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A los bebés les encanta que les envuelvan en una manta tibia porque recrea la misma sensación de comodidad que tenían en el vientre de su madre. Envolver a un bebé puede ayudarle a dormir mejor y a sentirse seguro en la cuna. Es importante saber si tu bebé es un buen candidato para que lo envuelvas antes de que lo intentes, ya que esta práctica es riesgosa para la salud de algunos bebés. Si decides envolver a tu bebé y utilizas la técnica adecuada, la seguridad y comodidad de tu bebé estarán garantizadas. Ve el primer paso para aprender a envolver a tu bebé de la manera adecuada.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Decide si envolver a tu bebé

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  1. Cuando los bebés son recién nacidos, envolverlos en una manta los hace sentir bien porque imita la sensación de estar dentro del vientre de su madre. Los bebés a esta edad todavía no se mueven y por eso no les importa sentir una manta envolviéndolos. El mejor momento para envolver a un bebé es cuando todavía es recién nacido, antes de que sea capaz de girar el torso. Cuando tu bebé es lo suficientemente mayor para voltearse, es momento de dejar de envolverlo. [1]
    • Los bebés aprenden a voltearse y pasar de estar recostados sobre la espalda al vientre en diferentes momentos. Después de los primeros meses, observa cuidadosamente cuánto puede moverse tu bebé dentro de la manta. Si tiende a moverse mucho, puede ser el momento para dejar de envolverlo.
  2. Algunos bebés de verdad disfrutan la sensación de estar envueltos y se nota porque hace que se calmen cuando están inquietos y les ayuda a dormir. A otros bebés no les gusta mucho y van a llorar y a luchar contra la manta apretada. Si bien envolver al bebé es una técnica que funciona para muchos, no se debe forzar al niño. Si parece que tu bebé prefiere estar libre de la manta, quítasela.
  3. Al envolverlo le impides moverse y esto puede ser perjudicial para bebés con displasia, una dislocación parcial o total de la cadera. [2] Si tu bebé tiene displasia, no es recomendable envolverlo. Consulta a tu médico si es conveniente envolver a tu bebé si tiene otro tipo de trastorno médico.
  4. Una manta suave y liviana del tamaño de una mantita de cuna es una buena opción para envolver al bebé. Las mantas más grandes son demasiado amplias y queda demasiado material sin uso para envolver correctamente al bebé, lo cual podría hacer que el niño se sofoque.
  5. Es necesario aprender cuál es la tensión adecuada de la manta, pero de ninguna manera se debe ajustar. Envolver al bebé muy fuerte puede hacer que se caliente demasiado y provocarle problemas respiratorios. Si necesitas ayuda para determinar cuán tensa debe estar la mantita, pídele a tu doctor que te haga una demostración.
  6. Nunca lo envuelvas y lo acuestes boca abajo, y deja de envolverlo cuando ya pueda voltearse. La posición boca abajo puede aumentar el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). [3]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Envuelve al bebé correctamente

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  1. [4] Asegúrate de que la superficie es segura para poner al bebé. Un piso alfombrado es un buen lugar. Puedes hacerlo también en tu regazo, en un sofá, en una mesa o en la cama si estás presente en todo momento para evitar una caída. Coloca la manta en forma de un diamante con la parte de abajo apuntándote.
  2. Toma la punta de la esquina que está más lejos de ti y llévala más o menos 20 cm (8 pulgadas) hacia abajo, en dirección al centro de la manta. No jales esta punta exactamente hasta el medio de la manta. Aquí es donde irá la cabeza del bebé.
  3. [5] Dicha parte debe estar justo debajo del cuello del bebé. Es importante que te asegures de que la manta no cubrirá la boca ni la nariz del bebé.
  4. Pon un lado del diamante sobre el bebé y asegura la esquina debajo de su cuerpo, debajo del brazo. Esto sujetará un brazo, pero dejará libre el otro brazo debajo del cual se ha asegurado la manta.
  5. Asegúrate de que los pies del bebé tengan suficiente espacio para moverse y no estén demasiado fijos. Si te sobra una parte de la manta que podría cubrir el rostro del bebé, dobla esa esquina hacia abajo para cubrir su pecho o puedes envolver la manta sobre el hombro del bebé en el lado descubierto.
  6. Envuelve al bebé y asegura la esquina por debajo. El envoltorio va a quedar tan apretado y fuerte como asegures este último lado. Aunque a los bebés les gusta sentir una seguridad similar a la del vientre de la madre cuando están envueltos, ten cuidado de no envolver al tuyo de una forma tan apretada que le incomode.
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Consejos

  • No obligue al bebé a permanecer envuelto en una posición que no le resulta cómoda. Mientras que algunos bebés se sienten seguros con sus brazos a los costados, otros se molestarán si les colocan en esa posición.
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Cosas que necesitarás

  • Mantita de bebé

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