la sopa de pollo. [11] En Asia, se usan las sopas calientes y picantes como tratamientos curativos. Estas sopas contienen pimiento rojo, hierba de limón y jengibre. [12]
    • Los alimentos picantes pueden mejorar el drenaje sinusal y ayudar a aliviar los síntomas del resfriado.
    • El ajo, las cebollas y los champiñones son alimentos que alivian la inflamación y proporcionan antioxidantes.
  6. El agua con sal ayuda a reducir la inflamación de la garganta, haciendo que sea menos probable que tosas. Añade una cucharadita de sal marina (o sal de mesa si no tienes sal marina) a unos 180 ml (6 onzas) de agua. Remueve para disolver la sal y haz gárgaras. [13]
    • La sal marina también podría brindarte varios minerales que pueden ser útiles para el sistema inmunitario, como el zinc, el selenio y el magnesio.
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Método 3
Método 3 de 3:

Tratar el resfriado y la tos con remedios herbales sin verificar

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  1. La miel cuenta con propiedades antibacterianas y antivirales. [14] Cualquier miel orgánica tendrá estas propiedades, pero también debes usar miel medicinal, como la miel de Manuka, proveniente de Nueva Zelanda. Calienta ligeramente una taza de miel y luego agrégale tres a cuatro cucharadas de zumo de limón recién exprimido. Si solo tienes zumo de limón en botella, usa de cuatro a cinco cucharadas. Cuando necesites el medicamento contra la tos, toma de una a dos cucharadas, en la medida de lo necesario. [15]
    • También puedes cortar en rodajas un limón entero y lavado (junto con la cáscara y las pepas) y añadirlo a una taza de miel. Calienta la miel a fuego bajo por diez minutos, removiendo constantemente y deshaciendo las rodajas de limón a medida que remuevas. Añade ¼ taza a 1/3 taza de agua a la mezcla de miel y limón, y remueve mientras la llama siga a fuego bajo. Refrigera la mezcla y toma una cucharada según sea necesario.
    • Por lo general, se agrega limón, porque el zumo de limón es rico en vitamina C. El zumo de un limón contiene 51 % de los requisitos diarios de vitamina C. Asimismo, cuenta con propiedades antibacterianas y antivirales.
    • También puedes agregarle ajo a la mezcla. El ajo cuenta con propiedades antibacterianas, antivirales, antiparasitarias y antimicóticas, y estimula el sistema inmunitario. [16] Pela dos o tres dientes de ajo y córtalos lo más delgados posible. También puedes usar jengibre, que funciona como un expectorante. Corta y pela 4 cm (1,5 pulgada) de raíz de jengibre fresco y rállalo finamente. Agrégalo a la mezcla de miel y limón antes de añadir el agua.
    • No le des miel a ningún niño menor de 12 meses porque existe un riesgo muy pequeño de que desarrolle botulismo infantil. [17]
  2. Esta leche es un tratamiento tradicional para la tos. Cuenta con propiedades antibacterianas que alivian el resfriado y la tos. [18] [19] Mezcla ½ cucharadita de cúrcuma en un vaso de agua tibia. Si no te gusta la leche de vaca, toma leche de soya o de almendras.
  3. Las hierbas expectorantes son hierbas que ayudan a aumentar las secreciones y a diluirlas para que te sea más fácil eliminar la flema. Debes saber que no necesariamente debes consumirlas, sino diluirlas y aplicártelas en la piel o inhalarlas, puesto que algunas de ellas podrían ser tóxicas si las ingieres. Estos aceites esenciales o hierbas secas cuentan con propiedades antibacterianas, antimicóticas o antisépticas, además de propiedades expectorantes, es decir, pueden matar las bacterias y otros microorganismos que podrían infectar los senos paranasales y ocasionar resfriados. Habla con tu médico antes de usar cualquiera de estas hierbas, en especial si vas a tomar otros medicamentos, si estás embarazada o si quieres administrárselas a un niño. Estas son algunas hierbas de disponibilidad inmediata y que funcionan como expectorantes:
    • eucalipto [20]
    • elecampana (inula) [21]
    • olmo resbaladizo [22]
    • semillas de hinojo
    • alcanfor
    • hisopo [23]
    • lobelia [24]
    • gordolobo [25]
    • tomillo
    • hierbabuena y menta
    • jengibre
  4. Toma una cucharadita de la hierba seca de tu elección (o tres cucharaditas de hierba fresca) y déjala en infusión en una taza de agua hervida. Deja que repose de cinco a diez minutos. Toma cuatro a seis tazas diarias y bebe a sorbos el té caliente a lo largo del día.
    • Puedes añadir un poco de miel y limón al gusto.
  5. El método del vapor permite que los remedios herbales lleguen directamente a los pulmones y funcionen rápido y con eficacia. El vapor también puede ayudar a abrir los conductos nasales y a diluir cualquier mucosidad. Puedes usar las hierbas secas o los aceites esenciales de muchas de estas hierbas. Ambos pueden ser eficaces y dependen de tus preferencias y de lo que tengas disponible.
    • Agrega una a dos gotas de aceites esenciales expectorantes o una a dos cucharaditas de hierbas secas. Comienza con una gota en 1 litro (un cuarto de galón) de agua. Una vez que añadas las hierbas, hierve por un minuto más, apaga el fuego, deja la olla en un lugar cómodo y empieza con el tratamiento de vapor.
    • Cúbrete la cabeza con una toalla de algodón, grande y limpia, e inclínate sobre la olla humeante. Cierra los ojos. Mantén el rostro por lo menos a 30 cm (12 pulgadas) del agua. Querrás que el agua entre a tu nariz, garganta y pulmones, pero no quemarte con el vapor caliente.
    • Inhala por la nariz y exhala por la boca a la cuenta de cinco, y luego inhala y exhala por la boca a la cuenta de dos. Repite este proceso por 10 minutos o mientras el agua siga humeando.
    • Trata de soplarte la nariz y de toser durante y después del tratamiento.
    • Puedes hacerlo cada dos horas o con la frecuencia que tu horario te lo permita.
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