Descargar el PDF Descargar el PDF

Enseñar buenas técnicas de estudio puede ser un reto difícil pero gratificante. Los maestros y padres pueden ofrecer a los estudiantes las herramientas que necesitan para aprender buenos hábitos de estudio que pueden ayudarlos enormemente durante su vida académica. Para enseñar buenos hábitos de estudio eficazmente, deberás ayudarlos a preparar ambientes de estudio adecuados, enseñarles a practicar la lectura activa, definir qué son los buenos hábitos de estudio y conversar sobre la importancia de la gestión y la organización. Además, después de hacerlo deberás supervisar el progreso de tus estudiantes.

Parte 1
Parte 1 de 5:

Preparar buenos ambientes de estudio

Descargar el PDF
  1. Los niños pequeños estudian de forma diferente que los niños de los primeros años de la escuela secundaria, cuyos hábitos de estudio son distintos a los de los niños de los últimos años de la escuela secundaria. Los hábitos de estudio de todos estos estudiantes son diferentes a los de los estudiantes universitarios y estos son distintos a los de los estudiantes adultos.
    • Cuando enseñes algo a alguien, es importante que consideres su edad, nivel de desarrollo y lo que ya haya aprendido para determinar lo que necesita aprender de ti. [1]
  2. Pregúntales si tienen un lugar tranquilo donde puedan estudiar y hacer sus tareas.
    • Es especialmente importante que consideres este aspecto en los niños que viven en casa con varios familiares porque, por ejemplo, algunas familias no tienen el espacio necesario para que los niños tengan sus propias habitaciones. Algunos hogares están abarrotados de personas que viven o permanecen ahí y es algo que el niño no puede controlar. Posiblemente debas hablar con la familia sobre la importancia de crear un espacio tranquilo donde el niño pueda hacer sus tareas.
    • En el caso de los estudiantes universitarios, adultos y niños que tienen un espacio tranquilo en casa, habla con ellos sobre buscar y usar los espacios tranquilos que están disponibles para ellos. Las bibliotecas, las cafeterías silenciosas y los parques son lugares fuera de casa que los estudiantes universitarios y los adultos (así como estudiantes de los últimos años de la escuela secundaria) pueden usar para estudiar. [2]
  3. Posiblemente te sorprendas cuando te des cuenta que muchos estudiantes comparan la cantidad de tiempo que pasan mirando un libro con cuan "bien" estudian.
    • Podrás averiguar mucho sobre los hábitos de estudio que tus estudiantes tienen en este momento por lo que consideran como buenas técnicas de estudio.
  4. La motivación es un parte clave del aprendizaje. Los estudiantes que no tengan una motivación para aprender tendrán más dificultades para hacerlo.
    • Existen tipos diferentes de motivación. El primer tipo de motivación es la motivación externa. Este tipo de motivación incluye las buenas calificaciones y los premios que se podrían obtener al conseguirlas, como el dinero, los viajes, las compras, un nuevo videojuego o la película o un grado universitario. Existen muchos ejemplos de motivaciones externas y premios.
    • El segundo tipo de motivación es la motivación interna. Los estudiantes quieren tener éxito para demostrar que pueden hacer algo o para sentirse orgullosos de sí mismos y hacer que los demás se sientan orgullosos de ellos. Querer que les vaya bien proviene de los sentimientos dentro de ellos.
    • Es normal y saludable tener ambos tipos de motivación. Conversa con tus estudiantes sobre lo que desean lograr y diles que te proporcionen ejemplos: buenas calificaciones, premios que compran para ellos, un diploma de la escuela secundaria o un grado universitario, además de los sentimientos de orgullo están relacionados con dar lo mejor de ellos.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 5:

