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Mantenerse enfocado en Dios puede ser una tarea difícil, incluso para las personas que se consideran muy religiosas o espirituales. La familia, el trabajo y el entretenimiento son algunas de las cosas que suelen distraer a las personas de su andar con Dios. Afortunadamente, puedes aprender a enfocarte en Dios sin descuidar otras responsabilidades importantes. Prioriza en tu relación con Dios estableciendo metas espirituales para ti mismo, pasando algo de tiempo con Dios cada día y viviendo de acuerdo con los principios de tu fe.

Método 1
Método 1 de 4:

Evaluar tu vida

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  1. Siéntate cuando tengas un momento de tranquilidad y evalúa el estado actual de tu vida espiritual. Sé humilde y honesto contigo mismo. Pregúntate si incorporas la fe en tu rutina cotidiana, si usas la fe para guiar tus decisiones y si te sientes cerca de Dios. [1]
    • No te desanimes si descubres que tu vida espiritual necesita algo de trabajo. El sentido de este ejercicio es simplemente averiguar en dónde están tus fortalezas y tus debilidades en este momento.
  2. Pregúntate qué aspectos de tu vida te alejan de Dios. Las presiones externas y las responsabilidades, como el trabajo, la escuela y las relaciones, son distracciones comunes. No olvides tomar en cuenta las distracciones internas, como el orgullo o el materialismo. [2]
    • Por ejemplo, si el orgullo hace que trates de resolver todos tus problemas sin ayuda, puede ser difícil para ti recurrir a Dios a fin de pedir guía.
  3. Cualquiera sea tu afiliación espiritual o religiosa, puede ser útil pedir consejo a un líder. Esta persona puede ayudarte a identificar las barreras que te impiden profundizar en tu relación con Dios. De manera alternativa, también puede ayudarte a ver cómo está tu vida espiritual actualmente.
    • Recurre a un miembro de confianza de tu comunidad espiritual y explícale tu dilema. Pregúntale cómo puedes mejorar tu enfoque en Dios y tu espiritualidad.
  4. Piensa acerca de cómo te gustaría mantener o mejorar tu relación con Dios. Establece algunas metas espirituales para ti mismo. Piensa acerca de qué es lo que quieres lograr en tu relación con Dios en un mes o en un año. Luego piensa acerca de cómo puedes cambiar tus hábitos para lograr tus metas. [3]
    • Por ejemplo, si quieres sentirte más cerca de Dios en el día a día, puedes establecer el hábito de rezar por algunos minutos cada mañana.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Zachary Rainey

    Sacerdote ordenado
    El reverendo Zachary B. Rainey es un sacerdote ordenado con más de 40 años de ministerio y práctica pastoral, incluyendo más de 10 años como capellán de hospicio. Se graduó en el Colegio Bíblico de Northpoint y es miembro del Consejo General de las Asambleas de Dios.
    Zachary Rainey
    Sacerdote ordenado

    "Si sientes que Dios es importante, estarás dispuesto a invertir parte de tu tiempo y recursos en conocerlo mejor," comenta Zachary Rainey, sacerdote ordenado. "Crea un margen en tu día para leer y memorizar las Escrituras, meditar, orar o escribir en un diario. Conviértete en parte de la comunidad en la que ores y veneres junto con otros que compartan tu fe y se brinden aliento mutuamente para enfocarse en Dios. Busca un lugar de servicio cristiano como seguidor de Jesucristo".

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Método 2
Método 2 de 4:

Hacer tiempo para Dios

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  1. Hacer un poco de esfuerzo regularmente puede ayudarte a permanecer conectado con Dios todo el tiempo. Aparta un poco de tiempo para tu práctica espiritual cada día. Toma este tiempo tan seriamente como tomarías cualquier otra cita importante. [4]
    • Por ejemplo, puedes usar el almuerzo para leer textos basados en la fe o puedes apartar media hora para rezar y reflexionar antes de ir a la cama. Incluso puedes escribir tus prácticas espirituales en tu agenda como cualquier otra obligación para asegurarte de cumplirlas.
    • A muchas personas les gusta hacer que sus prácticas espirituales sean parte de la rutina de la mañana. Pasar tiempo con Dios a primera hora de la mañana puede darte una base positiva para el resto del día.
  2. Pon toda tu atención en tu práctica espiritual. Ve a algún lugar en el que no haya distracciones para rezar, leer y reflexionar. Respira profundamente y haz a un lado tus preocupaciones y distracciones mientras profundizas en tu relación con Dios. [5]
  3. Conéctate con Dios leyendo y pensando acerca de los textos sagrados. Marca los pasajes que hagan eco en ti y pasa tiempo adicional reflexionando sobre ellos. Busca ideas y temas en los textos sagrados que puedas aplicar en tu propia vida. [6]
    • Leer los libros de líderes y sabios religiosos también puede ayudarte a profundizar en tu fe y en tu comprensión de Dios.
  4. Rezar diariamente es una de las cosas más efectivas que puedes hacer para acercarte a Dios. La oración es muy personal y puedes rezar sobre cualquier cosa. Trata de usar tu tiempo de oración para pedir guía e inspiración, para reafirmar tu fe personal o para rezar por tus seres queridos. [7]
    • Puedes rezar en cualquier momento y en cualquier lugar. Sin embargo, sigue siendo una buena idea apartar un tiempo específico para rezar cada día, así no te sentirás apurado o distraído.
  5. A medida que observes el mundo cada día, deja que las cosas que veas guíen tus pensamientos hacia Dios. Cuando algo te conmueva, tómate un momento para meditar en qué es lo que te dice eso de la naturaleza de Dios y de tu relación personal con Dios. [8]
    • A medida que tu fe crezca, encontrarás a Dios reflejado en muchos aspectos de la vida, incluyendo el arte, el mundo natural y otras personas.
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Método 3
Método 3 de 4:

