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Todos estamos familiarizados con el cliché “Uno no puede escoger a su familia”, pero es un cliché por alguna razón. Para bien o para mal, somos miembros de una familia en particular y tenemos la responsabilidad de desarrollar y mantener nuestras relaciones. Lidiar con los abuelos (ya sean los nuestros o nuestros padres que son los abuelos de nuestros hijos) puede presentar retos únicos, pero las recompensas potenciales de una relación sólida y amorosa hacen que valga la pena pasar por las molestias de superar estos obstáculos. A continuación, se brindan consejos sobre cómo los nietos pueden lidiar mejor con las molestias causadas por sus abuelos y también sobre cómo los nuevos padres pueden criar a sus hijos bajo la mirada vigilante de sus propios padres.

Método 1
Método 1 de 2:

Lidia con tus abuelos fastidiosos

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  1. Antes de abordar cualquier problema, debes poder identificar la fuente real de tu frustración. Es muy fácil indicar con ira que tus abuelos son muy fastidiosos, ¿pero qué es lo que en realidad te molesta tanto acerca de su comportamiento?
    • Reclamarles a tus abuelos (o a cualquier otra persona que te escuche) diciéndoles que son fastidiosos no solucionará nada. Debes ser específico cuando identifiques el problema: “Me molesta cuando mi abuela me trata como si tuviera cinco años cuando la visito y no me deja ver ‘The Walking Dead’, aunque tengo veinticinco años”.
    • Antes de determinar cómo lidiarás con la situación y probablemente te enfrentes a tus abuelos, pasa un poco de tiempo reflexionando y anotando estos problemas.
  2. Cuando lidies con cualquier tipo de conflicto interpersonal, es importante que trates de identificarte con la otra persona de manera comprensiva. Esto quiere decir que debes ponerte en sus zapatos y tratar de comprender su punto de vista.
    • Averigua por qué tus abuelos se comportan de esa manera. Es posible que al final tengas que conversar directamente con tus abuelos para ventilarles tus quejas, pero estarás más preparado para esto si primero haces una suposición con fundamento.
    • A lo mejor tu abuela no te deje ver tu programa favorito cuando te quedas con ella en las vacaciones de invierno, ¿pero crees que es posible que sea porque le parece que el programa es horrible?
    • ¿Es posible que tus abuelos traten de controlar lo que ves porque todavía creen que eres un niño inocente de cinco años y simplemente sienten nostalgia?
    • Es posible que te fastidie que tus abuelos te llamen de vez en cuando, ¿pero es posible que sea porque simplemente extrañan poder verte y conversar contigo con más frecuencia?
  3. Tienes una relación única con tus abuelos, pero posiblemente no sepas mucho acerca de ellos fuera de este contexto. Suponer que tus abuelos están dispuestos a compartir, aprender lo más que puedas acerca de ellos te ayudará a empezar a comprenderlos como personas y es posible que te ayude a identificar maneras para comenzar a mejorar tu relación.
    • Antes de que empieces a lidiar con un problema específico (por ejemplo, la frustración que sientes porque tus abuelos se involucran o ausentan demasiado en tu vida), conversa con tus abuelos acerca de sus propias vidas y relaciones con sus abuelos.
    • Hazles preguntas muy específicas: “¿Con cuánta frecuencias veías a tus abuelos?”, “¿Tus abuelos eran estrictos o permisivos contigo?”, “¿Qué desearías haber podido hacer con ellos cuando pasaban tiempo juntos?”.
    • Es posible que también te ayude aprender más acerca de las diferencias entre las generaciones. Por ejemplo, si tus abuelos crecieron durante la Gran Depresión o el Movimiento por los derechos civiles, aprender esto te brindará un conocimiento importante acerca de su perspectiva sobre la vida
  4. Esto te ayudará a poder recordar las características y valores que comparten a medida que mejores tu relación con ellos.
    • ¿Compartes con tu abuelo su loco sentido del humor? Tener esto en mente te ayudará cuando determines cuándo y cómo enfrentarte a tu abuelo acerca de algo en particular que te molesta. Si tu abuelo reacciona bien al buen humor, entonces abordar el tema con una broma podría funcionar bien.
    • También piensa acerca de lo que te sientes agradecido con respecto a la relación que tienes con tus abuelos: ¿siempre han estado a tu lado?, ¿puedes llamarlos a la medianoche cuando se te desinfla la llanta? Si la lealtad es sumamente importante para ellos (y para ti), reconocer esto podría ayudarte a comprender el origen de algunos de sus hábitos más fastidiosos o podría ayudarte a pasarlos por alto.
  5. Es muy raro que un problema solo sea unilateral, así que es importante que reflexiones sinceramente sobre ti para identificar cualquier manera en la que podrías haber estado contribuyendo en esta situación.
    • Por ejemplo, ¿es posible que aunque que te molestas con tus abuelos porque no te tratan como un adulto ni te permiten llegar tarde en la noche, otras veces haces que se queden esperándote como lo hacían cuando eras más pequeño? Si es así, debes darte cuenta del mensaje contradictorio que les estás dando.
    • ¿Es posible que les estés transfiriendo o respondiendo negativamente a las características de ti que no te gustan cuando las ves en tus abuelos? Si es así, no es justo que los critiques porque nunca contestan tus llamadas, por ejemplo, cuando tú mismo tienes antecedentes irregulares en este aspecto.
    • ¿Eres impaciente u hostil cuando tratas con tus abuelos? Es posible que creas que ocultas bien tu fastidio, pero recuerda que tu lenguaje corporal, expresiones faciales y tono pueden revelar mucho.
    • Es muy probable que tus abuelos te conozcan muy bien y, por lo tanto, ya sepan que estás frustrado. Esto podría ayudar mucho a aliviar la tensión.
  6. Recuerda que no es necesario que pelees cada batalla y, en realidad, hacerlo solo aumentará la tensión y frustración general.
    • Adaptar tu horario y hábitos para mantener la paz no debería demandarte demasiado esfuerzo, especialmente si no ves a tus abuelos con mucha frecuencia.
    • Es posible que hayas estado esperando toda la semana para ponerte al día con tu programa favorito, ¿pero realmente vale la pena pelear por eso si puedes grabarlo o verlo después en tu celular o laptop?
    • Por otro lado, aunque es posible que determines que puedes vivir con el odio que sienten tus abuelos por tu modo de vestir, es probable que no puedas (o no quieras) tolerar sus insultos u hostilidad hacia tu pareja.
    • El punto principal aquí es determinar qué es importante para ti, tanto para tu propia vida como para conservar la relación que tienes con tus abuelos.
  7. Una vez que hayas hecho todo lo posible para comprender de dónde vienen tus abuelos, encuentra puntos comunes y averigua cuál es tu rol en la situación. Es momento de que hables con ellos. [1]
    • Asegúrate de escoger una hora y lugar adecuados para conversar con ellos. Si van a dormir temprano, entonces lo más probable es que conversar con ellos sobre su actitud condescendiente hacia tu carrera justo antes de que vayan a dormir no sea lo más adecuado.
    • Cuando hables con ellos, trata de no sonar recriminador. Aunque te parezcan fastidiosos, no empieces diciéndole “Abuela, eres muy fastidiosa cuando me obligas a comer algo constantemente”.
    • En vez de eso, formula tu queja en primera persona: “Abuela, me encanta que me prepares comidas tan sabrosas cuando te visito, pero a veces me siento obligado a comer en exceso, lo cual me parece frustrante”.
    • Prestar atención cuando hables con tus abuelos también te ayudará a formular la conversación hacia lo que valoras de ellos, a pesar de que necesites abordar un problema.
    • Es posible que también quieras reflexionar sobre las preguntas y comentarios de tus abuelos. Si te molesta que te pregunten constantemente por tu vida sentimental, la próxima vez que lo hagan, diles “¿Por qué lo preguntan?”. Es posible que su respuesta te sorprenda o que se den cuenta de que te han estado preguntando en exceso.
  8. Aunque probablemente sea mejor que tú abordes el problema, es posible que determines pedirles a tus padres que te ayuden, dependiendo de la gravedad del problema o de tu nivel de comodidad con tus abuelos.
    • Ya sea que tus padres tengan una relación cercana o tensa con sus padres, deben estar en una posición que les permita darte una idea. Pueden darte un consejo sobre cómo acercarte a tus abuelos o, si es necesario, pueden conversar con ellos de tu parte.
