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Los libros ilustrados son obras narrativas cortas que enfatizan en gran medida las imágenes coloridas para contar la historia. Se puede encontrar una gran cantidad de variedad y potencial en los libros ilustrados, los cuales suelen estar dirigidos hacia los niños. Si bien escribir tú mismo un libro ilustrado requiere una gran cantidad de trabajo, puede ser muy divertido si tienes una vena creativa. Publicar libros para niños de manera profesional es mucho más difícil que lo que la mayoría de las personas se imaginan, pero incluso podrías ganar algo de dinero si es que tu obra está a la altura.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Planificar el libro

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  1. [1] En caso de que seas nuevo en los libros ilustrados de alguna forma, es recomendable que leas algunos. Debes leerlos de principio a fin y asegurarte de tomar nota del tono y el tema, así como también de las técnicas (las rimas, las paletas de colores, etc.) que el autor haya utilizado para elaborarlo. No es necesario que inventes nada nuevo, pero es posible que los trucos que otros autores hayan usado te sirvan para tus propios intentos.
    • Un excelente libro ilustrado que puedes leer para inspirarte es Donde viven los monstruos de Maurice Sendak. La historia es simple pero cautivadora y tiene imágenes hermosas para acompañarla.
  2. En el caso de un libro ilustrado, uno de los primeros factores de mayor importancia en cuanto a si tendrá éxito es una idea fascinante. Si la idea te gusta, esto se verá reflejado en las ilustraciones y la escritura. Del mismo modo, si es que la idea en sí les gusta a los lectores, se interesarán mucho más por leer tu libro. Idea una excelente premisa simple y sucinta alrededor del cual desarrollar tu libro. Los extraterrestres, los animales, los cuentos de hadas o incluso la historia son algunos temas posibles. [2]
    • La mayor parte del tiempo, los libros ilustrados están dirigidos a lectores de entre 1 y 8 años de edad, por lo que debes tener esto en cuenta al formular la historia. Es poco probable que los niños aprecien las referencias presuntuosas a Marcel Proust tanto como apreciarán la narración pura y directa. [3]
    • Reconoce las limitaciones de un libro ilustrado. Para que tu historia pueda caber en un libro ilustrado, es necesario que sea muy simple, y esto podría ser desafiante en caso de que estés acostumbrado a formas de escritura más extensa.
    • En caso de que tengas dificultades para encontrar una idea perfecta, puedes salir a caminar o leer algunos libros ilustrados que ya existan. De no ser posible, a veces hablar con un niño puede dar como resultado un aporte creativo sorpresivamente útil.
  3. Los libros ilustrados suelen tener una extensión de 32 páginas, pero apenas 24 de ellas corresponderán a la historia en sí, ya que las demás suelen estar designadas a cosas como el título y la información sobre los derechos de autor. En caso de que vayas a escribir un libro hecho en casa, no tendrás ninguna limitación, aunque de todas formas es necesario que tengas una idea clara en cuanto a la cantidad de páginas que serán necesarias para contar la historia. Traza un guion gráfico básico del aspecto que te gustaría que tuviera la historia y busca la forma de expandir o contraer las ideas como lo creas conveniente. [4]
    • Escribir un libro ilustrado es mucho más fácil si sabes con claridad de qué debe tratar cada página desde el principio.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Escribir la historia

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  1. Haz un bosquejo de la historia . Los mejores libros ilustrados son los que cuentan historias simples, pero de alguna manera, profundas. Considera los libros del Dr. Seuss, cuyas historias siempre eran muy simples, pero empleaban ideas que tenían un gran peso. Idea una premisa simple y sucinta que tenga relación con algo que vaya a gustarle a una amplia variedad de edades. [5]
    • Trata de evitar que la historia se convierta en un relato de moralidad, aunque sientas la tentación de hacerlo. Son muy pocos los lectores que tendrán un interés genuino en leer una lección solapada de etiqueta o de comportamiento.
    • En caso de que tengas una mayor inclinación hacia la ilustración que la narración, siempre puedes ilustrar una historia que ya exista. Puedes encontrar una infinidad de libros ilustrados en el mercado que están basados en cuentos de hadas clásicos.
