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En ocasiones, no es posible que tu perro esté adentro contigo todo el tiempo. Sin embargo, un perro que llora afuera simplemente te frustrará a ti y a tus vecinos. Por lo general, a los perros les encanta estar con sus dueños, y la ansiedad por separación es la razón por la que la mayor parte de los perros lloran y aúllan cuando se los deja afuera o solos. Puedes ayudar a tu cachorro a aprender a aceptar estar solo y, en el proceso, evitar que esta ansiedad se convierta en un problema patológico y destructivo. Estos son algunos pasos que puedes seguir para ayudar a tu amiguito a tranquilizarse y aprender a estar solo en silencio.

Método 1
Método 1 de 4:

Calmar al cachorro

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  1. En caso de que tu cachorro tenga hambre o esté incómodo, aburrido o inquieto, será mucho más probable que llore cuando cierres la puerta de la jaula o regreses adentro. Puedes evitarlo si te aseguras de que haya tenido bastante comida y agua, atención, ejercicio y descansos para hacer sus necesidades. Asimismo, revisa que vayas a mantener al cachorro en un entorno cómodo no demasiado caliente ni frío. [1]
    • En caso de que vayas a mantener a tu cachorro en una jaula, planifica dejarlo salir para hacer sus necesidades cada cierta cantidad de horas según su edad.
    • Si trabajas fuera de casa y no puedes ejercitar a tu perro tanto como quieras, considera la posibilidad de contratar a una niñera de cachorros para que vaya todos los días para dejarlo salir y darle un poco de atención.
  2. Si quieres ayudar a tu perro a asociar el tiempo que pase afuera o en la jaula con algo positivo, podrías darle un premio sabroso cada vez que lo dejes. Asimismo, puedes dejarlo con un juguete duradero. Tan solo ten cuidado de que el juguete no tenga ninguna parte chillona, botón, ojo u otro trozo que el perro podría sacar de un tirón y con lo que sea posible que se atragante. [2]
    • Coloca un artículo reconfortante (por ejemplo, una frazada o una camiseta de mangas cortas que tenga tu olor) en la jaula o en la cama de tu perro afuera.
    • En el caso de los cachorros muy jóvenes, puede ser reconfortante que coloques cerca un reloj que emita un tictac, ya que esto le recordará al cachorro el latido del corazón de su madre. [3]
  3. Puede ser muy difícil no acudir a tu cachorro en caso de que empiece a gemir, ya que, después de todo, los cachorros son muy adorables y pequeños. Sin embargo, en caso de que reconfortes a tu cachorro mientras llore, aprenderá que eso es lo que toma llamar tu atención y, la próxima vez, gemirá por más tiempo y con más fuerza para obtener lo que quiera. [4]
    • Cuando ignoras los llantos del cachorro, debe aprender con rapidez que no es una forma eficaz de llamar tu atención y esto debe menguar después de unos días.
    • En caso de que tengas a tu cachorro en una jaula y consideres que podría necesitar ir al baño, di la palabra que hayas asociado al entrenamiento para hacer sus necesidades (por ejemplo, "afuera"). Si es que el cachorro se entusiasma más, espera a que deje de gemir por un momento y luego llévalo afuera y dirígete de inmediato al lugar para hacer sus necesidades. Después de que haya tenido la oportunidad de hacerlas, regresa al cachorro adentro de inmediato y colócalo en la jaula.

    Consejo: considera la posibilidad de usar tapones para los oídos durante unas cuantas noches en caso de que el llanto del cachorro no te deje dormir.

  4. Independientemente de la frustración que sientas por los gemidos de tu perro, evita gritarle, pegarle o golpear la puerta o la jaula. Si le das atención de cualquier tipo al cachorro mientras esté gimiendo, aunque sea atención negativa, esto reforzará el comportamiento. [5]
    • No olvides que, aunque sea muy difícil por unos días, la mejor forma de detener el comportamiento a largo plazo es ignorar el llanto del cachorro.
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Método 2
Método 2 de 4:

Cansar a tu cachorro

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  1. Apunta como mínimo a dos paseos al día con tu cachorro. No es necesario que sean largos, pero sí deben cansarlo razonablemente. Tan solo ten cuidado de que el cachorro se ejercite lo suficiente todos los días según su tamaño y nivel de energía.
    • Por ejemplo, podrías dar un paseo de 15 minutos por la mañana y luego otro por la tarde después de regresar del trabajo.
  2. Si un perro está aburrido, desquitará su energía de alguna otra forma (no deseada), como gemir, llorar o destruir cosas. Involucra a tu cachorro en un juego activo (por ejemplo, jugar a tirarle cosas para que te las traiga, a mantener la distancia, a la persecución, al tira y afloja o cualquier otro juego que le guste jugar a tu cachorro) como mínimo dos veces al día.
    • Aparte de hacer el ejercicio necesario, a tu cachorro le encantará la atención que reciba de ti. Mientras más joven sea el cachorro, la sesión de juego y ejercicio deberá ser más corta, aunque no olvides incrementar la frecuencia del tiempo de juego o de paseo a medida que el cachorro crezca.
  3. Tu cachorro debe poder entretenerse cuando esté solo en el jardín. Si le brindas bastantes juguetes, esto con suerte lo distraerá del hecho de que está solo.
    • Proporciónale diversos tipos de juguetes. Las pelotas, los juguetes chillones y los juguetes que expenden premios son favoritos para la hora de juegos de un cachorro. Los juguetes de este tipo pueden servir para distraer a un cachorro de estar triste por estar solo a la vez que estimulan su curiosidad y deseo de mordisquear naturales. [6]
    • Asegúrate de no dejar a tu cachorro sin supervisión con un juguete que tenga partes pequeñas (por ejemplo, un juguete que tenga partes chillonas o un animal de peluche con botones como ojos). El cachorro podría sacarlos del juguete de un mordisco, y podrían constituir un peligro de asfixia. [7]
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Método 3
Método 3 de 4:

Practicar estar solo

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  1. Ya sea adentro o afuera, será necesario que acostumbres a tu cachorro al hecho de que no estarás allí en todo momento. Es posible practicar en interiores dejando a tu cachorro en una habitación, saliendo por unos minutos y después regresando. Luego, empieza por dejar al perro afuera por periodos cortos de tiempo (entre 1 y 5 minutos para empezar). Es necesario que aceptes que es probable que el perro llore y haga un escándalo en tanto esté afuera.
    • Únicamente debes dejar a un perro afuera si tienes un área segura y cercada.
    • Debes entrenar al perro para que entienda que no pasará nada bueno si llora. Deja entrar al perro únicamente cuando esté tranquilo y (de preferencia) recostado en silencio. En caso de que sucumbas y salgas con el perro o dejes que regrese adentro cuando esté gimiendo, estarás dando refuerzos positivos al comportamiento no deseado.
    • Deja a tu cachorro con una distracción (por ejemplo, un juguete Kong relleno con comida húmeda) para mantenerlo ocupado y ayudarlo a asociar el jardín con cosas positivas.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Beverly Ulbrich

    Conductista y adiestradora de perros
    Beverly Ulbrich es una educadora y conductista de perros, además de la fundadora de The Pooch Coach, una empresa privada de adiestramiento canino con sede en el Área de la Bahía de San Francisco. Es una evaluadora con certificación CGC (Canine Good Citizen) otorgada por el American Kennel Club y ha sido miembro de la Junta Directiva de la American Humane Association y Rocket Dog Rescue. Recibió el galardón como la mejor adiestradora de perros privada en el Área de la Bahía de San Francisco cuatro veces por SF Chronicle y por Bay Woof, y ha ganado 4 premios “Top Dog Blog”. También ha aparecido en televisión como experta en conducta canina. Beverly tiene más de 18 años de experiencia en adiestramiento y comportamiento canino, y se especializa en entrenamiento de agresión y ansiedad en perros. Tiene una maestría en administración de empresas de la Universidad de Santa Clara y una licenciatura de la Universidad de Rutgers.
    Beverly Ulbrich
    Conductista y adiestradora de perros

    Truco de experto: observa a tu cachorro desde una distancia de forma que piense que está solo. Luego, podrás ver lo que esté molestándolo (por ejemplo, los ruidos fuertes u otros animales o personas en la zona). Podrás manejar mejor el problema cuando tengas certeza en cuanto a cuál es la causa.

  2. Esta es una clave importante para el entrenamiento de un perro. Después de que pase el tiempo asignado (no olvides empezar por intervalos cortos), ve afuera y elogia a tu perro abundantemente mediante atención y caricias. Podrías incluso darle un premio a tu cachorro. A la larga, el perro establecerá una conexión entre estar callado comportándose bien afuera y recibir una recompensa por ese comportamiento.
  3. Sigue con el entrenamiento extendiendo el tiempo que el perro pase afuera hasta que esté tranquilo como mínimo por una hora (siempre y cuando haga buen clima). Ahora, el perro debe poder manejar mejor la ansiedad por separación cuando se lo deje afuera o solo. Con suerte, el cachorro simplemente se tranquilizará y tomará una siesta.
    • Asegúrate de que el cachorro siempre tenga agua fresca a su disposición.
  4. Puedes conseguir productos calmantes para ayudar a los cachorros con el hecho de estar solos. [8] Por ejemplo, se ha demostrado que la feromona tranquilizante canina (DAP, por sus siglas en inglés) calma a los cachorros en las clases de obediencia canina. [9] Puedes conseguirla en collares, aerosoles, toallitas o difusores.
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Método 4
Método 4 de 4:

