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Una evaluación de trabajo social es un reporte escrito que un trabajador social hace para evaluar las necesidades educativas, de salud mental, de abuso de sustancias u ocupacionales de un cliente. Tendrás que entrevistar al cliente y a otras partes importantes que conozcan sus antecedentes y sus necesidades actuales. El reporte final escrito incluye las metas que el cliente debe cumplir para resolver el problema y el tratamiento o la asistencia que el trabajador social recomienda para ayudarlo a lograr estas metas.

Método 1
Método 1 de 2:

Reunir la información

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  1. La mayoría de la información que un trabajador social incorpora a una evaluación de trabajo social proviene de reportes directos de todas las partes involucradas en un caso.
    • Empieza entrevistando a la persona que busca los servicios. Si es posible, entrevista a miembros de la familia, a extrabajadores del caso, a médicos, a maestros y a otras personas a quienes puedas informarles sobre la situación del cliente.
  2. Puedes ampliar la información revisando documentos importantes. Estos pueden incluir pruebas psiquiátricas, educativas, vocacionales o médicas, así como registros de la agencia.
    • Mantén un registro de todas las fuentes que usaste para la evaluación. Durante la evaluación tendrás que dejar constancia de a quién entrevistaste, de cualquier incidente que hayas podido observar y de cualquier documento que hayas consultado. [1]
  3. La parte más importante del proceso de evaluación es crear una relación con el cliente y con otros entrevistados que les anime a compartir información honestamente. Concéntrate en obtener información acerca de las necesidades del cliente y de los recursos que le puedan ayudar a satisfacer estas. [2]
    • Crea una atmósfera segura al realizar las entrevistas explicando las reglas de confidencialidad para los entrevistados. En general, toda la información que se obtenga en la entrevista se mantendrá como parte del reporte. Además, no debes compartir la información con personas que no estén involucradas en el caso.
    • Para obtener respuestas positivas, concéntrate en encontrar las fortalezas del cliente. No busques culpables. Negocia con el cliente una evaluación de mutuo acuerdo. [3]
    • Si encuentras resistencia, sé optimista para no desanimar al cliente. Sigue siendo cortés, puntual y atento. Evita el uso de jerga. [4]
  4. Estas requieren que la persona responda con respuestas detalladas. Las preguntas que se responden con un “sí” o un “no” no producirán la información necesaria para que escribas una evaluación que se pueda usar para establecer metas y determinar un plan de tratamiento. Por ejemplo, en vez de preguntar si el cliente está molesto con otra persona, pídele que explique cómo se siente con respecto a esta.
    • Trata de tener un formulario de evaluación a la mano durante las entrevistas. Este incluye preguntas específicas. Usarlo te ayudará a enfocar la entrevista y te permitirá tomar notas exhaustivas. Muchas instituciones tienen sus propios formularios de evaluación disponibles para el proceso de la entrevista.
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Método 2
Método 2 de 2:

Escribir la evaluación

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  1. No hay necesariamente una única manera de escribir una evaluación. Esto puede causar temor pues tendrás que encontrar tu propia voz, pero te permitirá escribir el informe como creas que es mejor para cada caso particular. [5]
    • Incluye tanta información como sea posible. Describe la apariencia personal del cliente (si el cliente se vistió apropiadamente en relación con el clima el día de la entrevista o no), su higiene personal, su capacidad para mantener el contacto visual y su orientación mental (conciencia de la persona, del lugar, del tiempo y del hecho).
    • Muchas instituciones tienen formularios estandarizados que te indican que describas preguntas específicas sobre el cliente. Un ejemplo de las categorías para una evaluación incluye “presentación del problema”, “antecedentes del problema”, “antecedentes personales”, antecedentes de abuso de sustancias”, “antecedentes familiares”, “trabajo y educación” y “resumen del tratamiento y de las recomendaciones”. [6]
    • Otro ejemplo de estas categorías incluye “información de identificación”, “referencia”, “presentación del problema”, “fuentes de los datos”, “descripción general del cliente”, “composición y antecedentes familiares”, “antecedentes educativos”, “aptitudes laborales y vocacionales”, “filiación religiosa”, “trastornos de la salud”, “antecedentes psicológicos”, “actividades sociales, comunitarias y recreativas”, “necesidades básicas de la vida diaria”, “inquietudes legales”, “fortalezas del cliente”, “resumen clínico”, y “objetivos y recomendaciones”.
  2. La función más básica de la evaluación es determinar lo que el trabajador social trata de lograr con el cliente. Los reportes a menudo se escriben en una forma narrativa que relata la historia de los problemas actuales del cliente, y cómo y cuándo aparecieron inicialmente estos. Es importante hacerlo de una manera que no ofenda al cliente.
    • A menudo es mejor evitar usar diagnósticos técnicos, como trastorno límite de la personalidad. Esto puede ofender al cliente. Además, con frecuencia no son tan útiles como las descripciones detalladas y específicas de la persona en cuestión. [7]
  3. Debes hacer un esfuerzo para determinar las fortalezas y los recursos del cliente, así como los de la comunidad de la que forma parte. Piensa en cómo se pueden utilizar para mejorar la situación del cliente. [8]
    • Establece metas específicas que sean limitadas en el tiempo y alcanzables para el cliente. Por ejemplo, si una meta es dejar de consumir drogas, la recomendación de tratamiento debe incluir una derivación a un programa de abuso de sustancias que requiera que el cliente asista a una cantidad determinada de reuniones y se someta a pruebas de detección de drogas al azar, así como una fecha límite para la finalización del programa.
  4. Recuerda que el cliente está influenciado por una "ecología" social más amplia que incluye a su familia, la escuela, el centro de trabajo, la comunidad y el contexto sociocultural más general. Piensa en cómo estos factores contribuyen a las necesidades del cliente o cómo los recursos de las personas en este contexto más amplio pueden contribuir a rectificar los problemas. [9]
    • Compara y contrasta la percepción del cliente de sus problemas, de sus necesidades, de sus debilidades y de sus fortalezas con las percepciones de otras personas a las que hayas entrevistado para la evaluación. Esta comparación puede darte una comprensión más integral de las metas y de las necesidades de tratamiento del cliente.
  5. Aprovecha la oportunidad de escribir la evaluación para pensar de manera integral sobre cómo mejorar la situación del cliente. Comparte un resumen de la evaluación con el cliente. Esta medida puede alentarlo a reevaluar su situación y ayudarlo a sacar sus propias conclusiones sobre cómo proceder. Trata de negociar un consenso en vez de imponer unilateralmente tu propia evaluación. [10]
    • Programa una reunión de seguimiento con el cliente después de que hayas escrito y analizado la evaluación para revisar el progreso del cliente en cuanto a la realización de cada meta. Vuelve a la evaluación periódicamente para verificar el desarrollo del cliente.
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Consejos

  • Una evaluación de trabajo social también puede definirse como una evaluación de necesidades o de salud mental.
  • Una evaluación que se enfoque principalmente en los problemas de consumo de drogas y de alcohol de un cliente es una evaluación de abuso de sustancias.
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Cosas que necesitarás

  • una sala de entrevistas segura y protegida
  • registros médicos y educativos
  • formulario de evaluación

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