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Los techos metálicos son relativamente sencillos de limpiar si tienes paciencia. En la mayoría de los casos, todo lo que necesitas es agua a presión, pero a veces es probable que necesites un limpiador químico para tratar las áreas especialmente difíciles. Sin embargo, lo más importante es que tomes algunas precauciones de seguridad con anticipación para reducir la posibilidad de sufrir lesiones. Luego, puedes utilizar agua para limpiar y restregar áreas específicas, y eliminar la suciedad persistente.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Tomar precauciones

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  1. Evita limpiar el techo con la luz solar directa. Ten en cuenta que el metal y la pintura de colores claros reflejan la luz solar y generan brillo, lo que puede reducir drásticamente tu visión. Si el diseño del techo requiere que te subas a él, debes hacerlo cuando esté seco para reducir el riesgo de resbalarte. [1]
    • Por supuesto, una vez que comiences a lavar el techo, este se mojará y representará un riesgo. Sin embargo, lo ideal es que reduzcas al máximo este riesgo.
  2. Antes de proceder con la limpieza, debes colocar una escalera . Sube al techo y verifica si puedes alcanzar todas las áreas. Si sientes que ciertas partes son demasiado inestables como para que logres alcanzarlas con seguridad, es mejor que no intentes limpiarlas. [2]
    • Ten en cuenta que una hidrolavadora o una manguera a presión puede extender tu alcance de manera considerable. Si te parece que algún área fuera de tu alcance necesita un lavado adicional, puedes contratar a un profesional para que haga el trabajo por ti.
  3. No trates de lavar el techo tú solo. Si necesitas subir al techo o realizar la limpieza desde una escalera, debes tener en cuenta tu propia seguridad. Pídele a un amigo que te acompañe para que lleve a cabo lo siguiente: [3]
    • ayudarte a subir y bajar el equipo
    • alertarte sobre cualquier peligro del que no te hayas percatado
    • pedir ayuda en caso de que se produzca un accidente
  4. Debes proteger tu cuerpo para prevenir una caída. Utiliza un arnés y amarra un cabo de seguridad entre este y alguna parte resistente del techo (por ejemplo, la chimenea). [4] Si no cuentas con estos elementos, puedes utilizar alguno de los siguientes: [5]
    • un anclaje de perno y correa para techos corrugados
    • una abrazadera de cumbrera para techos de junta alzada.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Lavar con agua a presión

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  1. El agua sola suele ser suficiente para lograr el trabajo de limpieza. Además, puedes ahorrar tiempo y dinero al utilizar limpiadores químicos solo cuando sea absolutamente necesario. [6] Estos productos dejan manchas y una película si no los enjuagas bien. [7]
    • Al enjuagar el techo con agua al menos una vez al año, reducirás la necesidad de utilizar limpiadores químicos.
  2. No esperes lograr mucho con un simple chorro de agua. Debes utilizar agua a presión para eliminar toda la suciedad. Si deseas llevar a cabo una limpieza ligera, puedes utilizar una manguera de jardín y una vara o una boquilla rociadora y verificar si la configuración del chorro es lo suficientemente fuerte como para hacer el trabajo. De lo contrario, puedes alquilar o comprar una hidrolavadora. [8]
  3. Evita pisar directamente el polvo y la suciedad. Debes tratar cualquier material que no sea el techo mismo como inestable. Antes de subir o avanzar a lo largo del techo, utiliza la manguera o la hidrolavadora para despejar y reducir las probabilidades de resbalarte. [9]
    • Si primero despejas un trayecto para colocar cabos de seguridad y otros equipos, debes esperar hasta que se seque antes de subirte al techo.
  4. Lograrás que el lavado resulte más sencillo si limpias primero los puntos más altos, ya que la suciedad fluirá sobre las partes que aún no has limpiado. Continúa disparando el chorro hacia abajo a lo largo de la pendiente del techo mientras empujas la suciedad hacia el borde. Sin embargo, debes tener en cuenta lo siguiente: [10]
    • Los diseños de techo varían enormemente, así que no tomes esta recomendación como una necesidad absoluta. Si el techo es particularmente empinado o presenta secciones fuera de tu alcance, siempre debes inclinarte por lo seguro y lavarlo con una manguera desde un punto más bajo y seguro.
  5. No aceleres el ritmo de trabajo. Debes tener paciencia y trabajar a una velocidad lenta y constante para garantizar tu seguridad. Avanza a lo largo del techo a un ritmo seguro mientras vigilias tu posición en todo momento para minimizar el riesgo de resbalarte. [11]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Abordar las áreas difíciles

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  1. Si no planeas utilizar agua a presión para limpiar ciertas áreas, debes llenar un balde u otro recipiente con agua. Por cada parte de agua, agrega 1/20 de lavavajillas suave o detergente para ropa. [12]
  2. Debes escoger un artículo suave para proteger la pintura y las áreas del techo. Evita el uso de materiales más abrasivos (por ejemplo, lana de acero o cepillos de alambre), ya que estos pueden rayar y dañar el techo. [13]
  3. Sumerge el paño o la esponja en la mezcla de agua y detergente. Restriega desde la parte inferior del panel ascendente de izquierda a derecha o de adelante hacia atrás. Una vez que cada panel quede limpio, debes enjuagarlo de inmediato con agua para evitar que se formen manchas o una película. Luego, limpia nuevamente el panel con un paño o una esponja empapada en agua. [14]
    • Si encuentras suciedad persistente que no se desprende, debes avanzar despacio y restregar durante más tiempo en lugar de aplicar más presión para acelerar el trabajo. Mientras más presión apliques, mayor será el riesgo de que dañes el panel.
  4. Si ya no detectas manchas ni suciedad a medida que restriegas con la solución de detergente, consulta con el fabricante o un instalador sobre el uso de agentes más potentes, ya que algunos de estos pueden dañar el techo (dependiendo del material con el que esté hecho). [15] Cualquiera que sea el limpiador que te recomienden, debes seguir las instrucciones de uso. Restriega los paneles sucios con el mismo método que empleaste con la solución de detergente. [16]
    • Si el limpiador contiene lejía, debes enjuagar con agua limpia el área que restregaste inmediatamente después. No esperes hasta terminar un panel completo como lo hiciste con el detergente. Debes enjuagar nuevamente todos los paneles una vez que termines el trabajo de limpieza.
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Cosas que necesitarás

  • agua
  • una hidrolavadora o una manguera con un accesorio de boquilla rociadora o una vara
  • un detergente suave (opcional)
  • un paño o una esponja (opcional)
  • una escalera extensible
  • un ayudante
  • un arnés y un cabo de seguridad
  • un anclaje de perno y correa o una abrazadera de cumbrera

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