Entrenar a tu cachorro para usar una jaula

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  1. Es muy importante usar una jaula dentro de la casa o bien una caseta para perro, iglú o algún refugio abrigado y cómodo afuera en donde el perro pueda descansar y sentirse a salvo. Coloca en el refugio la cama o frazadas del cachorro y también sus juguetes de forma que reconozca el espacio como suyo.
    • Reconoce que es posible que tome un tiempo para que tu perro considere este lugar nuevo como su casa. Tómate un tiempo para enseñarle con suavidad a entrar allí.
    • Toda jaula o caseta debe tener el tamaño suficiente como para que el perro se ponga de pie con normalidad sin encorvar el lomo y pueda girar en un círculo sin estar apretado.
  2. Para empezar, deja la puerta abierta y coloca unos cuantos de sus premios favoritos adentro cerca de la parte trasera de la jaula o caseta. [10] A medida que el cachorro entre para comerse los premios, di "caseta" y cierra la puerta con suavidad detrás de él. Una vez que el cachorro se haya terminado los premios, abre la puerta y elógialo.
    • Cuando cierres la jaula y el cachorro esté tranquilo, ten cuidado de elogiarlo mucho. Esto es útil para que el cachorro aprenda que estar tranquilo y sin gemir constituye una forma positiva de recibir atención.
    • Coloca la comida y los juguetes favoritos del cachorro en la jaula de forma que convierta un entorno divertido con asociaciones positivas.
  3. Hazlo unas cuantas veces más en el transcurso de un par de días, extendiendo de manera gradual la cantidad de tiempo que el cachorro pase allí dentro con la puerta cerrada. Nunca debes dejarlo salir si empieza a gemir o llorar. De lo contrario, pensará que es eso lo que lo hará salir de la jaula. Espera a que esté en silencio antes de sacarlo de la jaula.
  4. Al colocar a tu cachorro en su jaula o caseta cuando salgas de casa, nunca debes hacer que parezca gran cosa. Dale a tu cachorro la orden habitual para la jaula o la caseta y aléjate como siempre. Esto hará que tu perro no asocie una gran cantidad de alboroto con el que salgas de casa.
    • No olvides dejarlo con una distracción (por ejemplo, un juguete Kong relleno de comida) para distraer su atención del hecho de estar en una jaula.
    • Cuando regreses, evita dejar salir a tu cachorro de inmediato de la jaula. Haz primero varias cosas y espera a que el cachorro esté tranquilo para dejarlo salir. Esto le enseña a tener paciencia, además de eliminar el vínculo directo entre la jaula y el que salgas de casa.
  5. Nunca debes dejar a un cachorro de menos de 2 meses en una jaula por más de 2 horas o a uno de menos de 6 meses en una jaula o caseta por más de 4 horas. [11] No pueden controlar sus esfínteres por completo por más de ese periodo de tiempo. En cuanto a los perros mayores, apunta a tan solo mantenerlos en la jaula por 4 horas. Es cruel mantenerlos confinados por mucho más que eso.
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Consejos

  • Asegúrate de que el perro tenga bastantes juguetes para mordisquear, juguetes suaves, agua y comida (en caso de que lo dejes solo por periodos de tiempo más largos).
  • Nunca sucumbas. Evita reforzar los comportamientos que quieras erradicar proyectando sentimientos y emociones humanos en tu cachorro. Esto únicamente le enseñará al perro que puede convencerte de hacer lo que él quiera.
  • En caso de que estés muy frustrado y tan solo quieras que el cachorro o el perro se quede callado con rapidez (y es posible que haya momentos en los que quieras que esto ocurra), evita gritarle al perro pero trata de producir un ruido repentino, como un "¡tch!" firme pero suave. Esto callará al cachorro o el perro indicándole que eres el jefe y necesitas que esté callado.
  • Si es que tu perro gime y aúlla durante toda la noche, prueba con una almohada de sonido, como una almohada terapéutica, la cual imita el sonido del latido de un corazón y tiene un temporizador.
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Advertencias

  • Lo peor que puedes hacer es gritarle al perro mientras ladra o gime. El perro no entenderá tus palabras, únicamente el tono y la energía que emitas y, para él, tú mismo estarás ladrando, lo cual hará que esté bien que él también lo haga.
  • En caso de que estas técnicas no funcionen y tu cachorro destruya tu propiedad, será necesario que consultes con un experto en el comportamiento animal para que los ayude a ti y a tu cachorro.
  • Nunca debes pegarle a un perro, ya que esto le enseñará a ser mezquino y agresivo.
  • Los ladridos son más prevalentes en determinadas razas (por ejemplo, los sabuesos y los terriers). En ocasiones, tan solo tendrás que lidiar con un nivel determinado de ruido.
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