    • Si decides descargarte con tus padres o hacer que ellos conversen con tus abuelos, ten cuidado de no colocarlos en una posición muy incómoda.
    • Si tu único problema es que tus abuelos son fastidiosos (y no malintencionados ni groseros), entonces esto es algo con lo que una persona madura debe lidiar de manera independiente. Uno de los roles más importantes de tus padres es protegerte, pero no necesariamente de las molestias cotidianas de la vida.
    • Desde luego, si tus abuelos son groseros, las cosas cambian completamente. No hay ninguna regla que indique que debas permanecer cerca de personas que son venenosas o dañinas, aunque sean tus familiares.
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Método 2
Método 2 de 2:

Lidia con los abuelos de tus hijos

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  1. Si recién eres padre, tu vida ha cambiado de pronto de manera radical y todavía estás aprendiendo a hacer malabares con todos los aspectos y exigencias de tu vida. Recuerda que los abuelos de tus hijos también se están adaptando al nuevo miembro de la familia.
    • Antes de que confrontes con ira a los abuelos de tus hijos por su comportamiento, determina si todavía todos están en medio de un periodo de adaptación. ¿Crees que esa discordia se resolverá por sí sola con el paso del tiempo y con paciencia?
    • Si te gustaría cortar las cosas de raíz (por ejemplo, no puedes soportar que vayan a tu casa con frecuencia y sin avisarte), haz una lista de las conductas específicas que te molestan.
  2. Si por casualidad has leído el primer método sobre lidiar con tus abuelos fastidiosos, te darás cuenta de que muchos de los pasos aquí son parecidos a ellos. Aunque la relación que tengas con los abuelos de tus hijos desde luego es diferente de muchas maneras que la de un nieto y un abuelo, aun así hay cosas en común. Estás lidiando con relaciones familiares interpersonales y cada vez que te enfrentes a un conflicto, es útil si primero tomas en cuenta el punto de vista de la otra persona.
    • Es muy probable que tú o tu pareja tenga que conversar directamente con los abuelos de tus hijos, pero pensar por qué se comportan de esa manera te ayudará más a prepararte para esa conversación.
    • Por ejemplo, es posible que te moleste que tu madre te pregunte constantemente sobre el horario en el que alimentas a tu recién nacido (lo cual podrías tomar como una crítica ligeramente disimulada), ¿pero es posible que se sienta ansiosa por ti, debido a los apuros por los que pasó cuando eras un bebé?
    • De manera similar, es posible que estés completamente frustrado porque van a tu casa sin avisarte, pero tu perspectiva sobre la situación podría cambiar una vez que te des cuenta de que no los has estado invitando para que te visiten con mucha frecuencia. Lo más probable es que los abuelos simplemente estén demasiado ansiosos por pasar tiempo con sus nietos adorados.
  3. Este paso sigue de manera natural al anterior: vas a hacer todo lo posible por considerar el punto de vista del abuelo, ya que imaginar lo peor sobre sus motivaciones no traerá nada bueno. [2]
    • Es posible que creas que tu suegra ha estado esperando por una oportunidad para pintarte como un fracaso, lo cual te explica por qué siempre trae comida (¿cree que no puedes alimentar bien a tu familia?), pero no ignores la posibilidad de que simplemente esté tratando de aliviar tu carga.
    • Tal vez tus padres te hayan llamado o visitado poco desde que trajiste a tu recién nacido a casa, lo cual hace que creas que no están interesados en su nuevo nieto. Aunque esto sea posible, míralo desde una posición comprensiva y considera la posibilidad de que están tratando de darte tu espacio. Es muy probable que estén esperando ansiosamente a que des el primer paso.
  4. Tú tienes tu propia relación con los abuelos de tus hijos, pero es posible que no sepas mucho sobre sus experiencias con sus padres o suegros. El comportamiento que tienen ahora definitivamente está basado en sus propias experiencias como padres y, por lo tanto, es posible que tengan diferentes expectativas sobre cuán involucrados deben estar con tus hijos.
    • Hazles preguntas específicas a los abuelos de tus hijos sobre sus primeras relaciones con sus padres o suegros: “Mamá, ¿con cuánta frecuencia la abuela venía a visitarnos cuando era un bebé? ¿Le pedías muchos consejos?”.