    • Es posible encontrar inspiración para las historias si te sumerges en los medios de comunicación. Las películas, la música y los libros constituyen plantillas dispuestas para tus propias historias.
  2. En la mayoría de las historias, es necesario poblar la acción con personajes interesantes. Después de dedicar un tiempo a idear una trama, los personajes se te deberían ocurrir con relativa naturalidad. Debes tener una idea básica del papel que cada personaje encarnará en la historia, pero es importante que cada uno de ellos tenga un sabor personal. Los mejores personajes son aquellos para los cuales es fácil imaginar una vida propia más allá de las restricciones de la narración. [6]
    • En tanto ideas a los personajes, también es necesario que consideres el aspecto que tendrán en tus ilustraciones. Es probable que los personajes que sean visualmente monótonos pero que tengan un rico perfil psicológico no sean adecuados para un libro ilustrado.
    • Es muy popular emplear animales en los libros ilustrados para niños. Estos son universalmente atractivos y, para algunos lectores, son menos ofensivos si se los antropomorfiza para que jueguen papeles humanos. Asimismo, en general, es más interesante dibujar animales.
  3. En un procesador de texto, redacta la historia como creas conveniente y divídela con claridad en un principio, un medio y un final. [7] Para esta etapa de la escritura, no será necesario que te preocupes por elegir las palabras adecuadas sino que tan solo intentas hacer que las ideas encajen dentro de una infraestructura básica. A partir de allí, podrás incorporar un tono de escritor y mejorar los juegos de palabras.
    • El conteo de palabras debe mantenerse a alrededor de 500, ya que será difícil que algo mayor a esto quepa en el libro, además de que distraerá de las ilustraciones. Lo mejor es que tu elección de palabras sea táctica y eficiente.
  4. Una vez que hayas redactado toda la historia, es necesario dividirla en la cantidad de páginas con las que cuentes para la historia de tu libro. En cada panel debe haber por lo menos una acción. Estará bien con entre 1 y 4 oraciones por página.
  5. Después de que tu obra esté dividida en secciones más pequeñas, será mucho más fácil editarla. Enfocándote en una sección a la vez, transforma la plantilla que tengas en una escritura con forma y estilo. [8] Los pormenores en realidad diferirán según tu tono como escritor y el tema, pero, en el caso de los libros ilustrados, suele ser esencial que se mantengan concisos y poéticos.
    • El lenguaje que emplees debe ser simple y eficaz y debe beneficiar a las ilustraciones que vayas a incluir. Si bien las rimas simples son útiles, evita desarrollar tu escritura de manera específica en torno a ellas, ya que una rima mediocre es peor que no rimar del todo.
    • Un truco fácil es la aliteración, además de que le da un sonido más melodioso a la escritura.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Dibujar las ilustraciones

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  1. En lo que respecta a las ilustraciones, es necesario tener en cuenta las dimensiones de las páginas de forma que puedas aprovecharlas al máximo. Esto abarca dejar espacio suficiente para el texto y hacer los dibujos del tamaño suficiente como para que ocupen una cantidad aceptable de espacio en la página. [9] Si quieres comprenderlo mejor, es recomendable que elabores "guiones gráficos" miniatura como una forma de visualizar el tamaño que determinados objetos en la página deban tener en comparación con otros.
    • Una opción ambiciosa en caso de que sea tu primer libro ilustrado es realizar ilustraciones a doble página (en las que un panel de la historia abarca dos páginas de forma que se obtiene una imagen más grande). Sin embargo, es perfecto para las partes climáticas de la historia que de algún modo requieran más de un solo cuadro.
  2. Antes incluso de colocarlas en papel con seriedad, es necesario que tengas una idea muy clara de la forma como quieras que tus ilustraciones ocupen espacio en la página. Es mucho más preferible que cuentes con un cuaderno aparte en donde planifiques y desarrolles tus ideas a mano a que pases a trabajar directamente en el libro ilustrado de manera espontánea. Al planificar las ilustraciones, debes tratar de que sean lo más cercanas y aplicables posible a la escritura. Cada vez que estés en duda, consulta lo que hayas escrito en la historia. [10]
    • Haz el esfuerzo de que el tono y el estilo se mantengan coherentes en el transcurso del libro. Un libro ilustrado que haga el mismo punto de manera coherente tiene muchas más posibilidades de causar una impresión que uno que sea muy disperso.