Vivir fielmente

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  1. Busca a otras personas con quienes puedas compartir tu viaje espiritual. Habla de cosas como cómo incorporar la fe en la vida cotidiana y cómo evitar las distracciones de los problemas mundanos. [9]
    • Si no conoces a nadie que comparta tus creencias, haz un esfuerzo para conocer nuevos amigos en tu grupo religioso o busca grupos de personas con ideas afines en Internet.
  2. Mantén fuertes tus creencias participando en los servicios y en las tradiciones de tu fe. Visitar tu grupo religioso con frecuencia te ayudará a mantenerte conectado con tu comunidad espiritual y también con Dios. [10]
  3. A lo largo de tu vida, tendrás que tomar decisiones grandes y pequeñas. Antes de tomar una decisión, piensa con cuidado acerca de qué acciones te ayudarán a lograr tus metas espirituales y a vivir según los principios de tu fe. Cuando puedas, toma decisiones que te acerquen a Dios. [11]
    • La oración puede ayudarte a tomar buenas decisiones cuando tengas que tomar decisiones difíciles.
  4. Ayudar a otras personas es una buena manera de crecer en tu fe y de acercarte a Dios. Busca oportunidades locales de trabajo voluntario que reflejen los valores que son más importantes para ti. [12]
    • Es probable que puedas encontrar oportunidades para trabajar como voluntario por medio de tu lugar de adoración.
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Método 4
Método 4 de 4:

Afrontar problemas que distraigan tu enfoque

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  1. Aunque tu fe sea tu prioridad principal en la vida, es probable que tengas que aceptar que habrá momentos en los que no tengas mucho tiempo para observar tus prácticas espirituales. Cuando eso suceda, no seas duro contigo mismo. Trata de hacerlo tanto tiempo como puedas, pero es probable que debas ser creativo. [13]
    • Por ejemplo, si una agenda sobrecargada impide tu asistencia a un servicio de adoración, puedes escuchar un podcast o un video de camino al trabajo.
    • Si generalmente dedicas una hora en la mañana y en la noche para rezar y adorar, quizás debas reducir este tiempo a media hora durante las semanas ocupadas.
  2. Atravesar por un acontecimiento traumático como el abuso o la pérdida de un hijo puede amenazar tu fe en Dios. Puedes pensar "¿Por qué yo?" o preguntarte por qué suceden cosas malas a las personas buenas. Durante estos momentos, en vez de cuestionar por qué las cosas sucedieron de cierta manera, busca una conexión más profunda con Dios y trata de comprenderlo para poder superar la circunstancia. [14]
    • Puedes recurrir a un consejero espiritual, recibir consejería religiosa o estudiar las Escrituras para obtener una comprensión de tu situación.
    • Las creencias religiosas y espirituales tienden a ayudar a las personas a curarse más rápido, así que recurre a tu fe durante estos momentos. Por otro lado, quizás descubras que estás más enfocado que nunca en Dios. [15]
  3. Puede llegar un momento en el que cometas un error en la vida que no se alinee con tus ideas espirituales o religiosas. Entonces, tal vez te distancies de Dios por una cuestión de vergüenza. Debes saber que la mayoría de credos reconocen y entienden que no eres perfecto y que nunca lo serás. Debes estar dispuesto a perdonarte a ti mismo para que Dios pueda perdonarte. [16]
    • Busca la guía de alguien de tu fe. Explícale lo que sucedió, tal vez fuiste infiel en tu relación o bebiste alcohol en exceso. Entonces, pide recomendaciones para saber cómo puedes perdonarte y sentirte digno nuevamente.
  4. Puede ser difícil seguir tus prácticas espirituales cuando las personas más cercanas se oponen a ellas. Otras personas pueden hacer que te sientas avergonzado de tu fe en Dios o pueden tratar de cuestionar la validez de tus creencias. Es probable que debas tomar una decisión en cuanto a mantener a estas personas en tu vida o dejarlas ir. Habla de este tema con alguien en quien confíes antes de tomar una decisión.
    • Si tus familiares no están de acuerdo con tus creencias, puedes evitar hablar de tus puntos de vista cuando estés cerca de ellos o, si son de mente abierta, puedes tratar de compartir compasivamente tus ideas. [17]
    • Si un amigo o un colega se opone a tu fe, puedes decidir ponerle fin a la relación, sobre todo si su presencia en tu vida te distrae de tu fe.
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