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La tarta de manzana es un manjar delicioso y es famoso por ser ideal en cualquier época del año. Aunque disfrutar de una buena tarta de manzana es sencillo, prepararla puede parecer toda una hazaña. Si trabajaste duro en la cocina y al sacarla del horno solo conseguiste una tarta de manzana aguada, no te desesperes. Con tan solo unas cuantas variaciones evitarás que la próxima vez que hornees una tarta de manzana te quede aguada.

Método 1
Método 1 de 4:

Modificar la receta

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  1. Si preparas la tarta con ingredientes fríos y luego la llevas al horno caliente evitarás que quede blanducha. Todo debe estar frío incluyendo los ingredientes, tazones y utensilios. También puedes poner a enfriar la tarta en el refrigerador.
    • Para poner a enfriar la tarta llévala al refrigerador cuando ya esté armada durante 15 minutos aproximadamente.
    • Precalienta el horno a la temperatura en que hornearás la tarta.
    • Coloca la tarta fría dentro del horno caliente. [1]
  2. Las manzanas contienen una sustancia llamada pectina, la cual se descompone durante la cocción, lo que hace que se vuelvan aguadas. Esta descomposición es menor en el caso de las manzanas para tarta, ya que estas tienen un grado de acidez más bajo, lo que permite que mantengan su forma y no se ablanden tanto. De esta manera evitarás que la tarta quede aguada.
    • Las mejores opciones son las granny smith, gala y golden delicious. [2]
    • Utiliza manzanas firmes y evita las que están demasiado maduras. [3]
  3. Una capa delgada de harina absorberá el exceso del líquido del relleno sin cambiarle el sabor a la tarta. Espolvorea la harina sobre la corteza antes de agregar el relleno.
    • También puedes usar nueces picadas, eso sí, tienes que poder sentirlas al probar la tarta. [4]
  4. Necesitas hacer 5 tajos de 2 cm (3/4 de pulgada) en la parte superior de la corteza de tal manera que el liquido que se evapore pueda salir y así evitar que la tarta se vuelva pastosa.
    • Generalmente, los tajos se hacen en la parte central. A muchas personas les gusta hacerlos en forma de estrella como las semillas dentro de una manzana.
    • Asimismo, estos cortes te ayudarán a identificar el momento en que la tarta estará lista, ya que cuando el relleno esté practicamente cocido empezará a burbujear por los tajos.
    • La tarta de manzana enrejada no necesita tajos, ya que la rejilla ya tiene esos espacios.
    • El pastel de manzana holandés que lleva una cubierta de masa quebrada tampoco necesita estos cortes. [5]
  5. Probablemente notes que la tarta empieza a dorarse antes de tiempo y te parezca que ya está lista. A menudo, la gente retira la tarta del horno antes de la hora por temor a que se queme. Esto no permite que el relleno tome consistencia y por eso la tarta queda aguada.
    • Verifica el tiempo de cocción recomendado y pon un cronómetro.
    • Evita dejarte llevar por el color de la corteza para determinar si la tarta está lista o no. [6]
  6. Si te preocupa que la corteza quede muy tostada, cúbrela con papel aluminio a la mitad del horneado. Antes de llevar la tarta al horno mide el papel y corta un pedazo lo suficientemente grande para cubrirla toda. Luego, recorta la parte del centro de tal forma que solo queden cubiertos los bordes. A mitad del horneado, coloca cuidadosamente el papel de aluminio sobre la corteza.
    • También puedes cubrir los bordes de la corteza con tiras de papel aluminio, sin embargo, es más seguro usar un solo pedazo grande de papel, ya que podrías quemarte con la tarta caliente. [7]
    • Si tu horno suele ser de cocción irregular, quizá debas colocar tiras de papel de aluminio solo sobre las partes de la corteza que se doren antes y dejar que el resto siga horneándose.
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Método 2
Método 2 de 4:

Macerar las manzanas

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  1. Coloca las manzanas en rodajas en un tazón y agrega la cantidad de azúcar que indica la receta. El azúcar absorberá el exceso de líquido de la fruta. [8]
  2. Deja el tazón a un lado durante media hora. Si deseas puedes aprovechar este tiempo para preparar la corteza. [9]
  3. Escurre todo el líquido del tazón con un colador. Si deseas, puedes utilizarlo para otra receta o puedes ponerlo a cocinar para que espese.
    • Si decides ponerlo a espesar en la cocina, hazlo a fuego lento hasta que el exceso de humedad se evapore y quede una salsa espesa. Si quieres podrías acompañar la tarta con esta salsa, aunque de ser así sería conveniente que le añadas un espesante. Deja cocinar la salsa hasta que tome la consistencia que deseas o hasta que tenga el espesor de un almíbar. [10]
  4. Cuando todo esté listo para incorporar el relleno coloca las manzanas sobre la corteza. Continúa con el resto de la receta. [11]
    • Si piensas usar la salsa que preparaste con los jugos naturales como relleno también puedes añadirla a la tarta.
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Método 3
Método 3 de 4:

Agregar un espesante

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  1. Un espesante es una sustancia que absorberá parte del líquido que libera la fruta, de esta manera se evita que el relleno se vuelva aguado. Si se usa en cantidades pequeñas, no varía el sabor de la tarta. [12]
  2. La harina de maíz no forma grumos y no varía el sabor, no obstante, puede quitarle brillo a la fruta.
  3. Se trata de una opción práctica porque probablemente la tienes a la mano. Generalmente, funciona bien en las tartas de manzana sin alterar el sabor.
  4. Lo mejor para absorber el exceso de líquido sin quitarle brillo al relleno es la tapioca de cocción rápida. Para que ayude a que la mezcla tome la máxima consistencia debes cocinarla durante 10 minutos como mínimo a 200 °C (400 °F). [13]
  5. Vierte el espesante sobre la mezcla de manzanas e incorpóralo bien antes de volcarla sobre la corteza. [14]
    • Ten presente que es normal que el relleno de la tarta pierda un poco de brillo si utilizas harina de maíz o harina común.
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Método 4
Método 4 de 4:

Precocinar las manzanas

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  1. Pon a hervir la cantidad de agua suficiente para cubrir las manzanas. Coloca las rodajas de manzana en un recipiente resistente al calor, cúbrelas con el agua, tapa el recipiente y déjalas reposar durante 10 minutos. Luego, escúrrelas y continúa con la receta.
    • Si quieres que el relleno tenga sabor a sidra, también puedes usar sidra de manzana. [15]
  2. Coloca las rodajas de manzana en un recipiente apto para microondas, caliéntalas por 3 minutos, mézclalas y mide la temperatura. Continúa calentándolas y muévelas cada tres minutos hasta que alcancen 70 °C (160 °F). Luego, déjalas reposar encendiendo el horno por 5 segundos cada tres o cuatro minutos para que conserven la temperatura adecuada. [16]
  3. Coloca las rodajas de manzana en una sartén, ponla a calentar a fuego alto y muévelas constantemente. Caliéntalas durante 10 minutos sin dejar de moverlas. [17]
    • Esta forma de precalentar las manzanas es la más trabajosa, ya que tienes que moverlas todo el tiempo.
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