PDF download Descargar el PDF PDF download Descargar el PDF

No hay casi nada más desgarrador que perder a un ser querido. Luego está el hecho de tener que revisar las pertenencias de esa persona. Esta suele ser una experiencia dolorosa, ya que debes clasificar las cosas con las que la persona vivió y es posible que tengas recuerdos asociados a muchas de estas. Aunque puede ser difícil, puedes lograrlo preparándote mentalmente, clasificando las cosas con un propósito y siendo indulgente contigo mismo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Entender el proceso

PDF download Descargar el PDF
  1. Empieza el proceso determinando si te encuentras en un momento decisivo o si puedes tomarte tu tiempo. Si tienes un tiempo límite, establece objetivos a lo largo del proceso para mantenerte encaminado. Si no tienes ninguna prisa, encara el proceso paso a paso. No te estreses demasiado, pero tampoco evites la tarea.
    • La decisión de recorrer la casa habitación por habitación es una buena forma de iniciar el proceso. También puedes decidir revisar las pertenencias en función de los objetos, como libros, textiles, bagatelas, etc. Hacerlo sin un plan puede ser abrumador y puede conducir a más estrés y dolor, lo cual es algo que simplemente no necesitas en este momento. [1]
    • Involucra a los miembros de tu familia en este proceso. Es posible que deseen tomar algunas cosas para sí mismos. Incluso es posible que estén dispuestos a ayudarte a clasificar los objetos.
  2. Por mucho que desees aferrarte a cada objeto que te recuerde al difunto, hacerlo es impráctico. No solo es poco probable que tengas espacio en tu propia casa para almacenar las cosas de otra persona, sino que además quizás no debas guardarlas todas necesariamente. Puedes considerar la posibilidad de deshacerte de periódicos viejos, toallas raídas y artículos que hayan visto días mejores.
    • Recuérdate a ti mismo que deshacerte de cosas no es faltarle el respeto a tu ser querido. Las cosas materiales no son lo que definía su relación, sino los recuerdos que compartieron juntos. [2]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    John A. Lundin, PsyD

    Psicólogo clínico
    John Lundin es un psicólogo clínico con 20 años de experiencia en el tratamiento de problemas de salud mental. El Dr. Lundin se especializa en el tratamiento de problemas de ansiedad y de estado de ánimo en personas de todas las edades. Recibió su doctorado en Psicología Clínica en el Instituto Wright y ejerce en San Francisco y Oakland en el Área de la Bahía de California.
    John A. Lundin, PsyD
    Psicólogo clínico

    Nuestro experto está de acuerdo : trata de recordar que tu ser querido y sus cosas no son lo mismo. Puedes deshacerte de sus cosas sin desprenderte de los recuerdos de él.

  3. Haz una evaluación de tu propia casa y determina cuánto espacio tienes para las pertenencias de tu ser querido antes de empezar a organizar su casa.
    • Guardar más de lo que puedes puede conducir a la necesidad de una unidad de almacenamiento en la que puedas guardar todo, lo cual invalida el propósito de guardar los objetos, pues no podrás verlos. Sé honesto contigo mismo y luego atente a lo que hayas decidido. [3]
    • Por ejemplo, tal vez tu madre haya dejado una colección grande de porcelana que no puedas guardar o exhibir. Puedes dársela a tus hermanos para que la guarden en sus casas o donarla a alguna beneficencia.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 3:

