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Los niños que lloran pueden ser un angustioso problema para sus cuidadores o canguros. Los pequeños angelitos son muy silenciosos hasta que sus padres se marchan. Luego, de repente, ¡comienzan a estallar en llanto! Si quieres hacer que un niño deje de llorar, distráelo con algo divertido e interesante. Puedes leerle un libro, encender el televisor o persuadirlo para que vaya a jugar afuera. Si el niño que llora es un bebé o infante, puedes cargarlo y confortarlo al mecerlo y caminar un poco.

Método 1
Método 1 de 3:

Hablarle a un niño que llora

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  1. Procura llegar al menos 10 o 15 minutos antes de que sus padres se vayan para poder pasar un poco de tiempo con el niño antes de que sus padres se marchen. Esto facilita la transición y hará que el pequeño se sienta más cómodo.
    • Asegúrate de consultar con sus padres antes para que estén de acuerdo con que llegues un poco más temprano.
    • Incluso puedes preguntar si pueden hacer un encuentro para saludarse con toda la familia uno o dos días antes de cuidar al niño. Esto será útil para que tú y los padres se sientan más cómodos.
    • Cuanto más tiempo pases con el niño, más cómodo se sentirá contigo.
    • Esto también ocurre con los bebés y niños pequeños, quienes se sentirán reconfortados al acostumbrarse al sonido de tu voz.
  2. Si el niño que cuidas llora, pregúntale qué ocurre. Anímalo a que hable contigo acerca de los motivos por los que llora. Es probable que te diga que quiere a sus padres, y esto te ayudará a saber cómo responder a la situación.
    • Puedes decir algo así como "No me gusta verte mal. ¿Puedes decirme por qué lloras?".
    • Si no deja de llorar, dale algunas opciones. "Puedes calmarte aquí o puedo llevarte a tu habitación para que te tranquilices allí". Si se calma, elógialo y reconfórtalo.
    • Si es demasiado pequeño como para hablar y responderte, hablarle con un tono de voz tranquilo puede ser útil.
  3. Si el niño extraña a su mamá, puedes tranquilizarlo al decirle que sus padres regresarán a casa. Quizás sea en algunas horas o por un período más largo. Sin embargo, dar la seguridad de que sus padres sin duda regresarán a menudo es suficiente para calmar a un niño que llora. [1]
    • Si cuidas a un niño pequeño o un bebé que no puede hablar de sus problemas, puedes ofrecerle un objeto tranquilizador como un chupete, su juguete favorito o una manta que adore. Esto podría ayudar a calmarlo.
    • Si el niño estará dormido cuando sus padres regresen, puedes decir algo así como "Nos divertiremos juntos esta noche y tus padres estarán en casa cuando despiertes por la mañana".
  4. Cuando hables con un niño que llora, asegúrate de usar un tono de voz suave y tranquilo. Esto será tranquilizador para el niño y lo ayudará a calmarse en algún momento. Incluso los bebés responden bien a los tonos de voz suaves. [2]
    • Puedes decir algo así como "Recuerda que estoy aquí para jugar contigo y cuidarte. Mamá y papá te aman mucho y estarán muy pronto en casa".
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Método 2
Método 2 de 3:

Distraer al niño

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  1. Si el niño es un bebé o infante, cárgalo y camina un poco por la habitación con él. El movimiento de balanceo puede ser muy tranquilizador para los niños pequeños. En el caso de un niño más grande, ofrécele un abrazo, frótale la espalda o permite que se siente en tu regazo mientras lo consuelas. [3]
    • El contacto físico puede ser muy tranquilizador y calmante para los niños cuando están molestos.
    • Asegúrate de que se sienta cómodo con los abrazos o las caricias antes de hacerlo.
  2. Prueba con un juego para distraerlo de sus emociones. Quizás sea útil que permitas que gane para que tenga una experiencia positiva. [4]
    • En el caso de los bebés y niños pequeños, puedes jugar a las escondidas.
    • Algunos juegos buenos para probar con niños más grandes son Simón dice, Luz roja, luz verde, u otro tipo de juego cognitivo (como construir bloques Lego juntos).
  3. Lee en voz alta un libro interesante y alegre para distraer al niño que lee. Haz que se siente en tu regazo o a tu lado en el sofá para comenzar a leerle. Esto podría ser suficiente para que se distraiga, deje de llorar y te escuche. [5]
    • Pregúntale cuál es su libro favorito y léeselo. Si tiene la edad suficiente, puedes pedirle que te lo lea. Esto mantendrá su mente ocupada en algo constructivo.
    • Un libro con imágenes podría ser la mejor opción para un niño más pequeño. Esto llamará su atención más rápido y lo distraerá de su molestia.
    • También puedes probar con un libro interactivo que tenga botones y sonidos u otras opciones táctiles para distraer a un niño pequeño.
  4. Si el niño no deja de llorar, enciende el televisor en su programa de televisión o dibujos animados preferidos. Los niños a menudo responden bien a las visuales de un programa o una película en la pantalla grande, y pueden dejarse llevar fácilmente por el entretenimiento. Esto los ayuda a olvidar el tema por el que lloren. [6]
    • Pregúntales antes a sus padres cuál es su programa de televisión favorito, película o DVD para usarlo si lo necesitas.
  5. Una gran distracción para un niño que llora puede ser algo tan simple como ofrecerle su golosina o refrigerio favoritos. En el caso de los infantes y bebés, ofrece un biberón. En el caso de los niños más grandes, puedes ofrecer fruta fresca, algunas galletitas e incluso un tazón de cereales.
    • Asegúrate de ofrecer solo golosinas y refrigerios aprobados por sus padres. No querrás darle al niño algo que le haga mal al estómago, arriesgarte a que se ahogue o mantenerlo despierto hasta muy tarde por la sobrecarga de azúcar.
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Método 3
Método 3 de 3:

Responder de forma apropiada

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  1. Un niño que llora puede ser bastante histérico. Es importante que conserves la calma y no contribuyas al caos. No te enojes ni molestes con él. Conserva la calma e intenta identificar el problema. Para ello, puedes hablarle o utilizar un proceso de eliminación con un bebé o niño infante que no puede hablar. [7]
    • Ponerte nervioso o emocionado no ayudará a calmar la situación.
  2. Es importante reconfortar y calmar al niño en vez de amenazarlo u obligarlo a comportarse de la forma en que deseas. Un niño que llora necesita consuelo y distracción, no un castigo amenazante.
    • Recuerda que lo más probable es que realmente esté molesto, así que evita amenazarlo con penitencias, quitarle sus juguetes favoritos o enviarlo a la cama temprano.
  3. Si no puedes lograr que deje de llorar o crees que llora porque siente dolor, llama a sus padres de inmediato para preguntarles qué hacer. Ellos podrán hablarle al niño por teléfono, calmarlo y proporcionarte instrucciones sobre qué quieren que hagas.
    • También puedes preguntarles si pueden usar una aplicación de videollamada como FaceTime o Skype para que el niño pueda verlos.
    • Si no puedes contactarlos, llama a tus padres o a otro adulto de confianza para pedir consejos.
    • Si no puedes contactar a nadie y crees que es una situación de emergencia, llama a los números de emergencia para obtener ayuda.
  4. Si crees que el niño llora porque está herido, evalúa rápido la situación. Si se ha caído, quizás moverlo sea perjudicial. Llama a sus padres para hablar de la situación. Es posible que también tengas que llamar al consultorio de su médico o a los números de emergencias si crees que realmente está herido.
    • Si hay una herida visible, trátala si crees que puedes. Si hay un sangrado, aplica presión con un pedazo de gasa (o una toalla de papel limpia) hasta que se detenga. Enjuaga la herida con agua tibia y quita la suciedad con pinzas esterilizadas con alcohol. Aplica una crema antibiótica y cubre con un vendaje. [8]
    • Si tratas la herida en casa, consulta siempre con los padres del niño o un contacto de emergencias para ver si es necesario visitar al médico. En el caso de lesiones graves o pérdida de sangre, llama al servicio de emergencias de inmediato. No esperes a que sus padres regresen.
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Consejos

  • Asegúrate de informar a los padres acerca del llanto del niño cuando regresen.
  • No le grites al niño
  • Si el infante o bebé llora, asegúrate de revisar su pañal para ver si necesitas cambiarlo.
  • Si puede hablar, pregúntale si está herido de alguna forma. Si se cae y golpea con algo, dale un beso y hagan algo divertido juntos para distraerlo. Si hay una herida abierta, trátala correctamente y el niño estará bien.
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