  3. La gran mayoría de las historias giran en torno a las proezas de los personajes. En el caso de la mayor parte de las historias tradicionales, es necesario que seas muy bueno en dibujar (y volver a dibujar) unos cuantos personajes. Lo recomendable es dedicar un tiempo a practicar los diseños de los personajes después de contar con una infraestructura básica para la historia. Mientras más dibujes a los personajes, tendrás más posibilidades de acertar en cuanto a su aspecto y de hacer cambios de ser necesario. [11]
    • El diseño visual es de extrema importancia para los personajes de los libros ilustrados. En caso de que tengas dificultades para visualizar el aspecto de los personajes de tu historia, puedes hacer el intento de meditar y dejar que la historia se desarrolle en tu mente. De no ser posible, podrías estudiar el diseño de los personajes de otros libros como una forma de obtener la inspiración que necesites. [12]
  4. En caso de que vayas a escribir un libro hecho en casa, puedes hacer una gran cantidad de cosas para darle vida a tu arte. No es necesario depender únicamente del bolígrafo y los marcadores si no que puedes usar otras cosas, como la cinta adhesiva y el papel de construcción pegado, para que tu libro ilustrado se convierta en arte tridimensional. [13] Si quieres crear fondos con perspectiva de profundidad, puedes recortar formas en papel de construcción y pegarlas con cuidado sobre el fondo. Las manualidades tridimensionales son de particular eficacia si intentas elaborar cosas como cordilleras o colinas.
    • En caso de que te guste este tipo de trabajo con manualidades, podrías elaborar todas las ilustraciones de este modo. Sin embargo, ten en cuenta que se necesitará un grado mucho mayor de habilidad para lograr los detalles más pequeños con cinta adhesiva o papel de construcción.
  5. La planificación debe haber tomado mucho tiempo en caso de que se haya realizado de la forma correcta, lo cual hará que las ilustraciones involucren una cantidad mucho menor de conjeturas. Emplea tus planos y guiones gráficos como punto de partida y lleva a cabo las ilustraciones lo mejor posible, dejando un espacio claro para colocar el texto. En caso de que hagas un par de páginas y no te agrade cómo se ven, puedes empezar de nuevo o bien volver a practicar antes de intentarlo otra vez.
    • Antes de empezar a dibujar el libro en sí, es muy importante practicar. Si es que las imágenes mejoran de manera progresiva en el transcurso del libro, le transmitirás al lector que el libro fue más un proceso de aprendizaje que un producto terminado. Independientemente de lo que hagas, las ilustraciones deben permanecer coherentes en cuanto al tono y la calidad relativa.
    • Ten cuidado de que las ilustraciones sean lo más coloridas posible a menos que el contenido del libro sugiera lo contrario de alguna forma. Por encima de todo, es necesario que los libros ilustrados sean llamativos. Los bosquejos monocromáticos no causarán tanta impresión como las imágenes enteras y coloreadas.
  6. Esta debe ser llamativa e intensa y capturar el tono y la esencia del libro ilustrado a la par que engancha a los lectores hacia lo que pueda haber entre sus tapas. Dedica un tiempo adicional a hacer que la tapa delantera sea lo más sólida posible y la mejor demostración de tus habilidades como ilustrador. Asimismo, recuerda que el título en sí debe ser grande y prominente en la página. En definitiva, querrás que las personas sepan lo que vayan a leer.
    • Los libros ilustrados profesionales cuentan con una tapa delantera y una portada aparte. En el caso de un libro hecho en casa, debes combinar ambas en una sola.