    • De manera similar, hazles pregunta específicas a los abuelos de tus hijos acerca de sus experiencias sobre cómo criar a los hijos: “María, ¿Juan era consentido cuando era un bebé? ¿Cómo lidiabas con eso?”.
    • Aprender lo más que puedas sobre los abuelos de tus hijos te ayudará a comenzar a comprenderlos como personas y es posible que te ayude a identificar maneras de empezar a mejorar tu relación.
  5. Es lo suficientemente duro para ti revisar el consejo contradictorio y en cambio constante sobre cómo cuidar y criar mejor a tus hijos. Aprender sobre cómo los estándares han cambiado (a veces radicalmente) a lo largo de los años te ayudará a comprender de dónde vienen los abuelos de tus hijos.
    • Es posible que estés sumamente frustrado con el hecho de que tu suegra te regañe constantemente por incluir cereal de arroz en la dieta de tu recién nacido, pero una vez que sepas que su pediatra recomendó esto, tu comportamiento será más comprensible.
    • Por ejemplo, de manera similar, SMSL es mucho menos conocido, incluso hace una generación, y no fue hace mucho cuando se les advirtió a los padres acerca de colocar a los bebés boca abajo para que duerman. Aunque desde luego esto no es algo que quieras aceptar, comprender que a los abuelos de tus hijos les dieron instrucciones diferentes te ayudará a determinar cómo conversar con ellos y dejarles en claro lo que esperas. [3]
  6. En vez dejar completamente de lado a sus abuelos o de establecer un conjunto de reglas absolutas e inflexibles, encuentra áreas en las que puedas pedirles su ayuda y hacer que se sientan involucrados. [4]
    • Es posible que tengas una buena razón por la que quieres que tus hijos pequeños sigan un horario para dormir, pero ten en cuenta las habilidades de la abuela Kayoko para hablarles en voz baja a los bebés. Si ella puede calmar a cualquier bebé para que duerma en unos minutos, pídele que te enseñe. Cuando el bebé se quede a dormir en su casa, puedes pedirle que se prepare para mecer al bebé y hacerlo dormir exactamente a las 7 p.m.
  7. Es importante que permanezcas lo más flexible posible cuando lidies con los abuelos de tus hijos. Desde luego, va a haber algunos problemas, especialmente con respecto a su seguridad, sobre los que querrás ser firme, pero determina qué conductas de los abuelos son una simple molestia. [5] [6]
    • Por ejemplo, aunque es importante que tu hijo lleve una dieta nutritiva y balanceada, darle algunos gustos cuando el abuelo lo visite no arruinará todo tu gran esfuerzo.
    • Por otro lado, si no confías en que el abuelo coloque al bebé boca abajo sin almohadas ni peluches en la cuna, no vas a poder dejar que lo cuide a la hora de la siesta o de dormir. [7]
  8. Es importante que no esperes que los abuelos de tus hijos puedan leer tu mente y saber automáticamente lo que esperas de ellos.
    • Has trabajado con cuidado para crear una rutina y un conjunto de reglas que funcionen mejor para tus hijos después de averiguar bastante y consultar con su pediatra. Cuando tus hijos vayan a estar bajo el cuidado de sus abuelos, asegúrate de dejarles en claro y de manera específica lo que esperas.
    • De manera similar, aunque es posible que quieras que los abuelos de tus hijos estén constantemente en su vida, probablemente no hayas previsto que los visitarían cada dos días. Si quieres que los visiten con menos frecuencia, déjalo en claro: “Mamá y papá, nos encanta que vengan, pero cuando lo hacen los días de semana es de locos. ¿Nos podríamos reunir todos este sábado o domingo?”. [8]
  9. Antes que nada, eres el guardián de tus hijos. Si en cualquier momento sientes que tus hijos resultan lastimados porque interactúan con alguien, incluyendo sus abuelos, debes tomar medidas para protegerlos.
    • No hay ninguna regla que indique que debes mantener lazos con personas abusivas solo porque son de tu propia sangre.
    • Sin embargo, la relación entre un abuelo y un nieto es potencialmente gratificante y de un gran amor.
    • También es tu deber rodear a tus hijos con personas que los amen y los protejan; mejorar tu relación con sus abuelos solo ayudará a estrechar los lazos entre ellos y sus nietos.
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