Enseñar la lectura activa

Descargar el PDF
  1. La lectura activa es un primer paso importante para tener buenas técnicas de estudio. La lectura activa es una forma de leer que te hace interactuar con el texto.
    • En la lectura activa, no solo escuchas las palabras en tu mente a medida que avanzas y luego desaparecen; sino que es crucial que comprendas el material nuevo cuando se asigna una lectura. Los siguientes pasos resumen cómo enseñar la lectura activa.
  2. Los estudiantes deben tener una misión cuando lean. Si eres el maestro, diles lo que deben buscar. Si no eres su maestro, diles que le pregunten al profesor lo que deben buscar o averiguar mientras leen.
    • En el caso de los estudiantes mayores, puedes dejar que ellos determinen el propósito de la lectura. Pídeles que determinen cuál es el propósito de la lectura antes de que comiencen.
    • Los estudiantes mayores pueden basar su propósito para leer según sus evaluaciones, como un ensayo que deben escribir o un examen. Pídeles que revisen cuáles son sus próximas evaluaciones para que decidan si pueden determinar un propósito enfocado para la lectura. [3]
  3. Si los estudiantes tienen el permiso de hacerlo (algunas escuelas públicas no permiten escribir sobre los libros de texto), deben resaltar o encerrar en círculos y subrayar frases y palabras que consideren resaltantes. Asimismo, pueden escribir preguntas y notas en los márgenes.
    • Una forma de que los estudiantes puedan marcar el texto sin marcar los libros de texto públicos es hacer fotocopias de las historias o secciones del texto [4]
  4. Hacerlo es similar a la estrategia del paso anterior. Enséñales a los estudiantes a hacer conexiones entre el texto y sí mismos (“Esto me recuerda la vez en que yo...”), el texto y otro texto (“Esto me recuerda a otro libro...”) o entre el texto y el mundo que los rodea (“Esto suena como lo que sucede cuando...”).
  5. Después de leer, los estudiantes deben preguntarse a sí mismos qué es lo esencial de lo que leyeron. Pídeles que tomen nota de las partes más importantes de lo que lean, como la idea principal y algunos detalles complementarios. [6]
    Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 5:

Definir las buenas técnicas de estudio con tus estudiantes

Descargar el PDF
  1. Déjales saber a tus estudiantes que es realmente importante para ellos que sus cerebros estén listos cuando estén a punto de aprender algo nuevo. Existen muchas formas importantes de hacerlo, como las siguientes:
    • Haz que escaneen el texto. Enséñales a los estudiantes a hojear lo que deben leer y observar los encabezados, las imágenes, los gráficos, los diagramas y las palabras en negrita.
    • Pídeles que hagan predicciones. Después de escanear un poco del material de lectura asignado, pídeles a tus estudiantes que hagan algunas predicciones sobre lo que aprenderán. Diles que se pregunten sobre qué se tratará la lectura.
    • Haz que relacionen lo que estén a punto de aprender con las cosas que ya saben. Es mejor si hacen esa relación con las cosas que les interesan. Algunos estudiantes pueden encontrar un tema específico extremadamente aburrido pero si pueden relacionarlo con un tema que les guste, un pasatiempo, un programa de televisión o una película, estarán más abiertos a aprender el material nuevo.
  2. Un buen estudiante no tiene miedo de hacer preguntas. Las preguntas demuestran que el estudiante está interesado y quiere saber más o necesita que le aclaren algo que quizá no estaba claro al principio.
    • Practica hacer preguntas con tus estudiantes. Haz que escriban sus propias preguntas mientras leen algo nuevo en clase y pídeles que las formulen al grupo.
    • Asegúrate de que los estudiantes comprendan que deben sentirse libres de hacer preguntas y hacerlo no hace que luzcan tontos. En realidad, tú (y la mayoría de maestros) quizá pienses que eso los hace parecer más listos y que en realidad se volverán más listos al hacer preguntas, siempre y cuando escuchen las respuestas o las conversaciones que se generen después de las preguntas.
    • Pídeles a los estudiantes que escriban mientras estudien y que busquen las respuestas por su cuenta, las traigan a clase o te las entreguen para que las revises.
  3. Una vez que los estudiantes hayan terminado de leer activamente, haz que tomen un paso más adelante y reflexionen sobre lo que leyeron. Ellos deben echar una mirada a las cosas que resaltaron, las notas que hicieron y las imágenes y encabezados en el texto nuevamente. Pueden hacer tarjetas o tarjeras de notas para las ideas realmente importantes en sus propias palabras.
    • Enseñarles a los estudiantes a escribir notas con sus propias palabras es muy importante para su comprensión y para evitar el plagio en los ensayos y las pruebas.
    Anuncio
Parte 4
Parte 4 de 5:

Conversar sobre la gestión del tiempo y la organización

Descargar el PDF
  1. Haz que los estudiantes hagan horarios de lo que hacen todos los días. Haz que registren a qué hora llegan a casa de la escuela, qué actividades extracurriculares tienen cada semana y cuándo podrían hacer su tarea y estudiar.
    • Haz que los estudiantes completen un calendario semanal con lo que hacen cada semana. Algunos estudiantes pueden tener mucho tiempo para estudiar mientras que otros no. [7]
  2. Si tus estudiantes tienen demasiadas actividades extracurriculares pero no tienen tiempo para completar su trabajo y hacerlo bien, conversa con ellos al respecto. Es importante que tengan intereses extracurriculares. No obstante, según la cantidad de tarea que tengan, deben programar tiempo suficiente para terminar su trabajo. Esto probablemente signifique dejar una o dos actividades extracurriculares. [8]
  3. Asegúrate de que los estudiantes tengan carpetas separadas para cada curso de la escuela. Este aspecto se vuelve más importante en los primeros años de la escuela secundaria y en adelante, aunque también puede ser útil en las clases de la escuela primaria. Hazles saber que mantener su trabajo para cada clase al día los ayudará muchísimo mientras estudien.
    • En cada carpeta, diles que mantengan en el lado izquierdo las indicaciones y las tareas o las cosas que aún necesiten entregar. Además, diles que conserven los trabajos finalizados que ya fueron corregidos y devueltos en la parte derecha. Deben mantener todo de las clases para que estudien después.
    • Si la carpeta se llena demasiado, diles que conserven una "carpeta para la casa" donde mantengan las tarea finalizadas hasta fin de año y que la mantengan ordenada por temas. Incluso pueden engrapar juntos algunos proyectos que tengan varias páginas y todo el trabajo que pertenezca a un tema específico en cada clase. Por ejemplo, pueden sujetar toda la tarea de multiplicación junta y luego toda la de división en una pila diferente dentro de la carpeta de matemáticas. [9]
    Anuncio
Parte 5
Parte 5 de 5:

Supervisar el progreso

Descargar el PDF
  1. El plan de estudio que crees con tus estudiantes puede alterarse debido a cambios en la programación, material adicional que debe integrarse u otras consideraciones.
    • En lugar de confrontarlos todo el tiempo, sé flexible y tan accesible como sea posible para que tus estudiantes se acerquen a ti si tu plan de estudios necesita cambios.
    • Observa cuan bien lo hacen. Si no progresan o empeoran, conversa con ellos tan pronto como sea posible en un ambiente privado para que no se sientan avergonzados o sus compañeros se burlen de ellos. En el caso de los estudiantes que parezcan tener dificultades excepcionales, posiblemente debas incluir a sus familiares y algunos especialistas adicionales para que decidan si los niños podrían beneficiarse de los servicios de educación especial. [10]
  2. Incluso si las cosas van bien, conversa con cada estudiante de vez en cuando para asegurarte de que la programación aún funcione con ellos, que estén felices con su progreso y que no se sientan demasiado subestimados o estresados con tus expectativas.
    • Pídeles que sean honestos, no seas condescendiente con ellos y vayas a un ritmo que les convenga incluso si tienes que sacrificar un poco de tu tiempo para asegurarte de que aprendan.
  3. Perder la paciencia con tus estudiantes, ya sea que seas el maestro, el padre u otro cuidador, hará que te estreses y quizá desaliente a los estudiantes de estudiar en el futuro porque se sienten frustrados, estresados y nerviosos por su trabajo escolar.
    • Medita, haz ejercicio y realiza otras actividades para reducir el estrés (cualquier cosa que te relaje como leer, escribir, cantar, dibujar, arreglar el jardín, etc.) cuando no enseñes o te encuentres cerca de tus hijos para mantener el sentido de calma y bienestar.
    • Recuerda que todos los estudiantes son diferentes. Todos ellos tienen fortalezas, debilidades y estilos de aprendizaje diferentes. Enfócate en sus fortalezas para mantener una perspectiva positiva.
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 2428 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio