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Es muy fácil involucrarse en demasiados proyectos a la vez y de repente sentir que todos los detalles se escapan entre tus dedos. Esto puede ocurrir con las cosas del hogar (como pagar las facturas), en la escuela (olvidar las tareas o no hacerlas tan bien como antes) o incluso en el trabajo (no estar listo para una presentación importante). Afortunadamente, ¡la atención a los detalles es una habilidad que puede aprenderse y cultivarse!
Pasos
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Organízate. Necesitarás organizar tu vida para tener al menos una posibilidad de prestar atención a las cosas pequeñas. Esto significa tener orden en tu vida laboral o escolar y llevar un registro de las citas y las tareas para que no te sorprendas cuando llegue el momento de cumplirlas.
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Elabora listas. Las listas son una manera verdaderamente útil de tener orden y asegurarte de saber cómo y cuándo todos tus asuntos tienen que encajar. Será menos probable que pierdas el rastro de los detalles cuando los escribiste y los guardaste en un lugar que ves todos los días (una lista perdida es igual de útil que un globo de plomo). [1] X Fuente de investigación
- Prepara una lista de largo plazo y otra de corto plazo (puede una lista semanal o diaria) para que puedas planear las cosas con anticipación. Cuando los eventos de la lista de largo plazo se aproximen, llévalos a la lista de corto plazo. De esta manera no te sorprenderás por ningún evento inesperado en tu programación.
- Cuando completes un evento de tu lista, táchalo. De esa manera sabrás con certeza que cumpliste con ese evento y no estarás en la incertidumbre tratando de recordar si cumpliste con cada paso de un elemento de la lista en particular.
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Sigue una programación específica. Si vas deambulando por la vida y cada día es un desorden diferente de horas y eventos, organízalos en una rutina que siga un ritmo general. Tu cerebro notará más rápidamente cuando olvidaste un detalle, a diferencia de si cada uno de tus días es una mezcla desorganizada de varias cosas.
- Asegúrate de acostarte y levantarte a las mismas horas especificadas (por ejemplo, vas a dormir a las 10:30 p.m. y te levantas a las 7:30 a.m.) De esta manera tu cuerpo estará en una rutina única y podrás dormir lo suficiente para que tu memoria trabaje mejor.
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Limita las distracciones. Las distracciones vienen una variedad de formas: tu familia, tus amigos, tu compañero de trabajo molesto que no deja de hablar, el internet e incluso el hambre. Cuando te distraes y tratas de prestar atención a los detalles de un proyecto o de una tarea, no podrás recordar las cosas fácilmente y será más probable que olvides los detalles.
- Trabaja en un lugar que favorezca la concentración, es decir, que no esté demasiado cálido, con buena iluminación y con pocas personas que transiten por el sitio. En la escuela, una esquina agradable en la biblioteca generalmente es una buena opción. En el trabajo, haz tu mejor esfuerzo para que tu oficina o tu cubículo sea fresco y tenga la iluminación adecuada.
- Pon tu teléfono en modo silencioso y dile a tus amigos y familiares que no te llamen cuando estés trabajando, a menos que se trate de una emergencia.
- Si trabajas en tu casa, evita hacerlo desde la cama y trata de designar un espacio organizado para el trabajo.
- En lo que respecta a tu compañero de trabajo molesto, si es posible cierra la puerta o de lo contrario dile: "me encantaría conversar, pero en realidad tengo que terminar este proyecto. En un rato vengo para que hablemos". También puedes decirle que se marche, dependiendo de la personalidad de tu compañero de trabajo y de tu relación con él.
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No hagas varias cosas a la vez. Al hacer varias cosas a la vez dispersas tu atención en varias tareas en vez de concentrarte en un asunto específico, lo que significa que al final no podrás prestarle toda tu atención a cada tarea ni organizar todos los detalles.
- Con la lista que preparaste puedes alternar todos tus proyectos, dándole toda tu atención a cada uno de ellos sin tener que revisar tu teléfono, tu Facebook o pensar en lo que vas a comer en la cena.
- Si te encuentras haciendo cosas como planeando la cena o preguntándote si pagaste las facturas, escribe tu idea o tu preocupación (puedes añadirla a la lista) y regresa al proyecto en el que se supone que debes estar trabajando. De esta manera recordarás que debes encargarte de un asunto después y no te obsesionarás al respecto.
- En ocasiones tienes que hacer varias cosas al mismo tiempo o tienes que conservar tu energía permitiendo que algunos detalles se escapen, ya que en ocasiones tienes muchos asuntos que atender. Concentra toda tu atención en los proyectos más importantes para captar todos los detalles, a la vez que no te preocupas tanto por los proyectos menos relevantes.
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Haz ejercicio. El ejercicio ayuda a mejorar tu memoria y tu capacidad de concentración, además de ser beneficioso para tu cuerpo entero. Para mejorar tu atención a los detalles y mantener tu memoria en un estado óptimo, querrás realizar al menos 30 minutos de ejercicio diario.
- Tu rutina de ejercicios puede ser tan simple como caminar al supermercado luego de trabajar o usar la bicicleta para ir de tu casa a la oficina y viceversa (no olvides llevar contigo la ropa de trabajo en el caso de que llueva o te caiga lodo). También puedes practicar yoga durante 30 minutos, salir a correr o incluso poner algo de música y bailar.
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Haz pausas. Una manera excelente de mantener un cerebro agudo y dispuesto a concentrarse en los detalles más pequeños es dejándolo tomar pausas. Asegúrate de programar pausas de entre 10 y 15 minutos alrededor de la misma hora todos los días. Esto le dará a tu cerebro la oportunidad de relajarse a tiempo para el siguiente proyecto.
- Una pausa puede ser algo tan simple como estirarse y caminar un poco alrededor de tu oficina o ir a tomar un café en una tienda cercana.
- Cuando encuentres que te estás distrayendo o durmiendo, es el momento ideal para encontrar un lugar para hacer algo de ejercicio (por ejemplo, saltos en tijera) y hacer que la sangre fluya.
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Practica con las fichas de memoria. Existen maneras excelentes para practicar la atención a los detalles y hacer que tu cerebro permanezca agudo y ocupado. Una de estas maneras son las fichas de memoria. Conseguirás un grupo de fichas pares (comienza con pocos pares, quizás entre 8 y 10) y ponlos boca abajo. Voltea una ficha, obsérvala y ponla de nuevo boca abajo. Cada vez que encuentres un par, retíralo del juego. [2] X Fuente de investigación
- Tu capacidad de recordar la ubicación de las fichas te ayudará a concentrarte en los detalles de todos los aspectos de tu vida.
- También puedes jugar este juego con un amigo (¡en especial luego de que sepas jugar y puedas demostrar tus habilidades sorprendentes!).
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Usa imágenes de "cuando lo veas". Estas imágenes aparecen en todas las revistas para niños. Las imágenes para los niños son demasiado sencillas, aunque puedes encontrar fácilmente imágenes con mayor dificultad que están orientadas a personas de más edad. Entre más practiques con estas imágenes, encontrarás que serás mejor prestando atención a otros detalles.
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Perfecciona tus habilidades matemáticas. La matemática es una asignatura que requiere de mucha atención a los detalles (después de todo, si te equivocas con un número, la respuesta completa será errónea), por lo que es una manera excelente de mejorar tu capacidad de captar los detalles.
- Por ejemplo, puedes preparar tu presupuesto sin la ayuda de herramientas. Presta mucha atención a los números y asegúrate de repasar tu trabajo.
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Memoriza una imagen. Mira de cerca una escena (puedes hacerlo en cualquier lugar, por ejemplo en el trabajo, el autobús o la cafetería), cierra los ojos y trata de recordar todos los detalles que puedas. Entre más practiques, estarás más atento a los detalles.
- Otra manera sencilla de practicar este método es con una fotografía que resulte poco familiar. Mira la fotografía durante un par de segundos y luego voltéala. Trata de recordar todos los detalles que puedas. Repite este ejercicio con una fotografía diferente cada vez.
- Los bocetos de memoria son similares al ejercicio de memorizar las imágenes. Observa la escena por alrededor de 1 minuto y luego da la vuelta. Trata de dibujar la escena de memoria o elabora una lista de las cosas que viste. Cuando termines, compara lo que viste con el boceto real.
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Aprende a meditar. La meditación es increíblemente útil para una gran cantidad de cosas. Esta práctica relaja tu mente y reduce el estrés (pone tu mente en vías neuronales más positivas), lo cual puede ayudarte con tu salud física y mental, además de favorecer tu memoria y tu atención a los detalles. [3] X Fuente de investigación
- Busca un lugar tranquilo para sentarte durante 15 minutos diarios. Cuando tengas más experiencia con la meditación, podrás practicar en cualquier lugar (por ejemplo, en tu escritorio del trabajo, en el autobús, etc.), aunque es buena idea empezar en un sitio sin muchas distracciones.
- Cierra tus ojos y toma respiraciones profundas hasta tu vientre. Concéntrate en tu respiración. Cuando encuentres que los pensamientos que te distraen llegan a tu mente, reconócelos pero no te concentres en ellos. Regresa a tus ejercicios de respiración y repite: "inspira, exhala".
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Consejos
- Piensa de manera positiva. Al mejorar tu atención a los detalles puedes obtener un ascenso en el trabajo. Tus relaciones con tu familia y amigos incluso pueden mejorar si te concentras en los detalles que se comparten en las conversaciones. En la escuela, la atención a los detalles puede traducirse en mejores métodos de estudio y en oportunidades.
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Advertencias
- No te sobrecargues ni realices varias cosas al mismo tiempo. Si estás agobiado por el trabajo no podrás prestar atención a los detalles y los terminarás olvidando.
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Referencias
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