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Ya sea que quieras ir a una fiesta, estudiar en una escuela nueva, empezar en un trabajo nuevo o asistir a un evento de creación de redes, tendrás que interactuar con personas que apenas conoces en algún punto. Entrar en una sala con gente que realmente no conoces puede ser intimidante, pero eso no te impide que conozcas a los demás. Aprender a fortalecer tus habilidades de conversación te ayudará a acercarte y conocer extraños o personas que apenas conoces.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Tener una conversación

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  1. Si alguien quiere hablarte y está abierto para tener una conversación, su lenguaje corporal probablemente te dé una pista. Si bien algunas personas creen que el lenguaje corporal es más un ritual para las citas y el coqueteo, todos envían pistas conscientes y subconscientes acerca de cómo se sienten con los demás a través de los movimientos del cuerpo, las posiciones y los gestos. [1] Ser consciente de tu propio lenguaje corporal, además del de la persona con quien quieres iniciar una conversación, enviará señales mutuas para indicar el interés de hablar o el deseo de que nadie se acerque.
    • Si alguien te mira, se inclina para hablar o mantiene los brazos abiertos en vez de cruzarlos, probablemente está dispuesto a tener una conversación. [2]
    • La sonrisa, en especial la de Duchenne, es una señal de bienvenida y participación positiva. Para descifrar la sonrisa de Duchenne (a menudo llamada "genuina"), presta atención a los ojos entrecerrados que forman arrugas o "patas de gallo" en los bordes externos de cada ojo. [3]
    • El contacto visual directo es un indicador fuerte de interés y participación. Si tu interlocutor te mira a los ojos, probablemente esté interesado en lo que dices, o al menos quiera continuar con la conversación. Por el contrario, si evita tus ojos o se aleja de ti de alguna forma, probablemente no quiera seguir hablando.
  2. Si alguien parece estar abierto a tener una conversación y se han acercado, preséntate. Por más que suene obvio que las presentaciones son una parte importante de una conversación, la forma en que lo hagas puede transmitir mucha información sutil, y puede marcar la pauta por el resto de la conversación.
    • Estréchense las manos al conocerse. Esta es una buena forma de iniciar el saludo, dado que muestra cortesía y respeto. [4]
    • Haz contacto visual y sonríe al extender la mano para estrecharla.
    • Di "hola" y tu nombre. Por ejemplo, puedes decir "Hola, soy____". Si el contexto es muy casual, puedes usar un saludo más informal, como "Oye" o "¿Qué tal?", pero asegúrate de decir tu nombre.
    • Si la otra persona no te dice cómo se llama, puedes preguntar "¿Cómo te llamas?".
    • Asegúrate de recordar su nombre. Puedes asociarlo con alguien que conozcas que se llame igual, o usar un dispositivo mnemotécnico para recordarlo más tarde. Por ejemplo, si se llama María y tiene el cabello marrón, puedes usar las primeras dos letras del color para asociarlo con su nombre.
  3. Una vez que estrechen las manos y se presenten, generalmente es recomendable ofrecer un elogio sincero para iniciar la conversación, en el caso de que te sientas cómodo para hacerlo. Esto ayuda a que las personas se sientan a gusto y les hace saber que te interesa charlar con ellas y poder conocerse. El elogio puede estar basado en su atuendo o accesorios (por ejemplo "¡Qué hermoso collar!" o "Me encanta tu camisa. Ese color te queda muy bien") o en algún logro, si cuentas con esta información (por ejemplo, puedes decirle a un artista "Vi tus trabajos en la galería. Me han encantado tus pinturas). [5]
  4. Después de presentarse y hacerse los cumplidos, será hora de comenzar la conversación. Para que fluya bien, es mejor evitar las preguntas que dan lugar a respuestas breves o de una palabra. En cambio, haz preguntas abiertas cuyas respuestas desconozcas. Esto permite que tu interlocutor amplíe cosas que ha dicho y crea la oportunidad de generar un diálogo bilateral genuino. [6]
    • Si tu interlocutor te dice de dónde es, no preguntes "¿Te gusta el lugar donde vives?". Eso solo dará lugar a una respuesta de sí o no. En cambio, puedes preguntar "Guau, nunca estuve allí. ¿Cómo es vivir ahí?".
    • En vez de preguntarle dónde trabaja, usa una pregunta más amplia, como "¿A qué te dedicas?". Esto da lugar a una explicación tanto del puesto como del lugar donde trabaja, lo que puede llevar a más preguntas y debates.
  5. Algunas personas se muestran ansiosas por intervenir en una conversación y hacer preguntas simplemente para compartir su opinión del tema. Esto puede ser desagradable para algunos, y no ayuda mucho a tener una conversación significativa. En cambio, minimiza la cantidad de tiempo que dominas la conversación y practica la escucha para mantener una conexión real con alguien (en vez de escuchar con la intención de tener la posibilidad de intervenir o responder). [7]
    • No te preocupes por lo que dirás a continuación. Sé un buen oyente, comprende todo lo que diga y asegúrate de encontrar algo que te permita hacer más preguntas o pedir más aclaraciones. [8]
    • Practica las habilidades reflexivas y empáticas. Esto implica asentir con la cabeza para que tu interlocutor sepa que comprendes y, luego, (una vez que termine de hablar), reformular lo que dice con tus propias palabras para demostrar que has absorbido los conceptos. Por ejemplo, si la persona dice que cree que la música blues es el mejor género musical, puedes asentir con educación y decir algo así como "Sin dudas, el blues ha influenciado muchos otros géneros de la música americana. Creo que es una especie de base para la mayoría de la música contemporánea".
    • Resiste la tentación de ofrecer una crítica. Juzgar a tu pareja de conversación por sus palabras cuando no la conoces bien puede distanciarla rápidamente y hacer que la conversación termine de forma prematura. En cambio, reflexiona sobre sus palabras y esfuérzate por identificar la comunicación no verbal. También es importante que seas consciente de tus propias señales no verbales. No retrocedas si alguien te dice que es republicano y tú eres demócrata. En cambio, puedes decir algo así como "Eso es interesante. No conozco muchos republicanos. ¿Qué cosas sostienen tus creencias?".
  6. Cuando sea tu turno de hablar, lo que digas es tan importante como la forma en que lo digas. Sé consciente de tu tono de voz y volumen, y de la forma en que formulas tus respuestas. La mejor forma de hacerlo es pensar detenidamente antes de hablar, en vez de responder con descuido a cualquier pregunta o consigna que recibas. [9]
    • Presta atención a cuánto tiempo hablas. Lo aceptable suele ser entre 30 y 60 segundos, pero si superas el minuto sin parar para responder una sola pregunta, forzarás a tu interlocutor a mantener la concentración. [10]
    • No compartas demasiada información. Existen algunas cosas que las personas no querrán escuchar, y esto es muy importante si hablas con alguien que apenas conoces. En vez de hablar de tu historial médico o ruptura reciente, habla de cosas que sean interesantes y relacionables. [11]
    • No hagas que la conversación gire en torno a ti. En cambio, habla de cosas con las que ambos puedan identificarse, y usa tu mejor criterio al mencionar temas controversiales o que generen posturas muy fuertes.
    • Usa afirmaciones en primera persona, en vez de afirmaciones declaratorias. [12] Por ejemplo, en vez de decir "Nueva York es el peor lugar para vivir", reformula tu comentario en función de tu experiencia. Por ejemplo, puedes decir algo así como "Entiendo por qué todos aman Nueva York, pero me costó mucho adaptarme. Es una ciudad muy cara, y las personas no son tan amigables como lo son aquí".
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Terminar la conversación

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  1. Si la conversación toma un rumbo negativo o ya no tienes temas para debatir, es importante que te excuses. Sin embargo, si realmente te interesa lo que tu interlocutor dice o quieres seguir hablando con alguien con quien trabajarás en el futuro previsible, necesitarás más un descanso que un final. De cualquier modo, es fundamental que te excuses con tacto, y es incluso más importante si quieres seguir con la conversación más tarde.
    • Excúsate con educación. Dile a tu interlocutor que necesitas un vaso con agua o que debes ir al baño. De esta forma, podrás reponerte y, si quieres retomar la conversación más tarde, tendrás la posibilidad de hacerlo. [13]
  2. Si la conversación va bien, pero ya no tienes de qué hablar, es posible que puedas encontrar un punto final natural en la charla. Puede ser un silencio que se extienda mucho o una interrupción de alguien más que quiera hablar con tu interlocutor. Cualquiera sea un punto de finalización bueno y natural en la conversación, reconócelo y úsalo para evitar que la charla se vuelva forzada o incómoda.
  3. Sin importar cuándo o por qué termines la conversación, es importante que lo hagas con respeto y educación. Puedes inventar una excusa si lo deseas, pero podría ser incómodo si descubren tu mentira más tarde. En cambio, termina la conversación y ofrece algunas palabras amables o reflexivas para dejar la mejor impresión posible.
    • Puedes decir algo cordial, como "Bien, ha sido un gusto hablar contigo" o "He disfrutado mucho nuestra conversación".
    • También puedes ofrecer algo reflexivo para demostrar que no quieres ser grosero. Por ejemplo, puedes decir "Bueno, debes estar ocupado" o, si un tercero expresa su intención de hablar con tu interlocutor, puedes decir "Los dejaré para que puedan hablar. ¡Fue un gusto conversar contigo!".
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Fortalecer tus habilidades de conversación

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  1. Estar al día con las noticias de la cultura popular mundial y local te servirá a la hora de encontrar un tema de conversación. Las personas generalmente tienen al menos un conocimiento superficial de lo que ocurre en el mundo, ya sea de política o deportes, y tener una opinión compartida con respecto a algún tema de las noticias puede romper el hielo y darte algo de qué hablar. [14]
    • No hables de posturas políticas. De hecho, es mejor que evites temas muy controversiales o con opiniones fuertes.
    • Por ejemplo, puedes decir "¿Te has enterado de _____?". Luego, pregúntale qué opina al respecto. Es muy probable que una sola pregunta de este tipo pueda llevar a otros temas de conversación, y también conocerás mucho de tu interlocutor a través de sus respuestas.
  2. Quizás no conozcas a las personas con quienes hablarás, pero tal vez tengan uno o dos amigos en común. Puedes preguntarle a este amigo qué tipo de cosas le interesan a la persona en cuestión, y usar esa información para planificar algunos temas de conversación. Si no tienen amigos en común, puedes buscar a la persona en línea. Si conoces su nombre, puedes buscarla en las redes sociales, como Facebook. Por más que no sean amigos y no puedas ver su página, quizás puedas ver al menos algunos de sus intereses o pasatiempos, o deducir por su foto qué tipo de cosas le interesan. [15]
    • Si su foto muestra que le gusta practicar senderismo o algún deporte, sabrás que estos son temas que le interesan. Si tiene una foto de una mascota, sabrás que le interesan mucho los animales. Una foto de sus hijos te indicará que tiene una familia, y quizás le interese hablar de las dificultades y gratificaciones de la paternidad o maternidad.
    • No uses las redes sociales o internet para "espiar" a la persona. Simplemente echa un vistazo para ver qué puedes deducir de ella, si tienes la seguridad de que asistirá al evento social al que planeas ir. Luego, piensa en algo de qué hablar, en el caso de que la oportunidad surja.
  3. No hace falta decir que no hay forma de planificar exactamente qué dirán todos en determinada interacción. Sin embargo, dado que tendrás poca o nada de experiencia de conversación con la persona con la que hablarás, quizás te resulte útil planificar el rumbo de la interacción. [16]
    • Decide cómo iniciar la conversación. Las personas inevitablemente te preguntarán qué haces, así que planifica cómo puedes hablar de tu trabajo de forma tal que un extraño lo comprenda y le resulte interesante.
    • Prepara algunas preguntas básicas para que la conversación siga. Probablemente quieras preguntarle cómo se llama, a qué se dedica (o qué estudia, en caso de ser estudiante) y cómo conoce a las personas que tengan en común.
    • Anticipa preguntas similares que pueda preguntarte y piensa qué responder. No es necesario que tengas un guion, pero el hecho de saber con anticipación que te harán esas preguntas te ayudará a prepararte mejor para la interacción.
  4. Es entendible que sientas ansiedad por una situación en que tendrás que interactuar con personas que apenas conoces. Muchas personas evitan pensar en cosas que les generan ansiedad, lo que tiene sentido si quieres concentrarte en el trabajo o en alguna tarea en el momento. Sin embargo, no ocuparte de la ansiedad puede causar estrés adicional, lo que puede incrementar tus sentimientos de temor por la situación social que se acerca. En vez de ignorar lo que sientes, reconoce tus pensamientos y sentimientos, y encuentra la forma de solucionarlos. [17]
    • Reconoce cuándo un próximo evento te causa ansiedad. Si la idea de hablar con extraños genera una sensación de cosquilleo en el estómago, te hace sudar las manos, secar la boca, sentir dolor de cabeza, apretar la mandíbula o apretar los dientes, es muy probable que sientas estrés por el evento social. [18]
    • Para reformular la situación, aleja tu atención de la incomodidad o el estrés del evento, y piensa que podrías tener una conversación gratificante que pueda dar lugar a una amistad, conexiones profesionales o simplemente un momento agradable hablando con alguien nuevo.
    • Usa una técnica de relajación para reducir tu nivel de estrés. Puedes respirar profundo a través del diafragma, meditar sentado e incluso hacer un ejercicio de visualización . Visualízate marchándote del evento social empoderado por tu carisma, habiendo tenido conversaciones realmente agradables y haciendo amigos o contactos profesionales. También puedes usar una técnica de relajación justo antes de asistir al evento social para prepararte mejor.
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Consejos

  • No hables demasiado de ti, dado que puede hacer que las personas se aparten de la conversación.
  • No insistas con saber todo de los demás. Sé amable durante la conversación y asegúrate de sonreír y demostrar interés.
  • Conserva la calma y no muestres los nervios que puedas sentir frente a las personas.
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Advertencias

  • Evita los temas controversiales. Es mejor que no toques temas como política, religión o asuntos delicados durante la conversación.
  • El contacto visual es útil. Mirar fijamente genera incomodidad. Si bien es importante que hagas contacto visual, está bien que mires un poco a tu alrededor.
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