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Tal vez tu arbusto de romero de repente está empezando a producir o había una oferta en el supermercado que no podías pasar por alto. De cualquier forma, te encuentras con mucho romero extra y sin el tiempo suficiente para utilizarlo todo. Por suerte, hay trucos sencillos para garantizar que el romero no se pase antes de que puedas usarlo para cocinar . Puedes conservarlo en el refrigerador, utilizar el congelador para guardarlo a largo plazo o incluso hacer secar las ramitas para que te duren el mayor tiempo posible en la alacena. ¡Podrás disfrutar del romero por semanas o incluso meses!

Método 1
Método 1 de 4:

Guardar romero en el refrigerador

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  1. Enjuaga las ramitas con agua fría y ponlas sobre papel toalla para que sequen. Utiliza un escurridor de lechuga si tuvieras uno. De lo contrario, simplemente dales de golpecitos con otro pedazo de papel toalla. [1]
    • El exceso de agua provocará que el romero se ponga baboso al guardarlo, así que asegúrate de que las ramitas estén completamente secas.
  2. Conserva las ramitas enteras y no las cortes. El papel toalla húmedo evitará que se sequen en el refrigerador. [2]
  3. Así las protegerás del oxígeno, que puede provocar que se pongan de color marrón y se echen a perder. Puedes utilizar una bolsa Ziploc o un recipiente hermético. [3]
    • Puedes escribir la fecha en la bolsa o el recipiente para que no te olvides el tiempo que el romero ha estado en el refrigerador.
  4. Programa la humedad a nivel alto. [4] Con la bolsa o el recipiente bien cerrado, el romero debe permanecer fresco hasta por 2 semanas. [5]
    • El romero estará en buen estado siempre que esté verde y se vea fresco. Cuando se ponga negro o marrón y un poco baboso, se habrá malogrado.
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Método 2
Método 2 de 4:

Congelar ramitas de romero

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  1. Enjuaga las ramitas con agua fría. Luego, extiéndelas para que se sequen y sécalas a toquecitos con papel toalla para acelerar el proceso. También puedes utilizar un escurridor de lechuga en caso de que tengas uno.
  2. Mantén las hojas adheridas al tallo y espárcelas en una bandeja formando una sola capa uniforme. Trata de que las ramitas no se toquen, ¡podrían congelarse juntas! Puedes colocarlas directamente sobre la bandeja o en un pedazo de papel sulfurizado. [6]
  3. Revisa las ramitas cada media hora más o menos y déjalas en el congelador hasta que estén sólidamente congeladas. Esto quiere decir que no podrás doblarlos con facilidad y que las hojas no deben caerse o moverse para nada si agarras una ramita. [7]
    • Congelar el romero primero en la bandeja permitirá que cada ramita se congele por separado y no se pegue a las demás. Además, se congelarán más rápido y mejor que si estuvieran en una bolsa para congelador.
  4. Ciérralas bien y sácales todo el aire para ahorrar espacio en el congelador. Escribe la fecha en el recipiente para que sepas qué tiempo tiene el romero si te olvidas o se te pierde adentro. Finalmente, coloca el romero de vuelta en el congelador.
  5. Este se mantendrá fresco por un año o incluso más, lo que dependerá de la calidad de tu congelador. Revísalo más o menos cada mes para ver si aún se puede usar y presta atención a cualquier señal de que se está poniendo marrón o le esté creciendo moho. [8] Cuando estés listo para cocinar con el romero, puedes usarlo directamente de la bolsa, no es necesario deshelarlo afuera. [9]
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Método 3
Método 3 de 4:

Secar el romero con aire

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  1. Enjuaga las ramitas con agua fría y extiéndelas para que se sequen. Puedes secarlas a toquecitos con papel toalla o utilizar un escurridor de lechugas para hacerlo más rápido.
  2. Después, arranca las hojas de la parte inferior de las ramitas hasta unos 3 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) del extremo. Esta área la utilizarás para colgar el romero con una atadura. [10]
  3. Gira las ramitas de modo que todas queden en la misma dirección. Reúne un puñado pequeño de ramitas, suficientes para que quepan cómodamente en la palma de la mano. No es tan importante tener la misma cantidad de ramitas de romero en cada atado como que sean en su mayoría parejas. Anuda cada atado con un pedazo de cuerda, una banda elástica o ataduras de alambre. [11]
    • Amarra bien la cuerda, pero deja que las ramitas estén más sueltas en la parte superior de modo que el aire pueda circular a través de ellas.
  4. Puedes utilizar un sótano, una habitación que sobre o un armario como área de almacenamiento. Cuelga el romero de un cordel de ropa, un tendedero o una rejilla que esté expuesta. Utiliza ganchos de ropa o pedazos de cuerda de unos cuantos centímetros para colgar las ramitas. [12]
    • Cualquiera que fuera el lugar en que las almacenes, asegúrate de que no estén expuestas a la luz solar directa y que estén lejos de aceites de cocina, humo, polvo y vapor. Debes mantenerlas lo más secas y limpias que puedas para que tengan la mejor calidad y el mejor sabor.
  5. Presiona las ramitas un poco con los dedos para ver cómo se deshacen. Si caen en copos, ¡estarán listas! También podrías colocar unas cuantas hojas dentro de un frasco de vidrio o una bolsa de plástico y cerrarlos bien. Si aparece vaho al interior del recipiente o la bolsa, el romero necesitará un poco más de tiempo de secado. El proceso podría tardar entre un par de semanas a unos cuantos meses, así que ¡ten paciencia! [13]
    • Si las ramitas de desintegran formando polvo al momento de presionarlas, estarán muy secas. Esta es la razón por la que es importante revisarlas cada cierto número de días o incluso con mayor frecuencia conforme se vayan acercando al punto en que estén listas. No podrás recuperar el romero una vez que se haya secado por mucho tiempo.
  6. Corta las hojas de los tallos y ponlas en un frasco o una bolsa plástica herméticos. [14] Podrías deshacer el romero antes de guardarlo o dejarlo entero y desmenuzarlo cuando vayas a cocinar. [15] El romero seco durará un año en una alacena o un gabinete.
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Método 4
Método 4 de 4:

Secar romero en el horno

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  1. Usa agua fría y seca las ramitas a toquecitos con papel toalla. Déjalas reposar entre 10 y 15 minutos para que se sequen por completo con el aire, pues hornearlas mientras aún estén húmedas hará que el proceso tome mucho más tiempo. [16]
  2. Primero cúbrela con papel sulfurizado, luego esparce las ramitas de forma equidistante. ¡Siempre es posible utilizar más de una bandeja si necesitas más espacio! [17]
  3. Esto permitirá que el romero se hornee lentamente y no se queme. Mete la bandeja, cerca del centro del horno.
  4. Después de unos 15 minutos de estar en el horno, abre la puerta por un minuto más o menos para dejar salir la humedad, lo que permitirá que el romero se hornee más rápido. Después de 30 minutos, revisa las hierbas con la ayuda de guantes de horno para deshacerlas un poco. Si se deshacen en copos entre los dedos, ¡ya estarán listas! De lo contrario, vuelve a meter la bandeja en el horno y revísala nuevamente en unos 15 minutos. ¡No tomará más de una hora en hornearse! [18]
  5. Saca las ramitas de la bandeja y extiéndelas en una superficie plana y limpia. Una vez que estén frías, podrás quitarles las hojas de los tallos si así lo deseas, deshacerlas o guardarlas enteras si quieres utilizar ramitas grandes al momento de cocinar o como decoración. [19]
    • Es importante que el romero esté completamente seco antes de guardarlo. Cualquier rastro de calor creará humedad en el recipiente, lo que podría provocar la aparición de moho.
  6. Puedes utilizar un frasco, un recipiente de plástico o incluso una bolsa hermética. Utiliza el romero seco antes de que pase un año para que tenga el mejor sabor posible. Después de este tiempo de todas maneras podrás comerlo, pero es posible que no tenga un sabor tan fuerte. [20]
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Resumen del artículo X

Para guardar romero fresco, primero lava las ramitas con agua fría y sécalas con papel toalla dándoles toques suaves. Luego, envuelve las ramitas enteras y sin cortar con un papel toalla húmedo para evitar que se resequen. Coloca las ramitas envueltas en una bolsa de plástico resellable o en un recipiente hermético. Escribe la fecha en la bolsa o en el recipiente. Guarda las ramitas en el cajón de las verduras del refrigerador y configura la humedad del cajón en alta. Puedes guardar el romero en el cajón hasta por un máximo de 2 semanas antes de comience a tornarse marrón y pierda su frescura. Si quieres aprender cómo secar o congelar el romero, ¡sigue leyendo!

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