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Quizás dos de las funciones más importantes que desempeñarás en tu vida sean la de esposo y padre; por lo tanto, será totalmente normal que quieras dar tu mejor esfuerzo. Para empezar, sé considerado con tu familia y aprende a comunicarte con ella de forma más eficaz. Deberás cuidarla apropiadamente y cuidarte a ti mismo; por ello, tendrás que implementar cambios positivos en tu estilo de vida para así también mejorar tu salud y bienestar.

Método 1
Método 1 de 4:

Ser considerado

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  1. Hay algunos momentos que podrían ser más importantes para tu familia, como cuando tu cónyuge consiga un ascenso grandioso o el momento en el que tu hijo aprenda a manejar bicicleta sin las ruedas auxiliares. Como esposo y padre, no podrás estar allí en cada momento de sus vidas, pero trata de hacerlo en los más importantes. [1]
    • No te pierdas en la medida de lo posible los eventos deportivos, los recitales, los aniversarios o los cumpleaños importantes. Si sabes que serán de importancia para tu cónyuge o tus hijos, deberás hacer tu mejor esfuerzo por asistir. Si no podrás ir, tendrás que expresarles lo triste que te sientes por perdértelos y garantizar tu asistencia la próxima vez.
  2. Es normal que muchas familias adopten un patrón de aburrimiento en el que solo conversen sobre temas como las calificaciones de los niños, las cuentas, las reparaciones de la casa y quién los recogerá de las prácticas deportivas. Evoca nuevas emociones al comunicarte con ellos agregándole algunos temas nuevos a la conversación. [2]
    • Si nunca le preguntas a tu cónyuge sobre su día en el trabajo, hazle la pregunta “¿Cómo te va con el proyecto importante del trabajo?”.
    • Si nunca haces preguntas sobre los amigos de tus hijos, podrías preguntar algo como “¿Qué tal se está adaptando Rebecca a su nueva escuela?”.
    • Si cambias la manera en la que hables, esto será de utilidad para mostrarle a tu familia que sientes interés por ella y lo que consideren importante.
  3. No esperes que tus hijos sigan tus consejos si tu propio comportamiento va en contra de ellos. Hazte responsable de cumplir las mismas normas que establezcas para ellos. [3]
    • Por ejemplo, no mientas delante de ellos (ni siquiera digas mentiras pequeñas) si estás haciendo énfasis en la importancia de la sinceridad.
    • Si brindar ayuda es un aspecto importante en tu familia, deberás ser el primero que colabore con las tareas o las responsabilidades del hogar.
  4. ¿Cuándo ha sido la última vez que han tenido una cita? ¿Cuándo ha sido la última ocasión en la que hayas actuado de forma romántica y espontánea? Si ha sido hace mucho tiempo, tendrás que salir con ella de forma más frecuente. Comparen sus horarios y acuerden citas y horas en las que ambos puedan salir juntos sin sus hijos. [4]
    • Esto también hace referencia a las acciones que realizabas en el pasado. Por ejemplo, quizás le llevabas el desayuno a la cama o le comprabas ramos de flores con frecuencia para así sorprenderla. Retoma estos hábitos románticos y contempla la forma en la que tu matrimonio se transforma.
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Método 2
Método 2 de 4:

Tener una buena comunicación

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  1. Los mejores esposos y padres conversan y escuchan a su cónyuge y sus hijos con frecuencia. Si tu familia siente que reservas un tiempo para escucharlos de manera activa, ellos serán más receptivos con la comunicación. La buena comunicación empieza en una etapa temprana, por lo que deberás establecer prácticas positivas lo más pronto que puedas. [5]
    • Apaga tu teléfono o deja la televisión en silencio, y mira directamente a tus seres queridos cuando hablen.
    • Demuéstrales que sientes interés por hablar con ellos al lucir dispuesto y prestarles atención cuando estén cerca.
    • Haz preguntas abiertas para expresar tu interés, como “¿Qué es lo que más te gusta de este programa de televisión?”.
  2. Escucha de forma activa. Es probable que muchos esposos dejen de prestarles atención a su cónyuge y sus hijos de vez en cuando. Por ello, quizás puedas beneficiarte si mejoras tus habilidades para escuchar. Dedícales toda tu atención a tus seres queridos cuando hablen (este consejo podría ser beneficioso para toda la familia). [6]
    • Mira directamente a la persona que esté hablando y entabla un contacto visual constante. Asiente con la cabeza o anímala a hablar.
    • Antes de apresurarte a hablar del siguiente tema o terminar la conversación, resume lo que haya dicho para demostrarle que en verdad estabas escuchando. Di algo como “Tal parece que el trabajo te ha estresado. ¿No es así?”
  3. Una barrera común para la comunicación eficaz es juzgar o criticar de forma apresurada. Al hacerlo, tu cónyuge y tus hijos esconderán sus emociones y dudarán de hablar contigo. En lugar de juzgar y criticar, haz más preguntas que te ayuden a entender mejor sus puntos de vista. [7]
    • Por ejemplo, no preguntes algo como “¿Por qué lo harías?”; en su lugar, haz la pregunta “¿Qué ocurrió?” o di algo como “Mmm... Cuéntame más”.
  4. Estas son una manera especial en la que las familias se reúnen. Si comen juntos, esto fomentará su vínculo y la comunicación. Dediquen este tiempo a hablar sobre su día o de temas importantes. [8]
    • Tomen turnos en la mesa para hablar sobre los aspectos positivos y negativos de su día.
    • Aprovecha la presencia de todos para compartir los valores familiares o mencionarles los temas difíciles a tus hijos, como el acoso.
  5. Tu comportamiento deberá reflejar la idea de que tu cónyuge y tú forman parte de un mismo equipo. Básicamente, esto comprende todo, desde la división de las tareas del hogar y de crianza, hasta apoyar a tu cónyuge cuando discipline a los niños. [9]
    • Si actualmente no actúan como un equipo, podrías preguntarle algo como “¿Qué puedo hacer para que trabajemos en equipo?”.
    • Esto te ayudará a apoyarla, pero también reducirá el conflicto entre ustedes y minimizará las probabilidades que los niños traten de restarle autoridad a alguno de ustedes.
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Método 3
Método 3 de 4:

Pasar tiempo con la familia

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  1. Los buenos esposos y padres tienen un vínculo sólido con su familia, por lo que deberás hacer un esfuerzo deliberado por pasar tiempo con tu cónyuge y tus hijos como grupo y de manera individual. Reserva un tiempo durante la semana para desarrollar el vínculo que tengas con ellos. [10]
    • Podrías establecer una nueva costumbre, como jugar juegos o mirar películas todos los sábados por la noche a fin de tener un tiempo en el que puedan fomentar su vínculo en grupo.
    • En el tiempo individual, podrás compartir un pasatiempo con tus hijos, como jugar a la pelota con uno de ellos o escuchar la práctica de violín del otro. Levántate temprano para compartir una taza de café y disfrutar del amanecer con tu cónyuge antes de que los niños se despierten.
  2. Como esposo y padre, podrás ayudar a tu familia a desarrollar valores sólidos al hacer énfasis en la importancia de los vínculos familiares. Trata de organizar una comida con tus familiares y tus suegros siempre que sea posible, o haz que participen en la crianza de tus hijos. [11]
    • Planifica paseos o reuniones familiares frecuentes, como tomar el desayuno tarde los domingos.
    • Pídeles a tus familiares y suegros que te den consejos de crianza, e invítalos a las fiestas y los eventos deportivos de tus hijos.
  3. Los buenos valores familiares también comprenden a celebrar las festividades religiosas, las costumbres culturales y las tradiciones familiares. Esto podría incluir a la celebración de Janucá, asistir a las ceremonias en la iglesia, rezar o intercambiar presentes en Navidad. Muestra respeto por las creencias y las tradiciones actuales de tu familia, y crea otras nuevas que sean características de tu unidad familiar. [12]
    • Si tu cónyuge y tú tienen los mismos puntos de vista, deberán compartir estas creencias con sus hijos. Si sus perspectivas difieren, busquen un punto intermedio para que ellos comprendan los trasfondos y las creencias de ambos.
  4. Si sueles encender la televisión o la laptop de inmediato luego de haber tenido un largo día en el trabajo, deberás tratar de apagar los aparatos electrónicos por un momento. Si te concentras en los deportes, los programas de televisión o las redes sociales, o si incluso llevas tu trabajo a casa; esto podría generar distancia entre tu familia y tú. Deberás otorgarles tu presencia física y mental. [13]
    • Si por lo general usas estos dispositivos durante la noche, tendrás que establecer un tiempo límite para una hora más temprana, así podrás dedicarles una mayor atención a tu cónyuge y tus hijos.
    • Dedica el tiempo adicional a ponerte al tanto de la vida de tu cónyuge, leerles algo a tus hijos o jugar juegos de mesa juntos.
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Método 4
Método 4 de 4:

Mejorar tu salud y bienestar

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  1. El tiempo de sueño suele reducirse al criar niños pequeños. Lamentablemente, esta privación puede volverte gruñón o irritable durante el tiempo familiar. Podrás mejorar tu estado de ánimo y tener mucha energía para jugar con tus hijos si duermes de 7 a 9 horas todas las noches. [14]
    • Duerme mejor apagando los aparatos electrónicos como mínimo una hora antes de ir a la cama. Practica actividades relajantes como la lectura ligera, tomar un baño caliente o hacer el amor con tu cónyuge.
  2. Los padres suelen recalcarles a sus hijos la importancia de una dieta saludable, pero quizás no sigas este consejo. Consume comidas nutritivas y equilibradas a fin de darle energía a tu cuerpo. Esto te permitirá ser productivo en el trabajo y seguir teniendo energía para tu familia. [15]
    • Sigue una dieta rica en vitaminas y minerales que incluya a los alimentos naturales como las frutas y los vegetales, las proteínas magras, los granos integrales, y las nueces y semillas. También deberás tomar mucha agua.
    • Reduce la cantidad de comida chatarra y alimentos procesados que comas.
  3. Haz ejercicio con frecuencia. La actividad física es una de las maneras más eficaces de mejorar la salud del cuerpo, vivir más y controlar el estrés diario. Además, si te ejercitas con tu cónyuge e hijos, le darás un ejemplo sobre los hábitos saludables a toda tu familia. [16]
    • Planifica una noche divertida en el boliche con ellos, o manejen bicicleta o practiquen senderismo en familia durante los fines de semana.
  4. Los niños suelen adoptar los hábitos de los padres; por ello, deberás esforzarte por desarrollar maneras saludables de lidiar con el estrés. En lugar de recurrir al alcohol, las drogas, las apuestas o las compras compulsivas; deberás ceñirte a los hábitos saludables como el ejercicio, las técnicas de relajación y los cuidados personales. [17]
    • Si empiezas a sentir estrés, trata de meditar, respirar profundo o hacer yoga para así calmar la tensión.
    • Desarrolla una rutina de cuidados personales que te permita realizar actividades revitalizantes y divertidas con frecuencia, como cuidar el jardín, hacer que te corten el cabello o escuchar tu música favorita.
  5. Es probable que no le des prioridad a otras relaciones sociales porque las responsabilidades maritales, paternales y en el trabajo consumen gran parte de tu tiempo. Adopta medidas para mantener una vida social activa, así tendrás maneras saludables de aplacar el estrés. [18]
    • Únete a un club o una organización relacionados con tu profesión o un pasatiempo. Participa en un grupo de la iglesia o uno cívico de tu localidad. También puedes crear un grupo de reuniones para los padres de la comunidad.
    • Tu red social será un recurso valioso que te permitirá obtener consejos y ánimo para ser un mejor esposo y padre.
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