    • Siempre es recomendable colocar tus créditos como autor cerca del título del libro, incluso en el caso de los libros hechos en casa.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Armar el libro

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  1. Es perfectamente razonable dejar las páginas sueltas como estén, siempre y cuando estén numeradas y recolectadas en un mismo lugar. Sin embargo, si quieres elaborar un libro auténtico, debes considerar al menos en cierta medida el empaque físico. Las posibilidades son infinitas en cuanto a la encuadernación, pero, en su mayoría, se prefiere una tapa dura para los libros ilustrados, lo cual puedes llevar a cabo en casa si doblas por la mitad un trozo delgado de cartulina con una franja pequeña y arrugada en el centro para el lomo. Luego, recorta la cartulina de forma que encaje con el tamaño del libro ilustrado y pega la portada y la última página a los lados correspondientes de la cartulina. [14]
    • En caso de que tu intención específica al escribir el libro sea que una editorial lo distribuya físicamente, no tendrás que preocuparte por tu propio empaque sino tan solo asegurarte de que las páginas estén lo mejor mantenidas posible y de escanearlas de manera digital de ser necesario.
  2. Perfora y encuaderna las páginas . Si quieres que las páginas se conviertan en un libro, es necesario que las encuadernes todas de alguna forma. El estilo del material que vayas a probar para el libro ilustrado determinará la forma como abordes la encuadernación. En caso de que quieras que el contenido se sostenga solo sin un empaque, puedes perforar un agujero en la esquina superior izquierda de cada página, enhebrar un trozo de cuerda a través de él y luego atarlo en los extremos. Si consideras que el libro se manipulará mucho, es preferible que tenga una encuadernación más meticulosa empleando un bobinado. [15]
    • Es recomendable enumerar las páginas desde el principio, ya que no hay nada que desordene un libro más rápido que colocar las páginas en el orden incorrecto.
    • En caso de que hayas optado por que tu libro tenga un lomo y una tapa dura, puedes pegar los extremos del papel al lomo doblando un centímetro hacia atrás el borde largo del papel y aplicando una franja delgada de pegamento.
  3. En la actualidad, en realidad es mucho más fácil que un autor nuevo publique en línea su libro ilustrado en versión digital. Adobe Acrobat y Microsoft son programas de uso recomendado en caso de que optes por esta vía. Debes escanear las páginas terminadas de tu libro y disponerlas como desees en el archivo. [16]
    • Si terminas tu libro de manera digital, esto conlleva ciertos beneficios. Podrás escribir el título y el texto sobre la imagen escaneada en caso de aún no lo hayas hecho a mano. Asimismo, si tienes una comprensión básica de los programas de diseño gráfico, es posible editar el tamaño y las dimensiones de las ilustraciones.
  4. Según dirían algunos, un libro no existe de verdad hasta que no se lee y se disfruta. En la era de Internet, puedes exhibir tu obra de muchas formas. Si escaneas las imágenes y las recopilas en un archivo PDF en forma de libro electrónico, podrás distribuir tu obra (y quizás venderla) sin gastos generales. Asimismo, los sitios web como StoryJumper proporcionan una plataforma para que las personas promocionen sus libros ilustrados. [17] Por otro lado, quizás sea más especial dejar el libro como un ejemplar único y regalarlo.
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Consejos

  • En su mayoría, los libros ilustrados profesionales se elaboran en grupo. Algunas personas prefieren escribir que ilustrar y viceversa, por lo que podría serte de ayuda unirte con un colaborador o con un grupo y especializarte en determinadas áreas.
  • Tu libro ilustrado debe mantenerse razonablemente corto. En su mayoría, los libros ilustrados que se elaboran de manera profesional tienen alrededor de 32 páginas. Lo ideal es que sea algo que se pueda leer de principio a fin como un solo cuento de buenas noches. [18]
  • No dudes en cambiar tu escritura de forma que encaje con las ilustraciones si se da el caso. Se puede decir que las ilustraciones son más importantes que la escritura en sí.
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Advertencias

  • Evita ser demasiado ambicioso con un libro ilustrado, sobre todo si es la primera vez que escribes uno. Por naturaleza, estos libros deben ser bastante simples y estar dirigidos a lectores más jóvenes. Por lo tanto, te será de ayuda imponerle tú mismo restricciones a tu escritura para que no se torne demasiado grandilocuente.
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