Clasificar las cosas

PDF download Descargar el PDF
  1. Tira cualquier objeto que no desees conservar, especialmente los objetos que van a producir moho o que van a descomponerse. Los productos de tocador y de despensa suelen ser los que se deben eliminar, así como los productos que están en mal estado. Si no los conservas, deben ir a la basura, pues probablemente no sirvan para nada más. [4]
    • Para asegurarte de que estás listo para llevar a cabo este proyecto, consigue una cantidad adecuada de bolsas de basura y cajas. También puedes reciclar algunas cosas en vez de tirarlas. Si vas a tirar muchas cosas, considera la posibilidad de alquilarle un contenedor al recolector de basura local para facilitar el proceso.
  2. Después de tirar lo que no puedas guardar, haz dos montones (para lo que vas a conservar y para lo que vas a donar). Como esta medida indica, conservarás las cosas de un montón (para ti mismo o para otras personas) y donarás o venderás las cosas del otro. Una vez que tengas estos montones definidos, haz algo con los mismos. No los conserves por mucho tiempo pues solo generarán más desorden.
    • Haz montones a medida que recorras cada habitación o clasifica cada objeto, haz lo que vayas a hacer con los montones y luego encárgate del resto. No dejes que los montones se queden ahí. [5]
  3. Aunque a tu ser querido probablemente le hubiera gustado que te quedaras con todas sus posesiones, es poco probable que quisiera que te convirtieras en un acumulador. Escoge con cuidado lo que decidas conservar.
    • Por ejemplo, si tu madre tenía unas preciosas sábanas de cachemira que hacen juego con tu habitación de huéspedes, puedes honrarla usándolas en esa habitación.
    • Si tu padre tenía un coche de colección por el que sentía orgullo y satisfacción, puedes optar por quedártelo y usarlo para salidas de fin de semana u ocasiones especiales.
  4. Si tienes problemas para decidir qué conservar y qué obsequiar, pídele su opinión a un amigo o a un familiar. Es posible que este pueda ofrecerte un punto de vista más objetivo y racional.
    • Por ejemplo, si estás indeciso en cuanto a conservar toda la colección de relojes de tu padre, un amigo puede ayudarte a escoger uno para quedártelo y a regalar el resto.
  5. Puede que te gusten mucho algunas cosas, pero que no tenga sentido guardarlas. Toma fotos de estos objetos. Hacerlo te permitirá conservarlas de alguna manera sin ocupar espacio en la casa. [6]
    • El solo hecho de tener el recuerdo de estos objetos sentimentales puede darte algo de tranquilidad. Por lo tanto, toma una foto de la hermosa colección de gatos de porcelana de tu tía querida antes de donarla o venderla. De esta manera, siempre podrás verla de nuevo y recordarla como era.
    Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 3:

Ser indulgente contigo mismo

PDF download Descargar el PDF
  1. Deshacerte de los objetos sentimentales es difícil y, además, atraviesas uno de los peores momentos de tu vida. Llevar a cabo este proyecto solo puede ser demasiado para ti, pide ayuda. De esta manera, no solo quitarás parte de la presión de ti, sino que el hecho de tener a alguien trabajando contigo puede mantenerte motivado y encaminado. [7]
    • Simplemente dile a un hermano o a tu pareja algo como “Quiero revisar las cosas de papá hoy, pero necesito un poco de apoyo emocional. ¿Me puedes ayudar?”.
  2. Tener dudas es algo común cuando decides qué conservar y qué botar. Sin embargo, tendrás que suprimir cualquier remordimiento que puedas sentir posteriormente. No tiene sentido que te castigues por no guardar todos los objetos; además, es una sensación que no necesitas en este momento. [8]
    • Trata de procesar las emociones y el dolor tanto como puedas antes de empezar este proceso. Es difícil tomar decisiones racionales cuando estás sensible.
    • Tómate todo el tiempo que necesites para desahogarte antes de empezar. Esta medida evitará que conserves objetos que no puedas guardar o que te deshagas de los que luego desearás haber guardado.
    • Si te pones sensible al clasificar las cosas, toma un descanso y empieza nuevamente cuando estés más tranquilo.
  3. Roma no se construyó en un solo día y tampoco podrás revisar las pertenencias de tu ser querido en esa cantidad de tiempo. Es posible que te sientas sensible y agobiado por momentos.
    • Si eso ocurre, toma un descanso, ya sea por algunas horas o algunos días. Vuelve cuando estés en un mejor estado y probablemente serás más productivo. [9]
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 1253 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio