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Muchas recetas para hornear requieren huevos a temperatura ambiente, ya que así se incorporan más fácilmente a la masa y le dan un mayor volumen. Por supuesto, la forma más fácil de hacerlo es leer la receta con mucha anticipación y sacar los huevos del refrigerador unos 30 minutos antes de preparar la comida. [1] Sin embargo, si tienes poco tiempo, puedes atemperar los huevos colocándolos en agua tibia o dejando correr agua tibia sobre ellos. Por último, también puedes atemperar los huevos rotos en un bol de acero inoxidable.

Método 1
Método 1 de 3:

Atemperar los huevos en agua estática

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  1. Saca del refrigerador todos los huevos que pida la receta. Luego, colócalos en el fondo de un bol de cocina. [2] Ponlos en su lugar con cuidado, de modo que ninguno se rompa o agriete.
    • El tamaño del bol dependerá de la cantidad de huevos que pida la receta. Un bol de sopa de 15 cm (6 pulgadas) será suficiente para 2 a 4 huevos. Si vas a preparar un pastel grande de varias capas y necesitas atemperar una docena de huevos, necesitarás utilizar un bol más grande de 30 cm (12 pulgadas).
  2. Abre la llave del grifo de la cocina. Deja correr el agua hasta que esté tibia al tacto, pero no caliente. [3] El agua debe estar entre 24 y 27 °C (75 y 80 °F). Una vez que el agua esté tibia, coloca el bol debajo del grifo y llénalo hasta 2/3 de su capacidad.
    • No llenes el bol hasta el tope o se desbordará cuando metas la mano.
  3. Los huevos se abrigarán relativamente rápido en el agua tibia. Mientras se entibian, reúne el resto de los ingredientes que necesitarás para la receta. Cada 2 o 3 minutos, mete la mano en el agua y toca 1 o 2 de los huevos. Una vez que se sientan a la misma temperatura que el agua, estarán listos para utilizarse. [4]
    • Puedes colocar los huevos atemperados sobre una toalla seca para que se sequen.
  4. Si dejas que los huevos reposen por 1 o 2 horas después de haberlos llevado a temperatura ambiente, se desinflarán y no se esponjarán bien en los productos horneados. Así que, rómpelos una vez que estén atemperados y luego empieza a hornear. [5]
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Método 2
Método 2 de 3:

Dejar correr agua tibia sobre los huevos

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  1. Saca una taza medidora de líquidos de 1 o 2 tazas (250 o 500 ml) de tu gabinete. Coloca con cuidado la cantidad de huevos que pide la receta en el fondo de la taza. [6]
    • Debes colocar los huevos en un recipiente más pequeño que el requerido para el primer método. En este método, es importante que el agua tibia del grifo desplace de forma continua el agua de refrigeración alrededor de los huevos.
  2. Abre la llave del grifo de la cocina y deja que el agua se caliente. Coloca el recipiente que contiene los huevos debajo del grifo y mantén el agua corriendo hasta que se llene. Deja que el agua se desborde un vez que el recipiente esté lleno. Añadir agua tibia nueva al recipiente permite que los huevos alcancen la temperatura ambiente mucho más rápido. [7]
    • En comparación con la temperatura del agua al dejar reposar los huevos en un recipiente con agua, vas a utilizar agua más caliente cuando la dejes correr de forma continua sobre ellos.
    • Puedes medir la temperatura del agua con un termómetro para líquidos. Si no tienes uno, puedes calcularla en tu piel.
  3. Los huevos no tardarán en alcanzar la temperatura ambiente bajo el chorro de agua tibia. Una vez que hayan transcurrido 2 minutos, mete la mano y toca los huevos. Si ya no están fríos, sácalos. Si aún se sienten fríos, deja correr agua sobre ellos durante 2 o 3 minutos más. [8]
    • Si dejas los huevos bajo el chorro de agua por mucho tiempo, podrían cocinarse dentro de su cáscara.
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Método 3
Método 3 de 3:

Calentar huevos rotos en un bol de acero inoxidable

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  1. El tamaño del bol variará en función de la cantidad de huevos. Sin embargo, bastará con un bol de 25 cm (10 pulgadas), a menos que utilices un par de docenas de huevos. [9] Rompe la cáscara en una superficie plana (como una encimera) para evitar que caigan trozos de cáscara en el bol al romper los huevos.
    • Si la receta requiere solo claras o yemas, será necesario separar los huevos antes de añadir las yemas o claras requeridas al bol.
  2. Necesitarás una bandeja que sea lo suficientemente grande para sostener la base del bol de acero inoxidable. Deja correr el agua del grifo hasta que esté caliente (pero no muy humeante) y llena la bandeja grande hasta la mitad. [10] Mide la temperatura del agua con un termómetro para líquidos, si tienes uno. De lo contrario, tendrás que hacer una estimación.
    • En vez de una bandeja para hornear, también puedes utilizar una cazuela muy grande y poco profunda. Para sostener el bol de acero, debe tener al menos 30 cm (12 pulgadas) de ancho y largo.
  3. El calor del agua pasará a través del acero y entrará en los huevos fríos. Este método permite un mayor control sobre la temperatura precisa de los huevos, porque puedes supervisar con facilidad qué tan calientes están. [11]
    • Otra ventaja de este método es que puedes controlar la temperatura de los huevos mismos, en vez de solo la cáscara exterior.
  4. Una vez que los huevos hayan empezado a calentarse, prueba su temperatura con 1 o 2 dedos. Introdúcelos en la parte más profunda del bol. Los huevos habrán alcanzado la temperatura ambiente y estarán listos para utilizarse en las recetas cuando se sientan fríos o tibios al tacto, lo que debe lograrse en 5 a 7 minutos. [12]
    • También puedes verificar la temperatura de los huevos con un termómetro para líquidos. Retíralos cuando hayan alcanzado los 21 °C (70 °F).
    • No olvides lavarte siempre las manos antes de tocar alimentos y volver a lavártelas después de manipular huevos crudos.
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Consejos

  • Incluso si la receta no requiere huevos a temperatura ambiente, de todos modos es buena idea entibiarlos.
  • Si vas a cocinar con huevos en Europa u otras regiones en las que los huevos no están refrigerados, no será un problema llevarlos a temperatura ambiente.
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Cosas que necesitarás

Agua estática

  • huevos
  • un bol de cocina
  • agua tibia
  • una toalla seca (opcional)

Agua corriente

  • huevos
  • una taza medidora de líquidos grande
  • agua corriente
  • un termómetro para líquidos (opcional)

Huevos rotos

  • huevos
  • un bol de acero inoxidable
  • una bandeja para hornear grande
  • un termómetro para líquidos (opcional)

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