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En algún momento en nuestra vida nos tomarán una muestra de sangre que será analizada en un laboratorio. El examen de sangre más común es el hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC), el cual mide todos los diferentes tipos de células y elementos que se forman en la sangre, como los glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y hemoglobina. [1] Se pueden considerar otros componentes en el CSC, como el panel de colesterol y la prueba de glucosa en la sangre. Resulta útil aprender a leer los resultados de estos análisis para entender mejor los parámetros de salud y no depender completamente de las interpretaciones del médico. Sin embargo, esto no implica que dejes de consultarlo si necesitas saber más sobre los resultados de tus exámenes.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Entender el CSC básico

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  1. Todos los análisis de sangre, como el CSC y otros paneles y pruebas, incluyen ciertos elementos básicos: nombre y código de salud, fecha de finalización de la prueba y fecha en la que se imprimió, nombre de la prueba o pruebas, laboratorio y médico que ordenó la prueba, resultados reales de la prueba, rango normal de resultados, resultados anormales marcados y, desde luego, varias abreviaturas y unidades de medida. [2] Para quienes no están familiarizados con el campo de la salud, estos exámenes pueden parecer intimidantes y confusos, pero solo basta con tomarse algo de tiempo para identificar todos los elementos básicos y entender cómo están organizados por títulos y columnas.
    • Cuando te familiarices con la presentación, podrás identificar de un vistazo los resultados anormales (si los hay), los cuales tendrán una marca especial señalando si están muy bajos o demasiado altos.
    • No es necesario que memorices los rangos normales de todos los componentes medidos, ya que vendrán impresos en un documento adjunto con tus resultados para que los tengas a mano como referencia.
  2. Como se mencionó anteriormente, las principales células sanguíneas son los glóbulos rojos y los glóbulos blancos. Los glóbulos rojos contienen hemoglobina, la cual transporta el oxígeno a todos los tejidos del cuerpo. Los glóbulos blancos forman parte del sistema inmunológico y ayudan a destruir los microorganismos patógenos, como virus, bacterias y parásitos. [3] Un conteo bajo de glóbulos rojos puede indicar anemia (no llega el oxígeno suficiente a los tejidos), mientras que un conteo demasiado alto (llamado eritrocitosis) puede indicar una enfermedad de médula ósea. [4] Un conteo bajo de glóbulos blancos (o leucopenia) puede indicar problemas de médula ósea o efectos secundarios por la ingesta de medicamentos, sobre todo durante la quimioterapia. Un alto conteo de glóbulos blancos (o leucocitosis) indica por lo general que tu cuerpo está combatiendo una infección. Algunos medicamentos, en especial los esteroides, también pueden incrementar el conteo de leucocitos.
    • El nivel estándar de glóbulos rojos varía de hombres a mujeres. Los hombres generalmente tienen entre un 20 % y un 25 % más eritrocitos que las mujeres ya que tienden a tener tejido muscular más grande y en mayor cantidad, lo que requiere más oxígeno.
    • El hematocrito (porcentaje de sangre elaborada en base a los glóbulos rojos) y el volumen corpuscular medio (volumen promedio de eritrocitos) son dos análisis que miden los glóbulos rojos. Ambos valores son mayores en los hombres debido a la mayor demanda de oxígeno.
  3. Otros dos componentes de la sangre que también aparecen en el CSC son las plaquetas y la hemoglobina. Como se mencionó anteriormente, la hemoglobina es una molécula de hierro que atrapa oxígeno mientras la sangre circula por los pulmones. Por su parte, las plaquetas son parte del sistema de coagulación del cuerpo y evitan el exceso de sangrado en las heridas. [5] La falta de hemoglobina (por deficiencia de hierro o enfermedad de médula ósea) indica anemia. Un bajo conteo de plaquetas (o trombocitopenia) puede resultar en sangrado interno o externo prolongado por lesión traumática u otra condición médica. Por el contrario, un alto conteo de plaquetas (o trombocitosis) sugiere un problema de médula o inflamación severa.
    • Los niveles de eritrocitos y hemoglobina están conectados ya que la hemoglobina se transporta al interior de los eritrocitos, aunque es posible tener eritrocitos deformes sin hemoglobina (anemia de células falciformes).
    • Hay varios componentes que "diluyen" la sangre, es decir, inhiben la adherencia de las plaquetas y evitan la coagulación. Entre estos componentes están el alcohol, medicamente varios (ibuprofeno, aspirina, heparina), el ajo y el perejil.
    • Un CSC también considera los niveles de eosinófilos, granulocitos, hemoglobina corpuscular media (HCM), hemoglobina corpuscular media (HCM), volumen corpuscular medio (VCM) y concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM).
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Parte 2
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Entender otros perfiles y pruebas

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  1. Los perfiles lipídicos son pruebas de sangre más específicas que ayudan a determinar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la ateroesclerosis, infartos y apoplejías. [6] Los médicos evalúan los resultados del perfil lipídico antes de determinar si son necesarios los medicamentos para reducir el colesterol. Un perfil lipídico considera por lo general el colesterol total (incluye todas las proteínas de la sangre), lipoproteínas de alta densidad (colesterol "bueno"), lipoproteínas de baja densidad (colesterol "malo") y triglicéridos, que son las grasas que se suelen almacenar en los adipocitos. De preferencia, el colesterol total debe ser menor a 200 mg/dL y tener una proporción de lipoproteínas de alta y baja densidad favorables para tener menos riesgo de enfermedades cardiovasculares.
    • El colesterol "bueno" retira el exceso de colesterol de la sangre y lo transporta hacia el hígado para reciclarlo. Un buen nivel está por encima de los 50 mg/dL (en el mejor de los casos, por encima de 60 mg/dL). [7] El colesterol "bueno" es el único que debe estar alto en tu prueba de sangre.
    • Por el contrario, el colesterol "malo" deposita el exceso de colesterol en los vasos sanguíneos en caso de lesión o inflamación, lo que puede provocar ateroesclerosis (obstrucción de arterias). De preferencia, debe encontrarse a menos de 130 mg/dL (en el mejor de los casos, por debajo de los 100 mg/dL).
  2. Un examen de glucemia mide la cantidad de glucosa que circula en la sangre luego de un ayuno de por lo menos 8 horas. [8] Esta prueba se toma si se sospecha de diabetes (tipos 1 y 2 o gestacional). La diabetes ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina (que atrapa la glucosa de la sangre) y/o cuando las células del cuerpo no permiten que la insulina deposite la glucosa con normalidad. Por este motivo, la gente con diabetes tiene una altísima concentración de glucosa en la sangre (hiperglucemia), es decir, mayor a 125 mg/dL. [9]
    • Las personas con alto riesgo de diabetes (a menudo denominados "prediabéticos") por lo general tienen sus niveles de glucosa entre los 100 y 125 mg/dL.
    • Otras causas de la hiperglucemia son el estrés severo, enfermedad renal crónica, hipertiroidismo, pancreatitis o cáncer de páncreas.
    • La deficiencia de glucosa (menos de 70 mg/dL) se denomina hipoglucemia y se caracteriza por el exceso de ingesta de medicamentos de insulina, alcoholismo y fallo orgánico (hígado, riñones, corazón).
  3. Un CMP mide otros componentes de la sangre, como electrolitos (elementos cargados, por lo general sales minerales), otros minerales, proteínas, creatinina, enzimas hepáticas y glucosa. [10] Además de determinar el estado de salud general de la persona, también se ordena verificar específicamente el estado de los riñones, hígado, páncreas, niveles de electrolitos (necesarios para conducción nerviosa y contracción muscular normales) y equilibrio ácido-base. El CMP se ordena junto con el CSC como parte de un chequeo de sangre para un examen médico o un examen físico anual.
    • El sodio es un electrolito necesario para regular los niveles de fluidos en el cuerpo y mantener el buen funcionamiento de los nervios y músculos. Sin embargo, en exceso puede provocar hipertensión (presión arterial alta) e incrementar el riesgo de infarto. Los niveles normales están entre 136 y 144 mEq/L. Otros electrolitos, como el potasio, pueden incluirse en este grupo.
    • Las enzimas hepáticas (ALT y AST) aumentan en la sangre por lesión o inflamación del hígado, a menudo consecuencia de un alto consumo de alcohol o medicamentos (por prescripción, venta libre e ilegales) o por infección, como la hepatitis. En este grupo también se incluye la bilirrubina, la albúmina y el total de proteínas.
    • Si los niveles de nitrógeno ureico en tu sangre (BUN) y creatinina son demasiado altos, significa que tienes problemas de riñón. El BUN debe estar entre 7 y 29 mg/dL, mientras que la creatinina debe mantenerse entre 0,8 y 1,4 mg/dL.
    • Otros elementos del CSC son la albúmina, cloruros, potasio, calcio, total de proteínas y bilirrubina. Un nivel demasiado alto o bajo de estos elementos indica alguna enfermedad.
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Consejos

  • Recuerda que hay muchos factores que pueden afectar los resultados de tu análisis (edad avanzada, género, niveles de estrés, altitud/clima del lugar de residencia), así que no te precipites con ninguna conclusión hasta que hayas hablado con tu médico.
  • Puedes aprender todas las unidades de medida si quieres, pero no es necesario ya que lo único que es importante es comparar el número con el rango normal.
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Advertencia

  • Entender los resultados de tu examen de sangre respecto a los valores normales es importante para descifrarlos, pero solo los especialistas están calificados para interpretar los resultados y usarlos como guía para dar diagnósticos certeros.

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